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El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

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El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro
El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro
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Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Interesante artículo que aborda la necesidad de un cambio en la educación para adaptarnos a los cambios tecnológicos, los puestos de trabajo que desaparecerán y generarán,la RBU.

 

Ignacio de la Torre, economista jefe de Arcano: “La educación, clave para afrontar la disrupción tecnológica”

La confluencia de una multiplicación en la capacidad de procesar datos con el empleo de algoritmos avanzados que permiten tratarlos está acelerando la disrupción tecnológica. La expresión de dicha revolución confluye, entre otras, en cinco tecnologías clave analizadas en el  último informe realizado por la firma de asesoramiento financiero Arcano y  presentado en la asociaciónDIGITALES por su socio y economista jefe Ignacio de la Torre: la inteligencia artificial y sus implicaciones robóticas, el  internet de las cosas, el  vehículo autónomoblockchain y la  impresión en tres y en cuatro dimensiones. Todas estas innovaciones plantean grandes interrogantes que afectan a personas, gobiernos y empresas ante las cuales, “la educación se eleva como protagonista absoluta como instrumento de adaptación”, según este experto.

 

Doctorado en historia medieval, Ignacio de la Torre recurre a la historia para afrontar con cierto optimismo los radicales cambios que la disrupción tecnológica está causando y causará en los próximos años, con extraordinarias consecuencias sociales que merecen un debate profundo para actuar sobre ellas e intentar minimizar el daño que se generará entre los más desfavorecidos.  “Porque, aunque a medio plazo, el ser humano será capaz de crear nuevos puestos de trabajo suficientes, la realidad es que, en el periodo intermedio, la destrucción será más rápida que la creación, especialmente entre las capas de trabajadores menos cualificados y en los países más pobres”, explica de la Torre.

 

“Sin embargo –añade- la tecnología también presentará importantes oportunidades en forma de trabajos más divertidos, mejor remunerados y con jornadas laborales más reducidas.Además, nos permitirá vivir muchos más años con una salud sensiblemente mejor”.

A medio plazo, la destrucción del empleo causada por la disrupción tecnológica será más rápida que la creación, especialmente entre las capas de trabajadores menos cualificados y en los países más pobres.

Para sacudirse el pesimismo que suscitan las previsiones a corto y medio plazo, Ignacio de la Torre, recuerda cómo ya en etapas históricas anteriores el progreso tecnológico fue recibido con preocupación, escepticismo cuando no con radical oposición, con  movimientos como el del ludismo en la Revolución Industrial. Economistas como Keynes, en 1930, ya hablaban de  desempleo tecnológico como “el debido a que el ritmo de descubrimiento de tecnologías que automatizan el uso del trabajo está superando al ritmo con que estamos creando nuevos trabajos”.

El mismo Aristóteles anticipó en su Política (350 a. c.) la IA cuando propuso analizar un conjunto de reglas sobre el funcionamiento de la mente para así extraer automáticamente conclusiones racionales. Según el sabio griego, esto podría desembocar en la automatización de tareas, lo que permitiría hacer desaparecer la esclavitud: “supongamos que cada herramienta que tengamos pudiera realizar su tarea, ya sea por nuestra voluntad o por su autopercepción de la necesidad; los maestros artesanos no tendrían necesidad de siervos ni los amos de esclavos”. Estas ideas fueron aplicadas por Ctesibio de Alejandría (250 a. C.), quien construyó un regulador del flujo de agua (racional, pero sin razonamiento).

MIEDO Y DESCONOCIMIENTO

Tal como explica Ignacio de la Torre, a medida que las innovaciones van provocando profundos cambios sociales y económicos (el  ejemplo de Uber y el taxi es paradigmático) se generan emociones de todo tipo, entre las que prevalece el miedo, “miedo a un futuro que desconocemos y del que nos sentimos desapegados, a veces por falta de capacidad para entender las disrupciones tecnológicas. La otra emoción es el desconocimiento.”

Sin embargo, tal como destaca de la Torre, “independientemente de las resistencias coyunturales históricas frente al avance tecnológico, éste, en el largo plazo, siempre ha terminado contribuyendo a elevar sensiblemente la calidad de vida de toda la población, independientemente de su estrato social.”

