Trichet advierte a Junckers de las repercusiones de una reestructuración griega
Se podría llamar la guerra de los Jean-Claudes.
Puesto que todo el mundo asume que reestructuración suena demasiado similar a quiebra, los expertos en manipulación del lenguaje han "parido" una nueva palabra, reprofiling, también llamada reestructuración suave. El lunes pasado Jean Claude Juncker, presidente del eurogrupo (ministros de finanzas europeos) dirigió una reunión en la que el tema era la reestructuración suave de la deuda griega, una idea cada vez más defendida por Alemania como alternativa a seguir proveyendo de liquidez y comprando deuda a una Grecia cada vez más hundida en el pozo, y que se le está tratando de vender a Grecia, que lógicamente se resiste.
Según FT Deutschland, la reunión terminó para el otro Jean Claude, el presidente del Banco Central Europeo, Trichet, cuando se levantó enfadado y abandonó la reunión de manera brusca, no sin antes advertir a los presentes de las repercusiones de sus planes de reestructuración griega. Trichet le dijo a Junckers que un reprofiling sería considerado por las agencias de rating como un default (quiebra), lo que llevaría a una instantánea bajada de la calificación a grado C, tanto de la deuda griega, como de su gobierno y sus bancos. Trichet manifestó que de acuerdo a las reglas del ECB, ello lo convertiría en inaceptable, por lo que el BCE no compraría ningún otro instrumento de deuda griega ni proveería de liquidez al gobierno griego o a sus bancos. Ello provocaría que Grecia tuviera que abandonar la Eurozona en cuestión de días. Lo que efectivamente le dijo Trichet a Junckers es que el BCE boicotearía su plan de reestructuración de la deuda griega.
En realidad no hay manera de evitar la reestructuración de la deuda griega. Trichet no hace mas que dar una patada adelante al problema, probablemente impulsado por su propio error de comprar bonos soberanos griegos. La idea era que el BCE mostrara apoyo por los bonos y redujera los intereses, pero la estrategia solo funcionó durante una semana y ahora el BCE está cargado con una pila de basura griega mientras que los intereses se han vuelto a disparar. Ya le advirtió Axel Weber, antiguo jefe del banco central alemán, de que no lo hiciera.
Pero en el fondo del problema subyace el obstáculo de que para hacer una reestructuración de la deuda griega, el BCE debe cambiar una vez más sus reglas, reduciendo su credibilidad y su solvencia. Es un paso más en el contagio del problema. Las deudas pasaron de los bancos e instituciones financieras a las naciones. Las naciones más débiles las están transfiriendo ahora a las naciones más fuertes y a las instituciones supranacionales. ¿Quién rescatará al BCE, FMI y al Banco Mundial?
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