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El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

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El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro
El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro
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Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Siguiendo con la huida de la medicoridad para mejorar personal y profesionalmente, para ofrecer un servicio de mayor calidad a los clientes, para adaptarnos a los cambios tecnológicos-sociales-éticos-laborales-de comportamiento de los clientes..., vamos a dejar otro excelente artículo de Xavier Marcet que aborda este tema desde el punto de vista de las empresas, que deben adaptarse sí o sí a la digitalización y los profundos cambios que ésta produce en todos los ámbitos de la sociedad y las empresas.

 

Empresas: esquivar la mediocridad

Cuando hablamos de mediocridad lo primero que hay que hacer es tener un espejo cerca dónde mirarnos. El riesgo de ponderar mediocremente sobre la mediocridad es altísimo. No me atrevo a hablar de la mediocridad en el arte, menos en las personas, pero me gustaría ensayar una aproximación sobre la mediocridad en la empresa, sabiendo, por experiencia propia, lo que supone desplegar una empresa que no calce un zapato y una alpargata reiteradamente.

 

Una empresa es básicamente mediocre cuando es  incapaz de deleitar a sus clientes. La falta de atractivo o de calidad es un factor clásico de mediocridad. Una empresa es mediocre cuando el valor que crea para sus clientes se aleja de la excelencia y se pierde en lo anodino. La commoditización de las empresas es un gran riesgo de mediocridad. La empresa indiferenciada a ojos de sus clientes vive en el abismo de la mediocridad, del sí pero no constante.

 

Una empresa es mediocre cuando las inercias pesan más que la ilusión por adaptarse a los contextos cambiantes . Cuando el futuro es simplemente una prórroga del pasado. El escepticismo militante de muchos directivos ante lo nuevo acaba normalmente en propuestas  de valor continuistas, en innovaciones de ni fu ni fa, en soluciones a medio camino. Esas empresas que lo saben todo, a la que nadie puede enseñar nada a sus directivos corren un gran riesgo de que los viejos éxitos se les queden en las manos ante propuestas radicalmente nuevas. Hoy nadie está a resguardo de la disrupción. Y la disrupción la protagonizan nuevos entrantes que no tienen nada que perder y buscan construir propuestas que mejoren mucho la experiencia de los clientes.

 

Una empresa es mediocre cuando sus líderes son mediocres ( gente que se sirve más que gente que sirve). Líderes que expresan valores caducos y formas que no ayudan a sacar nada bueno de los que les rodean. Una empresa es mediocre cuando la concentración de profesionales tóxicos es mayor que la media. Las empresas mediocres tienden a ser complicadas porqué se llenan de gente complicada. Lo mediocre es mirarse demasiado a sí mismo. Drucker decía que las oportunidades están siempre fuera. Hay directivos que tienen su ego como perímetro prioritario. Nada más mediocre.

 

Una empresa es mediocre cuando sus resultados son sostenidamente mediocres. No todas las empresas puede tener el Ebitda como Apple, pero una empresa que saca sistemáticamente malos resultados, o cierra, o sobrevive en la mediocridad. No hay empresas que parezcan más mediocres que esas que se quejan por todo, que asumen la queja como cultura corporativa. En las empresas, a veces, hay que ganar contundentemente.

 

Una empresa tiende a la mediocridad cuando se aísla de la sociedad dónde habita. Cuando no entiende que ser inclusivo es hoy más estratégico que nunca. Una forma brillante de esquivar la mediocridad es procurar combinar buenos resultados económicos con un ouput social tangible, relevante, y si puede ser, pegado al propio negocio. Por el contrario, hay empresas con una mediocridad moral insoportable.

 

Una empresa intenta huir de la mediocridad cuando hace de la innovación y el emprendimiento una forma de estar de las personas en las empresas y de las empresas en la sociedad. La innovación no es fácil pero en un mundo como el nuestro, sin adaptación, sin diferenciación y sin explorar constantemente cómo crear más y mejor valor para los clientes es difícil sobrevivir. La innovación es actualmente una forma tanto o más plausible de servir a la estrategia que la planificación rígida.

 

Cuando una empresa pone a su cliente en el centro y se organiza para deleitarle está haciendo todo para no caer en la mediocridad. Cuando es capaz de estructurarse para servir al cliente desafiando sus propias inercias y ortodoxias. Y además hay que desafiarlas rápido. Constatamos como en muchas empresas las burocracias han secuestrado la agilidad haciendo que cualquier cambio sea lento y sinuoso. Para esquivar la medianía hay preguntas trascendentales que se deberían convertir en cotidianas, una de ellas es: ¿qué van a necesitar nuestros clientes que todavía no nos sepan expresar ? Hacerse las preguntas y responderlas e implementarlas  con agilidad.

 

Una empresa intenta esquivar la mediocridad cuando crea una comunidad de personas de la que valga la pena forma  parte. Por talento y por talante.  Un espacio libre de desmotivación y de tonterías. Un espacio dónde crecer acompasadamente en términos corporativos y personales no sea un trade off. La empresa no es una guardería, no es un rancho paternalista, pero es una espacio de personas que deben poder balancear su compromiso corporativo con su deseo de prosperar personalmente.

 

 

Una empresa esquiva la mediocridad cuando es auténtica. Cuando no hay espacio para el paripé institucionalizado.   La autenticidad es la nueva competencia diferencial de las empresas.  Existen demasiadas empresas dónde la artificialidad puebla sus relatos y copa sus reuniones.  La autenticidad es el código no escrito de las empresas que aspiran a perdurar y a crear cosas relevantes para su negocio y para el mundo. El mapa de procesos de la autenticidad no tiene ISO que la sostenga, anida en este espacio fundamental entre la racionalidad, la emocionalidad, el esfuerzo y la pasión que hace que algunas empresas sean construcciones sociales que alumbren un mundo complejo. La autenticidad no es una asignatura de ninguna escuela de negocios pero es la revolución tácita que necesitamos para desplegar empresas de las que sentirse parte orgullosamente. La autenticidad es el primer mandamiento para esquivar la mediocridad.

http://www.xaviermarcet.com/2017/03/empresas-esquivar-la-mediocridad.html

 

Los CEO´s de las empresas, sus directivos, deben ser totalmente proactivos en la gestión del cambio, deben estimular a sus empleados para participar en dicho cambio, deben facilitar el acceso de los empleados a los cursos de formación y reciclaje, deben crear en la empresa y su entorno un clima que favorezca la participación de todos sus componentes en la innovación.

 

Como hemos dicho la huida de la mediocridad es una actitud, una elección propia, un sentimiento; un empleado, un directivo que no cree en la innovación y la mejora propia y de los que les acompañan en el viaje, no hace más que obstaculizar su propia evolución, la de la empresa y la del resto de la sociedad.

 

Todo lo dicho sobre la huída de la mediocridad es tan válido tanto para directivos y empleados de empresas privadas como para la administración pública, los funcionarios y los políticos; un fiuncionario, un político que no desea mejorar como profesional y no desea una mejor atención para los ciudadanos no es más que un estorbo y una carga para la sociedad.

 

 

Saludos eligiendo libremente huir de la mediocridad.

 

#92

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Un modelo a estudiar y proponer es el diseñado por el siguiente estudio :

http://www.ief.es/documentos/recursos/publicaciones/papeles_trabajo/2017_01.pdf

Este INR propuesto entre otros, por Milton Friedman, es muy interesante, para entender lo que supone proponer una Renta Basica Universal , algo que a mi parecer, estamos abocados a desarrollar e implantar si queremos mantener el Estado del Bienestar.

Esta Renta Basica Universal eliminaria cualquier tipo de subvencion o prestacion que actualmente existen de una forma dispersa y que sumadas suponen una importante partida.

Saludos

#93

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas, Lunatico.

 

Realmente interesante el trabajo de Fuenmayor y Granell, para leerlo tranquilamente.

Con tu anuencia (y desde luego con la referencia a tu gran aportación) he pasado el enlace a un hilo más específico sobre la RBU como es "La OCDE insta a los países a probar la eficacia de la renta básica universal" (respuesta #23)...

https://www.rankia.com/foros/economia/temas/3581572-ocde-insta-paises-probar-eficacia-renta-basica-universal?page=2#respuesta_3834944

...pues aunque evidentemente aquí también hablamos sobre la RBU (eso sí, más circunscrita a una de las consecuencias de la digitalización y la revolución 4.0) el otro hilo creo que es más concreto al respecto.

 

Gracias de nuevo, Lunatico.

 

Retomando el tema de la importancia de una política pública que incentive de forma clara la adaptación a revolución tecnológica, os dejo una opinión de Xavier Marcet sobre los políticos y la revolución 4.0.

 

Los políticos y el desafío 4.0

Que nadie busque en mí uno de esos tipos que creen que todos los políticos son iguales y que los que se dedican a la política solo están para robar. Si piensan eso pueden ahorrarse leer este articulo. En la política hay de todo, y hay de todo en todos los partidos, gente honestísima y gente deleznable, igual que fuera de la política. Como sociedad tenemos un problema serio cuando el sistema político ahuyenta el talento. Qué necesidad tiene la gente de talento de meterse en política, ser considerado poco menos que un pre-corrupto, cobrar mucho menos que lo que cobrarían en el mundo privado y tener una agenda vendida al diablo ? Está claro que a nadie lo fuerzan a dedicarse a la política, pero debería hacernos reflexionar el perfil de gente que se dedica a la política por vocación. No creo que la política convoque hoy a más gente de talento que hace veinte años. Y hablo por España y por Estados Unidos y por Chile y por muchos países que conozco. Sin embargo, las sociedades democráticas fiamos nuestro futuro a la calidad de esta clase política.

 

El negocio del futuro ha cambiado. Es menos previsible, supone la capacidad de comprender una mayor complejidad. Los cambios se suceden a ritmo de vértigo. AirBnB que ha volteado no solamente el mapa turístico de Barcelona si no todo el panorama de su vivienda de alquiler, hace cinco años era una start up incipiente. Igualmente pasa con Uber. En este entorno la sensación es que la capacidad de aprender y desaprender de la clase política es algo que ni se plantea. Como si los políticos estuviesen tocados por una varita mágica que actualizara sus conocimientos. Los políticos aprenden más por intuición y simpatía (en el sentido de los filósofos griegos) que por concentración. Y si bien no podemos exigir que todos los políticos sean doctores por el MIT tampoco podemos permitirnos una clase política muy desinformada sobre los cambios tecnológicos que ya han llegado. Estamos ante un nuevo paradigma ( IoT, Big Data, Inteligencia Artificial, Robótica, Impresión 3D, Realidad Virtual, Blockchain, Biología sintética, Bioingeniería, Nuevos materiales, Nanotecnología) que va a cambiar todo otra vez. Sin exagerar, cambiará todo, igual que Internet lo cambió todo desde los noventa. No hay que ser ciberpapanatatas ni creer que todo lo que la tecnología permita, sucederá. Pero no hay que ser miope, cambiará otra vez todo.  Y en esta discontinuidad radical que se nos avecina habrá enormes oportunidades y serias amenazas para nuestras sociedades. Y en este contexto de cambio,  los relatos políticos parece que ni están ni se les espera.

 

No escucho a nuestros políticos hablar de cómo afrontaremos la era de longevidad que se nos abre delante. En cambio escucho hablar de las pensiones cómo si la gente no fuera a vivir muchos más años. No escucho nada sobre cómo afrontar el reto de las grandes pandemias neurodegenerativas que sucederán porqué sabemos parchear mucho mejor el cuerpo que la mente. No veo políticas urbanísticas que contemplen ciudades con grandes porcentajes de gente muy mayor viviendo sola.

 

Escucho muy poco a políticos ( podemos incluir también a los sindicatos) hablar sobre la transformación absoluta del mundo del trabajo. Y no solamente por el impacto de la robótica si no porqué las empresas deberán ser mucho más flexibles si realmente ponen a los clientes en el centro de su tablero corporativo. Las empresas será más planas, con estructuras más liquidas, serán más adhocráticas que burocráticas. El debate sobre la renta universal es todavía muy incipiente. A mí, me parece una mala solución, pero peor es no pensar en nada. El trabajo es un factor vertebrador de la sociedad, es para tomarse mucho más en serio su transformación.

