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Me voy a Lisboa

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Me voy a Lisboa

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Me voy a Lisboa
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#209

Re: Me fui a Lisboa y a partir de ahora a ...

es muy sencilla...te levantas a las seis y enciendes la chimenea...jajaja...preparas el potaje con sus avios ...es importante que el agua te la traigas de la sierra norte y mas del cerro ...el hierro le da una textura especial...no me toques el paladar...y nada despues al rescoldo levantas a los nenes a que se hagan las tostas...y venga a darle vuelta a la san ignacio... el secreto de la reducción ..el tiempo...y si que estoy de acuerdo contigo pero de caraduras a 100 pelotes estoy hasta la coronilla...el ambiente ...contigo al 100% el servicio...sencillo directo agradable y que no te acuerdes de ningún detalle...esa es la comida perfecta....tu y el mundo....ningún detalle que te ate...ninguno...te dire algo mas comer al menos para mi es como amar...el momento es único cada momento es único...y lo mejor de esos momentos es no poder comparalos...saludos...

#210

Re: Me fui a Lisboa y a partir de ahora a ...

Bueno, la verdad es que como siempre no sé por donde empezar.
SALTO DE MATA:

Antes que nada me gustaria dismitificar el mundo de cocineros de élite de los que PARA MI son sólamente unos pocos y el resto me parecen unos tramposos que enamoran con la vista y la lectura de sus platos y el coste de los mismos, mas que con el sabor y el buen hacer.

De la lista que me pones, pues algunos no los conozco, pero el resto vuelvo a decir PARA MI son una patata con mucho marketing. Caso de Juan Mari Arzak , Arguiñanos (Carlos y sobre todo Eva)y Ferra Adriá con el cuento del bulli de los coj....etc.etc

Dentro de mis favoritos tengo a Ramon Roteta(Guipuzcuano con insuperable cocina casera),Bruno Oteiza, Sergi Ariola(Cocinero del restaurante madrileño La Broche poseedor de dos estrellas Michelin),Manolo de la Osa (Las Rejas) y Martin Berasategui.

Claro que es mi opinión y eso no es cátedra, por dios, ni lo pretendo.
Hoy dia se hace cocina de fusión y vanguardista que está a la altura y ahí si coincido contigo de los grandes chef de Europa y del mundo. Pero no quiero que me malinterpreteis, cuando digo que el 70% o el 75% de esa cocina se publicita como la panacea de los fogones y nos olvidamos, que en eso coincido tambien con 4....s de la tradicional, que no tiene que ser incompatible con esta. Porque toda la cocina tiene su hueco y su lugar dependiendo donde la hagas.

Yo la Hacienda Benazuza o la Algueria, pues la verdad y teniendolas cerca no las he pisado, pero aquí mismo tienes el restaurante de Enrique Becerra y te comes unos chocos en su tinta o un guiso andaluz de lo que quieras y entonces comprenderás a lo que me refiero.

Yo donde entro al engaño de poner un plato de loza que se sale de la mesa y con el cuento del alfajor, ponerte dentro un guisante con aroma de trufa dos hebras de azafran y 22 granos de arroz(Contados) y te anuncian un plato estrella, que además pagas como si comprases las piramides de Egipto y encima sales con hambre, porque el restaurante se llama el bulli y me cuesta reservar mesa 24 meses si tienes suerte.

Como bien dices todo es relativo y acertado lo de todo es barato o caro según el punto de vista. Porque además se saturarian los sitios si a todos nos gustase lo mismo.

Como todo en la vida, campeón, es cíclico el volver a reinventar los platos. Lo que me niego a admitir es destrozar un buen iberico de bellota, mezclado con un melón de Villaconejos.

Soberbia como siempre esa clase magistral de angulas. Chapeau.

#211

Re: Me fui a Lisboa y a partir de ahora a ...

