Acceder

Próxima salida a bolsa de Puig

50 respuestas
Próxima salida a bolsa de Puig
2 suscriptores
Próxima salida a bolsa de Puig
Página
2 / 4
#16

Re: Puig (PUIG), seguimiento y noticias de la compañía de cosméticos

La salida a Bolsa de Puig 
Según estimaciones realizadas por la propia empresa, el Beneficio Neto de 2024 se situará entorno los  500 M€. Dado que su valoración bursátil se  ha fijado entre 12.700 M€ (22 €/acc)  y 13.900 M€ (24,50 €/acc) , el PER-2024  se  asentaría entre 25,4 y 27,8, unas cifras muy altas, por más que digan que  las empresas del  “ sector del lujo” tipo  L´Oreal, Hermés, etc, cotizan a  PERs por encima de 30.  

Como diría Ivan Martin de Magallanes en las salidas a Bolsa  ganan los que se desprenden del papel (en este caso la familia Puig).  Lo colocan porque el negocio  va a afrontar un futuro  de  mayor competencia y de menor crecimiento que en el pasado.   No soltarían los  títulos si supieran que la compañía iba a crecer a porcentajes  de dobles dígitos altos.  Además parece una indecencia que el primer ejecutivo cobre 26 millones al año en una empresa que solo factura 4.500 millones y encima la familia se reserve los derechos políticos. El pequeño accionista no tendrá ni voz ni voto. Los Puig podrán hacer lo que les dé la gana y sin que se les vea mucho, pues nombrarán directivos ajenos al clan que teledirigirán. 

Son muchos los integrantes de esa saga, que seguirá creciendo en número de componentes y tienen que asegurarse una vida de lujo, que por algo están en el sector de idem. El pequeño accionista solo tendrá derecho a perder y callar.  Nadie podrá  desaprobar eun hipotético saqueo de la familia a nivel de sueldos u otro tipo de  decisiones empresariales.  Podrán hacer y deshacer sin la más mínima oposición. Todo esto tiene un tufillo “corleonista” que apesta.  Desde luego a mí que me esperen sentados, no voy a suscribir ni una acción. Que vayan a robar a quien se deje. En todo caso,  lo lógico  sería que la hubiesen  sacado a una valoración bursátil  muy inferior pero está claro que  los Puig pretenden obtener  lo máximo posible sin que se les note mucho. No en vano toda la prensa les está  promocionando la operación y gratuitamente, para que caigan en la trampa el máximo número de incautos posible. 

Aunque el precio definitivo de la acción se fije en 24,50 €/acc, en los primeros días de cotización las entidades suscriptoras subirán su precio para deshacerse del  papel lo antes posible y así  hacer  doble negocio (i) por suscribirlas y (ii) por venderlas al precio más alto que el de salida. Por su parte las entidades colocadoras de los títulos se hincharán de comisiones. Todo está montado para que el pequeño inversor  pague la fiesta de la colocación y salga perdiendo, al menos de entrada. Luego ya veremos. 

#17

Criteria planea entrar en Puig en el marco de su salida a Bolsa

 
Criteria planea entrar en el capital de la firma de cosmética Puig en el marco de su salida a Bolsa el próximo 3 de mayo, si bien se desconoce el porcentaje que podría tomar en el grupo, según han informado a Europa Press en fuentes conocederoras de la operación.

Las mismas fuentes han indicado que todos los inversores institucionales de Puig están inmersos en el análisis de la operación, que ya ha logrado la sobresuscripción del libro de órdenes, tras la apertura del mismo a primera hora de este viernes por parte de las entidades colocadoras.

En este sentido, han subrayado que "ha habido mucha demanda", lo que garantiza la operación, teniendo en cuenta que hay órdenes suficientes por parte de inversores para cubrir el tamaño de la oferta fijado en hasta 3.000 millones de euros.

Según ha avanzado este viernes 'La Vanguardia', que cita fuentes próximas a la operación, el brazo inversor de La Caixa acudirá a la oferta para tomar una participación "relevante" en la compañía de cosmética. Fuentes de Criteria consultadas por Europa Press han declinado pronunciarse al respecto.

En concreto, Puig comenzará a cotizar el próximo 3 de mayo con un rango de precios de entre 22 y 24,50 euros por acción, con lo que la compañía alcanzará una capitalización bursátil de entre 12.700 millones y 13.900 millones de euros, según consta en el folleto remitido por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y autorizado por el organismo supervisor.

En concreto, la firma fijará el precio definitivo el próximo 30 de abril para la que será la OPV más grande en Europa en lo que va de año.

Así, la firma ofrece un número de acciones en la oferta primaria para obtener unos ingresos brutos de aproximadamente 1.250 millones de euros, al tiempo que el accionista mayoritario de la sociedad, Puig, S.L., controlado por Exea (sociedad patrimonial de la familia Puig) ofrece un número de acciones de la oferta secundaria para obtener unos ingresos brutos de aproximadamente 1.360 millones de euros.

