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Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

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#841

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Sí, lo de "enemigo" es hasta un tanto cariñoso. 

Lo de blaverismo, no lo sabía. Simplemente me pareció un insulto y no me gustó. 

Todo lo que he podido escribir en este hilo, está escrito con mi mejor voluntad y mi mejor humanidad.

Ni soy político ni me he dedicado a buscar argumentos en ningún sitio, de ahí mi ignorancia para muchas cosas de tipo político o histórico. Ni me intresa demasiado la política, ni la historia que, al fin y cabo es pasado y "el pasado es como un cubo de cenizas".....

Vosotros os adentráis en otros recovecos, para justificar el presente, que yo no entiendo. 

Lo único que entiendo es que podríamos vivir todos en paz y armonía y hay quien, liberando sus egoismos más primarios y profundos, es capaz de destruir esos dos conceptos tan necesarios.

No quiero empezar, otra vez, con lo que he dicho que ya había terminado. 

No me aporta nada bueno el estar en este hilo, quiero traer la paz y otros solo desean la guerra. Sea, pues, lo que el futuro nos depare a cada uno. "El que a hierro mata, a hierro muere".

En cuanto a tus comentarios sobre Juan, es una persona que también quiere paz y concordia y al que también sabe muy mal lo que está pasando entre Catalunya y el resto de España.

Muchas veces, la impotencia de no poder solucionar un conflicto, se convierte en malestar interior que al llevarlo a las letras se transforma en algo incomprensivo para quien lo lee. 

En fin....

 

 

 

 

#842

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Si te leen a ti, y tus mentiras no sé a quién silenciarán, yo no empecé los sutiles menosprecios y descalificaciones, tan solo me remito a lo que se de tus paisanos, lo que leo, y las cogidas que tienes con otitis foreros.

Saludos cordiales, y por favor no te pongas nervioso que es malo para la salud.

#843

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Veteranos de la Legión portan el Cristo de la Buena Muerte por Barcelona

Alrededor de medio millar de personas asiste a la manifestación en favor de la libertad religiosa y contra la cristianofobia.

#844

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

ya he visto que estos dias en los que he estado ausente han sido muy entretenidos y que por suerte hay cada dia mas foreros con ideas y argumentos mas logicos

saludos a todos

#845

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Pues yo he visto algo que considero bastante grave, y es que en otros foros hay Sres. que enaltecen el terrorismo en España, y esos comentarios como salgan a la luz de los cuerpos de seguridad de delitos informáticos, se van a enterar contundentemente, porqué hay cosas con las que no se puede jugar.

Un saludo

#846

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

ojala fuera asi pero me temo que los que enaltecen el terrorismo aun despues de la modificacion de la ley se libran casi siempre, solo hay que ver las ultimas sentencias y es que difamar insultar o enaltecer el terrorismo sale muy barato.

Espero que sigas comentando en el foro, he leido unos cuantos comentarios tuyos y yo al menos he aprendido mas sobre algun tema.

saludos

#847

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Me metí porque veía como Tornero se batía con ciertos Sres. con toda la paciencia y educación y no conseguía nada, el se despidió del foro el otro día por hartazgo, y yo voy a hacer lo mismo, ya que hay personas que tienen tan reducido su diálogo que no creo que yo les pueda hacer luz, además consideró que es una pérdida malgastar mi tiempo en un foro que no aporta nada interesante.

Un saludo a todos los foreros

#848

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

«El Cid era el héroe más invocado por los catalanes del XIX»

El historiador Joan-Lluís Marfany desmonta en un libro el mito de la Renaixença

 

El historiador Joan-Lluís Marfany, autor de «Nacionalisme espanyol i catalanitat»
El historiador Joan-Lluís Marfany, autor de «Nacionalisme espanyol i catalanitat» - ABC
SERGI DORIA nore  Barcelona - Actualizado: Guardado en:  España

Desde hace demasiados años la historia oficial fecha la recuperación del catalanismo en 1833, cuando Bonaventura Carles Aribau publicó su «Oda a la pàtria» en  El Vapor, diario en castellano defensor de los intereses proteccionistas de la industria catalana. El poema, escrito en catalán, marca el kilómetro cero de lo que se ha dado en llamar Renaixença, pero representa una mínima porción de toda una producción literaria –tan voluminosa como interesadamente desconocida– escrita en su mayoría en castellano.

Aribau era un representante de la burguesía que defendía el Madrid las leyes que salvaguardaban con aranceles el mercado textil catalán de los paños británicos. A lo largo de más de novecientas páginas y después de consultar un caudal de ensayos, novelas, archivos notariales, prensa, poesías, e himnos,  el profesor Joan-Lluís Marfany (Barcelona, 1943) desmonta en «Nacionalisme espanyol i catalanitat» (Edicions 62) el mito de la Renaixença que constituye, junto a 1714, el disco duro del nacionalismo catalán.

Para el autor de «La cultura del catalanisme» (1995) la Renaixença no fue como la presenta la historiografía canónica (Soldevila, Molas, Rubió, Anguera, Lluch). Su tesis:  si como aseguran los nacionalistas, la nación catalana ya existía y no se manifestaba por la imposición castellana, ¿por qué había de renacer? Argumento principal: un sector textil catalán –sinónimo de «industria nacional– omnipresente en Madrid protegerá el mercado español de aventurerismos: «Cuando se evolucione del provincianismo al catalanismo político, la burguesía solo se adhiere si se cambia el concepto “nacionalismo” por “regionalismo”, como sucederá con la Lliga de Cambó».

 

Habrá sin duda un antes y un después del monumental trabajo de Marfany, al que los historiadores al servicio de la causa soberanista no han podido dar una respuesta argumentada. Afirmar que «los catalanes inventaron el nacionalismo español» o subrayar la paradoja de que el regionalismo catalán no es más que una reafirmación de la españolidad adquiere un tono subversivo en pleno proceso independentista.  Prueba de ello es la silenciosa indiferencia –por no decir la pereza– del aparato cultural nacionalista ante una obra refrendada por sólidos documentos históricos. La construcción de la nación española en Cataluña, señala Marfany, se remonta a la última década del siglo XVIII como respuesta a la Revolución Francesa y se consolida con la Guerra de la Independencia. Los catalanes que combaten al invasor napoleónico apelan a los mitos de don Pelayo y Numancia.

«Leales españoles»

El patriotismo de Cataluña no muestra hechos diferenciales con otras regiones de España: «Proclamas, bandos y otros documentos invocan, repetidamente “la Nación” y “la Patria” y si en algún caso este segundo término puede hacer referencia a Cataluña –o a alguna de su ciudades y pueblos–, nada indica que sea en detrimento de la patria española que es sinónima de nación». El particularismo reafirma el sentir español.  La expresión «esforzados catalanes» de las arengas contra el francés revela una forma de sentirse «sinceros y leales españoles».

