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Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones

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Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones
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Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones
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#391

Lagarde refuerza junio como clave para bajar tipos, pero sin comprometer una senda de ajuste más allá

 
La reunión sobre política monetaria que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto celebrar en junio sigue ganando enteros como fecha clave para que la institución valore la posibilidad de revertir su actual postura con una primera bajada de los tipos de interés, aunque las presiones inflacionistas internas impedirán a la entidad comprometer una senda concreta de ajuste incluso después de acometer la primera rebaja del precio del dinero.

En un discurso pronunciado este miércoles, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha señalado que, a pesar de los avances significativos en los tres criterios del marco manejado por la institución (perspectivas de inflación, inflación subyacente y transmisión de la política monetaria), el BCE aún "no está suficientemente seguro" de que la eurozona se encuentre en una senda sostenible hacia el objetivo de inflación.

En este sentido, la francesa ha señalado que, si bien hace ya tiempo que las tasas de inflación observadas vienen situándose en niveles prácticamente acordes con las expectativas y las proyecciones apuntan a que la inflación volverá a situarse en el 2% a mediados de 2025, además de una mejora en su composición, con la expectativa de una tasa subyacente más baja a medio plazo, "al mismo tiempo, las presiones inflacionistas internas siguen siendo fuertes".

De tal modo, Lagarde ha advertido de que la tasa de variación de los precios de los servicios sigue siendo persistente y oscilando en torno al 4%, tras cobrar cierto impulso en febrero, lo que refleja fundamentalmente el sólido crecimiento de los salarios y las tensiones en el mercado de trabajo, que hasta ahora se ha mostrado resistente a la desaceleración de la economía, reduciendo de forma automática la productividad del trabajo e impulsando al alza los costes laborales unitarios.

En esta coyuntura, Lagarde considera difícil evaluar si las presiones sobre los precios reflejan simplemente el desfase de la evolución de los salarios y de los precios de los servicios, y el carácter procíclico de la productividad, o si apuntan a presiones inflacionistas aún persistentes.

"Aunque hemos logrado avances significativos en los tres criterios de nuestro marco, aún no estamos suficientemente seguros de que nos encontremos en una senda sostenible hacia nuestro objetivo de inflación", ha advertido.

De esta manera, la francesa ha indicado que, para tener la confianza necesaria para comenzar la reversión de la orientación restrictiva de la política monetaria, el Consejo de Gobierno necesita confirmar progresos en el proceso de desinflación a través de la evolución de los salarios, así como de los márgenes de beneficios y del crecimiento de la productividad.

Sin embargo, considerando los retrasos de la disponibilidad de estos datos, "no podemos esperar hasta tener toda la información pertinente, puesto que podría conllevar el riesgo de retrasar demasiado el ajuste de la política", por lo que Lagarde ha apuntado que "en los próximos meses" el BCE dispondrá de dos elementos importantes de evidencia que podrían mejorar su nivel de confianza en grado suficiente para introducir un primer cambio de la orientación de su política.

En primer lugar, en los próximos meses habrá más datos para confirmar si los salarios están creciendo de manera compatible con que la inflación alcance el objetivo de forma sostenible antes de mediados de 2025, tal como sugiere la información más reciente, aunque no será hasta finales de mayo cuando habrá datos sobre el crecimiento de los salarios negociados en el primer trimestre de 2024.

En segundo lugar, Lagarde ha recordado que en junio el BCE contará con nuevas proyecciones macroeconómicas que confirmarán si la senda de inflación prevista en marzo sigue siendo válida.

Dichas proyecciones de junio también proporcionarán, implícitamente, más información sobre la trayectoria de la inflación subyacente y permitirán una visión más clara de la fortaleza de la recuperación y de la posible la evolución del mercado laboral y, por tanto, de las consecuencias para los salarios, los beneficios y la productividad.

Asimismo, los datos de inflación que se irán conociendo proporcionarán un margen más amplio para evaluar si siguen siendo acordes en líneas generales con las proyecciones y de ser así, brindar mayor seguridad sobre el ajuste de los modelos a la dinámica de la inflación, por lo que ante un grado suficiente de alineación entre la senda de la inflación subyacente y las proyecciones, y suponiendo que la transmisión siga siendo intensa, el BCE podría así pasar a la "fase de reversión" del ciclo de política monetaria.


SIN COMPROMISO DE ANTEMANO.

