Como es habitual, el sentido común y la mesura están presentes en vuestros comentarios.
Siendo como son tan valiosos y escasos el tiempo y el dinero (al menos para los que trabajamos para ganarlo) es la disponibilidad de ambos y mi nivel de conocimientos quien me marca la forma de invertir.
Si preveo tener tiempo para seguir las inversiones, acepto más riesgo, ajusto más los precios. Si no voy a tener tiempo para este menester, no opero en bolsa a no ser que sea una situación “clarísima”, en esta situación prefiero dedicarme a los fondos, que son donde coloco el grueso de mi ahorro y mi único vínculo con la bolsa antes tener acceso al tiempo real mediante Internet.
Si me siento cómodo en un valor, no tengo inconveniente en mantenerlo el tiempo que sea, semanas o meses. Ahora bien, como yo también deseo dormir en Pikolín, cuando empiezo a estar excesivamente intranquilo por un valor, lo consulto con frecuencia, me pregunto si debo o no debo mantenerlo,... en resumen, ya no confío en el valor, vendo, prefiero ganar menos antes que entrar en pérdidas por indecisión. Si el valor sigue subiendo, tomo nota para otra ocasión, pero no me caliento la cabeza con ello (al fín y al cabo he ganado), en cambio si hubiese perdido por no vender cuando tenía previsto, esa falta de disciplina me la reprocharía. Resumiendo, hago las consideraciones que sean necesarias antes de decidir la estrategia y según la evolución la voy adaptando, pero llegado el momento de ejecutarla, no es para replanteármelo nuevamente.
Si alguien no tiene tiempo y se centra en los fondos, coincido con Dinapoli en que ello no significa en absoluto que pueda dejarlos aparcados, sino que la supervisión puede ser más relajada. La diferencia entre revisar o no la estrategia de vez en cuando puede significar la diferencia entre ganar y perder. Con los traspasos de fondos, podemos mantener la inversión a muy largo plazo, pero adaptando los instrumentos (los fondos) a las circunstancias, sin repercusión fiscal. Es como si al desconfiar de Gamesa pudiese trocarlas por Endesas y dentro de seis meses por Arcelor, sin tributar pero siguiendo en el mercado.
Reconozco que mi actitud está muy marcada por mis pobres conocimientos de análisis técnico y sobre todo por la pésima experiencia tras “desentenderme” de mis inversiones, tanto en fondos como en bolsa, con resultados similares a los que comenta Fitz, pasando de ganar un 40% a perder un 60% en fondos o manteniendo una acción en pérdidas durante dos años; eso sí que me impedía dormir, ni en Pikolín ni en el suelo.
Salu2. Que durmais bien.