 

No escucho a los políticos pensar seriamente sobre todo el enorme potencial de la inteligencia artificial y el Big Data aplicados a la creación de valor público. La necesidad de transformar la administración para tomar las decisiones y realizar las operaciones de otro modo es evidente. Se podrán desplegar políticas públicas con capacidad de personalizar muchos servicios para todo el mundo, pero éstas y otras oportunidades,  conllevarán otro tipo de administración. Por descontado el paradigma actual de funcionariado está a las antípodas de la flexibilidad y permanente aprendizaje que necesitaremos en la administración. Lo insólito es que si la administración no asume su necesidad de cambiar, igual descubrimos que si el Blockchain confirma como tecnología las maneras que apunta, igual no necesitamos a la administración para algunas de sus cosas. Ningún político se atreve a afirmar que el modelo de administración del siglo XX no servirá en el siglo XXI, lo cual es de una evidencia meridiana.

 

No escucho hablar seriamente de cómo mantendremos servicios universales básicos, como la salud que cambiará muy sustancialmente para mejor, pero que será mucho más cara (al menos al principio de las nuevas oleadas de grandes soluciones).  A un sistema de salud que ha desbordado todas sus costuras, ¿cómo le vamos a incorporar la medicina genética o el apoyo del diagnóstico desde el Big Data si todavía no hemos sido capaces de desplegar la historia clínica compartida? Se necesitan muchos recursos para sostener la salud que viene. Y estos recursos no caen del cielo ni se crean por decreto ley, solamente los disponen la sociedades que saben crear riqueza. Igual que hablamos de salud podríamos hablar de la educación y de sus cambios.

 

No veo a los políticos dar la importancia vital que tendrá la Ciberseguridad como la gran infraestructura del futuro, como una externalidad imprescindible. No les veo ni reaccionar a las alarmas muy serias que ya tenemos sobre nuestra privacidad personal y sobre la seguridad de las instituciones y corporaciones. Los efectivos que como sociedad dedicamos a estos menesteres nos sonrojarán en muy pocos años.

 

Veo a muchos políticos hablar mucho de innovación imaginando que van a crear un Silicon Valley en cada esquina. Pero son incapaces de conseguir que las administraciones bajo su responsabilidad innoven o se transformen digitalmente. Para que esto sucediera deberían por empezar a cambiar ellos mismos y la clase directiva que a menudo instalan en las administraciones que controlan. Los políticos, por lo general, predican una innovación que son incapaces de aplicarse.

 

Y cómo estos, muchos más temas. Como ciudadanos, más que demonizar sin matices a la clase política, lo que debemos exigir es que incorporen estos temas 4.0 en la agenda estratégica de nuestras sociedades de un modo prioritario. Deberíamos también pensar en estas cosas a la hora de votar y reflexionar si estamos aupando gente con capacidad de enfrentar la complejidad que se nos viene. Por su parte, los políticos creo que ganarían legitimidad si admitieran humildemente su poca capacitación y baja orientación a estos temas. Un gran paso a favor de la clase política es que admitieran que para ejercer este oficio ahora hay que aprender y desaprender de otro modo y con otro tempo. Ni más ni menos, lo mismo que nos pasará a todos con nuestros trabajos.

 

 

Quizás porqué tengo una vida profesional muy nómada, hace años que perdí todo el interés por la política del día a día, la del rifirrafe de los partidos. La erística política me interesa poco, pero por deformación profesional, me interesa mucho  la estrategia y la innovación. Y aquí es dónde veo carencias desmesuradas. Por ello, más que ridiculizar y quedarnos a gusto con la clase política, deberíamos pensar qué hacer para mejorar las capacidades de la clase política en estos menesteres. Hablar de alfabetización me suena a falta de respeto, hablemos de aprendizaje sistemático. Deberíamos potenciar a aquellos políticos con capacidad de estudiar y aprender sistemáticamente y deberíamos denostar a los populistas sabelotodo . La cuestión es no continuar con esa sensación de desamparo respecto del futuro. No podemos encarar el futuro con gente que se enmaraña constantemente  con el pasado. No podemos pensar el futuro con gente que usa esquemas que perdieron hace años su contexto. Es urgente atraer talento a la política ( quizás deberíamos repensar unas cuantas cosas al respecto) y es urgente facilitar que la clase política incorpore los temas básicos que plantea el nuevo paradigma 4.0 a la lista corta de sus agendas. Nos guste o no, sus agendas nos afectan inexorablemente.

http://www.xaviermarcet.com/2017/10/los-politicos-y-el-desafio-40.html

 

Marcet incide en el anquilosamiento de una clase política indolente ante los tresmendos cambios que ya se están produciendo en la sociedad, la economia, las relaciones laborables, los tipos y formas de trabajo, la tecnología, la ética,..., a todos los niveles y que los politicos no abordan, ya sea por ignorancia, desinterés, cálculos electoralistas... y que están condenando a nuestro país a un retroceso claro en nuestro nivel de vida y bienestar.

Los politicos no son vulcanianos que han llegado en una nave espacial, ajenos a nosotros, sino que son el reflejo de una sociedad en gran parte abúlica, acomodada en el estado de bienestar, consciente de sus derechos y ajena a sus obligaciones, carente de valores...; los ciudadanos somos responsables en buena parte de los políticos que votamos, aplaudimos y defendemos a capa y espada aunque nos dejen en calzoncillos, se salyen la ley, nos roben o se pasen la Constitución por el forro de las gónadas.

Igual de responsables son los funcionarios, a los que deja una buena perla al respecto:

"Por descontado el paradigma actual de funcionariado está a las antípodas de la flexibilidad y permanente aprendizaje que necesitaremos en la administración"

Si aquellos que velan por el funcionamiento del Estado mismo no son capaces de reciclarse, evolucionar y presionar a nuestros dirigentes como arietes del cambio, mal vamos.

 

Al final, como siempre, vuelvo a incidir en que la adaptación a la nueva sociedad digitalizada es tanto una responsabilidad global (de todos y cada uno de los sectores productivos, sociales, profesionales, políticos,...) como individual (de cada una de las personas, de nosotros).

 

Saludos implicando a todos en la adaptación al cambio.

 

 

 

#94

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Buen artículo del MIT que incide en los beneficios de la robotización en el trabajo humano. 

 

"Tenemos que demostrar que los robots mejorarán el trabajo humano"

El trabajo de Julie Shah consiste en probar que la suma de humanos y máquinas da un resultado mejor que el de cada uno por separado. No quiere que la automatización desplace a los trabajadores sino que la combinación de ambos logre que el trabajo sea más eficiente y seguro

 

Los compañeros de trabajo robóticos y los asistentes de inteligencia artificial (IA) están a punto de llegar a alguna oficina cerca de usted.

Pero en lugar de preocuparse por que los robots se queden con el empleo de las personas, Julie Shah lo ve como una oportunidad. Esta profesora asociada del MIT (EE. UU.), que en 2014 fue una de las ganadoras de nuestro concurso  Innovadores menores de 35 globales, investiga las mejores estrategias de colaboración entre humanos y robots para que el trabajo sea más seguro y eficiente. Su meta la ha llevado a fábricas y hospitales llenos de gente donde trata de descubrir cómo usar la automatización para que los humanos sean más productivos. Nos hemos sentado a hablar con ella sobre lo que podríamos encontrarnos cuando empecemos a trabajar codo con codo con robots, algo que muchos de nosotros ya estamos haciendo.

 

¿Cuál es el error más común en el concepto de los robots trabajadores?

La gente suele creer que la inteligencia artificial es una capacidad general y poderosa que está buscando su camino a través de todos estos trabajos. Pero  la IA que tenemos ahora mismo no funciona así. Actualmente, cada sistema de inteligencia artificial debe estar diseñado para realizar una tarea muy concreta. Se necesita mucha ingeniería. Y aunque las máquinas son capaces de abordar cada vez más tareas,  no tenemos esa "inteligencia artificial general" que se podría encargar de grandes partes del trabajo humano. A medida que gana habilidades consigue hacer nuevas tareas muy pequeñas en diferentes campos.

 

¿Cuál es la diferencia entre implementar robots en una fábrica y un hospital?

Cuando se habla de robots que acceden a nuevos sectores de servicios, hospitales y edificios de oficinas, su entorno está mucho menos estructurado. Los robots necesitan aprenderse el contexto: preferencias personales, cuándo el ambiente está ajetreadas, qué día de la semana es. Es muy difícil codificar todo eso.

Hemos estado desarrollando técnicas que nos permitan ver a los expertos mientras realizan su trabajo. Observamos cómo los enfermeros deciden qué pacientes asignar a cada habitación.  Observar a humanos expertos permite entrenar a los robots.

 

¿Ha identificado alguna industria en la que las personas acepten mejor la automatización?

Los cuidados de la salud no tienen un historial que pudiera generar rechazo hacia los robots. Pero en fabricación si hay una sensibilidad cultural hacia los robots que se quedan con los trabajos de las personas. En ese sector suele haber más escepticismo. Tenemos mucha presión para demostrar que los robots mejorarán el trabajo humano sin desplazar a los trabajadores.

En el hospital estudiamos a los enfermeros que desempeñaban el rol de gerente de enfermería, ya que controlan parte del horario de la sala de operaciones: a qué salas se asignan los pacientes y a qué enfermeras se les asigna qué pacientes. Su trabajo es matemáticamente más difícil que el de un controlador aéreo, y sin embargo carecen de herramientas que les ayuden a tomar decisiones. Los enfermeros tienen la sensación de que aportan un valor añadido a su trabajo, saben que sus tareas son difíciles y aunque sean los mejores haciéndolas, sienten que aún hay un margen de mejora.

 

¿En qué deberían cambiar las conversaciones sobre inteligencia artificial y trabajo?

Creo que algo que a veces falta en la discusión y es que la inteligencia artificial no es una tecnología que esté fuera de nuestro control. Nosotros diseñamos la inteligencia artificial, y nuestra forma de enfocar el problema es lo que cambiará los resultados que la IA nos dé.

https://www.technologyreview.es/s/10047/tenemos-que-demostrar-que-los-robots-mejoraran-el-trabajo-humano

 

Hay que intentar buscar los beneficios que nos aporta la digitalización, IA, IoT, robótica,... a nuestro trabajo y la sociedad para integrarlos y beneficiarnos de ellos.

 

 

Saludos adaptativos.

#95

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Recordemos que las administraciones públicas deben fomentar la adaptación digital de la industria, los ciudadanos y los trabajadores (pero no olvidemos que dicha labor es también necesaria desde empresas, trabajadores y ciudadanos) y la inversión, pero en España somos unos rácanos.

 

 

Francia destina 23 veces más que España a impulsar al Industria 4.0.

Lo más grave de perder un tren no está en el retraso que supone esperar otro. Lo peor es que tal vez ese fuera el último.  Vivimos bajo el despliegue tecnológico más importante que ha vivido nuestra civilización y los últimos trenes  ya están saliendo. Es una necesidad desde el punto de vista empresarial liderar el reto de la transformación digital y de abrazar la Cuarta Revolución Industrial para ofrecer una oferta competitiva en el mundo que nos ha tocado vivir. Pero también es una obligación desde el punto de vista de la administración estimular ese viaje.

Hace unos meses, durante un evento en el que ofrecí la conferencia ' La Industria 4.0 para conquistar el futuro ', se presentó el plan público para fomentar la transformación digital de la industria española, el llamado ‘ Industria Conectada 4.0’ que nació en 2015.  Un proyecto que cuenta con un presupuesto inicial de 97,5 millones de euros procedente de la Secretaria General de Industria y Pyme. A esa partida se le debían sumar otras por parte de otras secretarias y ministerios. La iniciativa semi pública tenía (tiene) como valedores a empresas como Indra, Telefónica y Banco Santander y giraba (gira) en la creación de empleo cualificado pues el que se está creando actualmente con la llamada 'recuperación' no podrá soportar las pensiones futuras.

