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Mas va a menos

13 respuestas
Mas va a menos
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#1

Mas va a menos

Este no es mío. El juego de palabras está más conseguido.

#2

Re: Mas va a menos

Creo que esto lo indicó la Sra. Sánchez - Camacho, pero a lo mejor un día se arrepiente de no haberse estado calladita, ya que la aritmética al revés ..... o no, porque claro no es tan simple, lo que tenemos es 19 + 10 = 29 marcadamente no secesionistas (PP + C's.

20 (PSC) que vete a saber lo que tienen dentro porque ni ellos mismo se aclaran

Luego en CiU los de la "U" parece que muy secesionistas no son, en la "C" habrá de todo, de ahí que mas nunca se ha pronunciado claramente, entre otras por que sabe que entre sus votantes hay un poco de todo.

Los que claramente son secesionistas son los de ERC y las CUP

Nos queda Iniciativa que no son en general secesionistas, pero que dentro de sus simpatizantes también hay un poco de todo ...

Efectivamente Mas va a menos, lo que ya no tengo tan claro es que esto esté resuelto .... yo creo que ni de coña ....

CiU 50 escaños (30,68%) 1.112.341 votos

ERC 21 escaños (13,68%) 496.292 votos

PSC 20 escaños (14,43%) 523.333 votos

PP 19 escaños (12,99%) 471.197 votos

ICV-EUiA 13 escaños (9,89 %) 358.857 votos

C´S 9 escaños (7,58%) 274.925 votos

CUP 3 escaños (3,48%) 126.219 votos

#3

Re: Mas va a menos

Jajajaaa!, como se le abrá quedado el cuerpo al Sr. Mas?. Toma anticipooooo....

#4

Re: Mas va a menos

No te preocupes de su cuerpo, preocúpate de su cara. Ya se encargara de darle la vuelta a las aritméticas para que sumen lo que el quiere.

#5

Re: Mas va a menos

Lo que tiene que hacer es decirle a los catalanes, la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad, y entonces veremos que decisión toman. Desgraciadamente, la palabra político, entre otras muchas cosas, es sinónimo de MENTIROSO

#6

Re: Mas va a menos

Se te olvida valorar los miles de votos que no se han materializado en escaños, porque ahí también tienes un retrato de la realidad.

Quien piense que con este resultado electoral se acaba "el problema catalán" está más perdido que un pulpo en un garage.

De Mas y su partido se podrán decir muchas cosas, pero una es cierta. En el momento en que adoptó una línea no prevista en su programa de gobierno, convocó elecciones, pues necesitaba legitimidad para seguir esa senda. Desde un punto de vista de la democracia, una actuación impecable, aunque se le puedan sacar más lecturas.

Ya quisiera yo ver al Marianico haciendo lo mismo. Tras incumplir al 100 por 100 su programa electoral y hacer exactamente lo contrario de lo que prometía, sigue ahí en la poltrona y no se va ni con agua caliente. ¿Jugamos a adivinar cuál sería el resultado de unas elecciones generales anticipadas que buscaran la legitimidad perdida? Algo me dice que el PP saldría "ligeramente" escaldado.

Por eso mismo no las va a convocar, el PP no puede precisamente dar lecciones de nada a nadie en este campo y más les valdria estar calladitos antes de ponerse en evidencia día sí, dia también

