Si tienes 35 años o menos y estás pensando en contratar una hipoteca, puede que te interese conocer las ventajas de las hipotecas para jóvenes. Se trata de hipotecas pensadas exclusivamente para los jóvenes.
Actualmente, el acceso a la vivienda representa uno de los mayores retos para los jóvenes, debido a las dificultades financieras y las barreras en la obtención de préstamos hipotecarios. Con el objetivo de ofrecer un mayor apoyo a este colectivo, las entidades financieras han desarrollado las hipotecas para jóvenes, que ofrecen condiciones especialmente adaptadas para facilitar la compra de la primera vivienda. A continuación, te mostramos qué son estas hipotecas, sus principales ventajas y cómo aprovecharlas para lograr tu objetivo de ser propietario antes de los 35 años.
¿Qué es la hipoteca joven?
La hipoteca joven es un tipo de préstamo hipotecario orientado a personas de entre 18 y 35 años, que facilita la adquisición de la primera vivienda gracias a condiciones más favorables frente a las hipotecas tradicionales. Su principal objetivo es apoyar a uno de los colectivos más afectados por el difícil acceso a la vivienda, ofreciendo mayor flexibilidad y ventajas financieras específicas.
Ventajas de la hipoteca joven
Apostar por la hipoteca para jóvenes supone acceder a una serie de beneficios adaptados a la realidad financiera de los menores de 35 años. Entre las principales ventajas destacan:
Interés más bajo: Habitualmente, el tipo de interés es más competitivo que en otros productos hipotecarios, aplicando un diferencial reducido sobre el Euríbor durante los primeros años. Esto se traduce en cuotas mensuales más accesibles. Sin embargo, en muchas entidades, estos intereses más bajos se mantienen hasta que el beneficiario cumple los 35 años.
Plazo de devolución flexible: Los jóvenes pueden solicitar plazos de amortización amplios, generalmente hasta 30 o 40 años, permitiendo abonar cuotas más reducidas cada mes. En algunos casos, para plazos superiores a 30 años, suele exigirse hipoteca variable.
Menos vinculación a productos adicionales: A diferencia de otros préstamos, las hipotecas jóvenes suelen tener menos exigencias de vinculación a otros productos bancarios como seguros de hogar, seguros de vida o planes de pensiones.
Facilidades fiscales: Varias comunidades autónomas ofrecen ventajas fiscales para menores de 35 años, como reducciones en el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP), que pueden suponer un ahorro relevante en la compra de vivienda de segunda mano.
Comisiones y gastos reducidos: Es habitual encontrar bonificaciones como la ausencia de comisiones de apertura, amortización anticipada o subrogación del préstamo.
¿Cómo conseguir una hipoteca joven?: requisitos y consejos
Acceder a una hipoteca joven implica cumplir ciertos requisitos específicos que pueden variar según la entidad financiera:
Edad límite de 35 años: Es el criterio inicial para acceder a la mayoría de ofertas.
Demostrar capacidad de pago: Ingresos estables, buen historial crediticio y, en el caso de autónomos, un historial profesional sólido y justificantes fiscales actualizados.
Aportar ahorros previos: Aunque la financiación puede llegar al 95%, es recomendable contar con al menos el 10-20% del valor del inmueble para imprevistos y gastos asociados a la compraventa.
Valor de tasación y precio de compraventa: La financiación máxima suele calcularse sobre el menor de estos valores.
Solicitar ayudas y avales oficiales: Programas como los avales ICO o ayudas de la comunidad autónoma pueden mejorar significativamente las condiciones del préstamo.
Mejores hipotecas para jóvenes
Hipoteca Joven Kutxabank
Euribor + 0.64 %
TIN bonificado:
1.45 %
TAE bonificado:
1.78 %
*
3 productos bonificables:
Domiciliación de nómina, Plan de pensiones y Seguro de hogar
Financiación máxima:
80%
¿Qué ayudas y bonificaciones fiscales existen para los jóvenes?
Avales públicos (ICO): Facilitan el acceso a la financiación sin necesidad de un aval familiar, llegando a cubrir hasta el 95% del valor de la vivienda.
Reducido ITP: En algunas comunidades, los menores de 35 años pueden acceder a tipos bonificados en el ITP, obteniendo ahorros del 3,5% frente al tipo general del 7-10%.
Bonificaciones autonómicas y municipales: Existen planes y ayudas específicas según la región de residencia que pueden complementar las condiciones de la hipoteca.
¿Qué considerar antes de solicitar una hipoteca joven?
Estabilidad laboral: Valorar la volatilidad laboral y la capacidad futura de pago es indispensable para evitar compromisos insostenibles a largo plazo.
Comparativa de ofertas: Es recomendable comparar entre distintas entidades y simular cuotas y gastos totales, incluyendo comisiones y seguros opcionales.
Asesoramiento gratuito: Plataformas de comparación y asesores hipotecarios pueden ayudar a encontrar la mejor opción adaptada a tu perfil y necesidades personales.
Preguntas frecuentes sobre las hipotecas para jóvenes
Una hipoteca joven es un préstamo hipotecario diseñado para personas de entre 18 y 35 años (a veces hasta 36 o 40, según la entidad) que facilita la compra de la primera vivienda con condiciones adaptadas a las circunstancias económicas de los jóvenes. Los requisitos habituales incluyen:
Ser menor de 35 años al solicitar la hipoteca.
Adquirir la vivienda habitual.
Disponer de un contrato de trabajo o ingresos regulares.
Aportar la documentación financiera solicitada por el banco.
Muchas hipotecas jóvenes permiten financiar entre el 90% y el 95% del valor de tasación o compraventa de la vivienda, e incluso existen casos donde, mediante avales públicos o privados, se puede alcanzar hasta el 100% de financiación.
Sí, los autónomos también pueden acceder a una hipoteca joven, aunque deben acreditar estabilidad de ingresos y capacidad de pago mediante la presentación de declaraciones fiscales, historial laboral y documentación adicional que certifique la viabilidad de su negocio.
Las hipotecas jóvenes suelen ofrecer tipos de interés más bajos y diferenciales reducidos respecto al euríbor, sobre todo durante los primeros años del préstamo. Muchos bancos ofrecen tanto hipoteca fija como variable, adaptadas al perfil del solicitante.
La edad máxima para solicitar suele ser 35 años, aunque algunos bancos y programas autonómicos la amplían hasta 36, 40 años o permiten solicitarla hasta cumplir dicha edad.
Generalmente, se requiere DNI o NIE, justificantes de ingresos (nóminas o declaración de renta), vida laboral, historial crediticio y, en el caso de autónomos, documentación fiscal adicional y extractos financieros recientes.