Hoy, con unos 7.500 millones de habitantes en el planeta, casi la mitad (aproximadamente 3.500 millones) dispone de acceso a internet y de este segmento, la inmensa mayoría (3.000 millones) lo tiene mediante un smartphone, lo que nos da una idea del enorme poder disruptivo que en la actualidad puede tener la tecnología frente al pasado. En la actualidad, una persona humilde con unsmartphone en Paquistán –accesible ya por unos treinta dólares– puede tener mucha más información que un presidente de los EEUU en 1990.

LA DISRUPCIÓN Y EL TRABAJO

El porcentaje del número de puestos en peligro por la revolución tecnológica es objeto de debate y fuente de gran preocupación. Las hipótesis más agresivas hablan de un 47%, y otras más conservadoras (OCDE), de un 9%. En cualquier caso estamos hablando de decenas de millones de trabajos, y en general  el riesgo será mayor entre la gente con menor nivel educativo, en donde los porcentajes de desaparición serán mayores (las estimaciones más conservadores hablan de la desaparición de una quinta parte de estos trabajos), lo que abre enormes consideraciones sociales.

Hay que incentivar un sistema educativo que sea capaz de responder adecuadamente a las demandas asociadas al rápido avance tecnológico.

Ante este panorama que ya se vislumbra en el horizonte, Ignacio de la Torre plantea dos factores clave a tener en cuenta para mitigar los efectos negativos del desarrollo tecnológico. En primer lugar, el experto cree necesario incentivar en la medida de lo posible  un sistema educativo que sea capaz de responder adecuadamente a las demandas asociadas al rápido avance tecnológico,planteándonos diariamente las siguientes preguntas “¿cómo educamos a nuestros hijos?” y “¿cómo reeducamos a nuestros mayores?”.

Disrupción tecnológica

“Se ha estimado que cuando un niño entra en la etapa educativa, al terminarla, dos terceras partes de los nuevos trabajos habrán cambiado. Este sencillo cálculo nos debería prevenir sobre las enormes consecuencias que debemos afrontar como padres, dirigentes políticos o empresarios”, señala de la Torre.

¿RENTA BÁSICA UNIVERSAL?

Por otra parte, frente a la posible confirmación de pérdida significativa de empleo por la disrupción tecnológica y el esperado aumento de la desigualdad de rentas entre los dueños del capital tecnológico y las personas que pierdan sus puestos de trabajo, Ignacio de la Torre cree que el gobierno “deberá mitigar el posible descontento social transitorio, por ejemplo, diseñando sistemas fiscales y ayudas temporales bien enfocadas que puedan reducir las desigualdades excesivas. O implantando la  Renta Básica Universal, aunque por ahora parece muy difícil una implementación realista desde el punto de vista económico.”

“En cualquier caso, cabe mencionar que podrían utilizarse los ahorros para las arcas públicas generados por la tecnología (como la reducción de accidentes por el vehículo autónomo) para financiar cualquier tipo de ayuda”, concluye.

https://www.nobbot.com/destacados/disrupcion-tecnologica-digitales/

 

 

Saludos adaptándose al futuro presente.

#64

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas, Marco.

 

De nuevo excelente artículo de Marc Vidal sobre el empleo del futuro presente:

 

Las claves del empleo en el futuro inmediato: dónde, cómo, quién y qué.

Muchos me preguntáis que deben estudiar vuestros hijos para tener trabajo en el futuro. Difícil saberlo. Pero desde el  laboratorio del Mobile World Capital, una órgano creado para identificar los desafíos sociales que significan las nuevas tecnologías, tengo la suerte de ser testigo directo, no sólo de los formidables cambios que se están sucediendo en todos los ámbitos sociales, económicos e industriales por culpa de la tecnología, sino también de la velocidad a la que se está produciendo todo ello. Uno de los temas recurrentes en todas las reuniones que tenemos se refieren a la afectación de toda esta revolución al mundo laboral. Un escenario que se libera cada vez más rápidamente de los hábitos de una era industrial pasada.  Un escenario laboral que muta irremediablemente para garantizar un futuro más productivo y equitativo y cuyas características se podrían englobar en los siguientes aspectos:

1. ¿Dónde? Las ciudades competirán por el talento.