Sin embargo, Lagarde ha advertido que, a partir de ese momento, las presiones inflacionistas internas todavía serán visibles, asumiendo una tasa de inflación de los servicios que continuará siendo elevada durante la mayor parte de este año, lo que hará necesario "confirmar de forma continuada" que los nuevos datos respaldan las perspectivas de inflación.

De este modo, las decisiones del Consejo de Gobierno tendrán que continuar dependiendo de los datos y seguir un enfoque en el que se adoptarán en cada reunión, en respuesta a la nueva información disponible.

"Ello implica que, incluso tras la primera bajada de tipos, no podamos comprometernos de antemano con una senda concreta de tipos", ha advertido Lagarde.

Asimismo, la presidenta del BCE ha subrayado que el marco de política monetaria seguirá siendo importante para procesar los nuevos datos y calibrar la orientación adecuada, asumiendo al mismo tiempo, que el peso relativo asignado a los tres criterios tendrá que examinarse de forma periódica 

#392

El BCE pide a los bancos que se preparen ante nuevos tipos de riesgos

 
La gestión de los riesgos por parte de los bancos europeos debe adaptarse a las nuevas amenazas que acechan al sector tras dejar atrás el periodo de tipos ultrabajos, incluyendo aquellos relacionados con la geopolítica, el clima o la actividad cibernética, según ha advertido la presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Claudia Buch.

En la presentación del informe anual de las actividades supervisoras del BCE, la alemana considera que los mayores retos a los que se enfrentan los bancos "son los cambios en el entorno macrofinanciero y geopolítico y la evolución del marco competitivo" cuando la región está dejando atrás "un período de tipos de interés ultrabajos" que puede haber incitado a las entidades a asumir más riesgos para sostener sus beneficios.

En este sentido, recuerda en primer lugar que si bien el apoyo monetario y fiscal sin precedentes prestado en ese periodo protegió los balances bancarios de perturbaciones, esto tiene implicaciones para las evaluaciones de riesgos futuras, dado que los datos pasados sobre impagos no reflejan realmente los riesgos que se avecinan sobre la calidad de los activos.

Asimismo, advierte de que muchos de los riesgos a los que están expuestas las entidades, como los ciberriesgos, los riesgos climáticos y medioambientales o los riesgos geopolíticos, "no han surgido hasta hace poco", por lo que es fundamental que los bancos ajusten sus prácticas de gestión de riesgos al nuevo entorno.

Por otro lado, advierte de que el aumento en la cuota de mercado de las entidades las financieras no bancarias y el desarrollo de innovaciones como la tecnología de registros distribuidos y la IA brindan a los bancos oportunidades para impulsar su productividad, pero también "permiten a los nuevos competidores desafiar los modelos de negocio existentes".

De tal modo, si las entidades de crédito ven que se comprimen sus márgenes, podrían recurrir a actividades con mayores riesgos potenciales, como relajar sus criterios de concesión de préstamos, por lo que el supervisor está vigilando atentamente las exposiciones de los bancos a entidades no bancarias y al ecosistema digital, además de abalizar cómo se ven afectados sus modelos de negocio por el aumento de la competencia.


SUPERVISIÓN PROACTIVA

En su intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Buch ha defendido que la supervisión bancaria europea está bien posicionada para abordar los riesgos emergentes, asegurando que se intensificará el uso de mecanismos adecuados para garantizar que los bancos aborden las conclusiones de la supervisión y subsanen las deficiencias, junto con la imposición de multas para las entidades supervisadas que no cumplan.

De tal modo, la alemana ha destacado que, si en la primera década del BCE como supervisor bancario se han establecido fuertes estándares de supervisión, en los próximos diez años esta se adaptará al nuevo entorno aprendiendo del pasado y siendo ágil y proactiva al abordar los riesgos emergentes.

"Tenemos que asegurarnos de que los problemas que identificamos sean abordados por los bancos y que los bancos sigan siendo resilientes a las crisis", ha subrayado, añadiendo que se utilizará toda la gama de herramientas de supervisión de manera oportuna y efectiva 

#393

Cipollone (BCE) ve margen para bajar los tipos "con rapidez" en paralelo a la revalorización de salarios

 
Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), ve margen para bajar los tipos de interés "con rapidez" incluso aunque los trabajadores europeos sigan viendo sus nóminas revalorizadas para compensar el impacto de la crisis del coste de la vida.

