Ivy Portfolio: ¿qué es y cómo replicarlo desde Europa?
Ivy Portfolio: ¿qué es y cómo replicarlo desde Europa?
¿Y si pudieras invertir como Harvard o Yale sin tener millones? El Ivy Portfolio es la estrategia que usan las universidades más rentables del mundo para hacer crecer su patrimonio con disciplina, diversificación y control del riesgo. Descubre cómo aplicarla tú también.
¿Te gustaría invertir como las universidades más prestigiosas del mundo? El Ivy Portfolio es una estrategia que nació en los campus de Harvard y Yale, donde durante décadas han gestionado miles de millones de dólares con un enfoque muy diferente al del típico inversor particular. En lugar de perseguir modas o intentar adivinar el próximo movimiento del mercado, estos fondos universitarios se centran en algo mucho más sólido: diversificar en activos descorrelacionados, mantener una visión a largo plazo y aplicar disciplina incluso cuando el mercado se pone nervioso.
¿Qué es el Ivy Portfolio?
Lo más interesante es que tú también puedes replicar esa misma filosofía, sin necesidad de tener el patrimonio de Harvard. Gracias a los ETFs y las plataformas actuales, el modelo que utilizan estas universidades se puede adaptar fácilmente a cualquier inversor individual. En este artículo vas a descubrir en qué consiste el Ivy Portfolio, cómo funciona paso a paso, qué rentabilidad ha ofrecido históricamente y cómo puedes aplicarlo tú mismo desde Europa.
¿Qué es el Ivy Portfolio y de dónde surge?
El Ivy Portfolio es un sistema de inversión inspirado en los endowments de Harvard y Yale, dos de las universidades más prestigiosas de la Ivy League, ese grupo de ocho instituciones de élite del noreste de Estados Unidos famoso no solo por su excelencia académica, sino también por sus muros cubiertos de hiedra (“Ivy” en inglés) y, sobre todo, por la gestión profesional de sus enormes patrimonios.
Estos fondos universitarios, que superan los cientos de miles de millones de dólares, se han convertido en auténticos referentes dentro del mundo de la inversión institucional. Su éxito no se debe a apuestas arriesgadas ni a movimientos especulativos, sino a una estrategia estructurada, diversificada y paciente, que combina activos de todo tipo: renta variable, bonos, materias primas, inmobiliario e incluso capital riesgo. El modelo del Ivy Portfolio toma esa misma filosofía y la traduce a una versión accesible para el inversor particular, permitiéndote invertir con la misma lógica que las universidades más rentables del mundo.
Así pues, este modelo fue popularizado por Mebane Faber en su libro The Ivy Portfolio, donde explica cómo los fondos universitarios lograron rentabilidades anuales superiores al 15% entre 1985 y 2008 gracias a una combinación muy concreta: diversificación extrema + visión de largo plazo + control del riesgo. The Ivy Portfolio de Mebane T. Faber
Harvard y Yale no buscaban predecir el mercado, sino estar expuestas a muchos activos no correlacionados: acciones, bonos, inmobiliario, materias primas, capital riesgo, etc. Así, mientras un sector caía, otro compensaba la pérdida. Esa es la esencia del modelo.
¿Cómo funciona el sistema Ivy?
El Ivy Portfolio combina dos pilares fundamentales: diversificación global y gestión sistemática del riesgo. Su propósito no es batir al mercado todos los años, sino construir una cartera que resista cualquier entorno económico (inflación, recesión o crecimiento sostenido).
La idea central es repartir tu inversión entre distintas clases de activos (acciones, bonos, materias primas, inmobiliario…) que no se muevan al mismo ritmo ni en la misma dirección. Así, cuando un sector o mercado sufre, otro puede estar subiendo, equilibrando el conjunto. Este enfoque permite suavizar la volatilidad y mantener una evolución del patrimonio más estable a lo largo del tiempo.
Pero, lo que hace al Ivy Portfolio especialmente interesante es su sistema de control basado en medias móviles. Concretamente, se utiliza la media móvil de 10 meses como filtro para decidir si mantener o vender cada activo. El funcionamiento es simple:
Sistema de control del Ivy Portfolio
Si un activo cierra el mes por encima de su media móvil de 10 meses, lo mantienes en cartera.