Además, Puig S.L., el accionista vendedor concederá a Goldman Sachs Bank Europe SE, actuando como agente de estabilización, una opción de compra, en nombre de los 'managers', de acciones de sobre-adjudicación de aproximadamente hasta el 15% del tamaño de la oferta base por un importe máximo de 390 millones de euros.


LA FAMILIA PUIG CONSERVARÁ UNA PARTICIPACION MAYORITARIA

Tras la oferta, la familia Puig conservará una participación mayoritaria.

En opinión de la compañía, convertirse en una empresa que cotiza en Bolsa implica un "mayor nivel de escrutinio" por parte de los inversores, analistas, reguladores y el mercado en general, "garantizando que las próximas generaciones de la familia Puig estén sujetas a los estándares más altos posibles mientras dirigen la compañía en la dirección estratégica correcta", según destaca en el folleto.

"Esto permitirá a la firma competir mejor en el mercado internacional de la belleza durante la próxima fase de desarrollo. Como resultado de la oferta, las estructuras corporativas y de capital de la sociedad se alinearán mejor con las de las mejores empresas familiares del sector de la belleza 'premium' a escala mundial, que cuentan con un fuerte núcleo accionarial vinculado en la mayoría de los casos a sus familias fundadoras, lo que fomenta un enfoque de pensamiento a largo plazo", subraya la firma.

Asimismo, la empresa cree que convertirse en una empresa que cotiza en Bolsa implicará "una mayor visibilidad y conocimiento", lo que debería proporcionar a la empresa "herramientas útiles" para la atracción y retención de talento, al tiempo que abre el acceso al capital como otra fuente de financiación para apoyar la estrategia de crecimiento de las marcas y la cartera de la empresa.


DIVIDENDOS

Respecto a la retribución a sus accionistas, el grupo señala que no ha aprobado ninguna política de dividendos. No obstante, indica que tiene la intención de distribuir dividendos en efectivo en un futuro próximo "de manera prudente", el primero de ellos posterior a su oferta en 2025 y con cargo a los resultados de 2024.

En este caso, prevé mantener un 'pay out' (ratio de dividendo sobre beneficio atribuible) de aproximadamente el 40%, en línea con su historial en dividendos, no afectando a sus objetivos de continuar haciendo crecer su negocio y ejecutando su plan de negocios.

A futuro, el folleto destaca que se evaluará si introducir una política de dividendos, "dependiendo de sus resultados futuros y necesidades de financiación".

Goldman Sachs Bank Europe SE y JP Morgan SE actúan como 'joint global coordinators' y 'joint bookrunners' de la oferta. Banco Santander, BofA Securities Europe, BNP Paribas y CaixaBank actúan como 'joint bookrunners', mientras que BBVA, en colaboración con ODDO BHF, y Banco de Sabadell actúan como 'co-lead managers'.

La compañía y el accionista vendedor acordarán determinados compromisos de no disposición ('lock-up') con los 'managers' durante un periodo comprendido entre la fecha de firma del contrato de aseguramiento y 180 días naturales a partir de la admisión 

#18

Puig logra la sobresuscripción del libro de órdenes para salir a Bolsa el 3 de mayo por hasta 13.900 millones

 
La firma de cosmética Puig ha logrado ya la sobresuscripción del libro de órdenes para la salida a Bolsa el próximo 3 de mayo, una operación que valora a la compañía entre 12.700 millones y 13.900 millones, tras la apertura del mismo a primera hora de este viernes por parte de las entidades colocadoras.

Fuentes conocedoras de la operación han señalado a Europa Press que "ha habido mucha demanda", lo que garantiza la operación, teniendo en cuenta que hay órdenes suficientes por parte de inversores para cubrir el tamaño de la oferta fijado en hasta 3.000 millones de euros.

En concreto, Puig comenzará a cotizar el próximo 3 de mayo con un rango de precios de entre 22 y 24,50 euros por acción, con lo que la compañía alcanzará una capitalización bursátil de entre 12.700 millones y 13.900 millones de euros, según consta en el folleto remitido por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y autorizado por el organismo supervisor.

En concreto, la firma fijará el precio definitivo el próximo 30 de abril para la que será la OPV más grande en Europa en lo que va de año.

Así, la firma ofrece un número de acciones en la oferta primaria para obtener unos ingresos brutos de aproximadamente 1.250 millones de euros, al tiempo que el accionista mayoritario de la sociedad, Puig, S.L., controlado por Exea (sociedad patrimonial de la familia Puig) ofrece un número de acciones de la oferta secundaria para obtener unos ingresos brutos de aproximadamente 1.360 millones de euros.

Además, Puig S.L., el accionista vendedor concederá a Goldman Sachs Bank Europe SE, actuando como agente de estabilización, una opción de compra, en nombre de los 'managers', de acciones de sobre-adjudicación de aproximadamente hasta el 15% del tamaño de la oferta base por un importe máximo de 390 millones de euros.