"Si los datos entrantes confirman el escenario previsto en las proyecciones de marzo, deberíamos estar preparados para reducir rápidamente nuestra política monetaria restrictiva", ha asegurado este miércoles en un acto celebrado en Bruselas al constatar la ralentización de la inflación.

Cipollone ha explicado que esperar a disponer de más datos antes de iniciar la normalización de tipos aportaría un "respaldo adicional" frente a un potencial repunte de la inflación. Aun así, el miembro más nuevo del BCE ha reclamado "proporcionalidad", ya que las perspectivas macro no son favorables.

"Una atención excesiva a la evolución salarial a corto plazo puede no tener plenamente en cuenta una recuperación de los salarios que puede y debe producirse para que la recuperación de la zona del euro, actualmente frágil, adquiera una base más sólida", ha afirmado.

No obstante, el italiano ha subrayando que estos aumentos salariales deberían reducirse con el tiempo. De hecho, el crecimiento de la masa salarial "parece estar en vías de moderarse gradualmente" a medio plazo en niveles coherentes con el objetivo de estabilidad de precios del 2%.

En este sentido, el 'guardián del euro' ha indicado que mantener los tipos más tiempo del necesario podría hacer peligrar la recuperación y el repunte cíciclo del crecimiento de la productividad. "Esto sería económicamente costoso e induciría riesgos para la convergencia sostenida de la inflación hacia nuestro objetivo", ha elaborado 

#394

Las expectativas de inflación de los consumidores caen a mínimos de febrero de 2022, según BCE

 
Las expectativas de los ciudadanos de la eurozona sobre la evolución durante el próximo año de la tasa de inflación han disminuido hasta su nivel más bajo desde febrero de 2022, antes de la invasión de Ucrania, según constata el Banco Central Europeo (BCE) en su última encuesta entre los consumidores de la zona euro.

De esta forma, con datos de febrero, los ciudadanos esperan que la inflación se situará dentro de un año en el 3,1%, frente al anterior 3,3, mientras que las expectativas a tres años vista se mantuvieron sin cambios en el 2,5%.

De su lado, la tasa mediana de inflación percibida por los ciudadanos durante los 12 meses anteriores hasta febrero disminuyó al 5,5%, desde el 6%, acumulando cinco descensos consecutivos.

En febrero, los encuestados más jóvenes (de 18 a 34 años) continuaron reportando percepciones y expectativas de inflación más bajas que los encuestados de mayor edad (de 35 a 54 años y de 55 a 70 años).

De su lado, la encuesta del BCE refleja que las expectativas de los consumidores sobre el crecimiento de su renta nominal ha aumentado hasta el 1,4%, desde el 1,2% de enero. Este incremento se observó en todos los grupos de edad.

Asimismo, las percepciones de crecimiento del gasto nominal durante los 12 meses anteriores volvieron a disminuir, por cuarto mes consecutivo, hasta el 6,4%, desde el 6,6% de enero, en consonancia con la evolución de las percepciones de inflación.

Sin embargo, las expectativas de crecimiento del gasto nominal durante los próximos 12 meses se mantuvieron estables en el 3,7%.

En cuanto a la evolución macroeconómica, las expectativas de crecimiento para los próximos 12 meses se mantuvieron sin cambios en el -1,1%, mientras que las expectativas sobre la tasa de desempleo a 12 meses vista también se mantuvieron sin cambios en el 10,9%.

"Los consumidores siguieron esperando que la tasa de desempleo futura sea ligeramente superior a la tasa de desempleo actual percibida (10,5%), lo que implica un mercado laboral ampliamente estable", señala el banco central 

#395

El BCE constató un "fortalecimiento" de los argumentos para bajar tipos en su última reunión

 
Los miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) reconocieron en la última reunión sobre política monetaria del órgano de gobierno de la entidad, celebrada a principios de marzo, que los argumentos a favor de considerar una bajada de los tipos de interés estaban ganando cada vez más peso.

Según refleja el resumen de las deliberaciones de los días 6 y 7 de marzo, los consejeros del BCE reconocieron que, si bien era prudente esperar a recibir datos y pruebas, "se estaban fortaleciendo los argumentos a favor de considerar recortes de tipos".

