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Crisis a la luz de nuestra realidad interior (II)

Muchas veces nos hablan de que no podemos cambiar el mundo.  A veces nos sentimos impotentes para cambiar el mundo por el simple hecho de que creemos que no tenemos acceso a la cabina de mandos del mundo.  ¿Y si te dijera que es diferente me creerías?

En mi post anterior Crisis a la luz de nuestra realidad interior hablaba de cómo nosotros determinamos nuestra realidad exterior a partir de nuestra realidad interior.  ¿No es acaso un desperdicio tener una realidad exterior mala porque no hemos manejado nuestra realidad interior que está bajo nuestro control?  Es que creemos que por el hecho de que nuestra realidad interior es subjetiva e invisible, entonces no existe.  Veamos ejemplos de cosas invisibles que no deberían existir entonces.

Cuando hablamos de futbol, vemos equipos malos y equipos buenos.  Hay un componente de técnica, otro de fuerza física y uno de actitud. 

  • Técnica: La técnica no se ve, porque si pones a los futbolistas en una cola, no puedes decir a simple vista quién tiene la mejor técnica.  Es en el campo de futbol donde en determinados momentos muestran su técnica.
  • Fuerza: La fuerza física es un poco más visible, porque verás músculos.  Sin embargo no es lo mismo fuerza para levantar pesas que fuerza para soportar una carrera de 500 metros en un drible a toda velocidad para entrar a la zona de la cancha del oponente.  Si miras a los futbolistas, todos parecen fuertes, y no es sino hasta que les pones a jugar que miras cómo se cansan luego de un partido de 90 minutos.
  • Actitud: Eso no se ve del todo.  Te das cuenta de la actitud cuando miras que teniendo determinado nivel de fuerza y técnica, el jugador se esfuerza por hacer el mejor uso de lo que tiene para bienestar del equipo, o para bienestar propio.

De esta forma, las cualidades más valiosas de un futbolista son cosas esencialmente invisibles.  La medición de su capacidad viene dada por estadísticas, lo cual implica que tienen que filmarle para estudiar sus movimientos, su actuar.  Pero sin actuar, realmente no puedes ver ninguna de las tres.

En mi post anterior Confundir la familiaridad con el riesgo hablaba de los aspectos subjetivos y objetivos en la percepción del riesgo.  Se puede observar que muchas veces la exposición a un riesgo conocido tiene que ver con un cambio de actitud, la familiaridad del peligro, a la hora de materializar un riesgo.  La percepción del riesgo, que es una cosa invisible, tiene más efecto sobre la realidad que el riesgo objetivo, porque eso invisible afecta la conducta, y la conducta es lo que materializa o no algo en la realidad.  Y sobre todo, se observa que al haber un tiempo entre la causa y el efecto, la gente deja de percibir la conexión.

Dicen unos que los OVNIs no existen.  Otros dicen que sí existen, e igual que los pitagóricos, se ponen a adorarlos y crean toda una mitología alrededor de ello.  Al igual que con los pitagóricos, toda esa mitología sobre los números nos distrae del hecho de que hay una realidad matemática mezclada con superstición.  Son dos posiciones radicales que impiden ver la realidad.  Yo ví un OVNI hace unos años (si no lo veo no lo creo), una cosa que desafía lo que conozco de aerodinámica, y puedo describir lo que ví, pero aparte de eso no puedo afirmar nada sobre ellos.  ¿Son reales los OVNIs?  Sí, yo lo vi junto con algunos vecinos que salimos a verlo en un día despejado y con un buen sol.  No era un globo aerostático porque tendría no hay globos de esos con 40 metros de largo.  No puedo negar lo que vi.  Sin embargo, tampoco puedo aceptar toda la mitología mediática alrededor de los OVNIs (porque como ya hemos visto en posts anteriores, los medios de comunicación no son de fiar), pues simplemente vi algo que desafiaba mi concepto de realidad.  ¿Existe una realidad más allá de lo que conozco?

Ahora bien, si existe una "realidad espiritual" (como la que describen los yogis del Tibet) asociada a una realidad interior, una realidad igual de invisible que las cualidades del futbolista, ¿no sería bueno tomar en cuenta sus posibles efectos?  La negación del poder de esa realidad interior es algo necesario para que te controlen.  Si no sabes que puedes, no lo vas a hacer.