LA FAMILIA PUIG CONSERVARÁ UNA PARTICIPACION MAYORITARIA

Tras la oferta, la familia Puig conservará una participación mayoritaria.

En opinión de la compañía, convertirse en una empresa que cotiza en Bolsa implica un "mayor nivel de escrutinio" por parte de los inversores, analistas, reguladores y el mercado en general, "garantizando que las próximas generaciones de la familia Puig estén sujetas a los estándares más altos posibles mientras dirigen la compañía en la dirección estratégica correcta", según destaca en el folleto.

"Esto permitirá a la firma competir mejor en el mercado internacional de la belleza durante la próxima fase de desarrollo. Como resultado de la oferta, las estructuras corporativas y de capital de la sociedad se alinearán mejor con las de las mejores empresas familiares del sector de la belleza 'premium' a escala mundial, que cuentan con un fuerte núcleo accionarial vinculado en la mayoría de los casos a sus familias fundadoras, lo que fomenta un enfoque de pensamiento a largo plazo", subraya la firma.

Asimismo, la empresa cree que convertirse en una empresa que cotiza en Bolsa implicará "una mayor visibilidad y conocimiento", lo que debería proporcionar a la empresa "herramientas útiles" para la atracción y retención de talento, al tiempo que abre el acceso al capital como otra fuente de financiación para apoyar la estrategia de crecimiento de las marcas y la cartera de la empresa.


DIVIDENDOS

Respecto a la retribución a sus accionistas, el grupo señala que no ha aprobado ninguna política de dividendos. No obstante, indica que tiene la intención de distribuir dividendos en efectivo en un futuro próximo "de manera prudente", el primero de ellos posterior a su oferta en 2025 y con cargo a los resultados de 2024.

En este caso, prevé mantener un 'pay out' (ratio de dividendo sobre beneficio atribuible) de aproximadamente el 40%, en línea con su historial en dividendos, no afectando a sus objetivos de continuar haciendo crecer su negocio y ejecutando su plan de negocios.

A futuro, el folleto destaca que se evaluará si introducir una política de dividendos, "dependiendo de sus resultados futuros y necesidades de financiación".

Goldman Sachs Bank Europe SE y JP Morgan SE actúan como 'joint global coordinators' y 'joint bookrunners' de la oferta. Banco Santander, BofA Securities Europe, BNP Paribas y CaixaBank actúan como 'joint bookrunners', mientras que BBVA, en colaboración con ODDO BHF, y Banco de Sabadell actúan como 'co-lead managers'.

La compañía y el accionista vendedor acordarán determinados compromisos de no disposición ('lock-up') con los 'managers' durante un periodo comprendido entre la fecha de firma del contrato de aseguramiento y 180 días naturales a partir de la admisión. 

#19

Re: Puig (PUIG), seguimiento y noticias de la compañía de cosméticos

Criteria Caixa quiere una participación "relevante" en Puig en su salida a Bolsa 
La cosmética catalana ha logrado la sobresuscripción en el libro de órdenes 
19 abr, 2024 13:12 
Comentario 
Según sus responsables, en Criteria se invierte con el único objetivo de obtener dividendos para financiar su “Obra Social”.  Se ve que Puig les debe de haber prometido muchas “pagas”. De otra manera no se explicaría que un fondo con participaciones financieras e industriales  se enrede  también  con el lujo.  Hay que diversificar, si señor.  Aplaudo esa decisión porqué así el lujo financiará a  quienes estén en peligro de exclusión (más justicia social que ésa,  imposible).  Supongo que de paso la situación financiera de Fainé habrá mejorado  pues  “algo” le habrán prometido por tomar esa decisión de concurrir en el capital de Puig.  Considero que al menos a corto plazo, el pequeño inversor no debería de intervenir en estos apaños. Todo el mundo ganará (no en vano hay sobresuscripción) menos los minoristas que serán quienes  pondrán la  “pasta” y muy probablemente la perderán. 

#20

Re: Puig (PUIG), seguimiento y noticias de la compañía de cosméticos

Hasta ahora los PUIG habian hecho las cosas bien, espero que no hayan llegado nuevas generaciones cuyo unico objetivo sea vivir a todo tren a costa de la empresa familiar.

Si, Pero el sueldo de Marc Puig de 25,7 millones y la prima  de 9,3 millones de euros son excesivos y hasta parecen obscenos para una empresa que debería intentar dar imagen de buena gestión y respecto al accionista.

Deberian tomar nota de como los Grifols, han hecho llegar a la empresa a la situación actual


 En todo caso,  lo lógico  sería que la hubiesen  sacado a una valoración bursátil  muy inferior pero está claro que  los Puig pretenden obtener  lo máximo posible sin que se les note mucho. 
#22

Con este esquema de colocación, Puig debería haber emitido bonos, no salir a Bolsa

La semana pasada tuvo lugar un encuentro de una gestora barcelonesa con inversores donde, al ser preguntada por la salida a Bolsa de Puig, apuntaron que sale al mercado sobrevalorada, tras, presentar, eso sí, “los mejores resultados de su historia”. Aun así, apuntaban que la valoración estaba “bastante tensionada”, siempre descontando “los mejores escenarios”. Sobre todo, criticaban duramente la colocación de acciones sin apenas derechos políticos. Opinan que debería haber algún otro tipo de contrapartida para el accionista. 