Con un orgullo incomprensible se expuso esa cantidad como si fuera algo excepcional.  Hace falta mucho más, en líquido y en mostrar prioridades.Cierto que las comparaciones son odiosas pero hay veces que es bueno hacerlas pues permite saber si el importe destinado a algo está en ‘precio de mercado’ o no. Por ejemplo, Alemania destina algo más de 200 millones a un programa similar llamado ‘Industrie 4.0’. Corea del Sur ha destinado 1500 millones a su ‘Manufacturing Industry Innovation 3.0 Strategy’. China 1.100 millones en el ‘Made in China 2025’. Los Estados Unidos 900 millones al ‘National Network for Manufacturing Innovation’. El Reino Unido 500 millones en los próximos tres años en el ‘High Value Manufacturing Catapult’. Italia aproximadamente cuatro veces más que España en el ‘Cluster tecnologici nazionali Fabbrica intelligente’. Y  Francia en su programa ‘Industrie du futur’ tiene programado gastarse 2.300 millones de euros. 

Atentos, uno de nuestros rivales directos,  Francia, tiene un plan en marcha que supone 23 veces lo que ha pensado invertir España desde el sistema público, el que debe estimular a quienes lideren el asunto. Un programa nacional que estime modernizar todos los aspectos productivos de un país y que lo sitúe en la vanguardia de esta Revolución Industrial exige abordar cuatro aspectos determinantes.  La automatización, el acceso digital al cliente, la Información Digital y la conectividad. La división exige que desde la administración se tenga muy claro que con 97 millones escasos no se puede abordar un salto cualitativo. Los campos son cuatro pero cada uno de ellos exige una reflexión que en su conjunto conforman la transformación digital de toda una economía, una sociedad y un espacio en condiciones que dejar en herencia a nuestros hijos.

Para que el programa sea un éxito y no un ‘pdf’ la mar de bonito se debería poner énfasis  formar a nuevos profesionales divulgando que significa Industria 4.0 y porque es determinante estar dispuesto a adoptarla. El problema para muchas empresas es la falta de talento y personal cualificado para asumir ese reto de transformación. Dramático. Para solucionarlo es imprescindible formar las competencias que se necesitan.  De la destrucción de empleo masivo inminente debe nacer un nuevo espacio laboral diametralmente distinto. Hay que hablar con la Universidad, con la formación profesional y con los estamentos educativos. El mundo de mi hijo no será como este, su modo de emplearse tampoco. No prepararlo, no hacer nada al respecto, es ir directos al desastre.  Se precisa estrategia, no táctica.

Y cierto es que como España crea empleo, la prisa en modificar las cosas se retrasa. Es aquel 'no toques nada que parece que ahora funciona' cuando no arrancaba la moto y finalmente se pone en marcha. Normalmente lo que pasaba es que el motor se está recalentando y se romperá definitivamente por no haberlo parado y engrasado. Se crea empleo, si,  un empleo cuya cotización no aguantará las pensiones futuras. Un empleo que no moderniza nuestra economía. Dependiente de  sectores cíclicos y de escaso valor añadido. Un empleo que no exige el reto de confrontar lo humano a lo tecnológico. En el futuro inmediato muchos países habrán reparado el daño que la automatización, la robotización y los modelos productivos vinculados la Industria 4.0 creando nuevos oficios, nuevas maneras de trabajar y, si me apuras, de ser. De vivir.

Es cierto que a los 97 millones hay que sumar muchos otros programas. Es cierto que hay grandes proyectos en marcha y que la guerra es diaria en miles de empresas para no dejar escapar el tren. Pero, ahora más que nunca, es imprescindible que se marque el terreno de juego, las reglas y las ayudas necesarias para que podamos ‘entrenar’ a lo que jugarán otras economías del mundo. 

Estamos en la estación. Hay un tren anunciando su salida. Muchos pasajeros se preguntan si deben subir o no. Saben que sería interesante hacerlo pero quien debe animarlos a subir está mirando su reloj y nos dice ‘¡tranquilos habrá más trenes!  Depende de nosotros también tomar algún tipo de medida. Podemos exigir que no nos dejen en el anden. Otra vez no.

 

https://www.marcvidal.net/blog/2016/11/27/francia-destina-23-veces-ms-que-espaa-a-impulsar-al-industria-40-la-transformacin-digital-precisa-de-estmulos

 

 

Saludos con responsabilidad de todos y cada uno de nosotros en la adaptación digital.

#96

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Bona nit a tots.

 

Volvemos con Marc Vidal; análisis de las nuevas infraestructuras productivas que nos traen las tecnologías digitales y la importancia de que España se adapte a ellas para ofrecer un futuro mejor a los trabajadores; adaptación o retroceso en el bienestar de la población al quedar relegados a trabajos de baja cualificación por sistemas productivos obsoletos.

 

 

El futuro del futuro: 'reWorking' y la fábrica conectada.

 

Hace unos días ofrecí una  conferencia para la multinacional japonesa  Hitachi. Una empresa que mantiene un nivel de innovación brutal. Fue un buen momento para comentar, en esa charla, el papel fundamental que juega la eficiencia de lo que llamamos  fábricas inteligentes. Desde mi punto de vista, además, la colaboración entre robots y personas, liderada por los ‘ cobots’, será uno de los elementos más fascinantes de las producción industrial en el futuro inmediato.

Fue un buen momento también para entender el papel que juega la industria 4.0 en el progreso de una sociedad. Una empresa como Hitachi trabaja en convertir su red de fábricas en una trama de fábricas conectadas. Algo que la industria 4.0, o la cuarta revolución industrial,  describe como una nueva era de fabricación digitalmente habilitada mediante la cual las computadoras pueden controlar las líneas de producción automatizadas. La inteligencia artificial supervisa y mejora los procesos físicos de la fábrica, incluso anticipa problemas antes de que ocurran. Nuevos productos y procesos se prueban virtualmente para que la producción en el mundo real pueda funcionar sin interrupciones. Se controla y actualiza remotamente una red de fábricas distribuidas por todo el mundo con una necesidad de mano de obra humana muy inferior y con la opción de  reubicar ese personal en tareas realmente muy diferentes y de valor añadido.

El problema de todo esto reside en que unos países están realmente enfocados en la reconversión más grande que jamás ha vivido la Industria, sólo comparable con la llegada de la máquina de vapor a finales del siglo XVIII, y otros no. Un error no hacerlo. La participación de las estructuras públicas de España en la inversión de capital focalizado a la producción inteligente es muy baja en comparación con las economías de nuestro entorno, nuestra competencia por cierto. A pesar de una leve mejoría en los últimos años, España está muy por detrás de Reino Unido,  Francia, Alemania e Italia. Si hablamos de otros destinos aparecen Estados Unidos, Singapur, China, Japón, Canadá, Turquía o Rusia. En todos ellos hay una apuesta privada clara y un estímulo público para que eso pase.

China se centra en la inversión en robótica y  recientemente superó a Japóncomo el mercado de robots industriales más grande del mundo. El mayor uso de la robótica industrial reducirá los costos de mano de obra en China, Francia, Alemania, EE.UU., Canadá y Japón entre un 18 y un 25% en cinco años. Lo que supone una muy mala noticia para la competitividad de nuestro país. Resulta que  la reducción del coste de la mano de obra ya no depende de esclavizar a los empleados en países remotos. Ahora tiene que ver con el nivel de eficiencia y automatización inteligente de esas factorías.

Si tienes una fábrica o trabajas en una, hagas lo que hagas, no tienes más remedio que estimular la transformación digital de ella.  La única manera de asegurar que las operaciones de fabricación se ejecuten con la máxima eficacia, garantizando que los equipos de la planta puedan detectar y corregir las ineficiencias y anticipar la necesidad de mantenimiento a través de análisis predictivos. La base de este futuro estado de auto-optimización es la capacidad de integrar y recopilar información en tiempo real de cada pieza de equipo, dispositivo y sensor en planta.

Ahí es donde la transformación digital a través del Internet Industrial of Things (IIoT) se convierte en la clave fundamental. Las técnicas avanzadas de gestión de planta de la fábrica del futuro se basarán en los datos recopilados directamente de los equipos del taller para calcular el rendimiento real de la máquina frente al rendimiento planificado de la máquina en tiempo real. Esta retroalimentación inmediata detecta y predice fallos o ineficiencias, tanto en los procesos como en el equipo, y permite a los operadores tomar medidas correctivas si se detecta una desviación del objetivo mucho antes y con menor coste.  Esa clave de modernización depende de la transformación a Industrías 4.0. No hay otra.

Fábricas que fabrican cosas, pero que sobretodo, producen datos. La fábrica de datos por delante de la fábrica de cosas. De esto va. Los datos recolectados de los equipos en plantas industriales también pueden eliminar un parón no programado evaluando la salud de los componentes críticos del equipo y prediciendo un error del equipo para programar reparaciones antes de que ocurra. Hablamos de un cambio de paradigma.  Se pasa de preventivo a predictivo. A mi modo de ver, la Industria 4.0 se define por este nuevo concepto que lo cambia todo y que precisa de políticas empresariales estratégicas y de políticas de apoyo públicas como cualquier reconversión industrial. Vamos a ver si nos ponemos en ello, el futuro, no sólo de las fábricas, está en juego.

https://www.marcvidal.net/blog/2018/3/9/el-futuro-del-futuro-reworking-y-la-fbrica-conectada

 

 

Saludos adaptándose o retrocediendo en los niveles de bienestar.

 

 

 

#97

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Como vais comprobando soy un firme defensor de la evolución en el conocimiento, la adaptación a las nuevas tecnologías, la formación continuada, el esfuerzo contínuo e incansable por mejorar... tanto en el ámbito profesional, personal, en la empresa, como ciudadano... y espero de demás empresarios e instituciones públicas el mismo esfuerzo y facilidades para lograrlo.

 

 

Ya he dejado un par de artículos de Xavier Marcet sobre la  mediocridad y enlazando con ello vamos a recordar a un maestro, a Jorge Wagensberg (científico, divulgador, escritor, pensador, creador del Cosmocaixa,... quizá nuestro Carl Sagan).

 

Vamos a ver lo que pensaba Jorge Wagensberg sobre la mediocridad, tomado de un artículo que sabía que había guardado:

1.El mediocre sabe que lo es porque ser mediocre es una decisión personal.

2.El mediocre no está interesado por descubrir ese talento que todos llevamos dentro.

3.La humanidad se divide en dos clases de personas, la de las que van más bien a favor de los proyectos y la de las que van más bien a favor de sí mismas.

4. Los proyectos suelen empezar bien empujados por personas que van más bien a favor de los proyectos y se van arruinando a medida que son reemplazadas por personas que van más bien a favor de sí mismas.

5. Casi todo el mundo tiene la tendencia natural de ir a favor de sí mismo, pero en el caso del mediocre hay un plan, un plan estratégico innegociable.

6. Lo mediocre es peor que lo bueno, pero también es peor que lo malo, porque la mediocridad no es un grado que pueda mejorar o empeorar, es una actitud.

7. El mediocre solo entiende la lealtad en la dirección vertical y en el sentido ascendente.

8. La suma de la mediocridad y de la creatividad es constante: a más de la una menos de la otra.(Versión universal de la Primera Ley de la Termodinámica).

9. Construir es ir de cualquier parte a una parte muy especial, y para ello hay que invertir tiempo, talento y esfuerzo; destruir es ir de una parte muy especial a cualquier otra parte, y para ello no se requiere absolutamente nada.(Versiónuniversal de la Segunda Ley de la Termodinámica).

10. En una empresa aislada la mediocridad aumenta espontáneamente hasta un valor máximo que corresponde a un estado de no retorno desde donde ni siquiera se puede ya empeorar.(Versión social de la Segunda Ley de la Termodinámica).