Cuando Amazon  reveló sus planes de invertir más de 5 mil millones de dólares en la construcción de su segundo cuartel general, recibió más de 200 candidaturas de diferentes ciudades. La guerra por el talento del futuro ya no será entre empresas, será entre ciudades. Como la tecnología une a la sociedad, y el trabajo a distancia se convierte en la norma, las personas vivirán en las ciudades que elijan, en lugar de las que están más cerca de donde trabajan.  Las ciudades tendrán una especie de ecosistema que ofrezca opciones de vida atractivas en entornos amigables con la tecnología. Las políticas activas desde las administraciones para atraer ese desembarco es clave. De nuevo, no todo depende de la inercia sino de la acción política coordinada con el sector privado.

2. ¿Quién? La mayoría de la fuerza laboral será ‘freelance’ en diez años.

Hoy en día, más de 57 millones de trabajadores, alrededor del 36% de la fuerza laboral de los Estados Unidos, trabajan por su cuenta. Si nos basamos en la tendencia que refleja el informe  Freelancing, en Estados Unidos y en apenas una década, la mayoría del empleo será 'freelance'. La generación de ese empleo está liderado por ‘millennials’ que han decidido no depender de ninguna empresa aunque se alíen con ellas. Recordemos que estamos a minutos de que la generación con mayor peso en las decisiones económicas y políticas sean los nacidos a partir de 1980. Si te pasa como a mí y piensas como ellos,  eres un ‘viejenial’. No lo desaproveches.

Pero, combinando lo que significará el crecimiento de grandes compañías buscando ciudades ‘talentosas’ con esa tendencia por el trabajo no dependiente,  habrá una adopción a gran escala de un cuerpo laboral distinto, ‘freelance’ pero comprometido con nuevas habilidades y un nuevo modo de entender el empleo.

3. ¿Cómo? Formación ‘freelance’ para empleos ‘freelance’.

La forma en la que educamos a las generaciones futuras ya no es suficiente. Para las habilidades y los trabajos de hoy no son relevantes.  Es de aurora boreal pensar que se les prepara para el futuro. La idea de que estudies matemáticas, ciencias y arte como disciplinas separadas, y luego trabajes para resolver el problema del mundo real en la economía actual, no tiene mucho sentido.

Preparar a los estudiantes para los trabajos del mañana requiere romper las barreras que existen dentro de la educación. Una educación que, como el empleo ‘freelance’, también deberá hacerse más flexible. Formación ‘freelance’ para empleos ‘freelance’. Parece hasta lógico. Educación orientada a proyectos y no a asignaturas como defienden en la  Wildflower School en Boston. Un cambio total que, ¡vaya!, vuelve a necesitar de cierta actitud política para cambiar programas educativos, leyes y reformas derivadas.

4. ¿Qué? La AI y la robótica crearán empleos que ahora no existen.

La Inteligencia Artificial y la robótica crearán más empleos en lugar de una destrucción masiva de puestos de trabajo,  como defiende la versión oficial. Algo que sólo sucederá si el hilo conductor de esta transición se ejecuta bajo la responsabilidad y la innovación socioeconómica. Países como Alemania, cercanos al pleno empleo, son los que mayor densidad de ‘robots per cápita’ tienen y otros, como España y Grecia, con las mayores tasas de paro son los que menos robots tienen de media.  ¿Podría ser que cuanto más automatismo bien organizado, mayor eficiencia y, en definitiva, mayor contratación cualificada?

El problema es que vemos mucho  Black Mirror y mucho  Electric Dreams. La ciencia ficción defiende un mundo donde las máquinas roban el empleo, y casi la capacidad de organizarse a los propios humanos. Sin embargo, esta no es una idea capaz de sujetarse en la historia y en los datos. De hecho, el mayor enemigo para la humanidad es la propia humanidad.  No vas a perder tu trabajo en manos de una computadora inteligente, lo vas a perder, en todo caso, en manos de un humano que maneje mejor una computadora que tú.

El impacto de la Inteligencia Artificial en el futuro no significa el fin del empleo. Por mucho que algunos lo consideren probable,  las máquinas no se hacen a si mismas y necesitan que los humanos estructuremos la innovación derivada y necesaria de un modo responsable. Digamos que un futuro del empleo robótico abre ventanas de oportunidad en lugar de cerrar puertas dramáticas.  El problema estará en el liderazgo político que tiene que estructurar esa transición. De momento, que yo sepa, pocos son los países que han asumido este reto como un elemento prioritario. Por cierto, entre los afortunados, no hay ninguno en el que se hable en español.

