La tienes que reflejar en la declaración porque teóricamente su tributación es al 21%, pero puede ser que ese porcentaje sea mayor o menor.
Por ejemplo, imagina que el año ha sido muy "negro" y no has tenido más ingresos que los 5.000 euros de la ganancia patrimonial y te han retenido 1.050 euros (21%). A la hora de hacer la declaración de IRPF, el resultado de tu declaración va a ser que te devuelven todo lo retenido y por tanto por esa ganancia no habrás pagado nada.
Sin embargo, imagina que además de los 5.000 euros de ganancia de fondos, has tenido 10.000 euros de ventas de acciones y otros ingresos por trabajo personal. Tendrás que tributar por un total de 15.000 euros en la base imponible del ahorro. En este caso, ya no pagarías al 21%. Por los primeros 6.000 euros, tributarías al 21%, pero por los 9.000 restantes, tributarías al 25%.
Como puedes ver, solamente al hacer la declaración se reflejan todas nuestras circunstancias personales y económicas que han acaecido durante el año. La retenciones, no son más que un adelanto del importe del impuesto. Si al liquidar este, resulta que las retenciones han sido superiores al resultado de la declaración, nos devuelven la diferencia. Si resulta que las retenciones han sido inferiores al resultado de la declaración, toca pagar la diferencia.
Saludos.