Las gestoras de fondos, de inversión o de activos son sociedades que se encargan de
administrar el dinero de terceros con el objetivo de seguir diferentes estrategias establecidas de antemano. Estas entidades de inversión actúan como intermediarios, sobre todo para los pequeños inversores que carecen de la experiencia, el tiempo y/o los conocimientos necesarios para seleccionar los productos más adecuados según sus expectativas, necesidades y
perfil de inversor. Los fondos de pensiones, sin ir más lejos, son un ejemplo de inversión llevada a cabo por una gestora de fondos.
De este modo, la gestora de fondos es la encargada de agrupar el dinero de diferentes inversores con el objetivo, a su vez, de
favorecer la participación en inversiones más rentables que, de otro modo, sería inaccesible sobre todo para los inversores más pequeños e individuales. Además de establecer la estrategia e invertir, la gestoras de fondos también son las responsables de representar a los partícipes de los fondos de inversión en las empresas donde invierten, así como de conocer la estrategia de las mismas. En este sentido, cabe destacar que las gestoras de fondos pueden apostar por diferentes activos financieros y ofrecer carteras diversificadas con productos de renta fija,
renta variable, depósitos…
El trabajo de estas sociedades de inversión ahorra tiempo a los clientes, son independientes de las entidades depositarias de los fondos y su funcionamiento está supervisado por la CNMV.