Ecuación para valorar empresas
Sería la siguiente:
ROA>"Coste de Capital" Y
Siendo ROA: Beneficio Neto/Activo Total
Siendo Y: Rentabilidad de Activo sin riesgo + (Beta x (RV-RF))
-Siendo RV-RF exceso de rentabilidad histórica de la Renta Variable sobre la Renta Fija: 4% mas o menos
Fundamento:
10.1 Creación de Valor
El objetivo de todo equipo directivo y empresarial es maximizar el valor de una empresa, y por lo tanto
maximizar el valor para los accionistas.
Estamos hablando de conceptos diferentes cuando tratamos el valor de una empresa y la creación de valor
del equipo directivo.
En el primer apartado, el analista tiende a intentar concretar, como hemos mencionado, un precio para la
compañía, mientras que en el segundo lo que el equipo directivo intenta es añadir valor añadido en su
gestión.
El problema básico es el paralelismo que muchas veces se establece entre el objetivo de creación de valor y
la maximización de beneficios, lo cual no siempre va unido, ya que el aumento de beneficios no tiene por
qué suponer un mejor posicionamiento de la empresa (el crecimiento puede ser inferior al que debería y
enmascarar una dilución de los accionistas, etc.).
Además, como ya hemos mencionado en diversas ocasiones, el beneficio está afectado por criterios
contables, y no considera normalmente la necesidad de inversión para su obtención; por ello, es más correcto
hablar de rentabilidad de la inversión, tanto para los accionistas como para la empresa, y manejar esos
criterios en comparación con otras variables que afectan al inversor y que se puedan resumir normalmente en
aspectos alrededor de los costes de oportunidad.
Por tanto, se genera valor para el accionista cuando la rentabilidad obtenida de las inversiones es superior al
coste de capital. La rentabilidad de las inversiones, ya la hemos definido, anteriormente a través de los ratios
ROA y ROCE; especialmente útil es este último cuando la empresa se plantea inversiones futuras ya que
resume la rentabilidad ofrecida por éstas. Esta rentabilidad debe ser superior al coste de capital o de
oportunidad para llevar a cabo las inversiones. Por ello, en muchas ocasiones, el crecimiento de una empresa
no es suficiente para remunerar en exceso ese coste de capital. Aunque definiremos más adelante el coste de
capital una primera conclusión significativa es que no todas las cuentas de resultados remuneran
suficientemente las inversiones que se han realizado para conseguirlas. Aunque este concepto parece
suficientemente claro y poco a poco se ha ido extendiendo en el mundo empresarial, no son la gran mayoría
de empresas las que lo aplican.
Cuando hacemos una inversión en bolsa exigiremos una rentabilidad mínima para llevarla a cabo; por
ejemplo la rentabilidad de los bonos a largo plazo o la de las Letras del Tesoro a corto plazo más una prima
por el riesgo que se asume por invertir.
Si el inversor no se siente remunerado por esta prima optará por inversiones con menos riesgo; esto mismo
es aplicable a las empresas. Si la rentabilidad de las inversiones realizas no supera sustancialmente los costes
sin riesgo, dichas inversiones se debieran llevar a cabo o la gestión de las mismas es ineficaz.
El concepto diferencial entre la rentabilidad exigida y el coste de interés sin riesgo es la prima de riesgo que
más adelante definiremos de manera más exacta. Por tanto, se generará valor cuando exista una capacidad
elevada para crear flujos futuros que justifiquen la inversión y el riesgo en ella incurrido.
Esta generación de valor se puede cuantificar por el diferencial mencionado y evaluar si es suficiente o no, e
incluso establecer objetivos al equipo directivo en base a ese diferencial.
Pero si la rentabilidad obtenida es positiva y se encuentra por debajo del umbral que hemos definido como
coste de capital, la situación final será que se está destruyendo valor, y por lo tanto el accionista lo que debe
esperar es que el equipo directivo devuelva capital a los accionistas y a partir de ese momento será él quien
decida dónde invertir sus fondos para obtener esa rentabilidad mínima exigida.
Es importante recordar que el trasvase de valor de una empresa a sus accionistas no solo se hace a través de
los dividendos; por tanto nos podemos encontrar con empresas que no pagan dividendos pero que la creación
de valor es tal, que los accionistas se sienten remunerados a través del mercado ya que será éste el que
reconozca dicha creación.
En definitiva un inversor debe sentirse remunerado a través de dividendos y / o bien a través de ganancias de
capital gracias a la gestión del equipo directivo y a la creación de valor que este ha aportado
Extraído del temario de un curso de la Bolsa de Madrid.
Alguien tiene alguna opinión?