Estamos entre dos opciones. O vamos a  un mundo con más empleo o nos dirigimos a  un mundo sin empleo. Tengo la sensación que la escasez no será de puestos de trabajo, no, la escasez será de habilidades para cubrirlos. Esa es la clave. La formación necesaria, dejar de ver la máquina como una agresión para empezar a contemplarla como una colaboradora.  Sino se plantea en ese sentido, el desastre podría ser monumental y ni la renta básica ni meriendas parecidas lo podrá amortiguar.

En definitiva, al igual que en las conclusiones que ya citaba Stephane Kasriel en  un brillante artículo del WEF, en el que se basa éste, hay que repensar el empleo y, por supuesto, la educación profesional. Es necesario que se ofrezca una formación auténtica y útil. Hay quien ya lo está haciendo, quienes no lo ven tan urgente y otros que ni tan siquiera se les ha pasado por la cabeza este tremendo desafío.  La gasa que separa un reto social y un desastre monumental es muy fina. A veces se rompe por la inacción.

https://www.marcvidal.net/blog/2018/1/19/las-claves-del-empleo-en-el-futuro-inmediato-dnde-cmo-quin-y-qu

 

 

Saludos adaptándose y formándose para el futuro presente.

#65

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Lo dicho una y mil veces; en España no invertimos apenas en I+D, es un tren que cada  vez es más rápido y seguimos sin subirnos en él; cuando lo queramos hacer habremos dejado a nuestro país a la cola del mundo, sin futuro, sin trabajo, sin nada.

Quién invierte en futuro? España se desangra por su I+D

Se acaban de hacer públicos los datos de inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) en el año 2016. Las tendencias se confirman: el enfermo tiene poco futuro si continua así. Nuevo disgusto. Pese a que en valor absoluto la inversión en I+D en España crece en un escuálido 0,7%, el peso relativo de la I+D desciende del 1’22% del PIB al 1’19%. Valores lamentables para una economía que quiere competir con éxito en el mundo global. El PIB crece, pero lo hace en actividades poco intensivas en I+D.

Desde el inicio de la crisis, nuestra economía no deja de perder intensidad tecnológica.Hemos desperdiciado una década: los datos actuales de I+D son similares a los de 2006. Mientras, el mundo no nos espera.

Los líderes mundiales, Corea del Sur e Israel, se sitúan en el 4,2% de inversión en I+D/PIB. Los líderes europeos, Suiza, Austria y Suecia, superan el 3,2%. Alemania se acerca al 3%, como Estados Unidos. China, la gran superpotencia global emergente, ya supera el 2% (la media de la UE).  Cada vez, más países, en menos tiempo, saltan hacia economías basadas en conocimiento.

Mientras, perdemos posiciones, sin que ello parezca preocuparnos demasiado. Hungría, Estonia, Irlanda o la República Checa nos avanzan.  España, en su conjunto, sale de la crisis con una reducción del 12,6% de inversión pública en I+D, mientras que Alemania la ha aumentado un 35% desde 2009Las empresas españolas invierten hoy en I+D un 5,8% menos que en 2009. Las británicas lo hacen un 62,4% más, y las alemanas un 34,6%. El número de empresas españolas que declara hacer I+D es hoy un alarmante 35% inferior al de antes de la crisis.

El informe  COTEC 2017 anticipaba los últimos datos estadísticos. Su encabezamiento resumía las conclusiones: “lejos de Europa”.  Cada vez más lejos, de Europa y de las economías avanzadas. Muy, muy lejos de Massachussets, de Finlandia o de Singapur. Sol, playa y paella: parece que esos son los indicadores de nuestro sistema competitivo, en lugar de inversión en I+D, manufacturing avanzado, sectores de alta tecnología, patentes o investigadores por millón de habitantes.