Si la Constitución de 1812 rubrica la nación española liberal, con el trienio de 1820 el concepto de Nación se consolida. Sea desde el poder establecido o en las revueltas o «bullangues» del liberalismo revolucionario, la retórica es inequívocamente española.  Diarios como El Vapor o El Catalán reiteran en la guerra contra el carlismo las referencias a la historia de España. Las poesías publicadas en la prensa barcelonesa y los opúsculos arrojan una estadística que destaca Marfany: «El Cid, Pelayo y Padilla o su pendón continúan siendo los héroes más invocados, el tándem Numancia-Sagunto, los hechos más citados, además de los diversos episodios de la Guerra de la Independencia».

Los hombres de la denominada Renaixença –Aribau, Piferrer, Milà i Fontanals– eran españoles fervientes: « El momento histórico en que se supone que comienza la Renaixença es exactamente cuando el proceso diglósico alcanza su cénit, sus promotores son exactamente los mismos que protagonizan la supuesta Renaixença", apunta el historiador. El castellano es la lengua de ascensión en la escala social. Un callista se anuncia en un diario de Barcelona de 1840 como «callista español».

A Marfany le parece un escándalo que el mito de la Reinaxença se haya mantenido sin tocar una coma. Tras una década de investigación, proseguirá en otro volumen su consulta exhaustiva de fuentes documentales . El periodo histórico de 1789 a 1859 «ha sido invadido y ocupado por una corriente historiográfica de inspiración nacionalista que no sólo no tiene escrúpulos en poner la historia al servicio de su causa política, sino que parece convencida de que esta es su principal función», advierte.

#849

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

 De buenas a primeras... acusas de fascismo a los independentistas... después  sin la mínima  vergüenza... dices que el catalán es un dialecto que viene de la lengua valenciana clásica.

Ante tales aportaciones... y visto lo blavero que eres...qué diablos esperas? Cierra la puerta y no vuelvas más.

#850

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Estimado forero con el fin de que adquieras un poco de cultura te dejo esta información, ya sé que es muy difícil que la asimiles, pero al menos lo voy a intentar

¿SENTIMIENTO IDENTITARIO O FASCISMO CATALAN?

 

No es la primera ocasión en la historia de España que las élites de poder catalanas provocan enorme inestabilidad en periodos de mayor debilidad de la Corona: contamos una guerra civil en Cataluña (1462–1472) perteneciendo a la Corona de Aragón, otra guerra civil catalana, la de los Segadores (1640-1652), perteneciendo a la Corona Española, llevaron el conflicto internacional de la Guerra de Sucesión al interior de la península en 1704. Y habría que añadir su influencia en las guerras carlistas del s. XIX y la inestabilidad política que provocaron en Cataluña a principios del s. XX.  

 

Pero estas élites catalanas no habían buscado nunca la secesión de España ni tampoco se habían sentido ajenas a la Corona. El único episodio en que Cataluña puede alegar un intento de secesión fue la Guerra de los Segadores, provocado por sus élites de poder para evitar que el campesinado catalán continuase asesinándoles, y acabó en una guerra civil en la misma Cataluña. 

 

No ha sido solo un tema de sensatez (“seny” catalán). Las élites catalanas no querían la independencia del resto de la Corona Española, primero porque no disponían de capacidad bélica suficiente para defenderse de otras potencias europeas, y después porque se encontraban muy cómodas dentro de la Corona Española. 

 

La Corona Española mantuvo una posición hegemónica en Europa al menos por siglo y medio. Y dentro de la Corona, todos los consejeros catalanes eran nombrados Grandes de España, gozando de importantes privilegios además de poder comercializar con América. Su negocio dependía del Mediterráneo, protegido por la fuerza naval de la Corona, y del comercio interno con esta. Y desde mediados del s. XVII crearían un beneficioso comercio en las colonias americanas cuando tuvieron 

capacidad económica para explotarlas.

 

El interés de la alta nobleza catalana fue el de castellanizarse tratando de equipararse a las grandes familias nobiliarias castellanas, uniéndose a estas mediante casamientos, a la vez que despreciaban su lengua y cultura por un castellano imperial que entonces se entendía como la lengua elegante. Y en ese proceso siguieron manteniendo sus privilegios medievales mientras trataban de mejorar su posición dentro de la Corona Española.

 

Y del mismo modo, la unión de la población de los diferentes reinos fue un fenómeno gradual y natural, debido al aumento de las relaciones comerciales entre ellos y a la libertad de movimiento que existía dentro de la Corona. 

 

Juan de Valdés afirmaba en  1535 que «la lengua castellana se habla no solamente por toda Castilla, pero en el reino de Aragón, en el de Murcia con toda el Andaluzía y en Galizia, Asturias y Navarra, y esto aun hasta entre la gente vulgar, porque entre la gente noble tanto bien se habla en todo el resto de Spaña». En el  siglo XVI el  tortosino Cristòfol comenta que “en las ciudades grandes y en los pueblos que están junto a los caminos reales apenas queda ya nadie que no sepa hablar castellano”. En ese siglo y durante los dos siguientes desaparece progresivamente y casi por completo la literatura culta en catalán, reemplazado principalmente por el castellano.

 

No existieron imposiciones. Entre las causas que impulsaron a los catalanes a aprender la lengua castellana se encuentra el comercio textil catalán, que necesitaba de la lana castellana y Castilla necesitaba de la industria catalana. El hecho de permanecer juntos durante siglos hizo que los diferentes pueblos de España compartiesen tradiciones, intereses y una misma lengua. 

 

Difícilmente el nacionalismo catalán de nuestros días puede alegar algún tipo de sentimiento identitario del pueblo catalán hacia Cataluña durante la Edad Media o el Antiguo Régimen, porque sencillamente esto no existía. El sentimiento identitario en la época estaba determinado por la religión, es decir, ser cristiano, o a lo sumo hacia la figura del rey, que aglutinaba a todos los vasallos de un reino. El sentimiento identitario hacia un territorio mayor que el pueblo de cada uno, era algo elitista que se daba entre la alta nobleza, hacia su Corona. 

 

Las naciones tal y como hoy las conocemos, son una invención de principios de s. XIX, una vez la monarquía fue destruida por la revolución francesa. Se había de justificar la unidad entre territorios que históricamente se habían mantenido unidos bajo la figura de un rey, cuando el rey ya no existía. El nexo de unión se convertía ahora en la nación. Fue una idea liberal, en la que teóricamente esa nación nacía de la voluntad de los pueblos de estar unidos. 

La invasiones napoleónicas provocaron una buena dosis de fervor nacionalista en base a esta idea liberal, especialmente en aquellos estados ocupados por las tropas napoleónicas, y desde luego en España, ese fervor nacionalista se sintió por todos los españoles, catalanes incluidos, hacia la patria española. Diputados catalanes corrieron a Cádiz en 1812 para firmar la primera Constitución Española, “La Pepa”. 