Si cierra por debajo, lo vendes y pasas esa parte a efectivo.
Cuando el precio vuelve a superar la media, recompras la posición.
Este proceso se revisa una vez al mes y evita decisiones impulsivas. En la práctica, actúa como un sistema de defensa automática: te saca del mercado cuando las tendencias se vuelven negativas y te vuelve a incorporar cuando el riesgo disminuye. No es infalible (a veces genera falsas señales, los llamados whipsaws), pero históricamente ha ayudado a reducir las pérdidas en mercados bajistas y a mantenerte dentro durante las grandes tendencias alcistas.
¿Cuál es la composición del Ivy Portfolio?
Una de las razones por las que el Ivy Portfolio ha ganado tanta popularidad es su claridad en la distribución de activos. Mebane Faber diseñó esta cartera inspirándose en cómo las universidades de la Ivy League estructuran sus inversiones institucionales: diversificando en distintos tipos de activos para obtener rendimientos estables y sostenibles a largo plazo.
La lógica detrás de esta composición es sencilla: no hay un activo que gane siempre. En algunos años las acciones lo hacen muy bien, en otros los bonos o las materias primas se llevan el protagonismo. Al combinar activos que no se comportan igual ante distintos escenarios económicos, el Ivy Portfolio consigue equilibrar el riesgo y reducir las caídas cuando el mercado se pone en contra.
El modelo base se compone de cinco grandes bloques de inversión, cada uno representando una parte esencial del mercado global:
Bloques de inversión del Ivy Portfolio
Acciones norteamericanas: capturan el crecimiento de la mayor economía del mundo.
Acciones internacionales (excluyendo EE. UU.): aportan diversificación geográfica y exposición a otras regiones.
Materias primas: actúan como protección frente a la inflación y diversificación frente a activos financieros.
Bonos del gobierno: añaden estabilidad y rentas periódicas.
Inversiones inmobiliarias (REITs): ofrecen exposición al mercado inmobiliario sin necesidad de comprar propiedades físicas.
El peso de cada bloque suele ser similar o equilibrado, de modo que ninguna parte domine al resto. Este reparto equitativo es lo que permite al modelo mantener un comportamiento predecible, controlado y resistente a los ciclos económicos. Ejemplo de reparto del peso de los distintos activos del Ivy Portfolio
¿Cómo puedo construir un Ivy Portfolio desde Europa?
La versión más sencilla del Ivy Portfolio es la cartera de 5 activos, que busca mantener el equilibrio entre crecimiento y estabilidad sin complicaciones. Cada activo representa un 20% del total y cubre un área diferente del mercado global, permitiendo que incluso con una estructura básica ya tengas una diversificación real a nivel mundial.
De esta forma, la cartera propuesta por Mebane Faber podrías replicarla a través de ETFs UCITS desde Europa para alcanzar los objetivos que ésta tiene. Así que, te quedaría de la siguiente manera, empezando por las acciones estadounidenses:
Acciones estadounidenses
Esta parte del Ivy Portfolio representa el 20 % de tu cartera y corresponde a la renta variable estadounidense, el motor de crecimiento del modelo. Invertir en acciones de EE. UU. te permite participar en el mercado más potente y líquido del mundo, donde se concentran muchas de las empresas que lideran la economía global, marcando el rumbo de la innovación, la tecnología y el consumo a escala planetaria. En lugar de seleccionar acciones individuales —como Apple, Microsoft o Amazon—, lo más eficiente es hacerlo a través de un ETF indexado que replique el comportamiento del mercado norteamericano en su conjunto. Así obtienes diversificación inmediata, bajos costes y una gestión completamente pasiva, ideal para mantener una exposición constante al crecimiento sostenido de la economía estadounidense.
En este caso, puedes usar el iShares Core S&P 500 UCITS ETF (SXR8), un ETF domiciliado en Irlanda, de tipo UCITS, que replica el índice S&P 500 (las 500 mayores empresas estadounidenses). Así pues, este producto destaca por su réplica física completa, liquidez elevada y una comisión (“TER”) muy ajustada.