Esta opinión se sustentó en la reunión sobre la base de las últimas proyecciones macroeconómicas de los expertos del BCE, con una mejoría de las previsiones de inflación y un empeoramiento del crecimiento, así como en los nuevos avances en los tres criterios especificados por el Consejo y una evaluación de riesgos más equilibrada.

En cualquier caso, los miembros del Consejo de Gobierno subrayaron la necesidad de que las políticas del BCE sigan dependiendo de los datos y basándose en los elementos de la función de reacción de la institución.

De tal modo, todos los miembros estuvieron de acuerdo con la propuesta del economista jefe del BCE, Philip Lane, de mantener los tipos de interés, mientras que hubo consenso en que sería prematuro discutir recortes de tipos en la reunión de marzo.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, destacó que el proceso de desinflación en curso en la zona euro ofrece una mayor confianza, "pero no la suficiente", añadiendo que, si bien en abril habrá un poco más de información, habrá "mucha más en junio".

La francesa quiso dejar también claro que no hubo ninguna discusión en la reunión de marzo al respecto de bajar los tipos y que el órgano de gobierno de la entidad únicamente acababa de empezar a debatir el ajuste de su postura restrictiva 

#396

Reunión del 11 de abril de 2024: qué esperamos (informe de Caixabank Research)

 