¿Acaso es posible influenciar un evento en silencio con nuestros pensamientos?  En ese caso, tú serías tan poderoso como los amos del mundo.  Tus pensamientos podrían influir tanto como los pensamientos de un amo del mundo.  Y eso significa que si tu crees que no puedes hacerlo, entonces los amos del mundo serán más poderosos, por el simple hecho de que quisiste creer que no tenías esa capacidad, porque ellos te dijeron que no se podía, y que por ser invisible entonces no existe.  En ese caso, podríamos pensar que las radiaciones no existen, porque son invisibles.

En ese caso tu realidad interior podría ser más real que tu realidad exterior.  En ese caso, tendrías la libertad de moldear tu realidad interior y causar un impacto en la realidad exterior, invisible en su conexión, pero muy tangible en sus efectos, como el efecto de la actitud de un futbolista.

Cuando miras cosas como las que describen en La guerra de divisas (I): 280 buques de guerra custodian la globalización, según Financial Times, podrías pensar que no tienes vela en ese entierro, que no puedes hacer nada.  Pero ¿y si pudieras influenciar con tus pensamientos?  ¿valdría la pena intentarlo aunque no puedas ver los efectos en las noticias que filtran y censuran todo lo que no le conviene a los amos del mundo?

Cuando miras la crisis, es posible rastrear los efectos hasta sus causas, hasta unas creencias y valores determinados en las personas que empujaron lo sucedido.  Picardía y corrupción son dos términos, unos para hablar de "nosotros" y otro para hablar de "ellos", pero al final como valores y creencias terminan siendo igual.  Si cada español va por su propio beneficio, al final los políticos harán lo mismo.  Quizás el truco de una rebelión no sea un alzamiento en la realidad exterior, sino rebelarnos contra nosotros mismos, contra nuestros antivalores en nuestra realidad interior, y empujar unos valores distintos, mejores, pues de lo contrario seremos iguales a ellos, y nos convertimos en todo aquello contra lo cual luchamos.

Decía Savater que los ciudadanos detestan sobremanera a sus políticos precisamente porque se les asemejan: quizás no nos gustan porque nos reflejan lo que somos, nos evidencian de lo que estamos hechos. - El ciudadano virtuoso

Imagina por un momento que todos fueran igual que tú, que todos pensaran igual que tú, y todos cambiaran igual que tú.  ¿Acaso no habría un cambio en la realidad?  Por supuesto, porque sin personas, lo que queda es hardware.  Y el hardware no es algo que valga la pena gobernar, ni es la causa de los eventos del mundo.  La actividad de las personas está determinada por su realidad interior.  Y cuando crees que se puede hacer un mundo mejor, la realidad parece conspirar, luego de un tiempo de creer firmemente en ello, para que sea como tu empujaste en tu realidad interior.

Gobernarme yo mismo es más difícil que gobernar a otros.  Y es allí donde puede estar el secreto de la iluminación que tanto predican las religiones.  Todo se refiere a lo invisible dentro de cada uno de nosotros, y a la virtud que surge de gobernar nuestra realidad interior.

Jesús le dice a Pilatos:

  • Mi reino no es de este mundo: si de este mundo fuera mi reino, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado á los Judíos: ahora, pues, mi reino no es de aquí.

Buda dijo:

  • Es mejor conquistarte a tí mismo que ganar mil batallas.  Entonces la victoria será tuya.  No te la podrán quitar, ni ángeles ni demonios, cielo o infierno. 
  • No hay nada más desobediente que una mente indisciplinada, y no hay nada más obediente que una mente disciplinada.
  • Las palabras tienen la capacidad de destruir y curar.  Cuando las palabras son verdaderas y amables, pueden cambiar el mundo.

Confucio dijo:

  • La vida es realmente simple, pero insistimos en hacerla complicada.
  • En un país bien gobernado, la pobreza es algo que da vergüenza.  En un país mal gobernado, la riqueza es algo que da vergüenza.
  • El hombre superior entiende lo que está bien; el inferior entiende acerca de qué vender.
  • Sabiduría, compasión, valor son las tres cualidades morales universalmente reconocidas del hombre.
  • La fortaleza de una nación deriva de la integridad del hogar.
  • Hay tres métodos para ganar sabiduría.  El primero es la reflexión, que es la más alta.  La segunda es la limitación que es la más fácil.  la tercera es la experiencia, que es la más amarga.

Cabe señalar que gobernarme yo no quiere decir necesariamente reprimirse, negar emociones y sentimientos.  A veces implica más bien atravesar y vivir las emociones que sentimos, para aprender sobre nosotros en la tormenta.  A los hombres no nos enseñan a manejar emociones, y por eso aunque nos creemos muy racionales, al exponernos, nos volvemos los seres más irracionales sobre el planeta.  Pero ese es un tema aparte que podría tocar en otro post.