Coincido en todo contigo. Donde ademas San Nicolas del puerto . Una poesia del nacimiento del Hueznar,en la ruta del Cerro del hierro podras cojer las ansiadas collejas o alojarse en el Batan de las Monjas y comer en el bar de Higinio, esos huevos con panceta o las tagarnina que seguro paladearia Bonafidei,jtorres,tu y yo y para colmo se encuentre entre Cazalla cerca, donde degustar despues de una copiosa comida una copa del anisado o el aguardiente acompañado por unos mantecados de la fábrica que allí se encuentra.

Por cierto, te tengo que decir que el personal puede que no sepa lo que son los chicharos(alubias)con tagarninas.Tambien conocida en Almonte como Olla capona y que se hace con tocino en vez de con carne y morcilla. Todo una adoración al colesterol.

Dos horas y media de reloj, con su pimenton de Jaraiz de la Vera y dos cabezas de ajo como dos cocos de feria y su laurel y.....bueno vamos a dejarlo que me caliento y os guiso aquí mismo el potaje.
Entiendo que está haciendolo así cojon...,pero la olla express, te quita 2 horas de esas dos y media y muchas veces el tiempo no te deja margen.

Tengo recetas de mi tatarabuela, que guardo como un tesoro y que por supuesto están hechas a la lumbre del carbón y un soplete para aventarlo.Resultado final un 10 y mucho tiempo de elaboración, pero entonces el tiempo casi no contaba y la gente no tenia ni reloj, ni falta que les hacia.

Bonafidei tiene mucha razón en que muchas cosas y por poner un ejemplo gráfico hoy por hoy hacer un salmorejo o una mahonesa con una maja o un almirez, es gastar dos cubos de sangre, que para eso está la Osterizer, Minipimer u otro robot de cocina que deja en muy poco tiempo hasta mejor terminación.

conclusión: la coexistencia de ambas técnicas no resta la discriminación de la una por la otra, pudiendo vivir armonicamente y ayudadas por el cariño con el que quede terminado el plato.

Viva la abuela, y el robot de cocina,¿Porque no?.

#212

Re: Me fui a Lisboa y a partir de ahora a casa

Ya ves de alli frente al higinio me comi el potage de chicaros...no confundir con chicharros ni con potage ...que al final la liamos y tendremos la culpa de que se pase hambre ... sabes siempre he mantenido que la cocina tradicional es la evolucion total...pongamos a contar...cuantos ingredientes se mezclan en un potage...o en un gazpacho ... claro que porque es tradicional no la valoramos...pues que quieres que te diga el proximo restaurante que monte le voy a dejar un corner nada mas que para guisos ... el rincon de la agüela le pondre ... en fin mañana monto la s despensas... y no es coña... pa casa... cien litros de leche ...garbanzos... arroz ... si no pasa na ...na pierdo...Saludos

#213

Re: Me fui a Lisboa y a partir de ahora a ...

Interesante lo del huevo. Yo se una tecnica en el microhondas que metes un huevo cascado dentro de un film de cocina y se le hace un nudo expulsando todo el aire que tenga dentro le damos un minuto y huevo duro al canto con forma muy original. Despegar con cuidado para que no se deforme y queda de lo más original.

Por si es mi último post hasta la semana que viene que regrese de tierras lusas, que os lo paseis bien y cuidadito con los escesos.

Un abrazo.

PD. Lo mismo despues de la comanda me pongo otro ratito a ver si alguno a osado a despellejarme vivo, que se va acordar de Enrique.

#214

Re: Me voy a Lisboa y me como las piedras...



Gorda. Se define así por su textura granulada y gruesa. Imprescindible para cocinar los famosos pescados “a la sal”. Se puede aromatizar e incluso colorear.




Yodada. Sal marina con alto contenido en yodo y, por lo tanto, fundamental para el funcionamiento de algunos órganos, como la glándula tiroides y el sistema nervioso.




Flor de sal de Camargue. Es la primera capa cristalina de sal que se forma en la superficie del agua por efecto de la desecación y la acción del sol de forma natural.




