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El inversor frente a la tecnología 5G

La tecnología móvil de quinta generación está dando mucho juego mediático. Parece ser que en el mundo se va a producir una gran revolución, todo va a cambiar y todo va estar conectado. La vida en el planeta Tierra será totalmente diferente.

Ya veremos qué pasa y ya veremos cuanto tiempo va a transcurrir hasta que llegue la 6G, 7G, … y deje obsoletas las generaciones anteriores, de la misma forma que la 5G dejará obsoletas la 4G, 3G, … y con ello algunas inversiones.

Mientras tanto, los inversores debemos estar alerta a los cambios que se puedan producir porque, tanto en el caso de que realmente sea una tecnología rompedora, como si no lo es, puede haber nuevas empresas que aparezcan y pasen a ser objeto de inversión, también se pueden producir cambios en el negocio de muchas empresas y sectores que ya están años en el mercado y pasen a ser vistas de forma totalmente diferente, para bien o para mal.

Las propietarias de redes, los operadores de móviles, las empresas de software y cualquier empresa relacionada directamente con la nueva tecnología son ahora objeto deseable de inversión y todo el mundo quiere subirse al tren del 5G que supuestamente elevará el rendimiento de la inversión a cuotas insospechadas.

Hay muchas formas de invertir para aprovechar la revolución que se avecina.

Por una parte, se puede invertir en empresas que intentan controlar la red de repetidores, son empresas como Cellnex que asumen una enorme cantidad de deuda para adquirir torres repetidoras que desde el momento en que las compra tiene que adaptarlas para que soporten las anteriores tecnologías y además puedan soportar las nuevas, para lo cual necesita invertir cantidades adicionales al coste de adquisición. Las deudas asumidas son a muy largo plazo y se supone que, con el tiempo, se generará suficiente dinero como para remunerar al inversor y devolver las deudas (o eternizarlas). La propia evolución de la tecnología, puede provocar la obsolescencia de las torres y dejar inservible toda la inversión antes de ser amortizada. Ya se especula con que la 5G necesitará más torres y tendrán que ser más pequeñas pñor lo que, veremos qué pasa con las torres que está comprando Cellnex. En cualquier caso, los ingresos serán progresivos y a largo plazo y dada la compencia que hay en el mercado, los resultados de este tipo de empresas no serán enormes ni explosivos. Las cotizaciones actuales descuentan expectativas y se pagan múltiplos que difícilmente se van a poder justificar ahora o en el futuro, pero cada inversor debe saber dónde mete su dinero.

Luego están las operadoras de telefonía móvil (Vodafone, Telefónica, Orange, etc..) que ofrecen varios servicios y podrían ser grandes beneficiadas por la quinta generación. Antes fue la 1G, la 2G, 3G … y luego vendrán la 6G, 7G … cada uno tiene sus requerimientos y la rápida sustitución de unas tecnologías por otras, provocan que los resultados de estas empresas sean humo que, cuando desaparece, las deja con enormes deudas por las inversiones que tuvieron que hacer en su momento para acudir a las subastas del espectro y para el despliegue de las redes que ahora venden a Cellnex en parte. Debido a la gran competencia, los beneficios que iban a obtener con las G anteriores se repercutieron al cliente que cada vez obtiene más por mucho menos dinero y es lógico pensar que así seguirá siendo en el futuro, con las siguientes G. Recuerdo pagar 150€-200€ por la factura mensual del móvil con la 2G (GSM) y solo incluía una línea de voz, ahora por menos de 50€ tienes voz y datos prácticamente ilimitados para toda la familia, incluido el perro. En cualquier caso, visto desde el punto de vista del inversor, aunque se beneficien por el 5G, las operadoras no darán un salto extraordinario en beneficios y seguirán ahí, compitiendo en precios por el cliente.

Los fabricantes de equipos móviles lanzarán nuevos equipos que motivarán al cambio, pero será progresivo. La gran mayoría de usuarios ira sustituyendo los equipos poco a poco, la cobertura no será inmediata para todo el mundo y los beneficios se producirán escalonadamente en el tiempo.

Los fabricantes de chips pueden dar más juego desde el punto de vista del inversor. Si todos los aparatos van estar conectados, todos tendrán que llevar chips incorporados, pero la gente no tirará a la basura los electrodomésticos y similares que tienen y funcionan bien para comprar otros seguramente más caros, solo porque lleven un chip que el actual no lo tiene. La sustitución también será progresiva y no producirá resultados enormes ni explosivos.