  • No esperamos un recorte de tipos ya en abril, sino que creemos que el BCE dejará para junio la primera bajada de 25 p. b. en sus tipos de referencia.
  • La dirección de la economía es propicia a un recorte de tipos, con la inflación acercándose al 2%, sin indicios de efectos de segunda ronda que vayan a comprometer el objetivo, y una actividad estancada en un entorno monetario restrictivo, con elevada incertidumbre y de flaqueza en la demanda exterior.
  • Con todo, el BCE se acerca a esta distensión monetaria con cautela y un sesgo antiinflacionista, comprensible tras vivir los mayores crecimientos de precios desde la década de 1970 y con una inflación que lleva casi tres años por encima del objetivo del 2%. Además, hay algunos componentes de la inflación que son más inerciales, siguen en tasas elevadas y lo hacen en un contexto en el que todavía no se ha disipado el temor a una retroalimentación entre precios, salarios y márgenes empresariales.
  • Por ello, el BCE quiere ver más datos en la buena dirección antes de mover ficha. Es más, lleva semanas haciendo explícito que en abril la información disponible es demasiado escasa y que no será hasta junio cuando haya suficientes datos para un cambio de fase monetaria.
  • En abril, pues, no deberíamos esperar más que ajustes comunicativos para reforzar la perspectiva de un recorte en junio y, quizás, alguna pista sobre la dirección y velocidad de la política monetaria en adelante.
Condiciones económicas y financieras recientes
  • La inflación se acerca al 2%:
    • Nuestra visión es que la inflación ha superado las dos primeras etapas de la crisis (el triple shock de los cuellos de botella, los precios energéticos y los alimentos, seguido de sus efectos indirectos sobre el resto de los productos). La última fase recae sobre precios más inerciales (por ejemplo, servicios) y, aunque la inflación ya está cerca del 2%, su descenso y consolidación final será gradual.
    • En marzo, la inflación general bajó hasta el 2,4% (IPCA general) y la núcleo (sin energía y alimentos) disminuyó hasta el 2,9% (por debajo del 3% por primera vez desde febrero de 2022). Además, toda una batería de indicadores apunta a una moderación generalizada, aunque no definitiva, de las presiones de precios subyacentes (PCCI: 2,3%; supernúcleo: 3,3%; trimmed mean 15%: 2,9%).1
    • Según los datos desestacionalizados, en marzo la inflación intermensual anualizada fue del 1,8% (general) y del 2,9% (núcleo), mientras que el momentum2 se situó en el 2,8% (inflación general) y el 3,2% (núcleo). En parte, los últimos datos de momentum se ven influenciados por los ajustes de precios asociados con el cambio de año y, como ya señalan las tasas intermensuales, cabe esperar una nueva moderación de este indicador en adelante. Con todo, el momentum también exhibe una fuerte heterogeneidad entre componentes: alimentos entre el -0,8% (no procesados) y el +3,1% (procesados), bienes industriales no energéticos en el 1,3% y servicios en el 4,4%.
    • Respecto a los efectos de segunda ronda (es decir, el vínculo salarios-márgenes-precios), el crecimiento salarial ha bajado hacia la región del 4% (salarios negociados +4,5% y remuneración por empleado +4,6% en el 4T, indicador adelantado de Indeed.com en el 3,9% en febrero), mientras que el enfriamiento de la demanda ha ido templando la contribución de los márgenes empresariales.
  • La actividad económica no abandona la flaqueza:
    • El PIB está encallado en el intervalo ±0,1% intertrimestral desde el 4T 2022 y los indicadores sugieren que la dinámica continuó en el 1T 2024 (el consenso de analistas espera un +0,1%). Con todo, hay algunos indicios de redinamización, como la recuperación del PMI de servicios hasta los 50,2 puntos en febrero y 51,5 en marzo (en expansión por primera vez desde julio de 2023) y un PMI manufacturero algo menos negativo (por encima de los 46 puntos en todo el 1T 2024, su mejor dato desde marzo de 2023), todo ello gracias al mayor empuje de los países de la periferia y a cierta mejora en Francia, mientras que la actividad de Alemania sigue frágil.
    • De la mano de un mercado laboral sólido (desempleo en un bajo 6,5% en febrero) cabe esperar una revigorización del crecimiento a medida que la desinflación dé aire al poder adquisitivo y abra la puerta a una distensión de la política monetaria.
  • Las condiciones financieras, en el pico de la restricción y oteando el descenso:
    • Los tipos de interés sobre los préstamos a familias y empresas están en niveles no vistos desde 2008-2009 (según datos del BCE, +260 p. b. y +390 p. b. respecto a finales de 2021), pero en los últimos meses se han estabilizado o incluso moderado levemente (–15 p. b. y –5 p. b. respecto a otoño).
    • El euríbor 12M se encuentra casi 60 p. b. por debajo de los máximos alcanzados en 2023 y las expectativas de mercado sugieren que a partir de este abril registrará bajadas interanuales.
    • Los volúmenes de crédito al sector privado dan indicios de recuperación, con una aceleración del 0,4% interanual en enero al 0,7% en febrero, según datos del BCE para el conjunto de la eurozona.
    • Las expectativas que los mercados monetarios barajan para el BCE se han estabilizado y cotizan un primer recorte de 25 p. b. en junio con casi un 100% de probabilidad y que el tipo depo cierre el año en el 3,00% (en línea con nuestras propias proyecciones de tipos).
    • Desde la última reunión del BCE a mediados de marzo, los tipos de interés soberanos se han mantenido relativamente estables tanto en el núcleo como en la periferia de la eurozona (Italia es la excepción, con un aumento de su prima de riesgo en casi 15 p. b. ante la publicación de un déficit fiscal de 2023 mayor de lo estimado). Por su parte, las principales bolsas europeas han acumulado ganancias generalizadas y el euro ha seguido fluctuando alrededor de los 1,08 dólares.
  • 1. La PCCI recoge precios a partir de un promedio de un componente común de baja frecuencia entre los países de la eurozona, la supernúcleo solo incluye los componentes del IPCA núcleo que son sensibles al ciclo económico y la trimmed mean 15% excluye el 15% de componentes más volátiles.
  • 2. Variación anualizada del IPC promedio de tres meses respecto a los tres meses anteriores.
Los mensajes del BCE
  • En las últimas semanas, las declaraciones desde el BCE han dado más confianza en un primer recorte de tipos en junio, pero, a la vez, también han destilado cautela ante los siguientes pasos, enfriando la expectativa de que al recorte de junio le siga una senda muy sostenida de bajadas de tipos.
  • Así, en el congreso ECB and its Watchers que se celebró en marzo en Fráncfort, la presidenta Lagarde dejó claro que, si los datos siguen con la tendencia actual, en junio se habrá acumulado suficiente información como para pasar de la fase de «mantener» la política restrictiva a la fase de «empezar a revertir» esta restricción. A la vez, pero, Lagarde fue explícita en su deseo de continuar con una estrategia de «dependencia de los datos» e ir «reunión a reunión» tras el primer recorte de tipos (en contraposición a una estrategia en la que la primera bajada señala con claridad una senda futura de recortes).
  • En la misma línea, este miércoles el gobernador del Banco de España, De Cos, explicitó que un recorte en junio es su escenario central, mientras que hace unas semanas el presidente del Bundesbank, Nagel, también reconocía que lo más probable sea una primera bajada de tipos antes de las vacaciones estivales. Por su parte, las actas de la reunión de marzo del BCE reflejan una mayor confianza en empezar los recortes de tipos, pero también sugieren que hacerlo en abril sería prematuro y reiteran el deseo de mantener la estrategia de «dependencia de los datos» que luego defendería públicamente Lagarde.
Perspectivas del BCE a medio plazo
  • Los tipos tocaron techo en otoño (depo al 4,00% y refi al 4,50%) y, llegada la primavera, los primeros recortes están en el punto de mira. Buscando un equilibrio entre la fuerte desinflación pasada, la reducción más lenta de la inflación en el presente y la solidez del mercado laboral, creemos que el BCE no realizará un primer recorte de tipos hasta junio (–25 p. b.) y acompañará la convergencia de la inflación al 2% con una normalización monetaria gradual (proyectamos un depo en el 3,00% a diciembre de 2024).
  • En cuanto al resto de herramientas, el BCE seguirá reduciendo su balance, tanto por las devoluciones de las TLTRO (en lo que queda de año vencen los últimos 140.000 millones de euros) como por la disminución de las carteras del APP (en marcha de manera pasiva con reinversiones cero) y el PEPP (empezará en julio con reinversiones parciales, dejando vencer 7.500 millones de euros/mes, y se acelerará en 2025 con reinversiones cero). Por su parte, el TPI ejerce una influencia positiva con su efecto comunicativo y, dadas las perspectivas actuales, no pensamos que el BCE tenga que activarlo.
Adrià Morron Salmeron 
#397

