https://www.expansion.com/empresas/2024/03/07/65e8bf2a468aebad618b45dd.htmlLa rocambolesca relación societaria y contable de la farmacéutica con sus filiales de suministro de plasma BPC y Haema hace que el beneficio de éstas firmas ligadas al hólding de la familia fundadora sea mayor que el de la cabecera.
La cotización de
Grifols bajó ayer otro 11%, hasta 6,90 euros, después de que Moody's
amenazara con una rebaja de rátingGotham City Research publicara un nuevo informe con críticas a la falta de transparencia y a la información limitada que la empresa española da en sus cuentas, sobre todo en lo que se refiere a su relación con
Scranton, hólding neerlandés que es uno de sus principales accionistas y con el que mantiene varios negocios conjuntos.
En su nota de ayer, el inversor bajista alerta sobre todo de un acuerdo para compartir tesorería (cash pooling) que mantiene Scranton Plasma con los grupos recolectores de plasma BPC y Haema. Según Gotham, se trata en realidad de un préstamo de estas firmas (controladas por Grifols) a Scranton, hólding vinculado a la familia fundadora de la farmacéutica.
Método de contabilidad
Las sociedades estadounidense y alemana BPC y Haema, aunque son propiedad al 100% de Scranton desde 2018, son consolidadas por Grifols ya que esta multinacional gestiona sus negocios, cuenta con un acuerdo para comprarles plasma a 30 años y tiene una opción de recompra que puede ejecutar cuando disponga.
Este sistema de contabilidad ha creado una situación paradójica en los resultados de 2023 de Grifols, pendientes todavía de la auditoría.
Según un análisis de EXPANSIÓN, los beneficios de BPC y Haema del pasado ejercicio fueron superiores a los de todo el grupo Grifols. Esta compañía logró un resultado neto atribuido de 59 millones de euros, mientras que sus dos suministradores de plasma sumaron unas ganancias netas de 92 millones de euros.
Mientras Grifols soportó unos significativos gastos financieros y costes de reestructuración en 2023, las cuentas de BPC y Haema reflejan principalmente sus ingresos por el suministro de plasma a la propia farmacéutica catalana.
En 2023, BPC logró una facturación de 249 millones de euros (frente a los 293 millones del ejercicio anterior) y generó un beneficio neto de 68 millones, más del doble respecto a los 30 millones de 2022.
Haema, por su parte, facturó 195 millones el año pasado (un 18% más) y alcanzó un resultado neto de 25 millones, frente a las pérdidas de 5 millones de 2022.
Según la normativa contable, Grifols puede consolidar todas las partidas del balance y los estados financieros de BPC y Haema (por el citado control que ejerce sobre ellas), pero debe eliminar la aportación al beneficio neto, al no tener los derechos económicos sobre estas empresas.
Así, el beneficio consolidado de Grifols antes de minoritarios es de 180,6 millones, pero le tiene que restar 121 millones por el "resultado atribuible a participaciones no dominantes", buena parte por la exclusión del 100% de las ganancias netas de BPC y Haema.
Precisamente, la generación de beneficios por estas filiales e s lo que permitió pagar el citado dividendo de 266 millones a Scranton para cancelar una parte de la deuda.
Dudas del 'short seller'
En su informe de ayer, Gotham City Research considera que a través de ese cash pool, "Grifols ha enviado fondos a Scranton en forma de préstamo, sin intención de repagar en metálico. Parece que los préstamos realizados con fondos de los accionistas de Grifols van a ser amortizados a cambio de la declaración de dividendos sin salida de caja".
En su nuevo comunicado, la firma bajista se muestra desafiante con Grifols y dice que que no respondió a todas sus preguntas planteadas el pasado 20 de febrero. "Cuestionamos el compromiso de la empresa con la transparencia, la integridad y la conducta ética", expresa el inversor.
Grifols, que ayer no respondió a Gotham, dijo la semana pasada que "no ha habido una distribución de dividendos con salida de caja a su accionista significativo Scranton Enterprises ni a ninguna de sus filiales".
En el juego de espejos que es la contabilidad de Grifols, tiene que reflejar los préstamos y dividendos de BPC y Haema a Scranton, pero no puede apuntarse su beneficio neto.
Investigación de la CNMV
En paralelo, el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, recalcó ayer que el supervisor ha pedido aclaraciones complementarias a Grifols antes de emitir su análisis sobre la situación de la compañía, que espera publicar dentro de "unas semanas". Buenaventura indicó que la CNMV se ha puesto en contacto con la SEC, el regulador americano, para comprobar si Gotham cumplió los requisitos de la normativa sobre difusión de información engañosa cuando lanzó su primer informe sobre Grifols.
Se espera que, mañana viernes, Grifols presente la auditoría realizada por KPMG a sus estados financieros de 2023.
Los bajistas venden un 5,7%
Qube Research & Technologies, AKO Capital y Millenium International Management son los tres inversores bajistas que, según los registros de la CNMV, han vendido a corto más del 0,5% cada uno del capital de Grifols.
Aunque los tres suman alrededor del 3% en esa operativa (que consiste en tomar prestadas acciones de la empresa para venderlas con la expectativa de recomprarlas más baratas), el volumen total del capital de Grifols que está en préstamo asciende al 5,7% según datos de S&P.
Esto implica que hay otros inversores con apuestas bajistas inferiores al 0,5%, entre ellos General Industrial Partners, el fondo asociado a Gotham City Research.
El volumen de acciones de Grifols en préstamo ha repuntado desde la semana pasada, aunque no llega al 10% que llegó a existir en enero, justo después del inicio de la ofensiva de Gotham.
BlackRock, uno de los principales accionistas extranjeros de Grifols, tiene prestado cerca del 0,5% del capital.
Muchos analistas todavía esperan una remontada de Grifols si logra recuperar la confianza del mercado. La primera cita será mañana, si presenta una auditoría limpia.