11. El mediocre está convencido de que no hay función que no se pueda delegar.

12. El mediocre se considera particularmente bien dotado para la función de delegar funciones.

13. El comentario más socorrido del mediocre es ¡no lo veo claro!, y se basa en una esperanza doble: que todo el mundo lo olvide si el proyecto llega a buen puerto y que todo el mundo lo recuerde si el proyecto naufraga.

14. La mediocridad no consiste en pensar que nadie es imprescindible (se puede prescindir de Mozart, claro) sino en pensar que todo el mundo es reemplazable (que me busquen otro Mozart).

15. Cualquier empresa humana tiene un cupo máximo de mediocres que puede soportar antes de entrar en colapso irreversible.

16. El mediocre no reconoce la crítica para corregir, sino que encarga la corrección de la crítica a expertos de reconocido prestigio.

17. Todo mediocre cree haber descubierto lo que es poder: poder es poder hacer sufrir.

18. La mediocridad puede hacer que, durante un instante, se tambalee una cultura de siglos: ciencia, filosofía, poesía, arte, matemática y música.

19. La mediocridad, que nunca duerme, puede sorprender a la creatividad que sestea.

20. Acabar con la élite se puede hacer de dos maneras: matando a todos los que están dentro (opción mediocre) o invitando a entrar a todos los que están fuera (opción creativa).

https://elpais.com/cultura/2014/12/30/babelia/1419955867_296087.html

 

Artículo para recordar al gran Wagensberg:

Tres preguntas para recordar a Jorge Wagensberg

Ha muerto un referente del conocimiento científico contemporáneo, Jorge Wagensberg. Doctor en Física, profesor, divulgador científico. "Cambiar de respuesta es evolución. Cambiar de pregunta es revolución"

 

Ha muerto un referente del conocimiento científico contemporáneo, Jorge Wagensberg. Doctor en Física, profesor, divulgador científico, director de la colección Metatemas de la editorial Tusquets, y creador de unos de los museos de la ciencia más importantes del mundo: el CosmoCaixa de Barcelona.

Un verdadero poeta y mago de las palabras  que quizás emprendió camino en busca de mejores preguntas. O quizás las respuestas de este mundo se le quedaron definitivamente cortas. Lo que es seguro es que nos dejó con menos sabiduría disponible y más cojos para seguir comprendiéndolo. Pero también tenemos su enorme legado en forma de verdaderos regalos para los inquietos y para los buscadores de conocimiento en general. Motivadores poderosos que nos invitan a sumergirnos y acercarnos a lo hasta ahora conocido. Aforismos que comprimen en poesía mínima el máximo de conocimiento. Ensayos que muestran con simplicidad la destilación de aquello que abarcan, ya sea la propia complejidad del mundo, las leyes de la física, el sentido  de las formas, la teoría de la creatividad o el puro gozo de lo intelectual.

Wagensberg fue y seguirá siendo una de las fuentes de las que bebí para construir la manera en que entiendo el mundo de las organizaciones con las que trabajo. Las aportaciones de su “ ley general del cambio” me sirvió para entender cómo aumentar la capacidad de progresar en la incertidumbre, y sobre ello construir la base de nuestro  Modelo de Valor Total. Y es más, el nombre de una de nuestras herramientas de intervención más potentes, y con más de 10 años de historia, toma su nombre de su modelo de comprensión del mundo:  Anticipa.

Le conocí por el regalo que una persona muy cercana me hizo hace mucho tiempo. Un ejemplar dedicado y firmado para mí de su libro “ Si la naturaleza es la respuesta, ¿cuál era la pregunta?”. La lectura de ese compendio de aforismos me abrió a un espacio de inquietudes que aún no he cerrado. Es uno de los motores que me impulsan a seguir buscando nuevas soluciones, nuevas explicaciones y, sobretodo, nuevas preguntas. Su efecto podríamos resumirlo en dos de sus aforismos:

  • “Cambiar de respuesta es evolución. Cambiar de pregunta es revolución”
  • “La mediocridad es una decisión personal”

Y en eso andamos desde entonces, vapuleado, sobre todo en los últimos tiempos, por la exponencial complejidad del entorno, con un impacto cada vez más poliédrico del desarrollo de la tecnología.

Con mi equipo y la red de consultores y organizaciones con las que colaboramos seguimos planteándonos preguntas para avanzar. Nos preguntamos cómo han de ser los modelos de gestión para superar la mirada mecanicista y se enriquezcan con la mirada sistémica; cómo se ha de medir el éxito en las organizaciones de una manera acorde con la necesidad imperativa deadaptarse y no sólo de acumular; o cómo podemos acompañar a nuestros clientes para que mejoren el nivel de cooperación interna y tejan relaciones que fluyan; cómo podemos crear las mejores condiciones para despertar y abordar el futuro que ya está aquí. Y, también, cómo han de ser y comportarse los líderes que dirigen los equipos que se enfrentan a este entorno de complejidad.

Este último, el ámbito del liderazgo, es sin duda uno de nuestros vectores fundamentales de reflexión. Uno de los ejes centrales que activan (o no) las transformaciones que requieren las organizaciones.

En nuestro Modelo de Valor Total presentamos el Modelo de Liderazgo al que llamamos de Vitruvio, tomando el nombre de la obra de Leonardo da Vinci. Leonardo dibujó a su Hombre de Vitruvio  con sus extremidades abiertas y superpuestas dentro de un círculo y, a la vez, de un cuadrado. En nuestra interpretación, el círculo simboliza el dinamismo, lo cambiante, lo sistémico, las relaciones, la evolución y la adaptación constante al entorno de una organización. El cuadrado, al contrario, representa lo que se conserva, lo estable, lo que se protege, lo identitario de sí mismo y de la organización.

Para nosotros el líder de una organización debe ser alguien con capacidad para dar respuesta a ambas cosas: el dinamismo del círculo y la conservación del cuadrado. De esta forma:

.. Pone en cuestión los paradigmas de siempre, salvaguardando el justo equilibrio entre la necesidad de generar valor económico y el hacerlo generando valor relacional,

.. Considera la organización como un ecosistema vivo, y no como una máquina productora de beneficios.

.. Construye culturas de trabajo que se regulan desde la confianza, sin miedo a los efectos de la libertad o de la pérdida de control de jerarquías férreas.

.. Hace posibles modelos de relación que favorezcan que las personas puedan reconocerse y aceptarse para poder trabajar desde la cooperación, sin miedo a los conflictos y a afrontar conversaciones desde la autenticidad.

.. Favorece la adaptabilidad de personas y equipos, sin miedo al continuo desaprender y aprender que implica la exigencia de dar respuesta a la incertidumbre del entorno.

.. Persevera, persevera y persevera, con la intención profunda de alcanzar metas conectadas con el sentido de la organización.

Un líder que es capaz de adaptarse continuamente para avanzar y construir valor en un entorno de mayor velocidad, más volumen de la información que gestiona, más requisitos —a veces contradictorios— de los clientes, más competidores globales y locales y mayor necesidad de dar respuesta equilibrada a todos los stakeholders con los que se relaciona.

Crear condiciones para que estos líderes aparezcan y se desarrollen no es fácil. El gran reto del desarrollo del liderazgo organizacional es sembrar en el propio líder la semilla de lo que la organización necesita: la adaptabilidad. Y esto ya no se hace a través de Programas de Liderazgo, coaching, mentoring u otras herramientas conocidas.

Fundamentalmente se consigue activando la auto-responsabilidad de los propios líderes. Y aquí las preguntas “wagensberianas” juegan un rol estratégico. Toca “cambiar de preguntas” y adaptarse al entorno.

En la búsqueda de esas preguntas hace unos meses tope con la con una Ted Talk de Roselinde Torres, socia senior de la Boston Consulting Group y especialista en liderazgo. Torres despliega un análisis sobre por qué las prácticas actuales para apuntalar el liderazgo están desfasadas y pensadas para un mundo que ya no existe. Se plantea qué es lo que hace exitoso a un líder del siglo XXI. Y ofrece una respuesta, hábilmente fundamentada en tres preguntas. Tres preguntas que saben responder con éxito los líderes que navegan en la incertidumbre, entre ellos,  lo hizo el mismo Nelson Mandela.

Tres preguntas directas que deberían plantearse todos los líderes de nuestras organizaciones:

1.- ¿Dónde buscas para anticipar el próximo cambio en tu modelo de negocio o en tu vida? Cómo llenas hoy tu agenda. Con quién te reúnes. Sobre qué temas te informas. Dónde viajas, qué lees, cómo destilas lo nuevo y lo incorporas en acciones concretas en tu día a día.

2.- ¿Qué capacidad tienes para crear relaciones con personas que son diferentes a ti? Cuántas personas se conectan contigo a pesar de sus diferencias biológicas, físicas, políticas, funcionales, culturales, socio-económicas y confían lo suficiente en ti para cooperar y construir un objetivo común.

3.- ¿Estás suficientemente preparado para dejar de lado prácticas que te han hecho exitoso en el pasado?  Estás preparado para dejar de hacer lo que te es familiar y cómodo. Para resistir emocionalmente a las dificultades de defender nuevas ideas ante los que las tachan de imposibles o naïf.

Tres preguntas poderosas. Para masticar. Para digerir. Y para convertir en acciones nuevas y potentes para un mundo en el que lo previsible está desapareciendo y la necesidad de adaptarse es un imperativo.

¡Gracias Roselinde!

¡Y hasta siempre Maestro Wagensberg!

https://www.sintetia.com/tres-preguntas-para-recordar-a-jorge-wagensberg/

 

Un saludo, maestro.

 

 

Saludos a los que evolucionan y huyen de la mediocridad

 

 

#98

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

No todos son malos augurios sobre la influencia negativa de la automatización, machine learning, IA, big data, digitalización, IoT,... en los trabajos y su destrucción.

 

Ignacio de la Torre: “la tecnología traerá mejores sueldos, más salud y menos horas de trabajo”

El Economista Jefe de Arcano repasó cinco de las principales tecnologías disruptivas del momento y el modo en el que estas pueden afectar a la sociedad y al mercado de trabajo: Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Vehículos Autónomos, Blockchain e Impresión 3D.

 

Aunque tiene 4 licenciaturas, Ignacio de la Torre es medievalista. Como tal se definió en la charla sobre Disrupción Tecnológica organizada por la asociación Digitales, con la que el historiador abrió la temporada 2018 de  ’Las mañanas del Mañana’, el formato-debate donde distintos humanistas analizan los cambios que la Transformación Digital aporta a la sociedad de nuestros días. 

¿Y qué puede aportar un experto en historia medieval a una audiencia compuesta principalmente por ingenieros y expertos en tecnología? Fue la primera pregunta que se hizo el ponente y tuvo rápida respuesta, pues su disgresión captó rápidamente la atención de todos los asistentes al evento. Y es que, en su opinión, la mejor forma de perder el miedo es estudiar historia. 

“La tecnología genera miedo, sobre todo a perder el puesto de trabajo. Así pasó también a principios del s.XX cuando se introdujo el primer robot, el tractor. El tractor generó un miedo enorme, pero a la vez impulsó la escolarización masiva, ya que los niños no tenían que trabajar en el campo y podían ir a la escuela. Ello generó mejores empleos y un gran cambio en la sociedad. Entonces más del 40% de la población de EE.UU. trabajaba en el campo, y ahora solo lo hace un 3%”, explicó. 

De la Torre planteó una visión optimista de la revolución tecnológica, aunque sin obviar los problemas que está producirá. “El reto es crear trabajos a la misma velocidad que se destruyen”, algo complicado que ya se planteó  Keynes en al año 1931, precisamente en una conferencia en Madrid. 

 

“El mayor problema está en el corto y medio plazo, y especialmente en las personas con menor nivel de estudios o cualificación, ya que los trabajos creativos difícilmente son reemplazados por máquinas”. En esta línea, apuntó que “si más de dos terceras partes de un trabajo son automatizables, ese trabajo va a desaparecer”. 