 

Pero la creación de estas nuevas naciones en Europa lamentablemente coincidió con el periodo de mayor decadencia y debilidad vivido por España en muchos siglos. Las ideas de la revolución francesa también calaron en las colonias americanas, y comenzaron los procesos de independencia tanto en el norte como en el sur americano desde finales del s. XVIII hasta finales del XIX. 

 

El sentimiento patriótico no sería el mismo hacia un Estado que era la cabeza de un imperio con importantes riquezas gracias a sus colonias americanas a principios de s. XIX, que el que se pudiese sentir a finales de siglo, en 1898 exactamente, cuando España perdía la última de sus grandes colonias, Cuba. 

 

Cuba había permitido a la oligarquía industrial catalana crear una floreciente industria, disfrutando a la vez de un protegido mercado interno en España. De hecho, fue la insistencia de la oligarquía catalana en mantener a Cuba como una colonia, oponiéndose a la cesión del estatus de autonomía que ofrecía el gobierno, lo que provocó la guerra de la independencia cubana, y su posterior pérdida. El nacionalismo catalán se ha preocupado de culpar al Estado español sobre esta pérdida, olvidando la responsabilidad de las élites catalanas en ello. 

 

España sin sus colonias aparecía ahora desnuda mostrando en lo que los siglos de la “vida fácil” de colonialismo americano la habían convertido: Un país muy descentralizado, mal organizado, corrupto y con una paupérrima industria que suministraba a una población mayoritariamente rural. 

 

Y para sorpresa de todos, a mediados del s. XIX, en ese periodo de decadencia de la historia española, ese nacionalismo romántico generó entre la burguesía catalana lo que llaman la Renaixenca: un movimiento cultural sin fines políticos en principio, que trataba de rescatar la cultura, tradiciones y lengua catalanas que se habían perdido durante siglos en los que las élites catalanas se habían castellanizado.

 

A finales del s. XIX, toda Europa se encuentra sumida en una profunda crisis, que empeoraría aplicando en todas las potencias europeas el mismo proteccionismo económico que tan incompetente había hecho a la industria española. España, como el resto de Europa, se enfrentaba a una enorme inestabilidad social. Las diferentes tendencias sociales concebidas para construir el mundo, desde socialistas, capitalistas, fascistas, anarquistas y un sin fin de tendencias a los que el proletariado, burgueses y campesinos se adherían según sus intereses, se fueron radicalizando convirtiendo a unos y otros en verdaderos pistoleros. Las consecuencias de esa espiral de proteccionismo económico e inestabilidad social provocaría dos guerras y dos crisis mundiales, entre ellas la Gran Depresión de los años 30, y una guerra civil en España. 

 

Es en este periodo de final de siglo, cuando el nacionalismo catalán comienza politizarse, y a principios del s. XX ya ha formado partidos políticos nacionalistas auspiciados por la poderosa oligarquía catalana. Esta élite de poder afincada en Barcelona, cuyos privilegios medievales les habían convertido en Grandes de España, ahora mostrarían verdadero desprecio hacia esa españolidad.  

 

El nacionalismo conservador catalán de finales de s. XIX engendró el germen identitario en la sociedad catalana, y es entonces cuando se crearán muchos de los mitos y tradiciones que hoy conocemos en Cataluña. 

 

En este periodo se comenzó a realizar la ofrenda de flores de la Diada, como hoy se hace, y en 1888 se construye la estatua a Casanova, que ahora sería testigo de los actos reivindicativos del nacionalismo catalán, conmemorando la caída de los catalanes en la guerra de Sucesión, interpretado ahora como la pérdida de sus instituciones y libertades.

 

Pero la realidad es que las cortes catalanas fueron perdiendo poder desde la entrada de la dinastía Trastámara en la Corona de Aragón a principios de s. XV, y dicha dinastía creó la Generalitat y Diputación. Estas instituciones a su vez reconocieron a la Monarquía Hispánica como autoridad suprema por encima de sus constituciones desde su inserción en la Corona Española a principios de s. XVI. 

 

La mayor parte de la simbología nacionalista catalana es de reciente invención, comienza a aparecer a principios del s. XX. 

 

“Els Segadors” es una adaptación de finales del XIX de un  romance popular del siglo XVII, y fue aprobado por ley del parlamento catalán en 1993, como himno de Cataluña. La canción rememora el día del “Corpus de Sangre”, en que segadores temporeros catalanes se levantaron en 1640 contra los representantes del gobierno central y catalán, y contra sus burgueses. 

 

La Sardana, que en el 2010 la  Generalitat de Cataluña declaró elemento festivo patrimonial de interés nacional, sigue el estilo de baile en corro más extendido del mundo. El creador de la sardana moderna fue Jose Maria Ventura Casas, natural de Jaén, a mediados del s. XIX. Hasta entonces, el baile tradicional por excelencia en Cataluña era la jota y el baile de los bastones. Esta última es la danza tradicional catalana más antigua, cuyas primeras referencias escritas datan del  siglo XII, y también es muy popular en Aragón. 

 

La bandera independentista catalana, la estelada, que hoy encontramos colgada de un buen número de balcones por toda Cataluña, evoca a la bandera de Cuba. El motivo es que su diseñador,  Vicenç Albert Ballester, un catalán afincado en Cuba, sintió a principios del s. XX la independencia cubana como inspiración de una futura independencia de Cataluña, y copió la bandera de la nueva Cuba libre. Resulta contradictorio pues Cataluña fue la mayor beneficiada de la explotación de Cuba hasta impedir la concesión de su autonomía, detonante de la guerra de la independencia cubana. 

 

Ese nacionalismo identitario catalán acabaría contagiándose de los fascismos europeos. Aparecerían los prejuicios contra una población castellana a la que las desamortizaciones liberales había arruinado, sufriendo elevado nivel de analfabetismo y pobreza. Comenzó el desprecio hacia España y lo español, ya no solo por la élites, sino también por parte de la sociedad catalana.

 

El historiador, Joan- Lluís Marfany, uno de los mejores conocedores de este periodo, explica que “el 
racismo los impregna a todos, como impregna toda la cultura de la época”.

 

Valentí Almirall en Lo catalanisme (1886), ya indicaba que existe una raza catalana, de origen ario-gótico, superior al resto de pueblos peninsulares, de raíces semíticas. 

 

En 1899, Bartomeu Robert, recién nombrado alcalde de Barcelona, pronunció la primera de una serie de conferencias tituladas "La rassa catalana". Ante el escándalo levantado en toda España, los catalanistas reaccionaron de forma victimista acusando de tratarse de una tergiversación maliciosa por parte de "Madrid". 

 

Joan Bardina, dedicó una larga serie de conferencias divulgativas donde se va conformando la imagen de una España «africana» agrícola, burocrática y semita, frente a una Cataluña «europea», industrial y aria.

 

Enric Prat de la Riba, el arquitecto del catalanismo político, reformulará estas ideas, explicando que los catalanes no son una «raça antropológica», sino una «raça histórica». “Las naciones son distintas porque la raza, pero sobre todo la historia, las han hecho diferentes. La «castellanización» de Cataluña sólo es «una costra sobrepuesta, una costra que se cuartea y salta, dejando salir intacta, inmaculada, la piedra indestructible de la raza”.