El mercado no espera sorpresas del BCE en el trámite de abril previo al esperado recorte de junio

 
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) volverá a reunirse este jueves en lo que el consenso de analistas considera como un encuentro de transición, donde lo más destacado que puede esperarse es un tono aún más claro de cara a preparar un primer recorte de los tipos de interés en el cónclave de junio.

A este respecto, Konstantin Veit, gestos de portafolio de PIMCO, se muestra convencido de que el BCE mantendrá los tipos de interés sin cambios en su reunión de abril y volverá a hacer hincapié en su enfoque dependiente de los datos, aunque espera que la entidad exprese una confianza cada vez mayor en la senda de la inflación, lo que corroboraría la hipótesis de base de una bajada de tipos en junio.

En este sentido, para Veit, "una vez que el BCE empiece a recortar los tipos, esperamos que lo haga con cautela en los pasos convencionales de 25 puntos básicos", aunque subraya que las decisiones durante el ciclo de bajadas de tipos dependerán de los datos y "es poco probable que el BCE se comprometa de antemano con una senda de tipos concreta".

"El mercado está valorando actualmente en torno a 85 puntos básicos los recortes de tipos para este año. En nuestra opinión, esta cifra parece razonable y no dista mucho de nuestra previsión de tres recortes este año", apunta.

De su lado, Thomas Hempell, responsable de macroeconomía y análisis de mercado de Generali AM, ve poco probable que en la reunión del BCE de esta semana se tomen decisiones políticas concretas, ya que el Consejo de Gobierno querrá esperar a tener más pruebas de que la desinflación sigue su curso.

Asimismo, opina que un recorte en junio de los tipos de interés en junio "dejaría al BCE pivotando por delante de la Fed, aunque sólo sea una semana", aunque el experto espera que la cantidad total de recortes de tipos en EE.UU. durante los próximos dos años supere la relajación del BCE.

En una línea parecida, Alexander Batten, gestor de fondos de Renta Fija de Columbia Threadneedle Investments, considera probable que la reunión del jueves "transcurra sin novedades", aparte de sentar las bases para la reunión de junio.

De la misma opinión es Cristina Gavín, jefa de renta fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, quien no espera novedades ni anuncios de calado este jueves y aguarda la primera bajada de los tipos en la reunión de junio, a la que seguirán "dos bajadas más de 25 puntos básicos que situarán el tipo de intervención para finales de año en el 3,75%, y la facilidad de depósito en el 3,25%".

Asimismo, Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard Asset Management, considera también poco probable que la reunión del BCE de esta semana "depare fuegos artificiales", aunque los inversores buscarán señales que confirmen las expectativas de una reducción de tipos en la reunión de junio.