En España, el 52,5% de la inversión total en I+D la ejecutan empresas. Una proporción anormalmente baja (la media europea es del 65%, y en países de referencia, como Japón, esa cifra llega al 75%). Eso no significa que el sector público haga un esfuerzo proporcionalmente superior al de otros países (lo que parecería positivo a primera vista), atribuyendo el peso del déficit innovador a la baja inversión empresarial. Este es un mal diagnóstico. Lo que ocurre es que el esfuerzo público (en cualquier caso, muy por debajo del necesario) es, además, ineficiente:  no es capaz de movilizar recursos privados en proyectos de interés empresarial. No existe efecto multiplicador porque no existen fondos de acoplamiento (“matching funds”) para proyectos público-privados de alto riesgo tecnológico.

Los escasos recursos públicos (los recortes acumulados en ciencia y tecnología desde antes de la crisis se acercan al 50%) se vierten en organismos públicos, quedándose cautivos en el subsistema público de innovación. Mientras, las empresas, especialmente las PYME, siguen invirtiendo en su núcleo de negocio,  sin incentivos suficientes para abordar retos de mayor ambición investigadora. Con ello, se mantiene el endémico “fallo de mercado”: el mercado invierte de forma subóptima en I+D, pues percibe estas actividades como de retorno incierto. Hay que tomar conciencia de la realidad: nuestra intensidad tecnológica (medida en I+D/PIB) similar a la que tenía China en 2005 (¡nos llevan ya una década de ventaja!), a la de Singapur en 1995, o Corea del Sur en 1988. Pensemos en Cataluña —siempre con mejores indicadores que España—, que muestra las mismas dolencias pese a gozar de una capital con una marca internacionalmente reconocida, a tener una potente industria exportadora o un emergente despliegue de centros de excelencia científica, el sistema está incompleto y paralizado.

En palabras de la economista Mariana Mazzucato, «para ser como los líderes hay que hacer lo que hacen los líderes, no lo que dicen que hacen». Aunque no lo digan,  los líderes apoyan de forma decidida la investigación de sus empresas, facilitando que salgan de su núcleo de negocio para abordar actividades de I+D. Basta pasar revista a la compra pública que reciben las empresas del Valley, para situarlas en la frontera de la tecnología. Basta analizar los presupuestos de innovación de países como Austria, Finlandia o Israel. ¿Queremos ser competitivos como ellos? Hagamos lo que han hecho ellos.

Es imprescindible poner en marcha programas públicos de apoyo financiero a la investigación industrial. Vemos lógico impulsar la investigación pública, y luego intentar “transferir” la tecnología a las empresas. ¿Por qué no apoyar directamente la I+D industrial, capaz de generar empleo de valor? Es urgente establecer programas de apoyo a la transformación digital, con especial atención a la adquisición de competencias en inteligencia artificial. Es necesario apoyar las start-up’s surgidas de entornos científicos, mediante circuitos financieros rápidos y de alto riesgo.  Ineludible impulsar el cambio estratégico y tecnológico de nuestros clústeres, y desarrollar nuevos clústeres empresariales alrededor de centros de investigación. Y es crítico acelerar el crecimiento de los “campeones ocultos”, empresas familiares, exportadoras y con tecnología propia.

La innovación en un país no es como un fenómeno atmosférico, una variable incontrolable. Podemos acelerarla. Se precisa estrategia, estabilidad, y presupuesto: unos centenares de millones de euros. ¿No hay recursos? Si construir un país innovador es caro, probemos qué pasa con un país instalado en la precariedad.

https://www.sintetia.com/quien-invierte-en-futuro-espana-se-desangra-por-su-id/

 

Saludos perdiendo el tren del futuro presente.

#66

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

No creo que la inversion en I+D sirva para reducir la brecha industrial y tecnologica con los paises que van delante. Servira para que no se agrande excesivamente. Hay cosas que alemanes, ingleses suecos....siempre van a hacer mejor. Tendremos que conformarnos  con hacerlas aceptablemente bien, pero sabiendo que no las haremos mejor, o igual que ellos. Nunca.

Hace poco se ha creado en el Reino Unido una especie de secretaria de estado.....para la soledad. Un serio problema en ese pais: las personas que viven solas, y que mueren solas. Ellos van a tener que hacer un esfuerzo en medios y dinero para  conseguir reducir ese problema. Nunca llegaran a conseguir reducir ese problema a las dimensiones que tiene en España, dimensiones que hemos conseguido sin esfuerzo. En Suecia, en Alemania... tiene un problema similar

A lo que voy, cada pais se maneja bien con unas cosas. Si, podriamos ser tan disciplinados, tan honestos y tan trabajadores como son en otros sitios. Y tener el nivel de vida que tiene en esos sitios donde la gente....se muere sola.