Rafael Ojeda, colaborador de Estrategias de Inversión y gestor de los fondos Fortage Funds, afirma que “es una operación cara y poco atractiva”. La compañía “está solicitando al mercado capital para amortizar la deuda que han incurrido para la adquisición de las dos últimas compañías que han comprado, liquidar esa cuenta y para poder crecer sobre todo en el mercado asiático, que es donde ellos ven que pueden tener cierto recorrido. Pero sin embargo ofrecen muy poco a cambio. Van a distribuir las acciones entre clase A y clase B. Ellos se quedan con las acciones tipo A y van a vender al mercado acciones tipo B que tienen cinco veces menos derechos políticos. Un gestor profesional, sobre todo los gestores norteamericanos que de tontos no tienen un pelo, no van a picar comprando acciones que prácticamente no tienen derechos políticos”. 

Es decir, los accionistas que vayan a la colocación no van a tener ninguna influencia sobre la gestión de la compañía, lo único que van a hacer es poner dinero. “Entonces, para eso, es mejor una emisión de bonos, donde se le puede dar un 5% o 6% de rentabilidad. Se pagan los cupones, la compañía no soporta cambios en la propiedad y listos”.

Pero, claro, “lo que la compañía busca es no apalancarse”. Sin embargo, “trata a sus nuevos accionistas como si fuesen bonistas. Eso hace que no sea nada atractiva la operación. Desde un punto de vista de fondos de inversión no van a tener ningún interés en adquirir una sociedad en la cual no van a tener ninguna implicación ni van a poder decir absolutamente nada al comité de dirección. No le encuentro valor. Cuando tú haces este tipo de operativa en la cual haces acciones A y acciones B y estos accionistas B renuncian a los derechos políticos les tienes que dar algo a cambio, les tienes que dar una prima por entrar, es decir, un descuento en las acciones, no, lo que no puedes hacer es que las paguen encima más caras, no tiene demasiado sentido, no le encuentro mucho recorrido”. 

Conviene recordar que otros inversores como Panza Capital, del gestor value Beltrán de la Lastra, también manifestó su intención de no acudir a la salida, prevista para principios del mes que mayo. 

#23

Con este esquema de colocación, Puig debería haber emitido bonos, no salir a Bolsa

https://www.estrategiasdeinversion.com/actualidad/noticias/bolsa-espana/con-este-esquema-de-colocacion-puig-deberia-haber-n-706855

La semana pasada tuvo lugar un encuentro de una gestora barcelonesa con inversores donde, al ser preguntada por la salida a Bolsa de Puig, apuntaron que sale al mercado sobrevalorada, tras, presentar, eso sí, “los mejores resultados de su historia”. Aun así, apuntaban que la valoración estaba “bastante tensionada”, siempre descontando “los mejores escenarios”. Sobre todo, criticaban duramente la colocación de acciones sin apenas derechos políticos. Opinan que debería haber algún otro tipo de contrapartida para el accionista. 

Rafael Ojeda, colaborador de Estrategias de Inversión y gestor de los fondos Fortage Funds, afirma que “es una operación cara y poco atractiva”. La compañía “está solicitando al mercado capital para amortizar la deuda que han incurrido para la adquisición de las dos últimas compañías que han comprado, liquidar esa cuenta y para poder crecer sobre todo en el mercado asiático, que es donde ellos ven que pueden tener cierto recorrido. Pero sin embargo ofrecen muy poco a cambio. Van a distribuir las acciones entre clase A y clase B. Ellos se quedan con las acciones tipo A y van a vender al mercado acciones tipo B que tienen cinco veces menos derechos políticos. Un gestor profesional, sobre todo los gestores norteamericanos que de tontos no tienen un pelo, no van a picar comprando acciones que prácticamente no tienen derechos políticos”. 

Es decir, los accionistas que vayan a la colocación no van a tener ninguna influencia sobre la gestión de la compañía, lo único que van a hacer es poner dinero. “Entonces, para eso, es mejor una emisión de bonos, donde se le puede dar un 5% o 6% de rentabilidad. Se pagan los cupones, la compañía no soporta cambios en la propiedad y listos”.

Pero, claro, “lo que la compañía busca es no apalancarse”. Sin embargo, “trata a sus nuevos accionistas como si fuesen bonistas. Eso hace que no sea nada atractiva la operación. Desde un punto de vista de fondos de inversión no van a tener ningún interés en adquirir una sociedad en la cual no van a tener ninguna implicación ni van a poder decir absolutamente nada al comité de dirección. No le encuentro valor. Cuando tú haces este tipo de operativa en la cual haces acciones A y acciones B y estos accionistas B renuncian a los derechos políticos les tienes que dar algo a cambio, les tienes que dar una prima por entrar, es decir, un descuento en las acciones, no, lo que no puedes hacer es que las paguen encima más caras, no tiene demasiado sentido, no le encuentro mucho recorrido”. 