"Los mercados indican que hay un 9% de probabilidades de que se reduzcan los tipos en esta reunión, frente a un 96% en la de junio", apunta 

#398

BCE cumple el guión y mantiene los tipos en el 4,5% por quinta reunión consecutiva

 
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener sin cambios los tipos de interés, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación seguirá en el 4,50%, mientras que la tasa de depósito permanecerá en el 4% y la de facilidad de préstamo en el 4,75%.

De esta forma, el instituto emisor deja los tipos intactos por quinta reunión consecutiva desde que pisase el freno en su cita de octubre, tras acometer diez subidas consecutivas del precio del dinero, que lo situaron en su nivel más alto en más de 20 años.

El BCE ha afirmado que los tipos de interés "se encuentran en niveles que están contribuyendo de forma significativa al proceso de desinflación en curso", si bien ha indicado que las presiones inflacionistas internas son "intensas" y mantienen los precios de los servicios "elevados".

"La inflación ha continuado descendiendo gracias a la bajada de los precios de los alimentos y de los bienes. La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente están disminuyendo, el crecimiento de los salarios se está moderando gradualmente y las empresas están absorbiendo parte del incremento de los costes laborales en sus beneficios", ha resumido el BCE.

El 'guardián del euro' había elevado los tipos en 450 puntos básicos durante el ciclo de subidas que dio comienzo en julio de 2022, si bien ahora los mercados apuestan porque el BCE rebaje la tasa de referencia en verano.

El BCE continuará aplicando "un enfoque dependiente de los datos" para determinar el nivel de restricción y duración apropiados de la política monetaria, si bien ha advertido de que las decisiones se adoptarán reunión a reunión, "sin comprometerse de antemano con una senda concreta de tipos".

En cualquier caso, el Consejo de Gobierno ha avanzado también que podría ser "apropiado" reducir el actual nivel de restricción si las perspectivas de inflación general y subyacente, así como la intensidad de la transmisión de la política monetaria, "refuerzan en mayor medida su confianza de que la inflación está convergiendo hacia el objetivo [del 2%] de forma sostenida".

En cuanto a los programas de compra de activos (APP) y el de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), el BCE ha indicado que el primero sigue reduciéndose a un ritmo "mesurado y predecible", dado que se ha dejado de reinvertir el principal de los valores que van venciendo.

En el caso del segundo, el Eurosistema seguirá reinvirtiendo íntegramente durante el primer semestre de 2024 el principal del montante adquirido que vaya venciendo. Ya en la segunda mitad del año, se reducirá la cartera del PEPP en 7.500 millones de euros mensuales en promedio para poner fin a las reinversiones a finales de 2024.


CONTEXTO MACRO ACTUAL

La decisión del BCE llega después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro fuera en marzo del 2,4%, dos décimas por debajo de la subida de precios registrada en el mes anterior. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó también dos décimas, hasta el 2,9%.

Además, Eurostat confirmó que el PIB de la eurozona esquivó la recesión tras registrar un estancamiento en el cuarto trimestre respecto de los tres meses anteriores, cuando se contrajo un 0,1%.

En el caso de las grandes economías de la UE, Alemania registró una contracción del 0,3% en el cuarto trimestre, después de estancarse entre julio y septiembre, mientras Francia apenas creció un 0,1%, tras la parálisis del tercer trimestre, e Italia mantuvo su expansión del 0,2%. De este modo, España, con una expansión del 0,6% desde el 0,4%, volvió a ser la gran economía con mejor evolución de los Veintisiete.

El comportamiento de la economía de la eurozona entre octubre y diciembre fue sensiblemente peor que el observado en Estados Unidos, donde el PIB aumentó un 0,8% trimestral, aunque fue más positivo que el desempeño del Reino Unido, que entró en recesión técnica tras ceder un 0,3% en el último trimestre de 2024 y dejarse un 0,1% durante el tercero 

#399

El mercado asume que el BCE se desmarcará de la Fed con un primer recorte de tipos en junio

 
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha comenzado a preparar el terreno de cara a una posible rebaja de los tipos de interés en la reunión del próximo mes de junio, independientemente de que el dato más reciente de inflación en Estados Unidos pueda frenar el impulso en el mismo sentido de Jerome Powell, su homólogo al frente de la Reserva Federal (Fed).

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, que mantuvo sin cambios los tipos de interés por quinta ocasión consecutiva, la francesa ha subrayado que si la evolución de los datos sigue reforzando la confianza del BCE, "sería apropiado reducir el nivel actual de restricción de la política monetaria".

