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Describe con pelos y señales lo que llevamos meses diciendo.
No se comprende a qué esperan algunos para caer del guindo:
Un informe interno elaborado por los miembros de la dirección corporativa de Afinsa, José Fernando Galindo del Río y Francisco Jiménez Marañón, advirtió, en febrero de 2002, de la situación "grave" en que estaban las cuentas de la sociedad filatélica y propuso cambiar a los ejecutivos ahora imputados.
Así lo ha desvelado la Fiscalía Anticorrupción, según fuentes jurídicas, durante la declaración como imputado del economista Francisco Jiménez Marañón ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que investiga la presunta estafa filatélica de Afinsa con un agujero patrimonial estimado en 1.843 millones de euros.
Según estos documentos incautados durante el registro a la sede de Afinsa en la madrileña calle de Génova, se preveía un incremento del coste de ventas adicionales de 11 millones de euros y una dotación de provisiones no consideradas de 100 millones de euros, con lo que el beneficio negativo de la compañía sería de 113 millones de euros.
Sin embargo, según los datos oficiales aportados al registro mercantil, entre 2002 y 2004, la compañía tuvo un importante crecimiento, pues más que duplicó su facturación y triplicó sus beneficios, a pesar de que reconocía que tenía una inspección fiscal abierta por el periodo impositivo 1998-2002.
Precisamente hoy, Jiménez Marañón reconoció que este "análisis de reposicionamiento" no gustó ni al ex presidente de la compañía, Juan Antonio Cano Cuevas, ni al consejero-delegado de Afinsa, Vicente Martín Peña, por las causas que sugerían que "la realidad 'oficial' era diferente de la realidad empresarial"
De hecho, ante el juez afirmó que, tres meses después de presentado el escrito, tanto Galindo del Río como él dejaron de pertenecer a Afinsa Bienes Tangibles para trabajar en Auctentia, dedicada, entre otras labores, al suministro de sellos a través de Central de Compras (CdC).
En el análisis referido por el fiscal, ambos directivos explicaban que "la situación de partida (rentabilidad y solvencia) de Afinsa es de extrema gravedad" y sólo era soportada "por una necesidad creciente de flujos de tesorería que, además agrandan el problema", lo que confirmaría los cargos de Anticorrupción sobre una estafa piramidal.
Respecto a la insolvencia punible de la que acusa Anticorrupción, este informe hablaba de que "es sencillo detectar que la verdadera situación de insolvencia no puede deducirse de sus libros" y llega a hablar de 452 millones de euros de "desfase patrimonial".
También, entre los condicionantes, el informe advertía de que el caso juzgado como estafa de Bafinsa (Banco Filatélico Español) podía repetirse con "Arte y Naturaleza", también actualmente en situación de insolvencia, y que existían riesgos de "reputación" respecto a Fórum Filatélico, al que han adjudicado un agujero patrimonial de 2.843 millones de euros.
En su declaración, Jiménez Marañón dijo que Central de Compras (empresa dependiente de Auctentia y ligada a Afinsa) se convirtió en 2005 en proveedor único de la sociedad filatélica, "para manipular y hacer el tratamiento de los sellos", además de "abaratar costes".
CdC "no era rentable en términos empresariales, pero contablemente sí", agregó el economista, quien reconoció haber negociado los "picos de tesorería" de Afinsa con entidades como Goldman Sachs, Banif, UBS y el Banco Santander.
También el Banco Santander y Caja Madrid, entre otras entidades, fueron contactadas por Afinsa, según el director de comercial Fernando Burdiel, para "dar más salida" a los productos filatélicos que se vendían a través de la red de la sociedad filatélica.