No obstante, recordó el caso de los cajeros automáticos, que pese a generar un gran desasosiego en el sector, no han acabado con los empleados de banca, sino que ha reconvertido sus tareas. Y el comercio electrónico, añadió, ha creado más puestos de trabajo desde 2007 de los que ha perdido la distribución tradicional. 

El Economista Jefe de  Arcano repasó también cinco de las principales tecnologías disruptivas del momento y el modo en el que éstas pueden afectar a la sociedad y al mercado de trabajo: Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Vehículos Autónomos, Blockchain e Impresión 3D. En este punto, destacó que su popularización puede afectar incluso al modelo geopolítico, ya que las grandes empresas pueden volver a fabricar en el primer mundo. “Es el caso –contó- de Adidas, que ya está imprimiendo zapatillas en 3D en fábricas de Alemania y EE.UU. en lugar de confeccionarlas en países emergentes”. 

Sin embargo, aclaró que los grandes cambios que impondrán estas tecnologías están aún por llegar. Uno de los aspectos a desarrollar será la llamada inteligencia artificial “ancha”, que permitirá, por ejemplo, que los vehículos autónomos sean una realidad adoptada por más de un 75% de la población, como sí lo son hoy los smartphones o Internet. 

 

Según el historiador, todos estos cambios traerán consigograndes beneficios. Se trabajará menos horas al aumentar la productividad, tendremos mejores sueldos, ocupaciones más divertidas o creativas y se vivirán muchos más años. “La pobreza global se ha reducido más en los últimos 50 años que en los 500 anteriores”, destacó.

“El riesgo está en las personas con pocos estudios, y en especial para aquellos que pierdan su empleo en torno a los 50 y lleven 35 años sin estudiar. Por eso hay que apostar por una formación continua, máxime cuando las perspectivas de una vida más larga harán que la jubilación no llegue hasta los 70 o más adelante”, concluyó.  

https://digitales.es/blog/ignacio-de-la-torre-la-tecnologia-traera-mejores-sueldos-mas-salud-y-menos-horas-de-trabajo-

 

Pero queda claro que para adaptarse a los cambios y no quedar fuera del mercado laboral hay que formarse, formarse, formarse,... for-mar-se.

 

 

Saludos adaptándse al cambio y formándose para lograrlo.

 

#99

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

La adaptación digital por parte de las empresas y sus directivos no es una opción sino una necesidad imperiosa, em muy poxco tiempo casi todo será digital y quien no se haya adaptado quedará definitivamente rezagado en la carrera empresrial y posiblemente condenado a la desaparición.

 

La transformación digital es igual de precisa y apremiante para grandes empresas y para pymes.

[Enrique Dans, Profesor de Innovación y Senior Advisor IE Business School]

 

Las pymes son, sin ningún género de dudas, un ámbito tan interesante como paradójico. Se suele hablar de ellas como un elemento fundamental del dinamismo económico, una parte esencial del tejido productivo de los países. En muchas economías, las pymes representan la inmensa mayoría del conjunto empresarial: en el caso de nuestro país, constituyen ni más ni menos que el 99% del tejido empresarial, contribuyen en torno al 66% del producto interior bruto, y aportan casi el 70% del empleo.

Sin embargo, en ese dinamismo empresarial va implícita una aproximación cruelmente darwiniana, porque se consigue en la gran mayoría de los casos no mediante la transformación y adaptación de las compañías, sino mediante su desaparición y sustitución por otras. Las pymes se caracterizan precisamente por ciclos de vida cortos y por una dificultad para adaptarse al entorno, derivada de una escasez de recursos para afrontar la transformación. Mientras las compañías grandes se plantean su transformación, las pymes suelen estar muy ocupadas simplemente sobreviviendo.

El paso al frente de las pymes para su transformación

¿Cómo puede la pyme plantearse, necesariamente por tanto de manera pragmática, la transformación digital? Sin duda, hablamos de un proceso importantísimo, que supone plantearse la adaptación a un entorno que cambia a una velocidad brutal y nos enfrente a nuevos hábitos de los clientes, a la necesidad de procesos internos eficientes, e incluso a la necesidad de replantearnos, a la luz del impacto de la digitalización, nuestro modelo de negocio.

¿Está esa transformación al alcance de las pymes? Las compañías que no se transforman corren el riesgo de perder clientes e imagen, de ser menos eficientes o incluso de ser desplazadas de sus mercados por otros competidores mejor adaptados: ¿podría la cada vez más evidente necesidad de la transformación digital, marcar para las pymes el equivalente de una glaciación y extinción masiva? Por mucho que nos planteemos que el dinamismo del sector llevaría a su pronta sustitución por otra cohorte de compañías mejor adaptadas, la perspectiva no deja de ser preocupante. ¿Cómo recomendar a las pymes estrategias y enfoques adecuados para plantearse la transformación digital?

sage

La digitalización empieza por uno mismo

La primera cuestión importante, prácticamente crucial, es entender que la transformación digital no es un fenómeno tecnológico. La tecnología supone un elemento obviamente fundamental, pero la verdadera transformación, el auténtico elemento diferencial que lleva a que una compañía sea capaz de acometer el proceso, es la transformación personal. Una compañía no se transforma si sus fundadores o directivos más importantes no lo hacen, y hablo del ámbito personal: liderar una transformación digital implica haberse digitalizado en lo personal, creer firmemente en las ventajas de la digitalización. En las pymes, esta conexión es, si cabe, aún más importante.

Solo fundadores y directivos que han pasado por ese proceso, que han sufrido esa adaptación en su ámbito personal, son capaces de entender su relevancia, de ver sus ventajas y de adquirir la legitimidad para liderarlo. Puede parecer anecdótico, peroobservando el nivel de digitalización del fundador o principal directivo de una pyme se puede deducir rápidamente el nivel de digitalización de su compañía, o las posibilidades que tiene de transformarse con éxito.

Empiece por ahí: la adopción tecnológica a nivel personal es mucho más barata y menos arriesgada que a nivel corporativo, y, en muchos sentidos, le preparará para ella. Hágase digital, digitalice su vida. Abandone el papel salvo lo estrictamente necesario, adopte herramientas tecnológicas, infórmese en la red, y olvide los tópicos que hablan de que la tecnología es perniciosa o nociva: si cree en ese tipo de tonterías, no va a poder transformar nada, ni siquiera a sí mismo. El primer factor fundamental para transformarse es creer en ello, haber comprado la idea de manera entusiasta. El elemento fundamental en la transformación digital es liderazgo y gestión del cambio: si solo puede ofrecer medias tintas, olvídese.

No piense en el ahorro, piense en el usuario

La segunda cuestión es igualmente importante: no plantee la transformación digital como un ahorro de costes. Posiblemente termine siéndolo, pero no lo interprete como lo fundamental. El enfoque en costes es característico de compañías en fases incipientes, carentes de una visión evolucionada y que tienden a minimizar la importancia del proceso.

Si quiere moverse rápidamente y con éxito en su transformación digital, plantéela como un proceso de adaptación al usuario. Ponga al usuario en el centro, y piense no en cualquier usuario, sino en los más jóvenes, en los que son por naturaleza más digitales. Plantéese cómo mejorar su experiencia, su percepción de la compañía, su interacción con ella, y dedique al tema los recursos necesarios: no haga cambios meramente anecdóticos o estéticos.

Cuando intente adaptarse a esos clientes, se dará cuenta de una cuestión fundamental: hacerlo adecuada y eficientemente exige cambiar los procesos internos. Para ello, sea radical: las cosas que parecían arriesgadas hace pocos años han probado ya su valor y eficiencia. Ya nadie duda de que el lugar natural para los datos es la nube, y que todo proceso interno tiene que estar enfocado a la generación de datos: como en todas las industrias, se encontrará proveedores buenos, malos y regulares, y escoger un socio que le acompañe en el proceso resultará un factor de éxito fundamental. Si algo ha hecho internet es reducir los costes de coordinación y transacción: plantéese que muchas cosas que antes hacía internamente, ahora las hará recurriendo a socios y colaboradores, a compañías que darán soporte a muchos aspectos de su actividad. Si pretende hacerlo todo usted mismo, le resultará imposible ser eficiente.

Finalmente, sea lógico: si la tecnología permite transformar ciertas cosas, transfórmelas. Rompa cosas. Transformarse implica necesariamente ganar en agilidad, cambiar la forma en la que trabajamos, permitir fórmulas flexibles, democratizar la información, ganar en transparencia, experimentar, independizarse de factores como la localización o la presencia física… sin una mente abierta, no llegará muy lejos.

El resultado de su proceso de transformación tienen que ser procesos que le permitan analizar todos los datos de su actividad, aunque aún no sepa cómo. No se preocupe: las barreras de entrada a la analítica disminuyen a gran velocidad, y la nube facilita el recurso a esas herramientas en modo “as a service”, lo que supone una indudable democratización. Piense en grande, sea ambicioso: ser pyme ya no implica quedarse al margen de la transformación, porque el acceso a las herramientas se ha hecho mucho más sencillo.

Pero recuerde: nadie “le va a transformar”. Para transformarse, se tiene que transformar usted mismo, y eso empieza por una convicción profunda de la importancia del proceso. A partir de ahí, busque ayuda: buenos socios, buenas prácticas y una mentalidad abierta. No lo dude: para las pymes que lo enfoquen adecuadamente, la transformación digital tiene mucho más de oportunidad que de amenaza.

https://www.sage.com/es-es/blog/transformando-las-pymes-carta-abierta-a-los-directivos-espanoles/

 

Pero recuerde: nadie “le va a transformar”. Para transformarse, se tiene que transformar usted mismo, y eso empieza por una convicción profunda de la importancia del proceso. A partir de ahí, busque ayuda: buenos socios, buenas prácticas y una mentalidad abierta. No lo dude: para las pymes que lo enfoquen adecuadamente, la transformación digital tiene mucho más de oportunidad que de amenaza.

 

Es preciso iniciar el cambio y la adaptación digital de forma individfual y en uno mismo para ser capaces de trasladar dicha adaptación y mejora a nuestra empresa, a nuestros trabajadores, a nuestros clientes.

 

Quien no quiera adaptarse (sea empresa, empresario, trabajador o estudiante) quedará relegado o directamente expulsado del mundo laboral; la decisión es individual, que nadie espere que otros decidan por nosotros, que marquen nuestros tiempos y nuestras vidas.

 

 

Saludos adaptativos para mejorar y tomando el timón de nuestras vidas.

#100

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Os dejo el articulo que aporta Enrique Dans en su blog sobre la adaptación de las pymes a la digitalización.

 

Sobre transformación digital y PYMES

 

Desde Sage me pidieron un artículo sobre transformación digital en el entorno PYME, para publicarlo en su página, Sage Advice. El resultado es “ Transformando las pymes: carta abierta a los directivos españoles“, un texto en el que pretendo reforzar la idea de que la transformación digital no es algo exclusivo de las grandes compañías ni que suponga necesariamente cuantiosas inversiones en consultoría o tecnología, sino algo que comienza con la transformación personal y que conlleva, fundamentalmente, liderazgo y gestión del cambio.

La transformación digital no es un fenómeno tecnológico. La tecnología supone, por supuesto, un elemento fundamental, pero la verdadera transformación, el auténtico elemento diferencial que lleva a que una compañía sea capaz de acometer el proceso con un razonable nivel de éxito, es la transformación personal.  Una compañía no se transforma si sus fundadores o directivos más importantes no lo hacen, y hablo del ámbito personal: liderar una transformación digital implica haberse digitalizado en lo personal, creer firmemente en las ventajas de la digitalización. En las PYMES, esta conexión es, si cabe, aún más importante: observando el nivel de digitalización del fundador o principal directivo de una PYME se puede deducir rápidamente el nivel de digitalización de su compañía, o las posibilidades que tiene de transformarse con éxito.