#7

Re: Mas va a menos

El paréntesis y la dura realidad

Josep Ramoneda, 27 de Noviembre de 2012

Ha sido como un paréntesis de dos meses. El presidente de corte tecnocrático y conservador, que había rescatado a CiU de la tradición socialcristiana del pujolismo para llevarla hasta las aguas de la derecha neoliberal, después del 11-S sufrió una transformación. Se puso al frente del movimiento por la independencia, se fue a Madrid, dijo solemnemente que la reunión con Rajoy no había ido bien y anunció la ruptura. El personaje adquirió un aire mesiánico que le hacía irreconocible. El cartel electoral en que se erigía, con los brazos abiertos y la mirada puesta en la lejanía, como portador de la voluntad del pueblo, quedará como el icono de esta desventura. De golpe, la noche del domingo le abandono el aura. Y, aunque abatido, reapareció el dirigente político sin atributos precisos que ha sido siempre.
La mutación de Artur Mas generó desconfianza a algunos y miedo a otros. A sus electores más soberanistas, su sobreactuación les generó dudas, y optaron por buscar en ERC la garantía independentista. Su dramatización llevó mucha gente a las urnas, independentistas que desconfiaban del sistema y unionistas que no acostumbran a votar en las autonómicas, lo que acabó yendo en su contra. La política es oportunidad, como explicaba Maquiavelo. Mas creyó avistar la gran ocasión de pasar a la historia y se ha encontrado con que el momento no había llegado. Este error de interpretación de la realidad marcará para siempre su carrera. Mas pretendía liderar y encauzar el movimiento social por la independencia. Las urnas han demostrado que era una vana pretensión: su manto ha resultado ser demasiado pequeño para integrarlos a todos.
Mas gozaba de una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar con estabilidad, decidió arriesgarla por la gran promesa, y ahora se enfrenta a un muy serio problema de gobernanza, con enormes dificultades para conseguir una mayoría parlamentaria estable. ERC no tiene prisa, y puede poner condiciones. Y es difícil entender qué ganaría compartiendo las políticas de austeridad con CiU, salvo que fuera una improbable y problemática aceleración del proceso soberanista. Tampoco el PSC está para compartir recortes con el presidente. El grupo dirigente de los socialistas, que, de elección a elección, va cavando la fosa del partido, con encomiable entusiasmo, parece haber decidido que todavía le queda margen para seguirse hundiendo, con lo cual se mantendrá firme en su acendrado inmovilismo. Una alianza con el PP, después de todo lo que ha pasado, sería para una antología mundial del cinismo y de la infamia. De modo que la aventura de Mas añade un nuevo problema a Cataluña: la gobernabilidad.
En fin, el envite de Mas tenía un objetivo: consolidar su autoridad, convertirse en un estadista con todo un pueblo detrás, para afrontar los desafíos que su programa contenía. Su autoridad ha quedado seriamente tocada, porque no hay error que demuestre mejor la debilidad de un personaje que elevar las expectativas sobre sí mismo muy por encima de sus propias posibilidades. ¿Qué autoridad tiene quien con su órdago demostró desconocer dónde estaba? Mas es ahora más débil ante su partido, ante la sociedad catalana y ante el Gobierno español. Con lo cual su capacidad negociadora ha perdido muchos enteros y, como consecuencia, el proceso soberanista sufre un parón de duración imprevisible.
En realidad, el 11-S dio una pista: el desplazamiento del eje del catalanismo político del nacionalismo conservador hacia el independentismo. Y exactamente esto es lo que las urnas han reflejado: Mas, que viene de la vieja línea hegemónica del catalanismo, no ha alcanzado a hacerse con la nueva. Y aquí los medios de comunicación, los institutos de opinión, los académicos y los que nos dedicamos a escribir y a opinar de estas cosas tendríamos que hacer una reflexión, porque es preocupante el desconocimiento de la realidad del país que hemos demostrado. Mas no ha estado solo en su error de percepción. No he leído ni un solo artículo que contemplara la posibilidad de que en estas elecciones se diera un batacazo de esta envergadura. La sociedad catalana ha resultado opaca. ¿Por qué? Por muchas razones, pero principalmente dos: las brumas de las hegemonías ideológicas y de las fantasías políticas contaminan demasiado el espacio mediático, y nos las acabamos creyendo todos: políticos y periodistas. Y la realidad es insoslayable. Por mucho que el discurso soberanista lo tapara todo, la crisis social estaba ahí y ha estado en las urnas. De este episodio, las gentes de los medios de comunicación deberíamos aprender que tenemos que estar más atentos a los ciudadanos y menos a los políticos.
http://politica.elpais.com/politica/2012/11/26/actualidad/1353954149_605762.html

S2

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