Jamás creo haber indicado yo que sepa mucho de filatelia, como Ud. dice. Lo que es una realidad incontestable, es que tras la intervención salvaje que destruyó un mercado con cientos de miles de clientes, hubo un antes y un después y que seguramente, esa confianza que había, sea irrecuperable para siempre. En otros lugares del mundo, este negocio aunque también salió tocado, sigue funcionando. Continúa existiendo la actividad de compra - venta de filatelia, como INVERSIÓN rentable (Fondo de Inversión Filatélico de Stanley Gibbons es un ejemplo) y para eso, tanto las empresas como todos los comerciantes que son serios, usan como referencia para negociar los precios, CATÁLOGOS INDEPENDIENTES. Hay unos 39 catálogos internacionales, reconocidos actualmente y en base a estos catálogos, valoraba Afinsa los sellos. Esa es la única realidad guste o no y todo lo demás, son cuentos. Así es como funcionaba y como sigue funcionando esto. Oferta - Demanda y clientes que eligen o deciden libremente. Todo inversor tiene información a su alcance. La manipulación, la tienen otros en su cerebro. El "castillo de naipes", es el que se le cae al otro individuo cuando no hace otra cosa que volver a repetir esa misma "matraca" mentirosa de sobre - valoración, con su invento. Al parecer, sirve de poco decirle que no siga MINTIENDO. Quien debería callar es este y no hacer el ridículo continuamente. Respecto a los Convenios, le diré que el primero de ellos que nos propuso la misma empresa a los clientes, debió ser irrechazable, pues se perdió una oportunidad única de convertirnos en accionistas a todos y gestionar a modo de cooperativa, nuestro propio negocio. En todo caso, ya lo dejó claro el propio juez cuando dijo que tenía órdenes claras de TUMBAR cualquier intento. Eso, para que venga otro "pollo" a decir aquí que los procedimientos en este caso, fueron legales y justos. Cuando todas las irregularidades y corruptelas habidas, han quedado destapadas mediante pruebas concretas y DOCUMENTADAS, no sirve de nada que nos pretendan "colar" historias de estafas imaginadas o surrealistas. A quien lo quiera ver, ahí tiene unos irrefutables HECHOS y que no son cuentos ni inventos.