La segunda cuestión es fundamentalmente de enfoque: pese a que lo habitual en las PYMES es encontrar situaciones de muchos menos recursos, de economía de supervivencia o de menor flexibilidad y tolerancia a los errores (sí, la mítica flexibilidad de las PYMES es eso, un mito… la flexibilidad la consigue el segmento PYME en agregado, no las PYMES individualmente, que en realidad se dedican a nacer y a morir constantemente), la transformación digital no puede enfocarse como una cuestión de costes, sino como una tarea de adaptación de la propuesta de valor al cliente. Ese razonamiento no resulta obvio: durante generaciones, hemos entendido la inversión en tecnología como automatización y reducción de costes, pero la transformación digital solo ha sido genuinamente posible cuando la tecnología ha pasado a ofrecernos otras posibilidades que van mucho más allá. Ahora, un ordenador o un algoritmo no son simplemente formas de “hacer lo mismo pero más rápido o con menos errores”, son mucho más, y quien no lo entienda así, no logrará una transformación digital exitosa.

La siguiente fase de la transformación digital son los procesos internos: muchísimo que hacer, y de nuevo, un importantísimo componente de transformación personal. Las compañías no dejan de utilizar papel o adoptan procesos digitales de manera espontánea, porque los seres humanos tenemos una importante tendencia a la inercia y al isomorfismo. Por tanto,  para lograr cambios reales, hay que tomar decisiones reales, drásticas, importantes, que provengan del ejemplo y del compromiso personal. El papel desaparece cuando las decisiones adecuadas lo convierten en incómodo, y cuando las personas dejan de utilizarlo por convicción, porque se han dado cuenta de las ventajas de no hacerlo. Del mismo modo, el compromiso debe alcanzar otras cuestiones: fórmulas de trabajo y conciliación flexibles, independizarse de factores como la localización o la presencia física mediante el desarrollo de una cultura adecuada para ello, mayor democratización de la información, ganar en transparencia, experimentar… con lo que ha cambiado la tecnología, si seguimos trabajando igual, es que no hemos transformado nada. 

Finalmente, es preciso reflexionar sobre el modelo de negocio. El propósito de la transformación interna no es estético ni ergonómico, aunque pueda tener esos componentes: es la orientación de la compañía al dato, a procesos que permitan la producción estable y constante de información que pueda ser analizada y utilizada. La transformación digital puede monitorizarse mediante una métrica del tipo machine learning readiness: ¿cómo de preparada estaría tu compañía si quisiese adoptar herramientas de machine learning para optimizar o redefinir sus procesos de negocio? Los procesos de definición de objetivos, recolección y transformación de datos previos a la obtención de modelos evaluables y predicciones eficientes son tan pesados y laboriosos, que nuestro nivel de preparación para ello puede ser utilizado como un buen proxy de nuestro nivel de transformación digital.

No lo olvidemos: el objetivo final de la transformación digital es ese: cambiar nuestro modelo de negocio para adaptarlo al tiempo que nos ha tocado vivir. Y en que las PYMES, con las herramientas, asesoría y ayuda adecuada, consigan hacerlo, nos jugamos un montón.

https://www.enriquedans.com/2018/03/sobre-transformacion-digital-y-pymes.html

 

Adaptarse es una decisión personal.

Mejorar es una decisión personal.

Reciclarse es una decisión personal.

Formarse es una decisión personal.

Huir de la mediocridad es una decisión personal.

Decidir por sí mismo y no permitir que lo hagan otros es una decisión personal.

 

 

Saludos decidiendo por mí  mismo mi futuro.

 

#101

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Manifiesto elaborado por CCOO, UGT y Ametic (Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información, Telecomunicaciones y Contenidos Digitale):

 

Manifiesto por el liderazgo de la transformación digital de la economía española mediante el desarrollo del talento 

Transformación Digital hacia una España 4.0 La transformación digital está abriendo las puertas a nuevos productos, servicios y modelos de negocios, así como una nueva concepción de las ciudades, la agricultura y la industria, con nuevos procesos productivos más flexibles, competitivos y cercanos al consumidor, reconfigurando como consecuencia las necesidades de empleo y cualificaciones profesionales. Todo ello supone una oportunidad para que España pueda posicionarse a nivel internacional, utilizando con éxito las nuevas reglas de juego del mundo digital y convirtiéndose en una España 4.0 que sitúe a nuestro país entre los primeros de la transformación digital en Europa. En los últimos tiempos, las economías que más han apostado por las nuevas tecnologías y la economía digital son las que más han prosperado, hasta el punto de que el World Economic Forum indica una correlación directa entre inversión en digitalización, aumento del PIB y descenso del paro. La transformación digital permite plantearse nuevos modelos de negocio, sin barreras geográficas ni temporales. Los sistemas además tendrán que diseñarse en clave móvil, porque podrán aprovechar funcionalidades que distintos equipos ofrecen: Smartphones, wearables o tablets, entre otros. Los canales de comunicación (audio, voz e imagen), la geolocalización, la monitorización de actividad, la personalización, la inteligencia artificial y la robótica abren un infinito mundo de posibilidades. Si somos proactivos para liderar el cambio, estas posibilidades reportarán ventajas competitivas económicas y sociales que se podrían traducir en el aumento de los ingresos y ahorro de costes, en el incremento y consolidación del empleo tecnológico y de calidad y beneficios cualitativos como el aumento de la satisfacción y del bienestar de los empleados, ciudadanos y clientes, mayor capacidad de conciliación laboral, mayor rapidez en la toma de decisiones, mayor capacidad de respuesta ante la demanda cambiante del mercado y mejora en la fidelización de clientes. El desarrollo de la digitalización requiere el que todos los agentes involucrados seamos más proactivos para liderar el cambio y, sobre todo, la administración, que debe jugar un papel de impulsor, regulador y equilibrador del desarrollo del proceso. Una de las claves fundamentales para que la transformación digital se lleve a cabo de forma eficaz y eficiente, entre otras, es una adecuada formación y capacitación digital de los ciudadanos y trabajadores. Mejorar en este aspecto es algo totalmente clave para poder afrontar la revolución digital en la que estamos inmersos, un campo este en el que la administración pública tiene especial relevancia de cara a la adopción de ciertas políticas activas de fomento de la formación y el talento digital. La Comisión Europea estima que en 2020 en Europa puede haber una demanda de perfiles digitales sin cubrir en torno a 750.000 puestos (80.000 en España)

 

Asimismo, hay otros estudios que señalan la necesidad de mejorar las competencias de nuestra fuerza laboral para adaptarnos a la nueva realidad digital.1 Contexto actual Según el Índice de la Economía y Sociedad Digitales (DESI) 2017, España ocupa el puesto número 14 de los 28 Estados miembros de la UE. España en lo relativo al capital humano se sitúa por debajo de la media pese a haber experimentado un crecimiento firme en el número de graduados STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) Aunque cada vez hay más españoles que tienen acceso a internet, los niveles de competencias digitales básicas y avanzadas siguen siendo inferiores a la media de la UE. Únicamente el 53% de los ciudadanos de entre 16 y 74 años dispone de competencias digitales básicas (56% en la UE), y los especialistas en TIC representan un porcentaje inferior de la población activa (2,4% en comparación con el 3,5% en la UE).Además, y desde un punto de vista de la población en edad de trabajar, sólo un 51% de los activos utilizan ordenadores conectados a Internet en su puesto de trabajo y únicamente el 15,5% de los trabajadores en situación de desempleo han usado en alguna ocasión Internet. España ocupa el lugar 35 en digitalización (el 43 si atendemos exclusivamente al nivel de digitalización de sus empresas) según el NRI 2016 (Network Readiness Index del WEForum). En alguno de los subíndices analizados, España consigue una nota realmente negativa, como puede ser en los casos de entorno político y regulatorio o habilidades digitales. En este sentido, podemos aprender de las buenas prácticas para el desarrollo del talento digital desplegadas en Europa, particularmente en Reino Unido, los países nórdicos, Alemania o Estonia.  

 

Si queremos una España 4.0 que sea referente de la transformación digital hemos de desplegar de manera consistente una estrategia de desarrollo de talento digital que incluya a todos los grupos de interés, tanto públicos como privados. Paradoja del mercado laboral La disponibilidad de unos recursos humanos preparados es el pilar fundamental para el crecimiento y competitividad de cualquier economía, de ahí que resulte especialmente preocupante el porcentaje de jóvenes (25-29 años) que abandona el sistema educativo, no participa de ningún tipo de formación, carece de empleo y no lo busca activamente. Este porcentaje en 2014 ascendía en España al 20,7% (frente al 15,3% de la UE-28) En ese mismo año, respecto a la formación profesional inicial, España cuenta también con una proporción menor en relación con la media europea. En países como Austria, Finlandia o Bélgica, más del 70% de alumnos de secundaria superior ha optado por esta vía profesional, mientras que en España esta cifra se sitúa en el 45%. La demanda de talento digital es y será creciente a medida que la imparable revolución digital implante sus nuevas tecnologías mientras que existe un porcentaje alto de la población que carece de empleo. Este desfase entre oferta y demanda provoca que finalmente haya una gran cantidad de puestos de trabajo que se queden sin cubrir como se ha mencionado previamente. Brecha de genéro Hemos de señalar asimismo un dato preocupante. Según los últimos datos del Ministerio de Educación, las mujeres son mayoría en las universidades españolas (el 54%), pero sólo representan el 25% de los estudiantes en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) Los colegios profesionales contabilizan que, por cada dos ingenieras, hay ocho ingenieros en España. El Gobierno, sin embargo, según advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), no ha puesto en marcha ningún plan específico en toda la legislatura para acabar con la brecha de género en la educación, que se ha agrandado en España. Propuestas para del desarrollo de talento digital Es fundamental fomentar un ecosistema nacional para el desarrollo y el reconocimiento del talento habilitador de la transformación digital en España con el fin de promover, educar y formar en las nuevas competencias digitales que demandan las organizaciones del sector TIC y otros sectores que están en el proceso de digitalización, y en general, la sociedad española bajo el nuevo paradigma de la transformación digital, involucrando a todos los stakeholders desde un modelo de innovación abierta y plataformas de colaboración público-privada.

 

Para ello, a través de este manifiesto proponemos las siguientes medidas a tener en cuenta tanto por la administración pública como por las diferentes iniciativas públicoprivadas para el desarrollo del talento digital: o Potenciar las vocaciones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) entre los jóvenes, y de forma muy especial entre las niñas y adolescentes, incorporando desde la educación primaria las oportunas asignaturas de contenido tecnológico adaptadas a la nueva realidad digital, así como un programa de sensibilización permanente sobre la seguridad y la confianza en lo digital y fomento de la cultura emprendedora. o Promover el equipamiento y uso de tecnologías en el modelo educativo digital desde sus primeros niveles educativos. o Formar y/o actualizar a los docentes del sistema educativo en el conocimiento y dominio de nuevas tecnologías y aplicaciones para su uso en el aula, así como su enseñanza por proyectos, incluyendo el emprendimiento digital. o Velar para que la oferta de profesionales procedente del sistema educativo español (formación profesional y educación universitaria) se corresponda con la demanda de talento de las empresas. Hay que reformular con carácter urgente la formación profesional (FP), especialmente en su modalidad de Formación Profesional Dual, y la formación universitaria, de modo que se resuelva la actual brecha entre la demanda de las empresas y oferta de profesionales. Para ello se proponen las siguientes acciones: i. Elaborar un catálogo de titulaciones universitarias y de Formación Profesional acorde a las necesidades de la Sociedad Digital. ii. Definir las competencias transversales (genéricas) en relación con los grupos de perfiles profesionales, tanto para titulaciones de grado como de máster. iii. Desarrollar y actualizar mapas de empleabilidad de las titulaciones universitarias y de formación profesional, desagregando por género y promoviendo el acceso de mujeres a aquellas cualificaciones profesionales con alta empleabilidad. iv. Promover los MOOCs (Massive Open Online course) para la educación superior en los nuevos conocimientos, estableciendo sinergias entre la educación formal y las empresas demandantes de empleo. 