Los proveedores de contenido pueden tener más negocio, pero ya lo tienen ahora y eso ya forma parte de su cotización. Lo que interesa al inversor es la capacidad de hacer aumentar el negocio y en este caso, el aumento también será progresivo, tal vez con más fuerza que en otros sectores, pero no será explosivo.

Seguro que hay más empresas y sectores que pueden verse beneficiados con la tecnología de 5G porque participarán directamente en su implantación y explotación, pero estas no son mi objeto de inversión, los inversores las conocen a todas y saben quiénes son, en consecuencia ya se pagan múltiplos sin sentido por ellas. Lo que me interesa es el crecimiento explosivo de los resultados, las rentabilidades anuales con crecimientos de triple dígito, las que verdaderamente pueden vivir una revolución con el 5G. Me interesa detectar las empresas que pueden hacer crecer los beneficios de forma explosiva con el 5G y multiplicarlos por algún número superior a tres, pero NO porque estén implicadas directamente en la 5G, sino porque al utilizar esta tecnología, sus beneficios pueden dispararse de forma explosiva.

 

Es evidente que no sabemos lo que va a pasar (si es que pasa algo) pero tenemos una referencia para poder reflexionar y sacar alguna idea. La llegada de la electricidad fue una gran revolución y esa sí fue enormemente disruptiva y real.

Situémonos en algún momento del pasado. No hay electricidad, las empresas trabajan con la luz del sol y todo es manual y mecánico.

En un momento determinado se ha inventado la electricidad y se va a proceder a electrificar las ciudades. ¡Es nuestro momento como inversores!. Se avecina una gran revolución que es realmente disruptiva pero, ¿en qué empresa invertimos?

Lo primero que posiblemente se nos ocurriría sería invertir en las empresas que van a participar directamente y van a ser los protagonistas de la revolución eléctrica. Son empresas que van a tender la red o que van a producir la electricidad o que la distribuirán y comercializarán. También podríamos pensar en los fabricantes de postes o cables de cobre o en minas de cobre, etc…. en las constructoras e instaladoras que colocarán los postes y los cables que transportarán la electricidad.

En definitiva, podríamos pensar en invertir en cualquier empresa directamente relacionada con la nueva revolución que se avecina pero ¿sería realmente un buen negocio?

Las empresas del primer grupo que he mencionado (propietarios de la red y productores y distribuidores de electricidad) requieren grandes inversiones que hay que hacer hoy y las recuperarán con sus beneficios futuros conforme se incorporen a la red los nuevos clientes y vayan provocando el aumento de sus ingresos y sus beneficios. Es una inversión a muy largo plazo que se va recuperando poco a poco al principio y más rápido conforme se pasa de un crecimiento aritmético a uno geométrico. Cuando ya se están recuperando las inversiones del comienzo, tienen que sustituir los palos de madera por torres metálicas y tienen que volver a invertir. Antes de que crezcan los usuarios de forma exponencial, tendrán que bajar los precios de venta de la electricidad para que una mayor incorporación de clientes provoque el crecimiento que necesitan y cuando el consumo sea mayor se regularán los precios porque la economía dependerá de la electricidad y será un factor estratégico e  inflacionario.

Al final los beneficios serán seguros, pero sin grandes alegrías, independientemente de que la bolsa posiblemente descontará expectativas y las cotizaciones volarán, para luego caer en picado cuando se compruebe que las expectativas no se convierten en realidad o tardan mucho en hacerlo y los beneficios no se multiplican sino que simplemente van aumentando conforme aumenta la economía.

Los fabricantes de hilos de cobre, palos de madera y minas de cobre tendrán negocio, pero sus clientes son los del primer grupo que impondrá bajos precios para amortiguar sus necesidades de inversión y su negocio, siendo bueno, incluso mejor que el del primer grupo, tampoco será explosivo.

Con las constructoras e instaladoras pasará como en el segundo grupo, negocio bueno, pero no explosivo.

Bueno no quiero extenderme más con estos grupos. Ahora pensemos en alguien que en principio no tenía nada que ver con aquella nueva tecnología que se estaba implantado. Pensemos en una pequeña empresa que fabrica zapatos.

¿Quién va ni siquiera a plantearse invertir en una vieja empresa de zapateros remendones, estando ahí la flamante nueva tecnología basada en la electricidad con todo su esplendor transformando el mundo? Nadie pagaría ni un euro por estas empresas tontorronas que fabrican zapatos, en el caso de que cotizaran en bolsa.