 

Existen otros muchos ejemplos por parte de otros tantos políticos y autores nacionalistas catalanes de la época, ofreciendo opiniones de carácter aún más xenófobo y desagradable hacia los castellanos y andaluces. 

 

Pero no sería el nacionalismo catalán conservador el que, en aquellos tiempos, supusiese una mayor amenaza para el gobierno central. Estas élites catalanas mantenían enormes intereses económicos dentro de la península, y más bien buscaban la protección de ese mercado interno. Por el contrario, la I República se enfrentaba por entonces a procesos que independizaban en cantones anarquistas ciudades de toda España, especialmente en Castilla y Valencia. Contradictoriamente, estos conservadores nacionalistas catalanes apoyarían la dictadura de un anticatalanista declarado como Primo de Rivera, y muchos también la dictadura franquista, tratando de sofocar la creciente inestabilidad provocada por el 
proletariado. 

 

La oleada inmigratoria de los años 20 y 30 procedente de Murcia y Almería, provocó entre el proletariado catalán un sentimiento de aversión hacia los nuevos inmigrantes. Y ese desprecio a lo español provocado por el nacionalismo conservador, fue aprovechado por los nuevos partidos nacionalistas de izquierda, como ERC, para atraer a una masa proletaria radicalizada que si implicaría un problema de inestabilidad social mucho mayor. 

En la obra de Pere Mártir Rosell i Vilar se hallan las posiciones más racistas y xenófobas. Diputado al Parlament como representante del ala radical de ERC, publicó en 1917 el folleto Diferéncies entre catalans i castellansLes mentalitats específiques, donde se expone que la mezcla entre ambos conduce a la "degeneración biológica".

 

 

El lector puede pensar que estos párrafos son una exageración, o algo que ya ha pasado y nada tiene que ver con lo que hoy estamos viviendo. Pero las manifestaciones xenófobas mostrando inquietud por el contagio étnico de la inmigración se mantienen hoy vivas entre altos representantes del nacionalismo catalán. 

 

El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que durante tantos años de democracia gobernó en Cataluña, publicaba en 1976:

 

“El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido [...], es generalmente un hombre poco hecho”.

 

Heribert Barrera presidente de ERC hasta 1995 y ex-President del Parlament de Catalunya, escribía en 2003: 

 

“Si continúan las corrientes migratorias actuales Cataluña desaparecerá (...) Eso claro está si la entendemos como una nación, con su lengua, su cultura y su historia y no como un simple territorio (...) ¿Hasta qué punto el asimilacionismo español triunfará por cuestión de número? No lo sé. Tengo la esperanza de que quizá podamos aguantar…”

 

 

Toda la documentación que existe sobre la historia de Cataluña, así como todos los historiadores imparciales, la encuentran tan íntimamente ligada a la historia de España, como para no poner en duda que siempre ha sido parte de ella. 

 

El gobierno socialista en democracia ha desarrollado un modelo autonómico que ha convertido España en uno de los estados más descentralizados de Europa con casi dos decenas de parlamentos, cuatro lenguas cooficiales, y competencias fiscales, educativas y sanitarias transferidas a sus autonomías.

 

Pero el complejo hacia el nacionalismo español ha hecho a los españoles excesivamente tolerantes con los nacionalismos regionales, cuando estos nacionalismos se sostienen en los mismos ideales de la etnia, de los mitos e tergiversaciones de la historia propios de todos los regímenes fascistas que azotaron Europa en el siglo pasado.

 

Y la clase política nacionalista catalana ya estaba estigmatizada por el fascismo de principios del s. XX, induciendo al odio hacia lo español para exacerbar su sentimiento identitario. Se han preservado y potenciado todos los actos del imaginario nacionalista catalán creados en este periodo. 

 

El resultado del apoyo estatal al desarrollo autonómico, transfiriendo competencias a diferentes autonomías en materias como educación, patrimonio histórico y cultural, publicidad, obras públicas, etc, han tenido los siguientes resultados en la generalitat de Cataluña:

 

• Libro de 5º de Primaria «Conocimiento del Medio Social y Cultural», de la editorial Santillana (pags. 8 y 12): «Cataluña es un país situado al nordeste de la Península Ibérica» y compara su extensión (de 32.000 km2) con la de otros países como los Países Bajos o Bélgica.

 

• Escànner 6. Los límites de la libertad. Ciencias Sociales. Segundo ciclo de ESO: «el acatamiento del marco constitucional vigente no significa la renuncia del pueblo catalán a la autodeterminación».

 

Se podrían poner cientos de ejemplos que cualquiera de ustedes pueden observar con facilidad y libremente en Internet si se interesan en el tema. 

 

En 2005, durante el tripartito, se produjo un aumento exponencial de las denuncias ante el Defensor contra la discriminación del castellano por parte de la Administración catalana, llegándose a contabilizar 1.800, entre individuales y promovidas por colectivos. Se ha atacado principalmente al comercio minorista, siendo estos los que han recibido un 76% de denuncias por vulnerar la normativa lingüística. 

Los nacionalismos regionales no han tenido ni impedimento ni oposición a esta labor pedagógica de promoción identitaria y tergiversación de la historia a lo largo de la treintena de años en democracia, lo que ha producido un apoyo a la secesión en plena crisis económica de un 47% de la población catalana en 2013. 

 

Y el nacionalismo en Cataluña no ha tenido más que aplicar los once principios de la propaganda elaborados por Joseph Goebbels  y llevados a la práctica por el partido nazi.  

 

Comprueben ustedes mismos las similitudes con el argumentario nacionalista que encontramos a diario en los medios:

 

 

  1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

 

CATALUNYA, UNA NACIÓ, CONTRA ESPANYA

 

 

 

 

  1. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

ESPANYOLS.

 

 

 

 

  1. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”

 

ELS ESPANYOLS SÓN UNS FEIXISTES ANTIDEMOCRATICS I CORRUPTES.

 

 

 

  1. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

 

LAS DECLARACIONES DE UN GENERAL JUBILADO FUERON TRATADAS COMO UNA AMENAZA BÉLICA.

 

 

 

  1. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

 

ESPAÑA NOS ROBA, LOS CASTELLANOS SON UNOS RENTISTAS Y LOS ANDALUCES UNOS VAGOS.

 

 

 

  1. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite mil veces, acaba por convertirse en verdad”.