Conviene recordar que otros inversores como Panza Capital, del gestor value Beltrán de la Lastra, también manifestó su intención de no acudir a la salida, prevista para principios del mes que mayo. 

#24

Salida a bolsa de Puig: Quiere el dinero, pero no a los accionistas

https://www.estrategiasdeinversion.com/actualidad/noticias/bolsa-espana/salida-a-bolsa-de-puig-quiere-el-dinero-pero-no-n-705597

La salida a bolsa de Puig, una de las más esperadas por el mercado, está generando unas expectativas que no acompañan al mercado, por la opacidad de la operación, filtrada básicamente al diario Expansión y con una premisa: quieren el dinero de los accionistas, pero que estos no se entrometan en la gestión de la empresa. 

 
A la espera del folleto de colocación en la CNMV, y a tenor de la información aparecida en prensa, (convenientemente filtrada por la compañía en muchos casos), la salida a Bolsa de Puig empieza mal, desde el momento en que se articula con una increíble colocación para los nuevos accionistas, a los que se les drenan los derechos políticos hasta en un 80%: cada acción clase B sólo tendrá un derecho de voto por cada 5 de las de clase A, que permanecerán en su totalidad en manos de la familia Puig, accionistas de control.

Los derechos económicos de ambas clases serán idénticos, es decir, no hay ningún otro tipo de contrapartida que compense la pérdida de derechos políticos. Ni descuento o prima de emisión… nada.

La operación debía ser una bocanada de aire para unos mercados españoles que necesitan alegría, después de muchos meses de sequía. Pero, claramente, es un deal destinado a pagar la deuda de operaciones previas, cuando en su día se anunció su amortización y, sobre todo, proporcionar una jugosa inyección de dinero en efectivo a sus accionistas, la familia Puig.

A cambio, se ofrece un Pay Out del 40% (tampoco es deslumbrante) y un sector estable, pero no de crecimiento exponencial, como podría ser una tecnológica de nuevo cuño.

Básicamente, se antoja un movimiento destinado a sacar el dinero al inversor, usando los eternos artífices: JP Morgan y Goldman Sachs, que poco menos que garantizan la colocación, a cambio de una sustanciosísima minuta. Todos ganan: la familia Puig, los bancos de inversión y… quizá no tanto el accionista, al que se le pide el dinero y no se le permite hablar.

No es este el tipo de operación que se espera de los mercados, para dinamizar el país y atraer capital. Vuelve a hacer buena la máxima que apunta que los dueños endilgan la compañía al mercado para solucionar sus problemas internos y cuando ya detectan señales de estancamiento, en lugar de apostar por planes de crecimiento. Y, aunque los tuvieran, así no se trata a los accionistas. Discriminar los derechos políticos es una manera de actuar más que discutible.

El propio diario Expansión señalaba que “la familia fundadora mantiene el control absoluto de la empresa, incluso si en el futuro realiza nuevas ventas o ampliaciones de capital”.

No hay más preguntas.

La compañía no sólo no quiere ceder la mayoría (que no la cede), es que no quiere ni que le intervengan en las juntas de accionistas. Pero el dinero lo captan, ya que la valoración sale por las nubes.

En estos momentos una compañía que salga a bolsa no debería preparar una operación de esta manera, creo que al accionista se le debe respetar, ya que se le pide el dinero para que confíe en la empresa, y una vez que confía, no tener nada que ver en la gestión de la misma.

Tras Grifols, este tipo de entramados societarios familiares, en los que los nuevos inversores  no tienen capacidad para influir en el consejo y este hace y deshace a su antojo, por muchos cambios que están ahora anunciando  Puig para meter profesionales en el mismo. 

El accionista se merece respeto. 

#25

Salida a bolsa de Puig: Quiere el dinero, pero no a los accionistas

 
https://www.estrategiasdeinversion.com/actualidad/noticias/bolsa-espana/salida-a-bolsa-de-puig-quiere-el-dinero-pero-no-n-705597

La salida a bolsa de Puig, una de las más esperadas por el mercado, está generando unas expectativas que no acompañan al mercado, por la opacidad de la operación, filtrada básicamente al diario Expansión y con una premisa: quieren el dinero de los accionistas, pero que estos no se entrometan en la gestión de la empresa.

 
A la espera del folleto de colocación en la CNMV, y a tenor de la información aparecida en prensa, (convenientemente filtrada por la compañía en muchos casos), la salida a Bolsa de Puig empieza mal, desde el momento en que se articula con una increíble colocación para los nuevos accionistas, a los que se les drenan los derechos políticos hasta en un 80%: cada acción clase B sólo tendrá un derecho de voto por cada 5 de las de clase A, que permanecerán en su totalidad en manos de la familia Puig, accionistas de control.