Sal de Mignonette. Es una sal mezclada con especias diversas como pimienta, comino... Se utiliza para adobar carnes antes de cocinar a la parrilla o la plancha.




Maldón. Junto a la de Guerard, la más famosa del mundo. Se utiliza en estado natural para sazonar los alimentos justo antes de servir. Posee un sabor nítido a mar y una textura cristalina y frágil.




De ajo. Es sal común mezclada con ajo deshidratado y molido. Útil en ciertos guisos.




Roja. Ha sido coloreada de forma natural, en este caso con esencia de remolacha. Se puede encontrar amarilla –con azafrán– o verde –con clorofila–.




De roca. Procede de las minas de sal. No posee las características gastronómicas de las marinas, por lo que aparte del uso común en la cocina tiene aplicaciones industriales como por ejemplo para la nieve.




Fumé. Ha sido ahumada y se emplea para marinar pescados y carnes. Posee diferentes aromas dependiendo de la madera utilizada.




Flor de sal de Guerard. Al igual que la de Camargue, es la primera cristalización del agua de salina.

Cada año se producen en el mundo 185 millones de toneladas de esta pequeña sustancia que tiene hasta 14.000 usos reconocidos (en las industrias farmacéutica, química, textil o de la alimentación...). Las historias del hombre y de la sal han estado tan íntimamente unidas que por ella se han declarado guerras e invadido países. Con sus ingresos se han financiado ejércitos, creado imperios y obras de ingeniería o comidas tan universales como el jamón y el queso. Ésta es la crónica que Mark Kurlansky ha hecho de la única piedra comestible en su exhaustivo libro “Sal”.

Objeto de deseo y de codicia en cuyo nombre se han levantado pueblos, establecido extrañas alianzas, provocado revoluciones y desatado guerras. ¿Hay algo que los hombres, a lo largo de los siglos, hayan anhelado con tanta pasión? Infinitamente más que el oro, mucho más que el petróleo. Sí, una simple piedra: la sal. Poseerla era un privilegio, carecer de ella, un peligro para la supervivencia. Su historia y la de la mayoría de las civilizaciones están entrelazadas, como Mark Kurlansky –escritor experto en gastronomía y en la historia de los alimentos– narra en Sal. Historia de la única piedra comestible.

A esta sustancia, producida por la reacción de un ácido con una base, se le atribuyeron propiedades sobrenaturales (Homero la llamaba “sustancia divina”) y fue utilizada en rituales mágicos y religiosos. Para los antiguos hebreos y los judíos actuales, la sal es el símbolo del carácter eterno de la alianza de Dios con Israel. En el islam se utilizaba para cerrar un trato por su inmutabilidad, ya que, incluso disuelta en un líquido, puede evaporarse y volver a cristalizar (como si de una resurrección se tratara).

En el cristianismo se asoció a la longevidad, a la verdad y al conocimiento. Ya antes, los romanos ponían sal en la boca de los recién nacidos para que tuvieran sabiduría. Según Kurlansky, los galeses colocaban en los ataúdes un plato con pan y sal, y después solicitaban los servicios de un comedor profesional de pecados para que diera cuenta de ella. Éstas y otras anécdotas, curiosidades gastronómicas, datos políticos, científicos e históricos dan forma a este libro de Kurlansky.

La sal es un conservante que protege, si creemos en antiguas y muy diferentes tradiciones, hasta de los malos espíritus, ya que, al parecer, estos tienen una curiosa fobia a la sal (quizá por aquello de su presunto origen divino). Por ejemplo, en el teatro japonés, antes de cada actuación se echaba sal sobre el escenario para proteger a los actores de estas malignas entidades. Pero no sólo se aplicaba con carácter preventivo, sino también como terapia. En Haití se utilizaba como el único método para devolver a la vida a un zombi. Superstición o no, lo cierto es que la creencia de que aleja lo malo está bastante extendida. Por ejemplo, judíos y mulsumanes creían que protegía del mal de ojo. Es más, por toda Europa se popularizó la siguiente práctica, predecesora del bautismo cristiano: sumergir a los recién nacidos en agua salada o ponerles sal en la punta de la lengua. Más tarde, esta necesidad de protección llevó a muchos franceses a salar a los bebés hasta que eran bautizados, aunque dejaron de ponerlos en salmuera a partir de i408, cuando la práctica fue abolida.