 

ESPANYA ENS ROBA, ESPOLI, AGRAVIO, ESPANYA CULPABLE DE LA NOSTRA RUÏNA

 

 

 

  1. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

 

DEL EXPOLIO PASAMOS AL CONFLICTO, AL ADELANTO ELECTORAL, DE AHI A LA VOTACION DE UNA CONSULTA, A LOS VIAJES A MOSCU, A LA CREACIÓN DEL TRIBUNAL DE TRANSICIÓN, LUEGO LA EQUIPARACIÓN A KOSOVO, Y EL CONJUNTO DE ESTUPIDECES CON QUE NOS ENTRETIENEN TODAS LAS SEMANAS EN TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

 

 

 

  1. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

 

DEL REFERENDUM ESCOCES PASAMOS A LA DECLARACIÓN UNILATERAL KOSOVAR, DE LLEVAR A UN NOBEL AL PARLAMENTO CATALAN, A LOS ACADEMICOS DEL COLLECTIU WILSON, ETC

 

 

  1. Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

 

TAL Y COMO LA UE EXPONE QUE LA INDEPENDENCIA IMPLICA LA SALIDA AUTOMATICA DE ELLA, LOS NACIONALISTAS HABLAN DE COMPLOT DEL ESTADO ESPAÑOL, Y FINALMENTE ASEGURAN QUE LA UE NO PODRIA DESPRENDERSE DE 7 MILLONES DE HABITANTES, ETC

 

 

  1. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea un mito nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

 

SOM ESPANYOLS DES DEL 1714 PER DRETS DE CONQUESTA

 

 

 

  1. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando una impresión de unanimidad.

 

POCO MÁS DE UN 47% DE LOS VOTOS QUE PARARON A PARTIDOS NACIONALISTAS SE VENDE COMO UNA MAYORÍA INDEPENDENTISTA DE MÁS DEL 65%.

 

 

 

 

 

SOLIDARIDAD.NET 

INMIGRACIÓN, NACIONALISMO y RACISMO. El caso catalán

http://www.solidaridad.net/noticia/410/inmigraci-o-n-nacionalismo-y-racismo-el-caso-catalan

 

#851

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Tengo un vicio, y es que me gusta leer y estar informado de cualquier cosa, y es por eso que como me acusas de inventor de fascistas, dejo otros comentarios

Seis episodios de comparaciones (odiosas) del nacionalismo catalán con los nazis

En los últimos años, dirigentes del PSOE y del PP, así como reconocidos periodistas, han osado evocar uno de los regímenes más crueles de la historia de la humanidad para opinar sobre el nacionalismo en Cataluña

El último episodio lo ha protagonizado el expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra al equiparar la estrategia de Mas con la de Hitler o Mussolini

P. R. - Barcelona

48 comentarios

Artur Mas comparado con los nazis.

Artur Mas apareció caricaturizado como el Hitler de la película 'El gran dictador', de Charles Chaplin, en la página de Facebook de un grupo municipal del PSC.

La escalada soberanista que se vive en Cataluña ha suscitado, en los últimos meses, todo tipo de críticas por parte de los sectores contrarios a la autodeterminación y al nacionalismo catalán. La mayoría de los argumentos esgrimidos contra el nacionalismo han sido razonados y respetuosos; otros seguramente no tanto. Pero a en alguna ocasión, para desacreditarlo, se ha echado mano de un recurso que cruza la línea roja de la tolerancia y que banaliza la violencia: la comparación el nacionalismo con el nazismo, movimiento que bajo el mandato dictatorial de Adolf Hitler dio lugar a uno de los episodios más oscuros de la historia de la humanidad. Estos son seis de los símiles entre nazismo y nacionalismo evocados desde los escenarios políticos y mediáticos en el último año:

1. Ibarra, Hitler y Mussolini. La última alusión al nazismo para alertar sobre el proceso soberanista puesto en marcha por la Generalitat de Cataluña proviene de un barón del PSOE, el expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra. En una entrevista en Antena 3 este jueves (7/3/2013), el todavía miembro del Consejo de Estado aventuró que en España "estábamos acostumbrados a que las constituciones se las cargaran siempre los golpistas, con metralletas y con disparos", pero no desde dentro del sistema -en referencia a la consulta soberanista-, "como sí están familiarizados los alemanes, que tuvieron a Hitler, y los italianos, con Mussolini".

De este modo, la estrategia de Artur Mas no sólo podría seguir peligrosamente las de Adolf Hitler y Benito Mussolini, según Ibarra, sino que sería incluso comparable con los métodos empleados por Antonio Tejero, autor del fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Haciendo uso de una particular lógica, el expresidente extremeño razona que si en Cataluña "piden un referéndum para decidir ellos mismos, están saltandose los artículos 1 y 2 de la Constitución española, y cuando Tejero se la saltó fue un golpista. Por tanto, cuando alguien en el Parlamento catalán se la salta, también lo es".  La Generalitat ya ha anunciado que estudia presentar una querella contra el dirigente socialista.

2. Nazismo, marxismo y nacionalismos, según Margallo.El ministro de Exteriores y jefe de la diplomacia española, José Manuel García Margallo, tiene muy claro (tal como aseguró el 11/10/2012) que en política "hay dos divisiones, sólo dos: los que consideran que el individuo es el destinatario final de la política [...] y los que colocan al individuo al servicio de una idea abstracta". En el primero de los casos, el ministro puso como ejemplo el Gobierno del PP, del que forma parte. En el segundo de los casos, según Margallo, la "idea abstracta" que se a cuyo servicio se pondrían los inviduos sería "la clase, en el caso del marxismo; la raza, en el nazismo, o el nacionalismo al servicio de la nación absoluta".

El mismo día, sin embargo,  Margallo matizó sus valoraciones y sustituyó la palabra "nacionalismos" por "fascismos". De todos modos, no rectificó porque aseguró que en ningún caso se refería al nacionalismo catalán, sino que había respondido a una intervención de una diputada de UPyD que hablaba de "nacionalismos exclusivistas", en el marco del pleno del Congreso que daba el visto bueno a la adhesión de Croacia a la Unión Europea.

3. El 'Sieg Heil' de Pedro J. Ramírez. No sólo desde la política se ha tratado de equiparar puntualmente nacionalismo catalán y nazismo. El director del diario 'El Mundo', Pedro J. Ramírez, también ha visto reflejos de la alemana nazi recientemente en Cataluña. Cuando el periodista se enteró de que el FC Barcelona convertiría el Camp Nou en una senyera gigante, por medio de un mosaico, de cara al primer Barça-Madrid del curso, corrió rápidamente en Twitter:

(Sieg Heil!!)Mosaico a la catalana  mun.do/QX4WiQ vía @  elmundoes

Ante la avalancha de críticas que recibió, lejos de disculparse, Pedro J. volvió a las redes sociales al cabo de dos horas para dejar claro que, si alguien había considerado nazis a los aficionados del Barça, eran precisamente los que se habían dado por aludidos:

El ejemplo de Pedro J. Ramírez es quizás el más significativo de una larga lista de opinadores y periodistas que no han tenido reparo alguno en cambiar nacionalismo catalán por nazionalismo en las mesas de algunas tertulias televisivas y en las páginas de algunos periódicos. 

