Rankia España Rankia Argentina Rankia Brasil Rankia Chile Rankia Colombia Rankia Czechia Rankia Deutschland Rankia France Rankia Indonesia Rankia Italia Rankia Magyarország Rankia México Rankia Netherlands Rankia Perú Rankia Polska Rankia Portugal Rankia Romania Rankia Türkiye Rankia United Kingdom Rankia USA
Acceder

El hombre que jamas supo de Kiyosaki

El Blog de Ángel, Presión Blogosférica, es uno de los pocos Blogs vinculados a temas tecnológicos que leo. Ello se debe a muchos motivos. A pesar de estar incardinado en dicho segmento, es también el Blog de un emprendedor, y eso me tira profundamente. Además cuenta con esa habilidad innata para algunos consistente en aportar pinceladas de su vida que, a los que somos de letras, nos hacen , más amena la lectura, reforzado por un buen sentido del humor. Y como colofón es uno de los editores de El Blog Salmón.
 
Normalmente suelo estar de acuerdo con él en aquellos temas que toca sobre los que puedo opinar: gestión empresarial, finanzas, etc...pero me temo que discrepo en uno de sus últimos posts: Robert Kiyosaki, Páguese primero. Por una vez y sin que sirva de precedente...Se trata de un post-respuesta al de Borja, otro emprendedor, fundador de Alanta. En ambos se contraponen dos posturas sobre la retribución del emprendedor.
 
Borja defiende que, ante las dificultades de tesorería inevitables en el lanzamiento de un proyecto, el emprendedor debe apretarse, y muy mucho, el cinturón. Vamos que si tiene que renunciar a cobrar, a ver un duro durante un tiempo, tendrá que hacerlo, y que en buena medida muchas veces supone la diferencia entre que la empresa siga adelante o no. Cito textual:
 
Reduje también los gastos de personal, incluyendo los míos. Prescindí del comercial, y asumí yo esa función. Eso supuso una disminución en las ventas, pero también una mucho mayor en los gastos. Al final del proceso, los gastos fijos no eran ni un 15% de los que habían sido.

Y eso significó, al final, la supervivencia de la empresa. Yo acabé muy cansado, y tuve que volver a la administración porque la empresa seguía sin ser capaz de pagarme el sueldo. Pero hoy, cinco años después de su creación, Alanta es una empresa viva, que da de comer a varias familias y que está consiguiendo clientes nuevos. Dentro de un par de años, cuando pueda volver a coger una excedencia voluntaria, espero que sea capaz de acogerme de nuevo y (esta vez sí) pagarme el sueldo sin problemas.
 
Ángel no comparte esta visión, y no se puede decir que sea por falta de experiencia emprendedora. Pero el asume la recomendación de Kiyosaki. Para los (pocos) que no lo conozcan, Kiyosaki es uno de los gurús de referencia en materia de lo que podríamos denominar autoayuda financiera. Ún autor especializado en bestsellers en los que se enseña a la gente a mejorar sus finanzas. Confieso que no lo he leído nunca. Mis conocimientos acerca del mismo vienen a través de la iniciativa impulsada por Jaizki, de los comentarios de Gurús Mundi, etc... Pues bien, una de las reglas-consejos de Kiyosaki a los emprendedores consiste en el Páguese Vd. primero. Cito a Ángel.
 
 
Como dice Kiyosaki citando a G. Clason, páguese primero. Antes deja de pagar el alquiler, a los proveedores o al banco. Negocia las deudas, pide crédito, pero págate primero. Esto es más fácil de decir que de hacer, y yo mismo sucumbo muchas veces a no apartar mi “nómina” (que no es tal, ya que opero como autónomo, pero prefiero mantener cuentas separadas y la “ilusión” de una asignación fija mensual por mi trabajo).

¿Por qué es importante pagarse primero a uno mismo? Por varias razones. En primer lugar, porque estamos haciendo un esfuerzo importantísimo para sacar adelante nuestra empresa, y si no lo recompensamos adecuadamente corremos el riesgo de perder la ilusión (o, como en el caso de Borja, tener que aparcar el proyecto aunque sea parcialmente hasta que esté más maduro). En segundo lugar, si la empresa sólo funciona a base de no cobrar un sueldo, es que nos estamos engañando y la empresa en realidad no funciona: por supuesto, si abro un negocio de “pintura gratis” en el que me dedico a pintar casas cobrando solo el coste de la pintura, tendré mucha demanda y venderé un montón, pero sólo a costa de perder dinero en cada operación. Como vemos dinero entrando por la caja, nos parece que en realidad ganamos, pero cada hora trabajada y no cobrada rara vez se contabiliza, y en realidad debe ir directamente a los gastos (pérdidas netas).
 