OBSESIÓN. Las supersticiones llegaron hasta las mesas de los grandes señores medievales. Según las normas de urbanidad, la sal debía tomarse con la punta del cuchillo, nunca con la mano. Un libro del siglo XVI indicaba la manera segura de manejarla, que se asemejaba más a un acto de malabarismo que a otra cosa: con los dedos corazón y anular. Si usaban el pulgar, sus hijos morirían; si la cogían con el meñique, perderían sus posesiones y si empleaban el índice, él mismo se convertiría en un asesino.

Con tantos elementos, reales o imaginarios, no es extraña la obsesión del hombre por la sal. Una fijación que para Ernest Jones –psicólogo amigo de Sigmund Freud y uno de los impulsores del psicoanálisis en Gran Bretaña y Estados Unidos– tenía un claro origen sexual, ya que frecuentemente se establecía en el subconsciente la relación sal-fertilidad. Para demostrar esta “inexplicable fascinación por la sal”, Jones echó mano de las siguientes creencias populares que daban fe de lo bien avenida que era esta pareja: los barcos que transportaban sal estaban plagados de ratones, por eso durante siglos se pensó que, sólo por estar rodeados de ella, podían reproducirse sin necesidad de copular. Mucho antes, las culturas primitivas la identificaban con el semen y los romanos utilizaban la palabra salax (en estado salado) para decir que un hombre estaba enamorado. En algunos lugares de Francia, el novio la llevaba en el bolsillo izquierdo para prevenir la impotencia. Los sacerdotes egipcios que, para mantener su voto de celibato, se abstenían de tomarla porque estimulaba el deseo sexual.

El ser humano bebe cuando tiene sed, come si siente hambre, pero ¿cómo se decidió a tomar sal si no era uno de sus instintos primarios? Pues aún es un misterio. Su carencia produce dolores de cabeza; luego mareos y náuseas y más tarde, la muerte. Sin embargo, en ningún momento se siente el ansia de tomar sal, como ocurre cuando se tiene hambre o sed. Lo único que se sabe es que cuando los hombres se iniciaron en el cultivo de la tierra empezaron a buscarla para incorporarla a su dieta. Al observar las huellas que dejaban los rebaños salvajes descubrieron que de manera periódica repetían ciertas rutas que les llevaban hasta las salinas naturales, explica Kurlansky.

INVENTOS. Aunque para ingeniosos de verdad, los chinos, la sociedad alfabetizada más antigua que aún pervive. Ellos fueron de los primeros en utilizar la sal como condimento en sus comidas, aunque maceradas; en realizar perforaciones en los pozos de salmuera, de donde se extraía la sal; en establecer una red de canalizaciones... Y en usar el gas natural. Este descubrimiento –casual– estuvo íntimamente relacionado con la extracción de la sal. Según se iba perfeccionando la técnica de perforación, los pozos de salmuera se hacían más estrechos y profundos. A veces, los obreros de la sal enfermaban y después morían sin saber la causa. Este hecho les llevó a creer que esas profundidades estaban habitadas por un espíritu maligno. Sin embargo, alrededor del año 100, supusieron que el origen del mal debía de ser una sustancia que manaba de unos orificios. Decidieron quemarla para acabar con la enfermedad que presuntamente producía y descubrieron que avivaba de manera impresionante el fuego. Así que aislaron esta sustancia en tubos de bambú –sellados con barro y salmuera–, la llevaron hasta las casas de hervido, donde se cocía la salmuera, y empezaron a utilizar lo que después sería conocido como gas natural para cocinar.