Eso sí, una de las reglas de la vida es que todo se devuelve, así que si pensaste que eras amo del mundo, en realidad tienes un poder prestado, sobre el cual debes hacer un buen uso, no para autocomplacencia, sino para mejorar el mundo.  En mis posts pasados ya he hablado acerca de cómo es que todo se devuelve en la vida, de modo que en esta vida nadie muere tramposo.  Si la gente comprendiera esta regla de la vida, la gente sería buena y haría el bien, si no por convicción, al menos por conveniencia.

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  1. #6
    07/09/12 20:49

    ¿todo se devuelve?, preguntárselo a ese cabrón que con 97 años y nazi detuvieron hace poco en Hungria creo acusado de ordenar la muerte de mas de 15000 personas, si, finalmente le han detenido pero fijate los años que ha estado libre. Otros con muchos menos años son hombres buenos (mi padre) y se los lleva la enfermedad mucho mas jovenes ¿dónde esta el pago?. El que es ladrón pero inteligente siempre saldrá adelante aun a pesar de haber pasado por la carcel y cumplido su pena (preguntarselo a Mario Conde)y la vuelven a liar. El poder da dinero y el dinero gusta a la gente y la gente es feliz con dinero y con dinero hacen el bien y el mal y solo lo pagan cuando se mueren. Los pobres de espiritu y de dinero podrán ser mucho más felices con mucho menos pero se mueren cuando les toca, así que ni unos pagan por hacer el mal y ni otros cobran por hacer el bien.

    Te rogaría que me indicaras el enlace del post que hiciste a cuenta de que nadie muere tramposo, me gustaría ver tu razonamiento y me haces reflexionar.

    Un saludo

  2. en respuesta a jesúsn
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    #5
    04/09/12 23:47

    El individualismo es jugar futbol, pensando que jugando contra tu propio equipo, vas a ganar el partido.

  3. en respuesta a Javier 13
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    #4
    04/09/12 22:58

    Cuando abres una puerta en tu casa, estás cambiando el mundo. La diferencia entre eso y concretar un gran proyecto es la ubicación de la puerta. ¡Sigue adelante cambiando el mundo!

  4. en respuesta a jesúsn
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    #3
    04/09/12 22:55

    Yo entendí que tú si sentías que se podía hacer algo, pero al leer el escrito, al lector común podría parecerle que no había nada que hacer.

    El individualismo es jugar futbol sin colaborar con los otros miembros del equipo, pensando que le va mejor si juega sólo a que si juega en equipo. El individualismo es una cosa absurda. Es cierto que uno debe ser uno mismo, pero eso no implica invadir el espacio ajeno, algo que los individualistas no han entendido.

  5. #2
    jesúsn
    04/09/12 20:51

    Querido Comstar, ni mucho menos escribí eso para fomentar el pensamiento de que no hay nada que hacer. Creo que es una crítica a partir de la cual se pueden ir entresacando elementos para la acción. Me parece bastante relevante que Bauman escribió su libro sobre la globalización en 1996, antes de la crisis asiática y por supuesto antes que esta. Creo en la acción, individual y social, de forma individual y a través de instituciones, la más evidente de todas el gobierno, pero hay más: sindicatos, asociaciones de consumo, ONGs, organismos del estado distintos del gobierno, empresas, etc.

    No creo en el individualismo puro y duro, es una trampa en la que empezamos a caer en los 70. Si Hayek decía en los cuarenta que el "camino olvidado" era el liberalismo clásico, hoy habría que decir con Bauman que "las raíces de nuestros males son sociales, y solo socialmente podrán arrancarse"

  6. #1
    04/09/12 19:56

    Tienes que luchar, exigir lo tuyo, intentar que el del banco, hacienda, el estado la empresa donde trabaja, etcc etcc... no te engañe y si te engaña que tu lo sepas, para poder si decides si actuar o cuando actuar, si todo tuvieramos cuidado, lo tendrian mas dificil de engañarnos e exigirle a lo que mandan que hagan cumplir la ley.

    Yo no puedo cambiar el mundo, pero si un poco de mi alrededor y con ellos las personas que me rodean, si ellos hacen eso cuando nos dmos cuenta hemos cambiado algo que no parecia imposible, ejemplo a mi un compañero me explico cosas de lenguaje que yo no pillaba al final lo caze, el cambio con su esfuerzo su alrededor, pues yo actue de forma diferente a lo hora de hacer esos temas, da igual lo que digan y/ó te digan tu trabajando a tu ritmo llegaras al objetivo, una vez conseguido habras cambiado tu alrededor y a continuar cambiando lo que puedes.


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