Esta parte del Ivy Portfolio representa otro 20 % de tu cartera y cumple una función esencial: diversificar geográficamente tu inversión más allá de Estados Unidos. Al incorporar acciones internacionales, accedes a las principales economías desarrolladas del mundo —como Europa, Japón, Reino Unido, Canadá o Australia—, reduciendo la dependencia de la bolsa estadounidense y equilibrando el riesgo global de la cartera. En lugar de seleccionar acciones de cada país, lo más eficiente es hacerlo mediante un ETF global ex-USA, que agrupe a miles de compañías de diferentes regiones y sectores. Así consigues una exposición internacional amplia, con una gestión pasiva y costes reducidos, ideal para complementar tu posición en EEUU y capturar el crecimiento de otras potencias económicas.
En este caso, puedes destinar esta parte de tu cartera al iShares Core MSCI World UCITS ETF EUR Hedged (IWLE), un ETF UCITS domiciliado en Irlanda que replica el índice MSCI World, compuesto por más de 1.500 empresas de gran y mediana capitalización en 23 países desarrollados. Además, al estar cubierto frente al euro (hedged), elimina el impacto de las fluctuaciones del dólar sobre tu rentabilidad, algo especialmente útil si inviertes desde Europa.
Características del ETF
Detalles
🏷️ Nombre del fondo
iShares Core MSCI World UCITS ETF EUR Hedged (IWLE)
Cotización del iShares Core MSCI World UCITS ETF EUR Hedged (IWLE) | Fuente: Freedom24
Bonos del gobierno estadounidense
Esta parte del Ivy Portfolio representa otro 20 % de tu cartera y cumple una función clave: proteger y estabilizar el rendimiento general frente a la volatilidad de los mercados de renta variable. Los bonos del Tesoro de Estados Unidos se consideran uno de los activos más seguros del mundo, ya que cuentan con el respaldo directo del Gobierno estadounidense. Incluirlos en tu cartera te permite suavizar las caídas en épocas de incertidumbre, mantener una fuente de rentabilidad constante y reducir la exposición global al riesgo. En fases de corrección bursátil, los bonos suelen actuar como un contrapeso natural, preservando el valor del capital.
Para esta parte de la cartera, puedes usar el iShares USD Treasury Bond 7-10yr UCITS ETF (Acc), un fondo UCITS domiciliado en Irlanda que replica el rendimiento del Bloomberg US Treasury 7-10 Year Index, compuesto por bonos del Tesoro estadounidense con vencimientos entre 7 y 10 años. Esta duración intermedia permite equilibrar rentabilidad y riesgo: ofrece un rendimiento atractivo sin la volatilidad de los bonos de mayor duración. Al ser de acumulación, reinvierte los cupones automáticamente, potenciando el crecimiento del capital a largo plazo.
Y, de esta forma, la cotización de este ETF queda de la siguiente manera:
Cotización del iShares USD Treasury Bond 7-10yr UCITS ETF (Acc) | Fuente: Freedom24
Materias primas e inversiones inmobiliarias
Ahora que has visto los tres primeros activos replicables del Ivy Portfolio, a continuación te dejo una tabla con los otros dos restantes (las materias primas y las inversiones mobiliarias) y sus respectivos ETFs UCITS y peso:
¿Cuál ha sido la rentabilidad del Ivy Portfolio en los últimos años?
Aunque el Ivy Portfolio nació como una forma de replicar el éxito de los endowments de Harvard y Yale, su rendimiento también ha sido contrastado en las últimas décadas con datos reales y backtests. En líneas generales, este modelo ha conseguido ofrecer rentabilidades medias anuales del 7–9%, con una volatilidad mucho menor que la de una cartera compuesta únicamente por acciones.
Rentabilidad anualizada del Ivy Portfolio | Fuente: astralisfundsacademy.com
En los años de fuertes subidas bursátiles, el Ivy Portfolio puede quedarse algo por detrás del S&P 500, ya que parte del capital está invertido en bonos o materias primas. Sin embargo, en entornos complicados —como la crisis de 2008 o la corrección de 2022— suele comportarse mucho mejor, limitando las pérdidas gracias a su amplia diversificación y al uso de la media móvil de 10 meses, que reduce la exposición cuando los precios caen por debajo de su tendencia.
