Coincido contigo. A eso mismo apuntaba yo en un mensaje de hace un par de meses (o algo así, no recuerdo bien). He decidido eliminar (de manera estructural, no por las condiciones actuales de mercado) la renta fija como componente de la cartera de inversión. La cartera de inversión es eso, inversión, o sea, lo que no vaya a necesitar en un futuro previsible y ahí no pinta nada la renta fija. Aparte tengo, por supuesto, una abundante reserva para contingencias para hacer frente a eventuales gastos imprevistos y extraordinarios (dinero no invertible, como dices). Que no tiene nada que ver con porcentajes, sino que determino en términos absolutos (€) como la cantidad con la que me siento cómodo y a cubierto. Sólo lo que exceda de ahí, o sea, de lo que pueda prescindir tranquilamente, va a la cartera de inversión.
Compruebo que tu te diste cuenta de ello mucho antes que yo.
Un saludo.