Gracias a Jolás por el elogio; de todas formas comentarte que contestar lo que uno sabe no es algo difícil y lo que uno sabe se lo debe a varias realidades: a toda la gente que me ha enseñado en clase, con sus artículos, en libros o con sus experiencias (muchas de ellas negativas). También se lo debo a quienes fomentaron en mí el amor por el estudio y por dedicarle cada día tiempo a aprender cómo ser alguien que aporte valor a los demás. Eso, a mí, me motiva.
Tal cual comentas en todos lados cuecen habas y es demasiado fácil encontrar gente que está en un empleo o en un negocio por la pasta pura y dura que saca a fin de mes. A esa gente lo que hace se la suda y... se nota. Yo creo que tiene que ser un auténtico asco dedicar toda tu vida laboral a algo que no te gusta y que te lleva a hacer burradas o a no hacer lo que uno debe. Eso tiene mucho de prostitución: no es amor, solo dinero.
Gracias a dios conozco muchos mediadores que funcionan por vocación, por amor hacia su profesión y la trascendencia que sus actos tienen en sus clientes, en los perjudicados, en familias y empresas. Esos son los mejores amigos de un asegurado, si llega un mal momento. Cuesta encontrarlos, entre tanta paja, pero están ahí. Vale la pena dedicarle algo de esfuerzo a encontrar esos tipos "normales" que destacan entre la basura.
Para Deborah: mejor que imprimir mi consejo, sigue la última parte del mismo y ponte en manos de un profesional experto: él sabe hacer estas cosas y por una comisión que no encarece el producto que compras tiene la obligación de ayudarte a esto y más. Es consejo de amigo.
Me alegra que te hayan restituido el importe indebidamente cobrado y, ya ves: "quien no llora, no mama".