Matemáticamente es indiferente amortizar cuota o plazo, para cualquier tipo fijo, suponiendo que el interés del dinero deudor (lo que te cobran por el préstamo hipotecario) es igual al interés acreedor (lo que puedes obtener por tu dinero, por ejemplo en un depósito o en una cuenta). Para complicar más las cosas, esos intereses no tienen por qué ser igual a la tasa de descuento (la diferencia de lo que vale el dinero en un año u otro), aunque suelen estar relacionados (cuando sube la inflación suben los tipos).
Amortizando en tiempo ahorras intereses, pero también "ahorras" las ganancias que obtendrías con ese dinero que tendrías de más todos los meses si amortizaras en cuota (que, para tasa de descuento constante, sería la misma cantidad que esos intereses).
Aquí lo explican:
https://www.euribor.com.es/2008/09/29/peras-o-manzanas-cuota-o-plazo/
Con el interés 0 es aún más sencillo, puesto que no necesitas conseguir una inversión en la que el interés acreedor iguale a lo que tienes que pagar, simplemente te vale tener el dinero en barbecho.
La razón es lo que se ha comentado antes: lo que estás haciendo simplemente es reducir deuda, y se reduce igual en ambos casos (pasas a deber la cantidad inicial menos lo que amortizas, en ambos casos). Otra cosa es que nos guste más amortizar en cuota o plazo, por otras razones (yo personalmente siempre lo hago en cuota).
Si el tipo es variable, sí puede ser diferente amortizar en cuota o plazo, pero como no sabes cómo va a estar en el futuro, no puedes saber a priori qué es mejor. Teniendo en cuenta que ahora los tipos son muy bajos, mientras que hace 30 años eran muy altos, hace 30 años habría sido mejor amortizar cuota (en el artículo dicen lo contrario, pero creo que está al revés). Ahora se debería dinero, a tipo 0, mientras que se pudo aprovechar el interés de los depósitos de los 90.
A día de hoy, con interés 0 en la
hipoteca, lo mejor sería no amortizar (en ausencia de otras consideraciones, como desgravaciones fiscales).