Ahora situémonos en el zapato. Se trata de un taller en el que todo es manual y trabajan 20 personas fabricando zapatos. Tienen una máquina que funciona dándole manualmente a una rueda que hace bajar una cuchilla que corta a medida las suelas y la piel para el zapato. Luego los operarios colocan las suelas y la piel en una horma y a base de martillazos y/o utilizando una cosedora que mueven con los pies van cosiendo y clavando los clavos que unen la piel con la suela y ya tienen el zapato listo para la venta. Cada zapato tiene un coste de 75 u.m. (unidades monetarias) y se venden a 100 por lo que la empresa gana 25 u.m. por zapato que fabrica y como fabrica 200 zapatos al mes, su beneficio es de 5.000 u.m./mes.

Ahora pensemos que ha llegado la electricidad y la empresa simplemente colocando un hilo y unas cuantas bombillas, sin apenas inversión, puede ampliar la producción trabajando 24 horas con la luz de las nuevas bombillas, estableciendo tres turnos de trabajo. Bueno, en aquellos tiempos seguramente serían dos turnos de 12 horas, pero lo dejamos en tres turnos. Para ello no necesita más local, ni más maquinaria, ni más herramientas, su única inversión son unas simples bombillas y el cable y por supuesto, debe contratar más personal. El resultado de la empresa, como mínimo se triplicaría y esto se produciría rápidamente, el mes siguiente al que han colocado las bombillas.

Podemos pensar luego en la máquina que corta la piel y las suelas. Hasta ahora tiene un operario dándole todo el día a una rueda que, mediante engranajes, hacen que baje una cuchilla y corte suelas y pieles. Si ahora con la electricidad, a esa misma máquina se le acopla un motor eléctrico que simplemente haga rodar una pieza con una fuerza similar a la del operario y la engancha mediante unas correas a la rueda, tenemos que, con la misma máquina, invirtiendo lo que cueste el motor eléctrico, puede cortar piezas sin parar durante 24 horas al día o incluso puede dedicar durante un par de días a la semana a un operario de los que están con el martillo. También podemos pensar en adaptar un motor eléctrico a las cosedoras manuales que hasta ahora son movidas con los pies.

Podemos hacer más elucubraciones pensando en lo que puede hacer para mejorar la producción y serían beneficios adicionales que se producirían a partir del mismo momento en que se efectúa la correspondiente inversión.

Además de las mejoras en producción, podemos reducir el precio de venta de los zapatos hasta un punto donde no puedan llegar sus competidores que no están utilizando la nueva tecnología y con ello el zapatero coparía el mercado. En este caso podría ampliar la zona de trabajo para lo que (al trabajar con tres turnos) necesitaría tres veces menos espacio de lo que tendrían que utilizar sus competidores que quisieran ampliar, con lo cual, su inversión sería mucho menor. Estas nuevas utilidades que son consecuencia de la nueva tecnología, le permitiría a la empresa seguir manteniendo el crecimiento explosivo que obtuvo con la instalación de las bombillas.

Los competidores, evidentemente pueden copiar y anular su ventaja, pero la electricidad no se instaló en todo el mundo en un día, cuando llegue la electricidad a la competencia ya será tarde y comprobarán que ya se han quedado sin mercado porque el zapatero que empezó utilizándola, se lo ha comido todo.

Con todo, lo que quiero transmitir es que si hubiéramos pensado en aquellos tiempos en invertir, no en los protagonistas relacionados directamente con la nueva revolución, sino en algunas empresas que aparentemente no tenían nada que ver, pero que pueden utilizar esa nueva tecnología y crearse una ventaja competitiva, la inversión hubiera sido mucho mejor pues, el beneficio en este caso es explosivo y rápido, mientras en los protagonistas es lento, costoso e inseguro. La cotización de la empresa de zapatos, en este caso debió triplicarse por fundamentales en un corto espacio de tiempo y si le añadimos las expectativas que en estos casos añade la bolsa, la cotización podría multiplicarse por cualquier cifra mayor que tres en unos días.

 

Son estas las oportunidades que debemos buscar como inversores y en eso estoy. Llevo algún tiempo buscando “zapateros que se puedan electrificar” y hace unos días he estado estudiando Nicolás Correa (GNC). Es una empresa que nunca se me hubiera ocurrido estudiar para invertir en circunstancias normales: poco tamaño, poco volumen en bolsa, cíclica en un momento en que el ciclo difícilmente será de subida, industrial, muchísima competencia en el sector, ninguna ventaja competitiva y no sé cuantas más podría añadir en su contra ... Bueno, tampoco me gusta el nombre.