Los derechos económicos de ambas clases serán idénticos, es decir, no hay ningún otro tipo de contrapartida que compense la pérdida de derechos políticos. Ni descuento o prima de emisión… nada.

La operación debía ser una bocanada de aire para unos mercados españoles que necesitan alegría, después de muchos meses de sequía. Pero, claramente, es un deal destinado a pagar la deuda de operaciones previas, cuando en su día se anunció su amortización y, sobre todo, proporcionar una jugosa inyección de dinero en efectivo a sus accionistas, la familia Puig.

A cambio, se ofrece un Pay Out del 40% (tampoco es deslumbrante) y un sector estable, pero no de crecimiento exponencial, como podría ser una tecnológica de nuevo cuño.

Básicamente, se antoja un movimiento destinado a sacar el dinero al inversor, usando los eternos artífices: JP Morgan y Goldman Sachs, que poco menos que garantizan la colocación, a cambio de una sustanciosísima minuta. Todos ganan: la familia Puig, los bancos de inversión y… quizá no tanto el accionista, al que se le pide el dinero y no se le permite hablar.

No es este el tipo de operación que se espera de los mercados, para dinamizar el país y atraer capital. Vuelve a hacer buena la máxima que apunta que los dueños endilgan la compañía al mercado para solucionar sus problemas internos y cuando ya detectan señales de estancamiento, en lugar de apostar por planes de crecimiento. Y, aunque los tuvieran, así no se trata a los accionistas. Discriminar los derechos políticos es una manera de actuar más que discutible.

El propio diario Expansión señalaba que “la familia fundadora mantiene el control absoluto de la empresa, incluso si en el futuro realiza nuevas ventas o ampliaciones de capital”.

No hay más preguntas.

La compañía no sólo no quiere ceder la mayoría (que no la cede), es que no quiere ni que le intervengan en las juntas de accionistas. Pero el dinero lo captan, ya que la valoración sale por las nubes.

En estos momentos una compañía que salga a bolsa no debería preparar una operación de esta manera, creo que al accionista se le debe respetar, ya que se le pide el dinero para que confíe en la empresa, y una vez que confía, no tener nada que ver en la gestión de la misma.

Tras Grifols, este tipo de entramados societarios familiares, en los que los nuevos inversores  no tienen capacidad para influir en el consejo y este hace y deshace a su antojo, por muchos cambios que están ahora anunciando  Puig para meter profesionales en el mismo. 

El accionista se merece respeto. 
#26

Puig blinda las acciones con más derechos de voto ante potenciales ventas a terceros

 
La última reforma estatutaria de la compañía permite la conversión entre clase A y B, pero traba su traspaso a otros accionistas que no sean de la familia 

La familia Puig se ha asegurado el control político y accionarial del grupo cosmético catalán una vez complete su salida a Bolsa, prevista para el próximo 3 de mayo. Por un lado, con la doble clasificación de acciones con la que ha estructurado el capital de Puig Brands, la sociedad que cotizará en el mercado, reservándose los títulos con mayores poderes políticos, los de clase A, que no saldrán al mercado y que cuentan con cinco derechos de voto en junta, mientras que los de clase B, los que sí saltarán al parqué, solo contarán con uno. Y por otro, con el blindaje de esas acciones ante potenciales transmisiones a terceros fuera de la familia.

Así lo ha atado gracias a la última reforma estatutaria que la compañía catalana ha acometido en las últimas semanas. Como consta en los depósitos del Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), Puig Brands modificó más de una decena de artículos y añadió cerca de otros 10, además de una disposición transitoria que marca la validez de algunos de ellos a partir de que la compañía cotice en Bolsa. Buena parte de la reforma estatutaria tiene que ver con el funcionamiento de la doble clasificación de acciones y los derechos que confieren, y además, como ha podido comprobar este periódico, con las condiciones para la transmisibilidad de las mismas, férrea con las de clase A, cuyo valor nominal es, además, cinco veces superior a las de clase B.

Los títulos de clase A, como revela el folleto de la emisión, están en manos de Puig SL, sociedad tras la cual participan las sociedades, cerca de una veintena, vinculadas a las distintas ramas de la familia. Tras la salida a Bolsa, estos títulos representarán el 68% del capital, pero con un peso aún mayor, del 91%, en las decisiones de la junta.

De ahí el blindaje que se ha plasmado en los nuevos estatutos. Bajo los mismos, y desde el momento en que las acciones que forman parte de la salida a Bolsa sean admitidas a cotización, el margen de movimiento de las acciones de clase A será muy limitado. Los estatutos establecen que la transmisión libre de las mismas solo será posible a otros poseedores de este tipo de títulos o, como alternativa, a otras sociedades pertenecientes al grupo. Y cuando ese traspaso se quiera realizar a un tercero que no se ajuste a esos criterios, entrará en funcionamiento un doble derecho de suscripción preferente, que prácticamente garantizará que las acciones no salgan del perímetro familiar. En ese caso, el accionista que quiera realizar el traspaso deberá, en primer lugar, comunicarlo al consejo de administración, al que también deberá detallar el número de títulos que quiere vender y la identidad del interesado en comprarlas.