Eso si, he de reconocer que si bien con el primer argumento de Ángel (la motivación) estaba en total desacuerdo con el segundo me di cuenta de que las posturas podían estar más próximas. Especialmente si después termina de rematarlo con lo que sigue:
 

Dicho esto, hay algunas salvedades: la financiación con recursos propios puede ser más barata que la bancaria (de hecho, yo estoy haciendo eso mientras mis recursos me lo permiten), y al final viene a ser lo mismo meter 6.000 euros de ahorros en la empresa que dejar de pagarse cuatro nóminas de 1.500. Pero tiene que quedar claro que la empresa tiene una deuda de 6.000 euros que debe ser repuesta en cuanto sea posible. Es decir: estamos hablando de financiación, no de subvención.

 
Me gusta el giro que le da a la situación Ángel, aunque no comparta la filosofía de Kiyosaki que inicialmente defienda ni la phobia hacia la financiación bancaria. A proposito de esto, creo que haré algún post sobre como veo yo esto de la financiación bancaria vs. fondos propios. Pero ahora sigo con esto, que enseguida me disperso. Y es que, como he dicho al principio creo estar más cerca de Borja que de Ángel. A modo de ejemplo contaré una anécdota real 100% (que afortunadamente no me pasa a mi, que soy de sangre caliente y podría haber acabado como el rosario de la aurora).
 

Erase una vez un proveedor al que una empresa familiar controlada al 100 por un padre y dos hijos le debía desde hace tiempo una importante suma de dinero. Rondaba los 90.000 euros, y a pesar de que, dada la estrecha relación comercial y casi de amistad que les unía, habia reclamado la deuda con una exquisita corrección, la situación se le estaba complicando. Su propio negocio se resentía y no veía ningún gesto de buena voluntad por parte de los deudores. Así que un día, ya muy cansado, se agarro el coche y se personó en la Nave. Casualmente, cuando llegaba, vio al hijo mayor, el gerente de la firma, bajándose de un BMW con inmenso alerón de mal gusto. Al proveedor le constaba que ese coche era nuevo. El caso es que se saludaron afectuosamente, y le hizo ver la necesidad imperiosa que tenía de cobrar la deuda de un modo rápido, y al menos parte inmediatamente. El chaval le miró a los ojos y le dijo que no podía ser, que la empresa estaba pasando por un malísimo momento, que los Bancos se le habían echado encima, y que a duras penas subsistían gracias a que buena parte de su ciclo de compras-ventas se movía totalmente con dinero en efectivo. En ese momento, mi amigo el acreedor no pudo menos que señalarle que tan mal no irían, cuando acababa de pillarse aquel trastomóvil. La respuesta le dejo helado: "Eso lo he comprado con un préstamo, y lo pago con mi nómina". Recuerdo que la cara de mi amigo era un poema. ¿Nómina?, ¿qué nómina?, ¿cómo podía equipararse a uno de los currelas?

 
Evidentemente el orgulloso propietario del BMW jamás sabrá quien es Kiyosaki. Pero aplico su teoría a lo hispánico. Y como el muchos que conozco. Me consta que no es el caso de Ángel, pero si puede ser el de alguien que interprete a las bravas a Kiyosaki. Si ya tenemos una generación de empresarios españoles que aplican ese fundamento a las bravas, no veo la necesidad de animarles. Y mucho menos de mantener motivado al del alerón.
 
Creo, como parece señalar Ángel, que esa regla si tiene un fundamento útil, una enseñanza. El negocio debe ser rentable. Si aporto capital me debe dar una rentabilidad X, superior en un porcentaje determinado a lo que me daría una inversión sin riesgo. Si aporto mi trabajo, este también debe valorarse. Si la empresa, en el medio o largo plazo no es capaz de satisfacer la deuda que ha contraído conmigo por la aportación de esos factores, de capital y de trabajo, es que la empresa no pita. De no obtener esos beneficios será una bonita ONG, pero no una empresa. Eso si, esta regla debe fijarse para un plazo, no se pude deducir que desde un primero momento voy a tener el derecho, y encima preferente, a pillar pasta de la caja de la empresa. Y es que al final, lo que uno acaba viendo, es que a diferencia de lo que señala Ángel, en vez de tener una deuda la empresa contigo, tu acabas teniendo una deuda con la empresa, (cuenta corriente con administradores y socios, es el concepto contable) especialmente si trabajas en negocios donde algunos confunde el cash con el beneficio (por ejemplo un pub).
 
