Creo que no se puede comparar la inversión pasiva indexada de tipo Boglehead con un método obtenido en base a prueba y error a partir de una serie parcial de datos históricos.
La primera de ellas no es ningún “sistema” o algoritmo, se basa en una única premisa, que es el crecimiento histórico de los beneficios, y consecuentemente de las valoraciones, de las empresas que componen la economía mundial. La explicación, en el sentido de razonamiento o lógica, detrás de dicho crecimiento podemos buscarla en la innovación tecnológica, la capacidad de emprendizaje humana, la demografía, o en otros diversos factores que los economistas descubran. Ciertamente no podemos asegurar que este crecimiento se vaya a seguir produciendo en el futuro, dependerá de la persistencia o no de las razones que lo han causado hasta el momento.
El crecimiento de las cotizaciones de las acciones es la base para la obtención de rendimientos en una cartera Boglehead, pero este componente conlleva un riesgo (tanto a corto como a largo plazo) que hace necesaria la adición de un componente con una mucho menor variabilidad: los bonos de alta calidad crediticia. Y así es como se acaba llegando a un reparto entre el componente rentable/arriesgado (representado por la renta variable mundial) y el componente estabilizador (los bonos). Este asset allocation no es ninguna fórmula mágica o “sistema que funcionó en el pasado”. Es el “vehículo inversor" que cada uno debe montar, con un motor suficientemente potente para llevarle hasta donde quiere llegar, pero con los frenos que le permitan no descarrilar o estrellarse, dadas sus habilidades en la conducción.
Frente a esta estrategia de inversión “simplona” se pueden plantear, efectivamente, sistemas que pretenden identificar/prever las trayectorias de las cotizaciones para tratar de evitar las grandes caídas. Ante estos sistemas yo haría un par de consideraciones:
- en primer lugar, tal como decía @Sirdrake, habría que intentar buscarle a dicho sistema una explicación, razonamiento, lógica o causalidad de su funcionamiento. No se trata de decir lo que se logra con dicho sistema (“evitas las grandes bajadas, ganas más que si no lo haces y además reduces tu drawdown”), sino POR QUÉ se logra, en qué se basa.(1) Pueden ser razones conductuales, de arbitraje, de gestión del riesgo,… Es decir, algo en lo que creer que vaya a seguir produciéndose en el futuro, algo en lo que “tener fé”.
- la serie de datos sobre la que se está probando el sistema no es más que la única serie histórica que se ha dado, de las miles que podrían haber tenido lugar en el pasado (2) si distintas circunstancias y casualidades se hubieran producido de forma distinta a como efectivamente sucedieron (eventos sociales, políticos, económicos, bélicos, etc.).
En resumen, en ningún caso serían comparables esa inversión mediante algoritmos y la inversión pasiva indexada, y en todo caso, a cualquiera que vaya a basar su estrategia inversora en uno de estos sistemas “predictores”, lo que yo simplemente le deseo es… ¡buena suerte! , pues le va a hacer falta…
(1) Es posible que a estos sistemas también les sean de aplicación alguno más de los 5 criterios (persistent, pervasive, robust, intuitive explanation, implementable) que Swedroe y Berkin utilizan para identificar factores (momentum, value, etc.) en su libro “Your Complete Guide to Factor-Based Investing”
(2) Este concepto está mejor explicado en el interesantísimo libro “Fooled by ramdomness” de Nassim Taleb. Por cierto, otro concepto básico de este libro es el de que las decisiones no deben juzgarse por sus resultados sino por las razones que nos llevaron a tomarlas, aunque no sé si @Ramon-Rapaz lo estaba aplicando adecuadamente.