Desde ese momento se activará el derecho de suscripción preferente. En primer lugar, para el resto de accionistas que también tengan acciones de clase A, que contarán con un plazo de cinco días para tomar una decisión. Si estos no ejercitan su derecho, o si lo hacen pero no cubren la totalidad de las acciones que se quieren vender, será la propia empresa la que tendrá capacidad para quedarse esos títulos en los siete días siguientes al vencimiento del plazo anterior.

Los estatutos sí contemplan un escenario en el que la transmisión propuesta se vaya a llevar a cabo, al no haberse ejecutado la suscripción preferente. Pero ahí, Puig se guarda una nueva carta, ya que requerirá al vendedor que demuestre que las condiciones de la venta final son las mismas de las que comunicó en primera instancia al consejo de administración. Y si no lo son, cada titular de acciones de clase A tendrá un derecho de retracto, que les permitirá comprar esos títulos al último precio fijado.

Este será el establecido de común acuerdo entre vendedor y comprador. Si otros accionistas, o la sociedad, ejercitan su derecho de suscripción preferente, y no están de acuerdo con el mismo, prevalecerá el valor inicial que trasladó el vendedor al consejo de administración. En todo caso, Puig sí contempla una conversión libre de títulos de clase A a las de clase B para los accionistas que lo consideren, lo que les abre una vía de salida más sencilla. El comprador, eso sí, recibirá unas acciones con unos derechos políticos mucho menores.


Voz y voto en junta

En cualquier caso, y como ya es sabido, los nuevos accionistas de Puig tendrán una posición de debilidad en las juntas. Pero además, la compañía también ha endurecido el derecho de asistencias a las mismas. Dentro de esta reforma estatutaria, ha fijado que solo aquellos que tengan más de 1.000 acciones, de la clase que sea, podrán tener voz y voto en ellas.
Una práctica que, por ejemplo, no es mayoritaria en la política de las empresas del Ibex 35. Menos de la mitad de ellas fijan niveles mínimos de acciones, y solo tres, Caixabank, Mapfre y Unicaja, llegan a las 1.000 que exige Puig. Otras empresas como Inditex o Iberdrola no establecen baremo alguno. En todo caso, esto no ha restado apetito a la salida a Bolsa de la catalana.


Un máximo de 15 consejeros


El consejo de administración de Puig Brands podrá tener hasta 15 miembros tras la última reforma de estatutos, que fija en cinco el nivel mínimo. En la actualidad, y tras los movimientos de las últimas semanas, el órgano de gobierno está formado por 13 personas, con la llegada de María Dolores Dancausa, ex consejera delegada de Bankinter, y Tina Müller, consejera delegada de la empresa de cosmética natural Weleda; y las salidas de Marian Puig Guasch, y Jordi y Xavier Puig Alsina, lo que ha reducido el peso de la familia en el consejo. Solo Marc Puig, presidente ejecutivo, y Manuel Puig, vicepresidente, siguen en el mismo. Cuatro integrantes son mujeres, con lo que la representación femenina llega al 30%. La CNMV recomienda que este porcentaje alcance el 40%. 
#27

Puig blinda las acciones con más derechos de voto ante potenciales ventas a terceros

La última reforma estatutaria de la compañía permite la conversión entre clase A y B, pero traba su traspaso a otros accionistas que no sean de la familia 

La familia Puig se ha asegurado el control político y accionarial del grupo cosmético catalán una vez complete su salida a Bolsa, prevista para el próximo 3 de mayo. Por un lado, con la doble clasificación de acciones con la que ha estructurado el capital de Puig Brands, la sociedad que cotizará en el mercado, reservándose los títulos con mayores poderes políticos, los de clase A, que no saldrán al mercado y que cuentan con cinco derechos de voto en junta, mientras que los de clase B, los que sí saltarán al parqué, solo contarán con uno. Y por otro, con el blindaje de esas acciones ante potenciales transmisiones a terceros fuera de la familia.

Así lo ha atado gracias a la última reforma estatutaria que la compañía catalana ha acometido en las últimas semanas. Como consta en los depósitos del Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), Puig Brands modificó más de una decena de artículos y añadió cerca de otros 10, además de una disposición transitoria que marca la validez de algunos de ellos a partir de que la compañía cotice en Bolsa. Buena parte de la reforma estatutaria tiene que ver con el funcionamiento de la doble clasificación de acciones y los derechos que confieren, y además, como ha podido comprobar este periódico, con las condiciones para la transmisibilidad de las mismas, férrea con las de clase A, cuyo valor nominal es, además, cinco veces superior a las de clase B.