Comparativa: Ivy Portfolio vs. Permanent Portfolio vs. Golden Butterfly
A la hora de diseñar una estrategia diversificada, el Ivy Portfolio suele compararse con otros modelos de inversión equilibrada, como el Permanent Portfolio (de Harry Browne) o la Golden Butterfly. Aunque los tres comparten la idea de proteger el capital a largo plazo, presentan diferencias claras en estructura y objetivos:
Estrategia
Filosofía
Activos clave
Riesgo
Rentabilidad esperada
Ideal para…
Ivy Portfolio
Diversificación global + media móvil de 10 meses
Acciones, bonos, REITs, materias primas
Medio
7 – 9 %
Inversores globales que buscan control del riesgo y equilibrio dinámico
Permanent Portfolio
Resistencia ante cualquier entorno económico
Acciones, bonos largos, oro, efectivo
Bajo
5 – 7 %
Inversores conservadores que priorizan estabilidad absoluta
Golden Butterfly
Versión moderna del Permanent, con sesgo a small caps y oro
Acciones value, small caps, bonos, oro, efectivo
Medio-bajo
6 – 8 %
Inversores que quieren estabilidad, pero sin renunciar a algo más de crecimiento
Por lo tanto, mientras que el Permanent Portfolio busca estabilidad total, el Ivy Portfolio introduce una gestión más dinámica gracias a la regla de la media móvil, lo que le permite adaptarse mejor a los ciclos del mercado. Por su parte, la Golden Butterfly ofrece una solución intermedia: mantiene un perfil defensivo, pero con un toque más ofensivo gracias a su componente en acciones de pequeña capitalización y oro.
¿Merece la pena el Ivy Portfolio? | Pros & Cons
El Ivy Portfolio ha demostrado ser una estrategia robusta, sencilla y con resultados consistentes en el tiempo. Su mayor virtud es que no depende de acertar el momento del mercado, sino de mantener una estructura lógica y diversificada que se ajusta automáticamente a las tendencias.
Pros
✅ Diversificación real entre distintas clases de activos y regiones.
✅ Protección frente a mercados bajistas mediante la media móvil.
✅ Menor volatilidad que las carteras centradas en renta variable.
✅ Estrategia sistemática y fácil de implementar con ETFs UCITS.
✅ Control emocional: elimina la necesidad de predecir el mercado.
Contras
❌ No vende en máximos ni compra en mínimos: la media móvil introduce cierto retraso.
❌ Puede generar señales falsas (whipsaws) en mercados laterales.
❌ Requiere disciplina para revisar mensualmente las posiciones.
❌ En fases de fuertes subidas bursátiles, rinde menos que una cartera 100 % acciones.
En resumen, si buscas una estrategia que combine crecimiento, control del riesgo y simplicidad, el Ivy Portfolio sí merece la pena. No te hará millonario de la noche a la mañana, pero te permitirá dormir tranquilo sabiendo que tu cartera está equilibrada frente a distintos escenarios económicos.
Preguntas frecuentes (FAQs) sobre el Ivy Portfolio
¿Es una estrategia activa o pasiva?
Es una mezcla de ambas: la composición es pasiva (mediante ETFs), pero la gestión mediante la media móvil requiere revisiones periódicas, normalmente una vez al mes.
¿Cuánto tiempo conviene mantener esta estrategia?
El Ivy Portfolio está pensado para el largo plazo, idealmente más de 5 años, ya que su fortaleza se demuestra al atravesar distintos ciclos de mercado.
¿Con cuánto dinero puedo empezar?
No necesitas grandes cantidades: puedes construir tu cartera Ivy con unos pocos cientos de euros utilizando plataformas que permiten invertir en fracciones de ETFs.
¿Para qué tipo de inversor es recomendable?
El Ivy Portfolio es ideal para quienes buscan una estrategia equilibrada, diversificada y con bajo mantenimiento, pero que a la vez no renuncian al crecimiento a largo plazo.
¿El Ivy Portfolio incluye inversión en emergentes?
De forma indirecta, sí. Aunque la versión clásica se centra en economías desarrolladas, puedes adaptar el modelo incorporando un ETF de acciones emergentes (como Asia o Latinoamérica) dentro del bloque de renta variable internacional. Esto permite aumentar la diversificación y aprovechar el potencial de crecimiento de los mercados en desarrollo, aunque también añade algo más de volatilidad al conjunto de la cartera.