El preacuerdo comercial entre EEUU y Japón puede servir como modelo para las negociaciones con la UE y resolver el quebradero de cabeza de las últimas semanas. Según ha adelantado el Financial Times, los equipos negociadores europeos están acercándose a un pacto con la Casa Blanca que copiaría el que acaba de sellar Japón, imponiendo una 'tarifa plana' del 15% a la gran mayoría de productos, con exenciones a aviones o productos médicos.
Las fuentes del
FT y de
Bloomberg apuntan a que
el anuncio del acuerdo con Japón, del que no se tienen más detalles que los ofrecidos por el propio Donald Trump en uno de sus tuits, habría servido de modelo para reanimar las
El acuerdo que se negocia en este momento supondría mantener unos aranceles del 15% para las exportaciones europeas, unos niveles muy similares a los que se pagan actualmente. En este momento, los importadores estadounidenses que compran productos de la UE tienen que pagar una tasa del 10%, a la que tienen que sumar aranceles parciales y sectoriales que rondan el 5%. Una 'tarifa plana' del 15% sería poco menos que solidificar los niveles actuales y evitar el 30% con el que Trump ha amenazado a la UE.
La mayor ventaja, de todas formas, sería que ese 15% reemplazaría a todos los aranceles sectoriales. Eso supondría una rebaja de la tasa a los coches europeos, del 27,5% actual al 15%, así como al acero o al aluminio, que ahora pagan el 50%. A eso se sumarían excepciones a las bebidas espirituosas, las aeronaves o productos farmacéuticos y médicos.
Las automovilísticas estadounidenses ya han protestado contra la rebaja arancelaria a las importaciones japonesas, ya que
las firmas americanas tienen que pagar aranceles por el acero, el aluminio o las piezas que importan de México y Canadá, lo que
ha golpeado duramente los resultados de firmas como General Motors. Con el acuerdo anunciado hoy con Japón, sería casi más barato para los consumidores norteamericanos comprar coches importados, pagando la tasa del
15%, que comprar coches locales, cuyos precios también incluirán una larga lista de recargos por sus piezas. Para las firmas europeas, subirse al carro del 15% puede ser la mejor oferta disponible en este momento.
El anuncio
ha impulsado a Wall Street, que ve la 'luz al final del túnel' del caos y la incertidumbre comercial de Trump: los mercados prefieren saber que tendrán que enfrentarse a una subida de impuestos ya clara y el daño al consumo que eso produciría, que soportar los vaivenes constantes de los últimos meses. La pregunta clave es si esta será la última palabra del presidente, o si aún quedan más giros de guion en esta historia de nunca acabar.