Pero GNC trabaja en un sector que podría aprovechar muy bien la tecnología 5G. Evidentemente eso dependerá de la voluntad de los administradores que, por otra parte que yo sepa, en ningún momento han dicho que vayan a utilizarla o que puedan utilizarla, simplemente es una empresa que buscando empresas que puedan hacer crecer su negocio utilizando la 5G, pienso que tiene esa posibilidad y la única conclusión a la que se llego es que voy a seguirla por si en algún momento hay indicios de que van a aplicar la tecnología 5G a su gestión.

¿Por qué creo que la 5G puede revolucionar el sector de fabricantes de máquinas fresadoras, en el que está GNC y tal vez, si dan los pasos adecuados, a la propia empresa?

GNC fabrica máquinas de fresado. Hay muchísima competencia y todas las empresas del sector fabrican máquinas en una zona determinada y las venden a sus clientes que están ubicados en puntos muy alejados de la fábrica.

Estas máquinas que fabrica GNC forman parte del proceso productivo del cliente y si se estropean se les corta la línea de producción y les producen graves perjuicios. Por ello es fundamental para el cliente disponer de un buen servicio técnico postventa que les garantice una rápida respuesta en el caso de haber algún problema. Un buen servicio técnico post-venta es una condición de mucho peso, incluso determinante, para que el cliente elija determinada marca y esté dispuesto a pagar más por la máquina en cuestión.

En este sector la mayoría de competidores, independientemente del tamaño que tengan, trabajan con márgenes de explotación del 6-8%, pero hay una empresa que trabaja con un margen de explotación del 25%. Tiene una ventaja competitiva que, en mi opinión procede de la gran cantidad relativa que tiene de puntos de venta y servicio técnico propios, repartidos por todo el mundo. Se trata de un margen que multiplica por tres el que obtienen sus competidores.

Ahora pensemos que GNC incorpora la tecnología 5G y junto con sus máquinas, ofrece el servicio técnico post-venta utilizando esta tecnología.

El 5G según dicen va a permitir operar a un médico cirujano que está a miles de Km de distancia con las manos de otro médico que está con el paciente. Con el 5G la latencia queda anulada y se puede operar en tiempo real. Sin esta tecnología, mientras le llega la imagen del bisturí dispuesto a cortar al médico que dirige la operación y luego le llega al médico que está operando la voz del que dirige diciéndole: ¡por ahí no!, al paciente ya le han cortado donde no había que cortarle. Por otra parte al ser la imagen de tanta calidad como la real y poder ver en tres dimensiones, el círculo queda completado para operar a distancia. Evidentemente, este planteamiento sirve tanto para médicos operando, como para técnicos reparando una máquina.

Con la tecnología 5G, Nicolás Correa podría hacer un mantenimiento permanente de todas las máquinas vendidas (incluso de las vendidas hace años) y ofrecerlo como un servicio adicional, de forma que podría monitorizar el funcionamiento de todas las máquinas, estando conectado a todas ellas en tiempo real desde la central en España. De esta forma podría prever posibles deficiencias y detectar el fallo antes de que se produzca la avería para corregirla en el momento elegido, sin que el cliente tenga que interrumpir su línea de producción. También podría dirigir cualquier reparación o sustitución de piezas y hacerlo desde sus instalaciones en España, de la misma forma que podrá operar el cirujano.

Podría vender en todas las partes del mundo sin necesidad de tener una estructura estable de ventas, vendiendo a través de ferias y sin necesidad de mantener un servicio técnico que podría realizar con la 5G, además de ofrecer nuevos servicios como el monitoreo permanenete de todas las máquinas y asistencia en el mantenimiento.

La ventaja competitiva que tiene ahora su competidor podría ser superada pues, GNC podría dar el mismo servicio, incluso mejorarlo, con un coste muchísimo menor ya que no necesitaría la estructura de unos 50 puntos de servicio postventa que tiene ahora su competidor, de los cuales casi la mitad son propios, mientras que GNC solo tiene propios el 12%. La importancia de que el servicio post-venta sea propio es porque trabaja para los intereses del fabricante, mientras que si es ajeno a través de distribuidores, estos pueden vender otras máquinas de la competencia y trabajar según sus propios intereses que no siempre coinciden con los del fabricante.

GNC podría conseguir aumentar el beneficio varias veces en muy poco tiempo y las consecuencias en su cotización y en el bolsillo de los inversores podría ser realmente excepcional.

Es evidente que, al ser aparentemente fácil la implantación de la tecnología, los competidores la asumirán y anularán la ventaja del primero (sea GNC o quien sea) pero no es tan fácil como parece a primera vista. La cobertura se implantará progresivamente, en unos sitios más rápido que en otros y los competidores podrían replicar la mejora del servicio o podrían no hacerlo.