4. Iglesias y Bono evocan el nazismo en plena campaña. Inmerso en una campaña electoral que gravitaba en torno al derecho a decidir -la de las últimas elecciones al Parlamento de Cataluña-, el PSC sufrió serios problemas para acordar un programa electoral en el que se incluyera el derecho a decidir de la ciudadanía de Cataluña, siempre dentro del marco de la legalidad constitucional. Pero lo que no consiguieron los socialistas catalanes fue controlar las palabras de los barones del PSOE que invitaron a sus mítines. Fue el caso de la visita de Marcelino Iglesias, expresidente de Aragón, durante un acto campaña de de Pere Navarro (el 11/11/2012, en la Llotja de Lleida): "Cuando en Europa se han puesto fronteras y han ganado los hipernacionalismos, hemos tenido muchos desastres, más de 100 millones de muertos". Esta fue la sentencia de Iglesias, refiriéndose a la estrategia de CiU, que según dijo "llama a romper con todo lo que hemos construido".

José Bono, en un cóctel con el 'pin' de Ciutadans. (Europa Press).

José Bono, en un cóctel en Sitges luciendo el 'pin' de Ciutadans, que tiene forma de corazón y incluye las banderas de Cataluña, España y Europa. (Europa Press).

 

 

Artur Mas comparado con los nazis.

Artur Mas enfundado en un traje de las SS, en un montaje elaborado por Jonatan Cobo, concejal del PP en Rubí.

Artur Mas comparado con los nazis.

Montaje fotográfico que apareció en la página de Facebook del PSC de Mont-Roig.

Sólo tres días después (11/15/2012), aún en plena campaña electoral catalana, aunque esta vez no fuera en un mitin,  el expresidente del Congreso José Bono (PSOE) volvió a sacar a  pasear el fantasma de la Alemania nazi. "Cuando en Alemania empezó a ser sospechoso tener dos identidades, la catástrofe que todos lamentamos acechaba", advirtió, dando a entender que en Cataluña se avanzaba hacia un escenario en el que las personas deberían decidir entre ser catalanas o españolas. "Lo que es bonito de los seres humanos es que tienen identidades compartidas", dijo. Habló de identidades compartidas precisamente cuando él, del PSOE, lucía un 'pin' de Ciutadans, que amistosamente le colocó Albert Rivera durante un cóctel en Sitges.

 

5. Niños perseguidos en las escuelas catalanas como los judíos. Paco Vázquez, ex alcalde socialista de La Coruña, no tuvo inconveniente en afirmar,  en una entrevista en la Televisión de Galicia (12/12/2012), que "no hay ninguna diferencia" entre la situación en que vivía "un judío con la estrella amarilla perseguido por los nazis" y "un niño catalán castigado por hablar castellano en el patio de la escuela". Dando por supuesto que a algunos alumnos catalanes se les sanciona por "hablar su lengua materna", Vázquez hizo estas declaraciones en un contexto especialmente caldeado, tan sólo unos días después de que el ministro José Ignacio Wert hiciera público el contenido del anteproyecto de la LOMCE, que supone una amenaza para el sistema de inmersión lingüística en Cataluñ a. Las reacciones al vídeo de Vázquez fueron especialmente airadas.

6. Artur Mas con el brazalete de las SS. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha sido objeto en los últimos meses de dos montajes fotográficos elaborados por miembros de partidos políticos que lo vestían con el uniforme nazi.

En la primera de las imágenes, elaborada a mediados de octubre por un concejal de Rubí, Jonatan Cobo (PP), a raíz de una campaña en Twitter contra CiU, se ve al presidente de la Generalitat caracterizado como un oficial de las SS, con el logo de CiU en el brazalete y un parche de TV3. Posteriormente, Cobo tuvo que pedir perdón.

En la segunda imagen, publicada en plena campaña electoral del pasado noviembre, se distingue el presidente enfundado en el uniforme que llevaba la parodia de Hitler en la película 'El gran dictador', de Charles Chaplin. La imagen apareció en la página de Facebook del PSC de Mont-Roig (Tarragona), bajo la frase "primero Cataluña, después España y luego el mundo..." Cuando la imagen comenzó a correr por las redes sociales el partido la retiró inmediatamente.

#852

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Yo no acuso, yo leo, es decir me informa, circunstancia que te aconsejo para subir un poco tu nivel cultural que lo veo un poco atrofiado por la edad, y por las ganas de esclarecer la verdad.

Por cierto lo que pienses de mí, no lo considero viniendo de quien no recibo.

Magaldi lamenta los insultos: "Me llamaron mierda, fascista, vete de Cataluña, fuera"

  • EUROPA PRESS
Magaldi lamenta los insultos: "Me llamaron mierda, fascista, vete de Cataluña, fuera" 

Dice que temió por su integridad y que su actitud fue de dignidad por la institución que representa

La Fiscalía General del Estado expresa su "preocupación" por los intentos de presionar a la Justicia del soberanismo

La fiscal jefe de Barcelona, Ana Magaldi, ha explicado este martes los hechos que sucedieron el viernes frente al Palacio de Justicia cuando salió de la sesión del juicio del 9-N:  "Me insultaron. Me llamaron mierda, fascista, eres una mierda, vete de Cataluña, fuera".

En una rueda de prensa convocada por Magaldi para explicar su versión de los hechos, ha concretado que,  tras los insultos, uno de los manifestantes de un grupo, que según la fiscal era de entre 20 y 30 personas, se acercó hacia ella y le espetó: "Tú eres la Fiscalía.  Tú nos condenas por poner las urnas ¡Qué vergüenza!". 

"Es un hecho muy grave. Un ataque y un  insulto a la representante de una institución del Estado. A mis 64 años de vida,  no había visto reflejada en la mirada de una persona el odio que vi en esta persona. No lo olvidaré nunca". 

Los primeros gritos que escuchó al salir por la puerta fueron los cánticos de  'Fuera, fuera, fuera, la justicia Española': "Y yo les miré de pié, firme, mirando a las personas. No insultándoles, no haciendo peinetas ni sacando la lengua.  No les gustó mi actitud y empezaron los insultos". 

Cuando el joven se separó del grupo para increpar a la fiscal afirmando que los periodistas que estaban en la puerta del Palacio de Justicia le habían confirmado que ella era la Fiscalía española,  Magaldi asegura que temió por su integridad por lo que avisó a los Mossos, pero el manifestante llegó antes, para increparle y ella le contestó:  "Yo no soy la Fiscalía soy la fiscal en jefe de Barcelona. Los fiscales no condenan, los fiscales acusan. Los que condenan o absuelven son los tribunales y los jueces". 

Ha concretado que el temor por su integridad no fue grave, sino más bien porque le dieran "una colleja", pero un agente de los Mossos d'Esquadra consideró que era mejor que otro agente la acompañara.

Estudiará los hechos

Preguntada por si piensa denunciar los hechos, ha asegurado que  "serán estudiados y analizados con rigor, sosiego y sentido común", y si son imputables a un tipo penal, ha recordado que es su obligación denunciarlos. 