A diferencia de Kiyosaki creo que, en un primer momento todo el mundo tiene más derecho de cobro que el emprendedor. El cumplimiento de las obligaciones con los proveedores, con los Bancos, con los trabajadores, determinará una imagen de la empresa que puede ayudarla o condenarla definitivamente. Un retraso en el pago a los transportistas, una demora en el abono de los leasings, etc...puede suponer el cierre definitivo de puertas para una empresa que esta naciendo. Además el emprendedor busca obtener una ganancia superior a la que obtendría de trabajar por cuenta ajena, entre otras motivaciones. Esta ganancia extra se legitima moralmente por el riesgo que asume. Y la aplicación en sentido estricto de esta regla mitiga este riesgo, y creo que en última instancia hasta desmotiva, pudiendo lograr el efecto pedagógico inverso a lo que realmente busca: como yo gano un dinero, el negocio va bien.
 
No, en mi modesta opinión el emprendedor debe y puede esperar. ¿Cuanto tiempo? El que se haya fijado en su plan de negocio, que vendrá determinado por el tipo de negocio que haya iniciado y por su situación personal o caja de resistencia de la que disponga.
5
¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
  1. #5
    Anonimo
    20/11/07 10:07

    Buen post y debate interesante. El criterio varia para los sectores. Por ejemplo en el sector de la abogacia, donde salvo organizaciones consolidadas, con una vision moderna y un poco de ojo -aprovechar tu vivienda, compartir el ADSL familiar para temas personasles, un ordenador, y una base de datos- se debe pagar primero a los 3º que a uno mismo.

    Sin embargo en sectores donde los costes fijos son elevados, opino en que debe haber como minimo una retribucion atractiva para el emprendedor. Si no el desgaste personal que conlleva emprender no se va a ver compensado. Otra cosa es nopagar. Diferente es buscar nuevas formas de financiación, renegociar deudas, formas de pago con proveedores, etc.

  2. #4
    19/11/07 19:08

    Hola Gurus, da gusto leer comentarios como el tuyo. Me quedo especialmente con lo siguiente, que creo que me dará para algún post en el futuro.

    "El coste financiero puede (debe) ser el mismo con dinero propio que con el del banco, pero el riesgo para el futuro de nuestra empresa si lo impagamos cambia radicalmente."

    Jaizki, si primero se interpreta tal y como dices, no tengo nada que oponer a ese principio, que es basicamente lo que defiendo. El problema es que ese tipo de frases martillo, de sloganes, pueden calar en gente sin la preparación adecuadado. Me ha parecido interesante esa reflexión a lo Hernan Cortés de que no hay marcha atras, de quemar las naves,...

    Angel, lo primero lo primero. Me he debido explicar mal, pero releo la frase y creo que esta bien escrita. Quiero decir justo lo contrario de los que has interpretado. Que tienes experiencia empresarial, y que me pareces bastante versado en el tema...pero vamos admito sugerencia(a ver si me sale el bicho este) ;-).

    Aclarado el entuerto, al grano. Creo, e intentaba reflejarlo en el post, que nuestras diferencias eran fundamentalmente de forma (y es que yo también suscribo lo expuesto por Gurus), y que había puntos en común. La clave esta en que ese "first" no puede significar el incumplimiento de los pagos a terceros Me quedo con lo de que la financiación ajena te obliga a ser serio, y a plantearte las respuestas a una serie de preguntas que, de no ser así, no quisieras oir. Pero, al igual que gurus, esto da para un post.

    Lo dicho, gracias a los tres. Espero desarrollar en un post el tema de la financiación de los emprendedores, tocando especialmente los puntos ue he señalado en este comentario,

  3. #3
    Anonimo
    19/11/07 17:33

    Lo primero, por supuesto, agradecerte la referencia y la oportunidad de debatir y aprender.

    Lo segundo: no entiendo la frase "no se pude negar que por falta de experiencia emprendedora". Hombre, en esta aventura llevo menos de un año, pero ya tuve otra de un añito en el 2003. No se puede decir que sea un "Master", pero tampoco diría yo falta de experiencia...

    En cualquier caso, y entrando en la materia en cuestión: entono el mea culpa por lo de "dejar de pagar a los proveedores". Es algo que jamás he hecho y espero no tener que hacer en el futuro, y me limitaba a citar a Kiyosaki (de hecho luego hablo de negociar la deuda o pedir financiación). Tienes razón en que tal como ha quedado redactado el artículo parece que estoy animando la "estrategia del BMW" que comentas.