China era la sociedad de las ideas y de su puesta en práctica. A mediados del siglo XI contaban con un sistema de perforación por percusión, técnica que tardaría ocho siglos más en llegar al mundo occidental. Sin embargo, también fueron pioneros en aplicar una política de monopolio sobre la sal; rápidamente se dieron cuenta de que era una enorme fuente de ingresos para el Estado, así por ejemplo, entre los años 618 y 907 la mitad de sus ganancias procedía de esta sustancia. Tampoco tardaron mucho en establecer impuestos, práctica que han seguido hasta hace poco casi todos los países productores, en ocasiones exorbitantes. El dinero recaudado se destinó al Ejército y a crear estructuras defensivas, como la Gran Muralla china, para proteger el país de los hunos y otros invasores.

Aunque los chinos han ocupado la pole en este mundo salado, parecer ser que fueron los egipcios quienes inauguraron los procesos de curar la carne y el pescado con sal, que obtenían a través de la evaporación del agua del Nilo. Los primeros testimonios chinos sobre la conservación del pescado datan del año 2000 antes de Cristo, pero en algunas tumbas egipcias más antiguas, los arqueólogos han encontrado aves y pescado salados, que debían formar parte de las ofrendas funerarias (alrededor del año 3000 a.C.).

MOMIAS. Pero si en alguna aplicación destacaron los antiguos habitantes del Nilo ésta fue la funeraria, la momificación. Para ellos, el cadáver era el medio que conectaba la existencia en la Tierra con la vida después de la muerte, por eso debían conservar el cuerpo con carne y huesos. El proceso era, con perdón, similar al de la conservación de los alimentos. Kurlansky recoge en su libro las descripciones detalladas y tremebundas que historiadores como Herodoto hicieron de las distintas técnicas empleadas por los egipcios.

La necesidad de la sal trazó las primeras rutas comerciales. Los celtas utilizaron los ríos para mercadear y conquistar. Recorrieron grandes distancias para vender la sal procedente de las minas del centro de Europa e intercambiaron productos con griegos y romanos. Fue un pueblo innovador, en la minería, en el comercio, en la agricultura con la utilización de fertilizantes y la rotación de cultivos... Pero una de sus más sabrosas aportaciones, que para muchos está entre los mejores inventos de la Humanidad, fueron probablemente los primeros jamones curados con sal (manjar que los celtas consideraban exquisito y reservado sólo a los guerreros).

Como explica Mark Kurlansky, todos estos hallazgos, incluido el gastronómico, fueron a parar al imperio romano, y eso que eran muy dados a extravagancias culinarias como vulvas y ubres de cerda, aunque la dieta de los plebeyos consistiera en pan, cereales y pescado salado en cantidades reducidas. Sin embargo, no pasaba nada porque el Gobierno se aseguraba de que tuvieran sal. El Estado no estableció un monopolio sobre su venta. No lo necesitaba, ya que cuando quería controlaba los precios.

Que el Gobierno necesitaba apoyo popular, subvencionaba la sal para que los plebeyos pudieran comprarla; que había que emprender una campaña naval para derrotar a Marco Antonio y Cleopatra, el césar Augusto conseguía el respaldo del pueblo distribuyendo gratuitamente aceite de oliva y sal. Que había que financiar las guerras, pues se subía el precio.

Los romanos la convirtieron en un elemento indispensable para la creación (establecieron salinas en los territorios conquistados, controlaron las minas de los pueblos anexionados...) y el mantenimiento de su imperio. Y qué mejor manera de conservar sus conquistas que teniendo contentos a los soldados. Estos recibían diariamente su ración de sal, pero debido a los problemas de transporte, el puñado de sal fue sustituido por una pequeña cantidad de dinero que les permitía comprarla allá donde estuvieran y que pasó a llamarse salarium, salario, palabra que ha llegado hasta nuestros días con el mismo significado.

Pero además de para conservar el buen estado de los ejércitos y alimentos, la sal ha tenido otras aplicaciones. Medicinales: trastornos digestivos, ciática, tuberculosis, migraña, dolor de muelas y otras muchas dolencias. Industriales: curtir el cuero, limpiar chimeneas, soldar tuberías, cerámica, fertilizantes, cosméticos, derretir el hielo de los caminos, en la industria textil... Y así hasta 14.000 usos. Incluso como almacén de vertidos peligrosos.