 

v. Acelerar los procesos de puesta en marcha de másteres de especialización, titulaciones de FP de grado medio y superior, certificados de profesionalidad que puedan proporcionar personal formado de primer nivel en un plazo mínimo de 2 años desde que se identifica el nicho de la oportunidad. vi. Mejorar la relación de colaboración entre las universidades y las empresas para que el currículo formativo y la formación del profesorado evolucionen a la misma velocidad a la que evoluciona la tecnología. vii. Habilitar medidas profesionales, económicas o laborales, que incentiven la participación del profesorado en los procesos de colaboración entre la universidad o los centros profesionales y las empresas. viii. Impulsar los convenios de colaboración con las empresas. Subrayar la importancia de la formación dual, tanto universitaria como de formación profesional. ix. Habilitar medidas fiscales y/o económicas que incentiven la colaboración universidad-empresa y la formación dual. o Realizar un seguimiento, estudio y análisis permanente de la demanda de las cualificaciones profesionales y de su evolución en los diferentes sectores productivos. o Establecer por parte del Ministerio de Empleo y Seguridad Social un observatorio específico del empleo digital, por su peculiaridad y por su importancia, transversal a todos los sectores productivos. o Potenciar políticas activas de empleo en el puesto de trabajo durante toda la vida laboral del trabajador, especialmente las relativas a la formación continua, incluyendo la formación online. o Conformar un Plan de Formación de capacitación TIC para desempleados, que facilite su reincorporación al mercado laboral. o Seguir formando a los ciudadanos al término de su vida laboral en competencias tecnológicas. o Realizar un seguimiento en aquellos sectores en los que la digitalización sea un instrumento esencial para la mejora de la productividad y, de esta forma, promover la formación continua en las empresas para el mantenimiento y la creación de los puestos relevantes en este campo. Estableciendo, a su vez, proyectos que reubiquen a todos los trabajadores en los nuevos modelos de negocio, manteniendo el mismo o mayor nivel de empleo. 

https://ametic.es/sites/default/files//Manifiesto%20de%20AMETIC_Talento_070717.pdf

 

 

Saludos adaptándonos al futuro presente.

#102

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Adaptación, interés por nuestro propio futuro, dirigir nuestra vida y no permitir que otros lo hagan, formación, reciclaje.

Quien no tenga interés por hacerlo, muy posiblemente qwuede fuera del mercado laboral.

 

 

Empleo del futuro: dos razones para el pesimismo

La ‘robotcalipsis’ va a cambiar profundamente las reglas del juego, y quien no esté preparado lleva todas las de perder

 

No hace muchos días, el responsable de Análisis Macroeconómico delBBVA Research y Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Valencia, Rafael Domenech, vino a Sevilla a hablarnos del futuro del empleo. Entre las innumerables cuestiones que comentó, una de ellas me resultó tremendamente relevante. Domenech estaba hablando de las consecuencias de la automatización, cuando explicó que no era razonable pensar en términos pesimistas de su efecto sobre el empleo, siempre y cuando los países, las instituciones,adoptaran las políticas adecuadas. Ponía como ejemplos a países muy robotizados que, sin embargo, disfrutaban de elevadas tasas de empleo y de buenos ingresos laborales. La cuestión, dijo, es que nos preparemos.

 

Aunque parezca paradójico, esta reflexión hizo que el pesimismo me dominara. Y no solo por la automatización. Soy de la misma opinión que Domenech. No creo en el “robotcalipsis”. Sin embargo, sí creo, como supongo que también cree el propio Domenech, que esta va a cambiar profundamente las reglas del juego y que quien no esté preparado, lleva todas las de perder. Aquí es donde entra la necesidad de prepararse que comentó en la conferencia. Rediseñar la educación del futuro es una tarea que no debemos dilatar por más tiempo. Como ya hice en su día, y de nuevo hago, recomiendo leer este informe del  Fondo Monetario Internacional donde se debate cuál debe ser la educación del futuro. Y es que la segunda ola de automatización está cambiando la demanda de habilidades de los trabajadores. Por ejemplo,  David J. Deming nos cuenta que, aunque aún se valoran (y mucho) habilidades relacionadas con el conocimiento obtenido durante los años de estudios, en particular los llamados STEM (science, technology, engineering y mathematics), el peso en la demanda de empleo de las habilidades socioemocionales es cada vez mayor, así como mejor remuneradas. Aquí el estado tiene un papel primordial para “prepararnos”. Pero también todos y cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de saber que, en el futuro, lo que se espere de nuestros hijos quizás, solo quizás, no será lo mismo que nos pidieron nosotros.

Rediseñar la educación del futuro es una tarea que no debemos dilatar por más tiempo; la segunda ola de automatización está cambiando la demanda de habilidades de los trabajadores"

Mi pesimismo se fundamenta en que no veo compromiso político a este respecto. Hoy por hoy, sigue siendo más importante debatir sobre si la religión debe estar en las aulas que considerar qué rutas deben marcarse para un futuro que ya está aquí. Pero no solo soy pesimista por esta cuestión. Los cambios que acontecen en estos últimos tiempos, ya sea por efecto del propio cambio tecnológico, o por la globalización, o por cualesquiera otras razones que sean, van a afectar a la organización de las relaciones laborales. No solo los nuevos robots o la aparición de la inteligencia artificial y otros avances tecnológicos remodelarán los trabajos y a los trabajadores. No debemos dejar que los árboles nos impidan ver qué hay detrás de ellos. El bosque es frondoso y con innumerables tonalidades. Otros cambios que afectarán al empleo del futuro están cuajando en las economías occidentales, provocando nuevas tendencias en el mercado de trabajo y que, sin lugar a duda, podrían llegar a ser incluso más relevantes que la propia automatización de las tareas. Los “nuevos modos de contratación”, un eufemismo que en inglés podemos encontrarlo como “alternative work arrangements”, pueden llegar a ser más disruptivos que la propia intensificación de la robotización o la aparición de nuevas tecnologías.

Por ejemplo,  en un trabajo para los Estados Unidos de los economistas Lawrence F. Katz y Alan B. Krueger, se estima que el número de los trabajadores con contratos diferentes a los “regulares” por cuenta ajena ha aumentado exponencialmente en la última década. Entre las nuevas formas de contratación, Katz y Krueger diferencian entre cuatro posibles. En primer lugar, los “autónomos", es decir, personas que trabajan con clientes por su cuenta y riesgo para proporcionar un producto o servicio como un empresario independiente. En segundo lugar, los “trabajadores de guardia" o llamados también “On-call Demand”, trabajadores que están disponibles en cualquier momento. Estos trabajadores suelen tener ciertos días u horas en las que, a pesar de no estar trabajando, sí están en espera hasta que se les llame a trabajar. En tercer lugar, los “trabajadores de empresas de empleo temporal" y que son cedidos temporalmente a otras empresas para el desarrollo de tareas o actividades muy concretas y específicas. Y, por último, los “trabajadores provistos por empresas contratadas" y que podríamos asociar a las llamadas empresas multiservicios.

Además de un pacto de Estado sobre educación, y ante un futuro cada vez más disruptivo, es imprescindible un gran acuerdo sobre el marco de relaciones laborales que queremos tener"

Según este trabajo, en los Estados Unidos el número de trabajadores pertenecientes a alguna de estas cuatro modalidades de contratación ha crecido en no menos de 9 millones entre 2005 y 2015. Mientras que en el primero de los años de ese período el porcentaje de trabajadores en alguna de estas cuatro categorías era el 10,1% del total, en 2015 este porcentaje superaba el 15%: más de nueve millones de empleos. Para hacernos una idea de la magnitud de la cifra, los autores explican que este aumento coincidió exactamente con el incremento absoluto de la ocupación en los Estados Unidos en esos diez años: nueve millones.

En España, se observa una tendencia similar, aunque las fuentes que aporten cifras exactas aún escasean. Mientras las contrataciones vía Empresas de Trabajo Temporal parecen que se estancan, según información obtenida a partir de los módulos anuales de la Encuesta de Población Activa, las contrataciones de empresas multiservicios para la realización de servicios externalizados aumenta. Por ejemplo,  en un informe para 2017 de DBK Informa, se estima que en 2017 la facturación de estas empresas ascendió a más de 30.000 millones, con crecimientos superiores a la media de la economía. Por otro lado, el aumento de los autónomos sin empleados y de trabajadores del hogar supone, desde 2011, el 30% del aumento del empleo total en España. Asimismo, el Directorio Central de Empresas muestra que, mientras en 2008 el 50% de estas eran unipersonales (sin trabajadores a cargo), en 2017 estas ascendían a casi el 56%. Y en ese mismo período de tiempo el número de empresas descendía en unas 140.000, las unipersonales crecían en casi 70.000.

Así las cosas, se antojan imprescindibles dos grandes pactos de estado, no solo uno sobre educación que nos prepare en la medida de lo posible para un futuro cada vez más disruptivo, sino, además, sobre qué relaciones laborales queremos tener. Mucho me temo que, si algún día finalmente acordamos algo conjuntamente, las reformas que acordemos ya hayan devenido caducas.

https://www.vozpopuli.com/opinion/Empleo-futuro-razones-pesimismo-Robotizacion-robots-paro_0_1118588578.html

 

 

¿Cuán vulnerable es el empleo en España a la revolución digital?

El proceso de transformación digital en curso y los avances en robótica e inteligencia artificial crearán nuevos empleos, pero también precipitarán la automatización de numerosas tareas. Con el objetivo de atenuar las repercusiones negativas del progreso tecnológico sobre el mercado de trabajo, es imprescindible que los agentes económicos gobiernen el cambio.

 

El objetivo de este Observatorio es determinar qué características condicionan la vulnerabilidad de los trabajadores españoles a la revolución digital. En concreto, se identifican los factores que afectan a la probabilidad de que un individuo desempeñe una ocupación con elevado riesgo de ser automatizada.

  • Al igual que en las revoluciones industriales precedentes, el proceso de transformación tecnológica en curso creará nuevos empleos, tanto en los sectores innovadores como en los beneficiados por el efecto renta ocasionado por el cambio tecnológico. Sin embargo, la Cuarta Revolución Industrial también precipitará la automatización de numerosas tareas, lo que podría poner en riesgo hasta un 36% de los puestos de trabajo actualmente existentes en España.
  • La identificación de los trabajadores más vulnerables a la revolución digital es una condición necesaria para minimizar los costes de transición individuales y sociales. Los resultados de las estimaciones muestran que la probabilidad de automatización disminuye con el grado de responsabilidad en la empresa, el nivel educativo, la disposición a participar en acciones formativas y la adopción de nuevas formas de trabajo –como el teletrabajo–, y es comparativamente reducida para los ocupados en educación, sanidad, servicios sociales, TIC, energía y actividades científico-técnicas. Las restantes características del trabajador –como el género, la edad, la nacionalidad, la antigüedad, el tipo de contrato y la situación laboral de procedencia– y de la empresa –como el tamaño– juegan un papel secundario para explicar el riesgo de digitalización.
  • Con el objetivo de atenuar las repercusiones negativas del progreso tecnológico sobre el empleo, es imprescindible que los agentes económicos, privados y públicos, gobiernen el cambio. Para lograrlo, es necesario actuar en tres ámbitos:

1. Educación. Es urgente invertir más y mejor en capital humano para que la población adquiera conocimientos y habilidades (cognitivas y no cognitivas) complementarios al progreso tecnológico.

2. Regulación y mercado laboral. Deben acentuarse las reformas que traten de eliminar las barreras a la inversión y al crecimiento empresarial y facilitar la creación de empleo. Al mismo tiempo, es preciso mejorar la eficacia y la eficiencia de las políticas del mercado de trabajo.

3. Redistribución. Será ineludible diseñar mecanismos que compensen a los damnificados por la revolución digital. Los márgenes de mejora de la cobertura y la eficiencia del estado del bienestar en España son amplios.

https://www.bbvaresearch.com/publicaciones/cuan-vulnerable-es-el-empleo-en-espana-a-la-revolucion-digital/

 

 

Saludos adaptándose o extinguiéndose.