Lo que sí ha hecho es pedir a los Mossos d'Esquadra  "la reserva de las imágenes de los hechos" que captaron las cámaras apostadas a la puerta de los tribunales. 

Ha explicado que cuando abandonó la zona,  la primera llamada que hizo fue al fiscal del caso, Emilio Sánchez Ulled, porque estaba preocupada y quería decirle "que saliera por la otra puerta", pero  el fiscal ya había salido por el lateral del palacio -Magaldi asegura que lleva entrando y saliendo por la misma puerta 35 años-. 

Después, desde su casa, llamó al Fiscal General del Estado y le explicó lo que había pasado y, más tarde, le envió a los fiscales provinciales de Barcelona un mensaje a través de Whatsapp.

Los fiscales no son políticos

Preguntada por si considera que la insultaban a ella personalmente, ya que los manifestantes insultaron a muchas de las personas que salían del Palacio de Justicia, ha asegurado que  sí lo sabían, porque le criticaron por ser "la justicia española" y porque se lo confirmó el joven que se le acercó

"Sabían perfectamente a quién estaban insultando, porque me lo dijo el chico. Además de por mi maravilloso cabello.  Yo no soy 'otra gente', yo soy la fiscal jefe de Barcelona", ha argumentado. 

Además, considera que, pese a las críticas que reciben otros representantes públicos como políticos que están al frente de ministerios, ha replicado que los fiscales "no están en el mismo carro", y ha asegurado que a ella nunca le había pasado. 

La fiscal se ha circunscrito a los hechos y no ha contestado a ninguna otra pregunta, pero al referirse a la labor de Ulled, especialmente en el juicio del 9-N que ha llevado al banquillo de los acusados al ex presidente Artur Mas y a la ex conselleras Joana Ortega e Irene Rigau, ha afirmado:  "Sánchez Ulled nos devolvió la dignidad a todos los fiscales de Cataluña". 

La  Fiscalía General del Estado expresó el lunes su solidaridad y respaldo a los fiscales de Cataluña y en especial a la fiscal jefe de Barcelona, Ana Magaldi, ante "el acoso y los insultos de un grupo de radicales" concentrados a las puertas del Palacio de Justicia.

Promoción

#853

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Menos mal que hay una gran mayoría de catalanes que no piensan como Ud., y se puede conversar perfectamente con ellos, incluidos más de un nacionalista, y algún que otro independentista, además como indique en Cataluña la palabra seny, significa sensatez y le rogaría adquiriera algo de su maravilloso idioma.

Le saludo atentamente, y quedo a la espera de su respuesta y confusa vehemencia verbal, referente al independentismo, ya que puedo enviarle miles de escritos de personas nacidas en Cataluña contrarias a su pensamiento.

 

#855

Re: Catalunya-España 2.017 (cosas que pasan)

Contra la mentira de que el valenciano proviene del catalan

LaVerdadOfende /  08/05/2014

 

PRUEBA Nº 19 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN .

EL “LLIBRE DEL REPARTIMENT” Y “EL LLIBRE DELS AVEHINAMENTS“ DEMUESTRAN QUE EL TOTAL DE COLONOS PROVENIENTES DE LA “MARCA HISPANICA” NUNCA SUPERÓ LOS 4.000

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?

“In nomine Domini.
Incipiunt donationes de Valentia et de termino, facte a domino Jacobo rege Aragonum sub Era millesima CCª LXXVª, anno M. CC. XXX. Séptimo”

                                                                         Llibre del Repartiment (1.237)

Ilustrábamos la prueba anterior con una foto del Llibre del Repartiment al tiempo que concluíamos que era materialmente imposible que un 2% de la población del Reino de Valencia de 1238 provenientes de la Marca Hispánica (hoy Cataluña) nos trajeran una lengua que aún no existía, el catalán, (en estos condados feudatarios del Rey de Francia se hablaba provenzal o lemosín) y nos la “enseñaran” con tanta rapidez y eficacia que cuando Jaime I nos conquistó ya nos promulgara Els Furs, supuestamente en “catalán”. Si esto hubiese sido cierto, el prodigio lingüístico sería merecedor de mayores estudios:

1.- ¿Quién puede creerse que una parte de las huestes aragonesas reclutadas en los condados “catalanes”, la mayoría iletrados, tuvieran conocimientos para ejercer una didáctica básica para enseñar su lengua?

2.- ¿Cómo van a enseñarnos a los valencianos el “catalán” si la lengua de los condados franceses de la Marca Hispánica era el provenzal y el lemosín?

3.- ¿Cómo van a importar una lengua “la catalana” que no existía todavía y que tendría que esperar dos siglos para que empezara a germinar con una mínima estructura y denominación propia?

4.- ¿Cómo 4.000 soldados de unas localidades fronterizas como eran los condados “catalanes” van a imponer a la población de 200.000 habitantes de todo un Reino que ya hablaba y escribía el “romanç valenciá” desde el siglo IX?

 

5.- ¿Cómo van a enseñarnos el “catalán” los soldados de Jaime I y este, al momento, nos otorga las leyes en “romanç valenciá” para entendimiento de la población del Reino que acababa de conquistar? “Est fur arromança lo Senyor Rey” “Istum forum posuit in romantio Dominus Rex” (Furs del Regne de Valencia.

 

6.- ¿Cómo es posible que se exija a médicos y jueces que emitan las recetas y las sentencias en “romanç” si, a partir de ese momento –supuestamente- se nos iba a empezar a enseñar esa lengua? “Los jutges en romanç diguen les sentencies…”, “Metges axi fisichs com cirurgians les receptes que ditaran hajen a dictar en romanç declarant lo nom de les herbes en lur nom comu, e vulgar (Furs del Regne de Valencia).

Como escribe el Catedrático de Historia, Leopoldo Penyaroja ( http://es.wikipedia.org/wiki/Leopoldo_Pe%C3%B1arroja_Torrej%C3%B3n), en “el mozárabe en Valencia” (Editorial Gredos 1990) “la lengua romance de los mozárabes i de los musulmanes de Valencia, la que debió de oír el Rey Jaime I cuando puso pié en la Valencia de 1238. No era, por consiguiente, la que, partiendo de las bases insuficientes, imagina Sanchis Guarner (y que algún despistado discípulo reafirma contra toda evidencia). No era una lengua fósil, ni desligada del habla valenciana medieval, sino una lengua evolutiva i modernizante, de estructura fonética idéntica a la lengua valenciana posterior”.


El catedrático de historia, el medievalista Antonio Ubieto Arteta ( http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Ubieto_Arteta), en su estudio de los “Orígenes del Reino de Valencia”, detalla minuciosamente cuales fueron las composiciones de las tropas que acompañaron al Jaime I en su conquista de las tierras valencianas. Confirma que sólo “un 2%” de las susodichas tropas procedían de la Marca Hispánica, lo que posteriormente se conoció como Cataluña y que para entonces aún no existía la unidad de lo que hoy es Cataluña”. 

