Con esa solución corres el riesgo de pegarte la matada pintando la casa y que finalmente el arrendador no quede conforme y siga reteniendo la fianza.
Cuando alguien tiene pretensiones exorbitantes, lo mejor es negarse radicalmente desde el principio.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Es una forma de verlo. Para cambiar el color de la pintura inicialmente no tuvo problema. Y me parece difícil que con el piso recién pintado se niegue a devolver la fianza, pero efectivamente ninguno sabemos que va a pasar. Lo que si sabemos es que entrar en una batalla judicial no tiene porqué solucionar las cosas, dado que hay sentencias que dicen que si tienes que devolverlo con la pintura del mismo color que estaba cuando se alquilo.
Saludos
Esas sentencias a las que te refieres dicen algo más, muy relevante para este caso: "… salvo que se tenga permiso del propietario".
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Permiso sencillisimo de demostrar si fue de palabra (o si directamente no lo pidió, que tal y como esta escrito el mensaje inicial es lo que parece "lo vio pintado" No es exactamente lo mismo que "pedí permiso y le pareció bien").