Hay motivos más importantes que la cobertura por los que sería difícil de replicar. Actualmente las empresas ya cuentan con un servicio post-venta (mejor o peor) y tienen contratos de distribución con otras empresas que lo incluye; pueden ser en exclusiva o no y esos contratos que hasta ahora han proporcionado mayor ventaja cuando mayor ha sido el compromiso del distribuidor con el fabricante, a partir de ahora podrían ser un impedimento para la utilización del 5G, si son distribuidores exclusivos especialmente, pero aunque no lo sean, la empresa que quiera replicar tendría que romper el contrato de distribución y eso es posible o no lo es, pero en cualquier caso tiene sus costes adicionales que pueden hacer inviable la resolución de los contratos. El servicio post-venta con medios propios es una ventaja porque nadie cuida mejor a sus clientes que uno mismo, pero si deja de ser útil por la 5G, la empresa tendrá que despedir a todo el personal técnico o a parte del mismo. Por otra parte, seguro que hay empresas que no tienen voluntad de hacer estos cambios porque prefieren el contacto directo.

En definitiva, podría haber muchos motivos por los que determinadas empresas podrían utilizar el 5G y otras no hacerlo, pero la oportunidad está ahí y si alguien la utiliza en el sector, podría cambiar las relaciones competitivas entre los participantes y con ello, algunas empresas que ahora son buenas podrían pasar a ser mediocres y las mediocres podrían ser las nuevas estrellas y dar muy buenos rendimientos a la inversión en muy poco espacio de tiempo. Una situación actual de desventaja podría colocar a determinada empresa en mejores condiciones para utilizar el 5G y tomar ventaja. Si GNC tomara la inciativa, es muy probable que su posición competitiva mejoraría. Como decía aquel "gran filósofo" de cuyo nombre no quiero acordarme: “Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio económico

Pero esto solo son suposiciones y cosas que podrían ocurrir. Lo que estoy diciendo NO es que la revolución del 5G se vaya a producir en Nicolás Corea, ni siquiera que se vaya a producir en su sector, estoy intentando transmitir la idea de que empresas como GNC podrían utilizar la nueva tecnología en la forma que he mencionado o mejorarla en muchos aspectos, incluso utilizarla de otra forma y cambiar las relaciones competitivas en el sector. Hay otras empresas y otros sectores que podrían utilizar el 5G de forma similar y sacarle un buen rendimiento.

Los beneficios de las nuevas tecnologías, sea 5G o la que sea, pueden ser mayores en las empresas que las utilizan que en aquellas que las controlan y los precios a los que se pueden comprar, normalmente serán mucho mejores al pasar inadvertidas y dar la sensación de que el 5G no va con ellas.

Para invertir en el 5G no solo hay que mirar a los protagonistas, es posible que la inversión sea mejor cuanto más alejada de ellos esté la empresa.

Pero esto es una opinión, cada inversor debe hacer su propia diligencia y tomar sus propias decisiones de inversión.

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  1. en respuesta a José Manuel Durbá
    -
    Top 100
    #42
    16/12/19 20:24

    Llevo 3-6 años, mirando cosas, desde química, a agricultura básica, como potasio, nitrógeno, etc...como hace en su fondo Panda, Marc...creo que la cosa se pondrá fea, y hay sectores que tendrán que subir si o si...

    Luego grandes Ingenieras, que le puse un post genérico ahora, ya hablaré más adelante de mis preferidas...incluyendo a Otis, que la espero como agua de mayo, cuando esté sola...

    Sector consumo y entretenimiento para mí un must have, especialmente en videojuegos...y como Disney que me encanta...

    Y luego todo lo aeroespacial, primero porque es un sector que me gusta como aficionado, me paso el día leyendo cosas, y segundo porque ahora si creo que empezamos hacer los primeros pasos para asentarnos en la Luna y el espacio Cislunar...no hay más que ver lo fuerte que viene pisando China aquí...y USA no se va a quedar sin respuesta...en unos días sale mi post, semi final del tema...

    Saludos amigo.

  2. en respuesta a ErickSpace369
    -
    #41
    16/12/19 13:41

    Hola tigre, cuanto tiempo sin "hablar", me alegro de volverte a "ver".
    Los bancos no están de moda, pero están muy baratos, aunque pensemos que sus resultados en el futuro van a ser muy malos la bolsa los está descontando peores. Sobre ING no tengo opinión porque no la he analizado nunca, lo siento.
    Un abrazo