 

 

#103

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Informe de CCOO sobre el tema del hilo; se abordan todos los temas de los que estamos hablando; realmente interesante.

Os dejo la parte final, las propuestas de CCOO, pero el informe es altamente recomendable leerlo:

 

La Digitalización y la Industria 4.0.  Impacto industrial y laboral

 

Propuestas sindicales de actuación

“Necesitamos más industria y que esta se más innovadora para no ir a remolque de Europa, y si en Europa se ha fijado como objetivo que la industria incremente su contribución al PIB enarbolando la bandera de las KET (Key Enabling Technologies o Tecnologías Facilitadoras Esenciales), la digitalización y la Industria 4.0, tenemos que seguir ese camino” 89 .

Hay que tener una política industrial clara, determinante y en línea con Europa, evitando los errores y excesos del pasado, sujeta a medidas y evaluación continuas, al consenso político y que se extienda al marco de las iniciativa autonómicas y locales, donde tiene que desarrollarse. Porque sin una industria productiva potente e innovadora no podemos pagar la sanidad, la justicia ni la educación

Resulta preocupante la afirmación de que “España se enfrenta a un riesgo de pérdida de competitividad dentro de cuatro o cinco años, ya que, aunque las previsiones a corto y medio plazo de implantación son altas en algunas de las iniciativas, es necesario desarrollar profesionales cualificados y cultura corporativa para abordar muchas de ellas” 90 .

Este proceso requiere compartir decisiones empresariales, relegando mayor poder e influencia en la toma de decisiones y en la organización y estructura de la actividad a la mano de obra91. Por ello:

• El reto sindical es la atención a las personas, con nuevos derechos e integrando nuevas competencias digitales; gestionando el cambio de la organización del trabajo, la seguridad y salud ocupacionales; las cualificaciones; la jornada laboral y el lugar de trabajo; y, en definitiva, en la legislación laboral.

• El papel del Estado es determinante. Requiere reformular la composición de la Administración del Estado, de cara a concentrar recursos económicos y humanos, regular y coordinar actuaciones con el mismo objetivo: para que este proceso de cambio tecnológico, digital y productivo sea una realidad, evitando que profundice en la precariedad del empleo, en las desigualdades entre trabajadores y trabajadoras y, sobre todo, en la cohesión social y territorial.

• La apuesta por un “Pacto de Estado por la Industria”, que incorpore el compromiso de todos los agentes involucrados a trabajar cada uno desde su ámbito (empresas, partidos políticos, instituciones educativas, centros tecnológicos, colegios profesionales, organizaciones de carácter industrial y, sobre todo, el gobierno central y autonómicos).

 

El establecimiento de nuevas estructuras e instituciones que permitan alcanzar consensos en perímetros sociales más amplios, en el marco de la definición del modelo industrial y productivo requerido, y en el análisis de los efectos de los cambios en el conjunto de la sociedad, sobre todo en el modelo educativo. La falta de capacitación y la brecha digital están fracturando la sociedad. Además, requiere de un sistema educativo perdurable en el tiempo, que no dependa de coyunturas políticas. Pero que, además, nos ayude a construir el país que queremos. Que potencie y desarrolle el talento que necesitamos. Lo que pasa por la consecución de objetivos relacionados con:

• La apuesta por un crecimiento de la industria, hasta conseguir el 20% del PIB previsto por la Comisión Europea para 2020.

• La creación y potenciación de estructuras y mecanismos de Estado que trabajen de forma prioritaria en dicho objetivo: o La coordinación de instrumentos y objetivos entre los ministerios de Economía, Industria y Competitividad; Energía, Turismo y Agenda Digital; Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; Fomento; Educación, Cultura y Deporte, y Empleo y Seguridad Social. o Unas politicas con mayor y más concreta dotacion economica de apoyo a la PYME. o El impulso y elaboracion de politicas de Estado con dotacion economica, que regulen y potencien fórmulas en materia de I+D+i, formacion, empleo y financiación.

• Recuperar actividades manufactureras externalizadas para retener el valor de su diseño y desarrollo técnico, porque el valor añadido intangible está casi siempre totalmente integrado en el bien material producido.

• Asegurar niveles impositivos similares para todas las formas de ingresos y generación de rentas, ya sean los generados en los sectores organizados de manera convencional o en la economía colaborativa. Dedicar una parte de los dividendos procedentes de la digitalización a garantizar la sostenibilidad de los sistemas sociales y a aliviar las cargas que pesan sobre el factor trabajo.

• El sistema educativo debe fomentar las vocaciones tecnológicas entre los jóvenes, otorgando desde las primeras etapas visibilidad a las carreras técnicas y potenciando la creación de laboratorios para la experimentación: o Combinando los objetivos de equidad y calidad, compensación de desigualdades y nivel científico tecnológico. Al ahora de aumentar el empleo de alta cualificación o La conexión entre la norma actual de la educación, la formación profesional y el tipo de habilidades necesarias para la era digital, debe ser revisada y modificada. o Atendiendo a las necesidades e intereses de la ciudadania en correlación con el mundo del trabajo y el desarrollo económico y social.

 

En este marco se inscribe el manifiesto suscrito por CCOO de Industria con UGT y la asociación empresarial de las TIC (AMETIC) para “el liderazgo de la transformación digital de la economía española mediante el desarrollo del talento” y por el que se establecen propuestas para el desarrollo del talento digital: “Es fundamental fomentar un ecosistema nacional para el desarrollo y el reconocimiento del talento habilitador de la transformación digital en España con el fin de promover, educar y formar en las nuevas competencias digitales que demandan las organizaciones del sector TIC y otros sectores que están en el proceso de digitalización y, en general, la sociedad española bajo el nuevo paradigma de la transformación digital, involucrando a todos los stakeholders desde un modelo de innovación abierta y plataformas de colaboración públicoprivada:

• Potenciar las vocaciones STEM, incorporando desde la educación primaria las oportunas asignaturas de contenido tecnológico.

• Promover el equipamiento y uso de tecnologías en el modelo educativo digital desde sus primeros niveles educativos.

• Formar y/o actualizar a los docentes del sistema educativo en el conocimiento y dominio de nuevas tecnologías.

• Velar para que la oferta de profesionales, procedente del sistema educativo español (formación profesional y educación universitaria), se corresponda con la demanda de talento de las empresas.

• Reformular con carácter urgente la formación profesional (FP), especialmente en su modalidad de Formación Profesional Dual, y la formación universitaria, de modo que se resuelva la actual brecha entre la demanda de las empresas y oferta de profesionales: i. Elaborar un catálogo de titulaciones universitarias y de FP, acorde a las necesidades de la Sociedad Digital.

ii. Desarrollar y actualizar mapas de empleabilidad de las titulaciones universitarias y de FP. iii. Mejorar la colaboración entre las universidades y las empresas. iv. Habilitar medidas profesionales, económicas o laborales, que incentiven la participación del profesorado en los procesos de colaboración entre la universidad o los centros profesionales y las empresas.

• Realizar un seguimiento, estudio y análisis permanente de la demanda de las cualificaciones profesionales y de su evolución en los diferentes sectores productivos.

• Establecer, por parte del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, un observatorio específico del empleo digital.

• Potenciar políticas activas de empleo en el puesto de trabajo durante toda la vida laboral del trabajador, especialmente las relativas a la formación continua, incluyendo la formación online.

• Conformar un Plan de Formación de capacitación TIC para desempleados, que facilite su reincorporación al mercado laboral.

• Realizar un seguimiento en aquellos sectores en los que la digitalización sea un instrumento esencial para la mejora de la productividad y, de esta forma, promover la formación continua en las empresas para el mantenimiento y la creación de los puestos relevantes en este campo. Estableciendo, a su vez, proyectos que reubiquen a todos los trabajadores en los nuevos modelos de negocio, manteniendo el mismo o mayor nivel de empleo”.

 

Al mismo tiempo, las organizaciones europeas IndustriAll Europe, CEEMET, Cecimo y EUnited92 han establecido una serie de recomendaciones en materia de políticas públicas para facilitar la transición de los sectores de las máquinas herramientas y la robótica -siendo recomendables para el resto de sectores industriales también- hacia un futuro sostenible desde el punto de vista medioambiental, económico y social, cubriendo seis áreas de actuación:

• Fomentar la capacidad del sector para atraer a los jóvenes y, especialmente, a las mujeres jóvenes.

• Incluir nuevas aptitudes, como: la mecatrónica, diseño ecológico y reutilización de recursos, la ingeniería mecánica, la gestión empresarial ecológica, el diseño de sistemas, aptitudes interpersonales (colaboración e interacción humana en la creatividad y el diseño).

• Fomentar la adaptabilidad y la movilidad voluntaria, tanto dentro como fuera de los sectores de máquinas-herramientas y la robótica.

• Apoyar la formación permanente para personas de todas edades. 

• Ampliar los debates políticos con el fin de apoyar la inversión productiva y a largo plazo.

• Llevar a cabo una supervisión conjunta.

Además de establecer políticas de empleo que aborden la transición hacia un nuevo modelo:

• Desde la formación de nuevos puestos de trabajo y el reciclaje;

• superando la deslocalización y externalización de las actividades, así como el aumento de la desigualdad, ligada a las diferencias de cualificacion y habilidades digitales;

• buscando nuevos nichos de empleo; • evitando la destrucción neta de empleo y apostando por el reparto del tiempo de trabajo;

• confluyendo en la necesidad de adecuar los sistemas de educación, formación y cualificación para confrontar un nuevo modelo productivo al que le acompañe un nuevo modelo educativo.

 

Además, se requiere mantener un equilibrio entre la protección de los trabajadores y las trabajadoras, y la necesidad de las empresas a la hora de utilizar las nuevas formas de trabajo. Lo que se puede conseguir por medio del reforzamiento del diálogo social, de la negociación colectiva y la legislación laboral. En este marco, para los sindicatos en general, y CCOO de Industria en particular, la afectación de este acelerado proceso de cambios pasa por:

• La expansión y la distribución justa de empleo, el nuevo modelo de empleo y la protección del empleado en el derecho laboral; • la equilibrada participación en las ganancias de la prosperidad;

• la inclusión de los órganos de representación de los trabajadores;

• el derecho a la información, la salud, el cuidado, la vejez…;

• la seguridad y salud laboral en la economía digital, donde la organización del trabajo es decisiva;

• las políticas del mercado laboral, invirtiendo en las capacidades y habilidades de las personas;

• el derecho a la participación en la transformación digital en las empresas; la protección de las personas físicas, en relación con el tratamiento de datos personales, es un derecho fundamental;

• los derechos de la cogestión y la representación de los trabajadores y de las trabajadoras en las nuevas formas de trabajo;

• las políticas de interés especial para los consumidores y trabajadores;

• la transformación digital, la política y la democracia, transparencia en los intereses económicos…

 

Treinta años después de establecerse el diálogo social europeo, con muchas dificultades e importantes déficits, todos los actores estamos convencidos de la necesidad de un nuevo impulso para el esfuerzo del diálogo social. Sobre todo, cuando se ha puesto de manifiesto, desde la crisis de 2008, la necesidad de abrir nuevos debates sobre justicia social, democracia laboral, calidad del empleo y del trabajo, y nuevos modelos de relaciones laborales que están surgiendo, desafiando a las formas tradicionales de las relaciones industriales y de diálogo social. En países como Alemania, los Países Bajos y Austria se han empezado a adoptar iniciativas en el marco del diálogo social para anticiparse a las consecuencias del proceso de digitalización en su economía, abriendo mesas de participación, coordinadas por las instituciones y, en España, ¿para cuándo? Ante todo, tenemos que seguir preservando el reconocimiento del valor del trabajo y la importancia de la representación de los intereses de los trabajadores y de las trabajadoras, como garantía de construcción de una sociedad más justa.

https://industria.ccoo.es/4290fc51a3697f785ba14fce86528e10000060.pdf

 

 

Saludos digitalizados.