Seguro que si en Enero la tenperatura fuera de 20 bajo cero, si anocheciese a las 2 de la tarde, seguro que saldriamos menos, trabajariamos mejor y seriamos mas productivos. Y con el dinero que ganasemos, que seria mucho nos largariamos corriendo de nuestro pais a otros donde la gente tienen menos dinero pero....vive mas y mejor.

No se puede tener todo. Los paises con buen clima, curiosamente no estan a la cabeza del I+D. Por algo sera. Por algo sera que la indisciplina la corrupcion, el desorden siempre va a asociado al Sur. Incluso sin salir de un pais, el norte es mas industrial y productivo que el sur, pasa en Francia, en Alemania en Italia, y aqui.......

Asi que mucho I+D y buen clima.......no parecen nuy compatibles.

Seguiremos siendo un pais de camareros. En nuestra mano no esta dejar de serlo. Lo que si esta en nuestra mano es ser un pais de camareros.....bien pagados. ¡que no es poco¡.

#67

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

¿Japon, Corea del Sur,....? Incluso en USA está California con Silicon Valley,.....

Estos son paises y zonas con buen clima a la cabeza del I+D.

#68

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Bueno...

California y su clima.... pues muy lluvioso en gran parte de la costa y un desierto puro y duro en el interior........Y no puedes definir a California por silicon Valley...es como si la defino yo por el Death valley......

Japon y Corea, son paises muy humedos y mucho mas frios que este. De los tifones y de las tormentas monzonicas mejor ni hablamos, y de las nevadas de alli, como que tampoco.

Pero, desde luego si tuvieran un clima mejor.....tambien estarian a la cabeza en I+D como ahora. El ocio y la vida relajada tal y como la entendemos aqui, tampoco alli seria posible con buen clima. La falta de terreno o el exceso de poblacion, como quieras, tampoco hacen de estos paises sitios muy agradables para vivir, y ese tipo de problemas es lo que mas incentiva el I+D. No solo el mal clima como he dicho, tambien otras cuestiones de dificil solucion como el exceso de poblacion......

Ejemplos de paises de camareros bien pagados hay unos cuantos y su nivel de vida es muy alto......

Y creo que lo importante es eso, un alto nivel de vida. El como.....importa menos.

 

 

#69

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Interesante artículo que incide en la importancia del componente humano en la adaptación de la sociedad a la revolución digital y la trascendencia capital de la educación adaptada a la comprensión de las nuevas tecnologías tanto en la escuela como en la universidad:

 

El componente humano será clave en la innovación y el empleo del futuro

En casi todos los empleos hay un componente humano, justo lo que nos hace personas, que es casi imposible de sustituir”. Para  Cristina Garmendia esta será una de las claves para abrazar la revolución tecnológica y lograr un empleo que garantice un desarrollo económico sostenible. La presidenta de la  Fundación COTEC de impulso a la innovación empresarial, ofreció una conferencia sobre las diferentes transiciones que debe afrontar la sociedad para seguir innovando y aprovechar mejor los avances de las nuevas tecnologías, adaptándolas a la realidad humana.

Su exposición formó parte del evento ‘ Cómo avanzar a través de la innovación‘, organizado por la  Fundación SEPI (Sociedad Española de Producción Industrial). El ministro de Hacienda,  Cristóbal Montoro, inauguró el acto en el centro de formación Campus Peñascales en Torrelodones (Madrid). En su discurso, el ministro defendió que las empresas españolas se han internacionalizado y ya no dependen del crédito bancario para invertir y sostener el crecimiento del 3,1% de nuestra economía. Se trata del “crecimiento económico más sano y equilibrado” de la historia de España, destacó.

Para Montoro la innovación es clave en el crecimiento económico, junto al empleo y una balanza de pagos sostenible, que permiten que “por primera vez España” pueda “financiar el 2% de su PIB”. Es decir, es capaz de “devolver la deuda”. Y eso “lo hace la gente, las empresas”, que gracias a la reducción de su deuda financiera han generado excedente y  “tienen invertido más del 50% del PIB español en el resto del mundo”, señaló.