    Pero, una vez asumido este error, creo que sigo alineado con la postura del páguese primero, al menos desde el punto de vista teórico (en Febrero creo que me toca retrasar otra nómina tras el pago del IVA y el IRPF de Enero ;-). Los comentarios de gurús mundi me han parecido cristalinos, y los suscribo plenamente.

    ¿Cómo se traga lo de seguir pagándote la nómina y manteniendo un nivel de vida cuando la empresa debe dinero? Mal, lógicamente. Creo que deber dinero es una de las cosas que debe impulsar mucho al emprendedor a salir a la calle y conseguir más negocio, renegociar la financiación o analizar la empresa y ver si realmente no está haciendo algo muy mal cuando no puede pagar sus deudas. Pero como dice gurús, si no puedes pagarte una nómina ni los intereses del banco... ¡Vaya mierda de negocio!

  4. #2
    Anonimo
    19/11/07 13:11

    Pagarse uno primero no se refiere a dejar de pagar a los demás. Estamos acostumbrados a pagar todas nuestras deudas y estar contentos si el resultado a fin de mes es cero, pero eso sólo significa pasarse la vida trabajando para pagar a otros.

    Cuando dedicamos una parte de nuestros ingresos a nosotros mismos de forma consistente, empezamos a crear activos. Y si eso supone que tenemos dificultad para hacer frente a nuestros proveedores algún mes, tendremos que buscar otras formas de conseguir ingresos.

    Cuando dices "¡no puedo!" dejas de pensar, cuando dices "¿cómo podría?", empiezas a pensar.

    Hace algún tiempo intenté explicar en qué consiste exactamente eso de páguese usted primero.

  5. #1
    18/11/07 09:38

    Óbviamente la recomendación de pagarse a uno mismo primero, no está ideada para comprarse un BMW sino para emplear ese dinero en la generación de rentas pasivas. Rentas pasivas que en un futuro inmediato pueden ayudar a pagar deudas empresariales a terceros, con lo cual estamos generando ingresos atípicos a la empresa como podría ser cualquier subvención. Con esto quiero decir que la estrategia a seguir por un empresario puede ser muy compleja y difusa. Que no tiene por que haber sólo dos posiciones: Pagarse primero a uno mismo o pagar primero a los acreedores del negocio.

    Dicho esto paso al tema de la financiación: Si aportar nuestro capital supone que nos debe dar un porcentaje superior a lo que nos daría una inversión sin riesgo, resulta evidente que no será una financiación más barata que la proporcionada por una entidad financiera. La diferencia está en quién cobra ese interés. Esto supone el error muy popular de los que dicen que no se pueden hacer negocios sin un capital propio inicial. Como un viejo amigo decía: "Si tu negocio no da para pagar los intereses del banco, vaya mierda de negocio".

    Pero hay que tener en cuenta que no podemos aplicar el barómetro de si un negocio es una mierda de negocio o no lo es, cuando todavía estamos en los inicios de la actividad. Efectivamente el business plan puede incluir un periodo en el que efectivamente nuestro negocio puede permitirse el lujo de ser una mierda (curiosa frase) porque al mismo tiempo se están sentando las bases de una consolidación cuyos frutos recogeremos de acuerdo con un calendario rigurosamente marcado. No todos los negocios pueden serlo desde el primer día y por lo tanto podemos vernos condenados temporalmente a retrasar planificadamente algunas obligaciones económicas de nuestra incipiente empresa. Por supuesto, en esa lista de espera deberán estar en lugar preferente los pagos que sean absolutamente vitales para el futuro de la misma. El coste financiero puede (debe) ser el mismo con dinero propio que con el del banco, pero el riesgo para el futuro de nuestra empresa si lo impagamos cambia radicalmente.

    Algo así también podría decirse de tu negocio si no da para pagar tu trabajo con mayor retribución que si lo hicieras por cuenta ajena. No es vital si se hace de forma planificada y temporal. Incluso si tu retribución se asemeja más a una flagelación. Sin embargo no podemos flagelar a nuestros empleados vitales para la empresa porque pasarían a serlo de la competencia en breve.

    En cuanto al riesgo de perder la ilusión, y sin perder de vista que hablamos de un escenario temporal de crisis inicial, está claro que debe estar en la parte baja de la lista de preferencias, si no en la cola. El que no esté de acuerdo no debe emprender un negocio sino pedir un credifácil e irse unos días a Disneylandia.

    Como siempre, un placer leerte.

    Salud y €.