Los títulos de clase A, como revela el folleto de la emisión, están en manos de Puig SL, sociedad tras la cual participan las sociedades, cerca de una veintena, vinculadas a las distintas ramas de la familia. Tras la salida a Bolsa, estos títulos representarán el 68% del capital, pero con un peso aún mayor, del 91%, en las decisiones de la junta.

De ahí el blindaje que se ha plasmado en los nuevos estatutos. Bajo los mismos, y desde el momento en que las acciones que forman parte de la salida a Bolsa sean admitidas a cotización, el margen de movimiento de las acciones de clase A será muy limitado. Los estatutos establecen que la transmisión libre de las mismas solo será posible a otros poseedores de este tipo de títulos o, como alternativa, a otras sociedades pertenecientes al grupo. Y cuando ese traspaso se quiera realizar a un tercero que no se ajuste a esos criterios, entrará en funcionamiento un doble derecho de suscripción preferente, que prácticamente garantizará que las acciones no salgan del perímetro familiar. En ese caso, el accionista que quiera realizar el traspaso deberá, en primer lugar, comunicarlo al consejo de administración, al que también deberá detallar el número de títulos que quiere vender y la identidad del interesado en comprarlas.

Desde ese momento se activará el derecho de suscripción preferente. En primer lugar, para el resto de accionistas que también tengan acciones de clase A, que contarán con un plazo de cinco días para tomar una decisión. Si estos no ejercitan su derecho, o si lo hacen pero no cubren la totalidad de las acciones que se quieren vender, será la propia empresa la que tendrá capacidad para quedarse esos títulos en los siete días siguientes al vencimiento del plazo anterior.

Los estatutos sí contemplan un escenario en el que la transmisión propuesta se vaya a llevar a cabo, al no haberse ejecutado la suscripción preferente. Pero ahí, Puig se guarda una nueva carta, ya que requerirá al vendedor que demuestre que las condiciones de la venta final son las mismas de las que comunicó en primera instancia al consejo de administración. Y si no lo son, cada titular de acciones de clase A tendrá un derecho de retracto, que les permitirá comprar esos títulos al último precio fijado.

Este será el establecido de común acuerdo entre vendedor y comprador. Si otros accionistas, o la sociedad, ejercitan su derecho de suscripción preferente, y no están de acuerdo con el mismo, prevalecerá el valor inicial que trasladó el vendedor al consejo de administración. En todo caso, Puig sí contempla una conversión libre de títulos de clase A a las de clase B para los accionistas que lo consideren, lo que les abre una vía de salida más sencilla. El comprador, eso sí, recibirá unas acciones con unos derechos políticos mucho menores.


Voz y voto en junta

En cualquier caso, y como ya es sabido, los nuevos accionistas de Puig tendrán una posición de debilidad en las juntas. Pero además, la compañía también ha endurecido el derecho de asistencias a las mismas. Dentro de esta reforma estatutaria, ha fijado que solo aquellos que tengan más de 1.000 acciones, de la clase que sea, podrán tener voz y voto en ellas.
Una práctica que, por ejemplo, no es mayoritaria en la política de las empresas del Ibex 35. Menos de la mitad de ellas fijan niveles mínimos de acciones, y solo tres, Caixabank, Mapfre y Unicaja, llegan a las 1.000 que exige Puig. Otras empresas como Inditex o Iberdrola no establecen baremo alguno. En todo caso, esto no ha restado apetito a la salida a Bolsa de la catalana.


Un máximo de 15 consejeros


El consejo de administración de Puig Brands podrá tener hasta 15 miembros tras la última reforma de estatutos, que fija en cinco el nivel mínimo. En la actualidad, y tras los movimientos de las últimas semanas, el órgano de gobierno está formado por 13 personas, con la llegada de María Dolores Dancausa, ex consejera delegada de Bankinter, y Tina Müller, consejera delegada de la empresa de cosmética natural Weleda; y las salidas de Marian Puig Guasch, y Jordi y Xavier Puig Alsina, lo que ha reducido el peso de la familia en el consejo. Solo Marc Puig, presidente ejecutivo, y Manuel Puig, vicepresidente, siguen en el mismo. Cuatro integrantes son mujeres, con lo que la representación femenina llega al 30%. La CNMV recomienda que este porcentaje alcance el 40%. 


#28

Re: Puig (PUIG), seguimiento y noticias de la compañía de cosméticos

Le estoy dando vueltas a esta posible inversión, y la verdad es que estas cosas, que tienen un tufillo grifolsiano que tira para atrás, están empezando a pesar mucho en la balanza del debe ...


#29

Re: Próxima salida a bolsa de Puig

Le estoy dando vueltas a esta posible inversión, y la verdad es que estas cosas, que tienen un tufillo grifolsiano que tira para atrás, están empezando a pesar mucho en la balanza del debe ... 


#30

Re: Próxima salida a bolsa de Puig

No obstante no encuentro forma de ir a la OPS. Los particulares estamos relegados a esperar a que cotice para comprar??
Brokers destacados