CEMENTERIOS DE DESECHOS. Su capacidad de conservación ha llevado a los ingenieros a pensar que las minas de sal podrían ser un lugar seguro para enterrar residuos nucleares. Según relata Mark Kurlansky, en Nuevo México se está preparando la mina de Carlsbad para que pueda acoger estos desechos, cuya toxicidad durará 240.000 años más.

Gracias a ella se han elaborado y dado a conocer a medio mundo alimentos casi universales (el arenque y el bacalao salados, el caviar, la choucroute, la salsa de soja, los quesos...), y con sus ingresos se han financiado, además de guerras, las obras públicas más importantes de la Historia. Pero, sobre todo, ha sido uno de los detonantes del ansia independentista de pueblos como el francés. Al finales del siglo XVIII, cada año más de 3.000 hombres, mujeres y niños eran condenados a prisión por delitos contra la gabela, el impuesto sobre la sal. Este gravamen se convirtió en el símbolo de todas las injusticias del Gobierno y en uno de los desencadenantes de la Revolución Francesa.

¿Qué significó a finales del siglo XIX y principios del XX coger un puñado de sal? Pues un delito severamente castigado en La India –donde el Gobierno británico prohibió la extracción y venta libre de sal para que la entonces colonia sólo consumiera la sal de Liverpool– y el germen de la independencia de este país.

El 5 de abril de 1930, después de 25 días de marcha y 383 kilómetros recorridos, Gandhi, acompañado por miles de personas (intelectuales, mujeres y los más pobres de los pobres) llegó a la costa de Dandi. A las ocho y media de la mañana del día siguiente, el padre de la no violencia violó la ley británica al coger entre sus manos una costra de sal. Una semana después este gesto se convirtió en un movimiento nacional y miles de personas imitaron su gesto. Diecisiete años más tarde el país conseguía su independencia de Gran Bretaña.

Esta pequeña piedra comestible ha alimentado la codicia hasta convertirse en moneda de cambio de muchas culturas, en símbolo de riqueza y de progreso y también de injusticia (miles de hombres, mujeres y niños murieron en sus minas y otros tantos sufrieron el estigma de la esclavitud o de la pobreza). Su historia, que excepcionalmente ha trazado Mark Kurlansky, es la del ser humano, de carne, de hueso y de sal.

#215

Re: Me fui a Lisboa y a partir de ahora a ...

Ya que vas a Granada,me gustaria que te pasases por el Jaraiz, cuanto mas tarde mejor, y me cuentes lo que ves, me haras un favor (y ojala que yo a ti), su valor es la gente, y eso es mucho valor.

#216

Re: Me fui a Lisboa y a partir de ahora a ...

El microondas da mucho de si, presenta dos dificultades basicas, el tiempo y la temperatura, si se saben controlar junto con saber manejar el "reposo" (dejar el producto un tiempo traquilo) se pueden conseguir ciertos milagros gastronomicos, asi coje un pescado que te guste de 400 gr. lo limpias, lo abres lo rocias ligeramente con eso que te gusta (aceite, limon, vinagre, pedro jimenez....) y un poco de la sal que gustes, le metes 100 seguntos a potencia maxima, lo dejas reposar cinco minutos y ya me contaras.
Un iberico "puro" -necesaria precision- con melon, esta de puta madre si se sabe proceder, asi te papeas por un lado el jamon, lo riegas por ej. con un viña Albina 06, luego le procuras la compañia de una perdiz roja escabechada y lo rematas con la tajada de melon.
Ya nos contaras tus descubrimientos por las tierras del vecino, yo ahora mismo voy a ver el mapa del tiempo para saber si voy con marianos o con el pellejo de un oso, porque parece que por el norte va a caer la intemerata.
Hasta la vuelta.