De este 2%, el 0,8 eran gentes provenientes del clero de los condados, especialmente del de Barcelona, del que Jaime I era Señor y San Luis IX, Rey de Francia, su soberano hasta 20 años más tarde. El resto, hasta el 2 %, esto es, el 1,2 % eran soldados de los cuales muchos regresaron a sus tierras al impedirles Jaime I entrar “a botín y rapiña” en el Reino de Valencia. En su consecuencia, estos pobladores “no pudieron hacer valer su lenguaje ante los más de 65.000 cristianos, 2.000 judíos y 120.000 moros habitantes del reino moro valenciano”. (Hussein Mones, catedrático de Estudios Hispánicos Al Andalus, de la Universidad de El Cairo, en su libro: Andalucía, Algarabía and Al Sharky.

 

A partir del  7 de Julio de 1237, los escribanos de Jaime I comenzaron a anotar en el Libro Primero “del Repartiment” el nombre de la persona que asistía al asedio de la ciudad de Valencia y el número de las “casas y yugadas de tierras” que también se ofrecían. Y así ocurrió hasta después de la ocupación. Los ofrecimientos se hacían para ocupar el reino moro con cristianos, lo cual exigía la permanencia definitiva del beneficiario en tierras valencianas. Una vez conquistada la ciudad comenzaron a hacerse realidad las donaciones, extendiendo los documentos correspondientes, de los que se conservan muchos. Y, tan pronto como este título de propiedad se extendía, los escribas del Rey cancelaban el ofrecimiento con unas “señales a modo de tachadura” que confirmaba que la promesa del reparto se había cumplido.

En el Llibre del Repartiment, perteneciente al Archivo de la Corona de Aragón y que, lamentablemente, se encuentra en Barcelona, se registran meticulosamente las donaciones de casas o terrenos hechas por el rey  Jaime I a  aragoneses, catalanesnavarrosingleseshúngarositalianos y  franceses, es decir a todos los que participaron en la cruzada que fue la conquista de Valencia. Se calcula que en el Reino de Valencia vivían unas 200.000 personas mientras que los repobladores solamente fueron unos pocos miles. El aumento de la población del reino de Valencia no llegó a un 5% con la inmigración aragonesa y catalana. Y esta inmigración iba aproximadamente por mitad y mitad[“”( http://es.wikipedia.org/wiki/Llibre_del_Repartiment_de_Valencia).

El libro consta de tres volúmenes datados entre 1237 y 1252. El primer y segundo volumen recogen las donaciones de propiedades rústicas y urbanas de la ciudad y término de Valencia y de todo el Reino, en total, unos 3.200 registros. En el tercer volumen se recogen los edificios de la ciudad de Valencia, con la indicación del antiguo propietario y del beneficiario de la donación.


“Consideramos -dice A. Ubieto- que la lengua romance hablada en el siglo XII en Valencia persistió durante el siglo XII y XIII, desembocando en el ‘Valenciano medieval’. Sobre esta lengua actuarían en muy escasa incidencia las de los conquistadores, ya que, como he señalado en otra ocasión, el aumento de la población del reino de Valencia no llegó a un 5 % con la inmigración aragonesa y catalana. Y esta inmigración iba aproximadamente por mitad y mitad….. “

El “Llibre dels Avehinaments” de los años 1387-1396, censo confeccionado también por el rey Jaime I, ha sido estudiado en profundidad por la Catedrática de Paleografía, Cabanes Pecourt
( http://ca.wikipedia.org/wiki/Amparo_Cabanes_Pecourt), estableciendo sin lugar a dudas que las concesiones de casas y tierras a los mercenarios de la “Marca Hispánica“ (“catalanes”) fueron prácticamente inexistentes en relación a las otorgadas a otras tropas, tales como aragoneses, navarros e incluso extranjeros. Posteriormente las lecturas que se han efectuado del Libro del Repartimiento no han modificado sustancialmente este porcentaje del 1,2% de catalanes que permanecieron en Valencia una vez conquistada a los moros.

Para el profesor Peñaroja “la conclusión es clara: el 16,8 % de una minoría repobladora no podía imponer, en tal situación, su dialecto catalán occidental. Y esta tendencia se confirma, de forma coincidente, en las comarcas y po­blaciones más populosas del Reino­, como era Játiva, donde se detecta casi un 60 % de repobladores de habla aragonesa y castellana frente a un insignificante 14 % de habla ca­talana occidental (provenzal). y como que estas son los únicos datos históricos comprobables, la Filología científica no se puede desentender de ellos. Es decir: hoy por hoy, la teoría que interpreta el valenciano como el producto de una repoblación catala­na no es históricamente demostra­ble. Es una opinión, no un conocimiento científico”.
¿Cómo construye Cataluña la supuesta dominación “catalana” del Reino de Valencia?
El archivero del Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona, Próspero de Bofarull, hace -a mediados del siglo XIX- una traducción falseada del “Libre de Repartiment del Regne de Valencia” para inventarse los nombres de las familias catalanas que, según él, vinieron a enseñarlos “su lengua” y a quedarse en Valencia. Pero su edición resultó tan extraordinariamente manipuladora y la manipulación tan burda que carece de credibilidad alguna. Bofarull se dedicó a leer y a copiar única y exclusivamente los “asientos” de la ocupación de tierras que le interesaron  y que no son otros que los catalanes, obviando la mayoría de las adjudicaciones a aragoneses  navarros, ingleseshúngarositalianos y  franceses. Como digo, la versión del archivero Bofarull está totalmente desacreditada a todos los efectos académicos e historiográficos. 

El contexto social y político de la manipulación de Bofarull  no es otro que el  inicio de la “Renaixença”catalana (mediados del siglo XIX) donde la construcción de su personalidad “nacional catalana” exigía esta serie de “licencias”. En esencia, la edición de Bofarull estaba absolutamente manipulada ya que no tuvo en cuenta la totalidad del texto, ni la técnica notarial del siglo XIII, ni mucho menos la actual. Tachó a capricho nombres aragoneses y navarros para demostrar la supremacía de catalanes frente al resto. Hoy, todas sus omisiones, tachaduras y hojas eliminadas se han podido recuperar y contrastar con el resto de documentación, el “Llibre dels Avehinaments” , de pergaminos y textos complementarios que arroja un resultado determinante: la población del Reino de Valenciana proveniente de los condados de la Marca Hispánica tras la conquista de Valencia no supuso más que una cifra porcentual del 1,5 % del total de los habitantes, lo que hace del todo punto imposible que dichos soldados pudieran enseñar su supuesto “catalán” a todo un Reino 200 años más avanzado que los condados “catalanes” que tendrían que esperar dos o más siglos a  empezar a hablar y a denominar “catalán” a su lengua, 200 años a empezar a escribir su legislación “ en catalán”, 300 años para constituirse como provincia administrativa de España, y 400 a tener una “Renaixença” literaria cuando Valencia tuvo su “Siglo de Oro de la lengua valenciana” en el momento en “Cataluña” empezaba a balbucear el catalán

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