Sin querer entrar en detalle, si bien ha reconocido que en la reunión de este jueves ya hubo "algunos miembros" con la confianza suficiente para mostrarse dispuestos a bajar tipos, Lagarde ha asegurado que el Consejo de Gobierno dispondrá en junio de "muchos más datos y mucha más información", además de contar también entonces con las nuevas proyecciones macroeconómicas, que incorporarán los datos más recientes.

Asimismo, después de conocerse ayer un dato de inflación de Estados Unidos en marzo más elevado de lo esperado y que podría demorar el comienzo de las bajadas de tipos de la Reserva Federal, Lagarde ha subrayado que el BCE es "dependiente de los datos, no dependiente de la Fed".

En este sentido, Raphael Thuin, jefe de estrategia de mercados de capitales en Tikehau Capital, considera que "la posibilidad de una reducción de la tasa en junio sigue intacta", a pesar de las robustas cifras de inflación en Estados Unidos, confirmando la tendencia emergente de que las políticas monetarias de los principales bancos centrales en 2024 podrían divergir.

De este modo, apunta que los inversores están ya considerando la probabilidad de una postura de política restrictiva prolongada en EE.UU., mientras que el BCE parece estar dispuesto a comenzar su giro debido a la debilidad relativa de la economía europea y la disminución de la inflación.

En esta línea, Alexander Batten, gestor de fondos de renta fija de Columbia Threadneedle Investments, apunta que las recientes sorpresas al alza de la inflación en EE.UU. habían puesto en duda que otros bancos centrales temieran iniciar sus procesos de relajación antes que la Fed, aunque destaca que "el BCE ha decidido claramente que fijará su política monetaria en función de las condiciones internas y no de consideraciones internacionales".

Asimismo, a pesar de que la presidenta Lagarde se ha esforzado en señalar que la senda de la política está condicionada por los datos que se reciban de aquí a junio, el experto considera que el primer recorte se producirá en junio y "el listón para que los datos lo desvíen es muy alto".

En este sentido, Konstantin Veit, gestor de cartera en PIMCO, también apuesta por una primera bajada de tipos en junio y afirma que "una vez que el BCE empiece a recortar los tipos, lo hará con cautela en los pasos convencionales de 25 puntos básicos" y anticipa hasta tres recortes del precio del dinero este año.

De una opinión parecida es Felix Feather, economista de abrdn, para quien, salvo sorpresas económicas importantes, el BCE está en camino de aplicar una rebaja en su próxima reunión de junio.

"No espere que se precipite a la hora de recortar los tipos de interés. A pesar de abrazar la idea de los recortes, los miembros de la institución también hicieron hincapié en la necesidad de mantener una política restrictiva durante algún tiempo, lo que impediría una serie de recortes muy bruscos", añade 

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Lagarde (BCE) mantendrá su hoja ruta de recortar tipos de interés a menos que un 'shock' altere los planes

 
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado este martes que la institución que dirige sigue manteniendo su hoja de ruta de recortar los tipos de interés a corto plazo a menos que se produzca algún tipo de perturbación de relevancia.

"Estamos observando un proceso desinflacionista que avanza según nuestras expectativas", ha manifestado Lagarde en declaraciones a la CNBC al margen de las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que han sido recogidas por Europa Press.

"Solo tenemos que crear un poco más de confianza en este proceso desinflacionista, pero si se mueve de acuerdo con nuestras expectativas, si no sufrimos un 'shock' importante, nos dirigimos hacia un momento en el que tenemos que moderar la política monetaria restrictiva [...] en un plazo razonablemente corto", ha expresado la exministra francesa Economía y Finanzas.

No obstante, Lagarde ha recordado que el BCE no se ha "precomprometido" con ninguna senda de tipos, por lo que bajar el precio del dinero en junio no implicará que vaya a seguir recortándose posteriormente.

"Hay una enorme incertidumbre ahí fuera. Tenemos que estar atentos a esos desarrollos, tenemos que mirar los datos, tenemos que sacar conclusiones de esos datos", ha elaborado.

Lagarde ha indicado que la reciente subida de los precios de las materias primas "tiene un impacto" sobre la inflación, por lo que el BCE estará "extremadamente atento" a su evolución. "Claramente sobre la energía y los alimentos tienen un impacto directo y rápido", ha especificado 

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