A pesar de ello, el ministro avanzó que la valoración se hará en “tres o cuatro años” cuando alcancemos “los datos de ocupación previos a la crisis” (20 millones de ocupados); algo que es “posible al ritmo de crecimiento actual”, según predijo. Por el contrario, para Garmendia, las predicciones en materia de empleo no son tan evidentes.

 

Bajo el título, ‘ Innovación para un futuro más humano‘, la presidenta de COTEC señaló que “no somos capaces de anticipar el futuro del empleo” porque no hay un modelo utópico previo claro. No seríamos capaces de “proyectar cómo era el modelo laboral de los últimos cinco años” en España hacia los 10-15 siguientes, comentó la también patrona de SEPI.

Esta es una de las transiciones que tanto a nivel cultural como normativo debe afrontar la sociedad: el cambio de “la naturaleza de nuestro trabajo”. Junto a ella se encuentran el cambio de lo analógico a lo digital, el impulso de la economía circular y la inversión en elementos intangibles de una empresa (formación, innovación, organización, software…), que son las que hacen rentable a una entidad.

De cara a ese empleo del futuro, Garmendia remarcó la importancia de mejorar la formación en aspectos humanos y habilidades digitales, pues “si queremos abrazar el cambio para que las empresas sean más competitivas, tenemos que hacer un gran esfuerzo en pensar cómo podemos beneficiarnos de ese gran avance tecnológico y sacarle beneficios”, explicó.

Hay que mejorar la formación en todas las etapas de la vida y evitar tener una universidad que, en su opinión, empuja a la especialización y facilita la futura automatización de las tareas. Debemos aprender “el alcance de la inteligencia artificial y el Big data” y reforzar las “habilidades empáticas en la sociedad 4.0”. Talentos como las competencias técnicas, las habilidades sociales o la destreza manual, que han sido “menospreciados” en ocasiones, pero que en el futuro serán los rasgos más difíciles de sustituir por un robot.

http://www.todostartups.com/destacado/el-componente-humano-sera-una-de-las-claves-en-la-innovacion-y-el-empleo

 

Saludos educando en el presente a nuestro futuro.

#70

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Interesante artículo que reflexiona sobre la RBU y el futuro del trabajo y la distribución del tiempo que teóricamente nos quedará libre:

 

En qué gastaremos el tiempo cuando tengamos renta básica y los robots hagan todo el trabajo

 

El historiador neerlandés Rutger Bregman(Westerschouwen, 1988) lleva desde 2014 convertido en uno de los iconos de la lucha por una Renta Básica Universal (en adelante RBU), una idea que sin ser nueva ha ido envolviendo los debates en torno al futuro de las sociedades y de la cuarta revolución industrial. Lo es desde que publicó su ensayo  Utopía para realistas, un texto que dio el salto del online a las editoriales.

Para Rutger, la RBU no sería el paraíso terrenal de la izquierda como a veces se señala, sino "el logro más importante del capitalismo", ya que a su forma de verlo, "es una plataforma que dará a cualquiera una herramienta mediante la que arriesgarse y emprender, base del capitalismo".

Capitalista o no, cada vez hay más voces que  predicen la llegada de una RBU ya no por cuestiones ideológicas, ni siquiera por manifestarse en su favor o en su contra. Lo ven como  algo inevitable y necesario por dos motivos principales:

  • La automatización del trabajo. Cada vez más robots pueden reemplazar el trabajo de humanos. La llegada de los vehículos autónomos solo acelerará esta tendencia. Esta automatización no pulverizará sin más los puestos de trabajo actuales, más bien creará algunos nuevos en relación con el desarrollo, mantenimiento y puesta en marcha o supervisión de esas máquinas, algunos de los cuales podrán ser ocupados por esos empleados actuales. Un ejemplo que puso  Elon Musk: los camiones autónomos no requerirán de conductores, pero sí de humanos que los supervisen y que puedan solucionar sus averías. Llevamos viendo esta automatización desde hace más de 200 años (máquinas de coser, maquinaria agrícola, automóviles...) y en las próximas décadas, con el avance de la tecnología y la inteligencia artificial, será mucho más profunda.

  • La necesidad de permitir sobrevivir a las personas que se quedan fuera del mercado laboral, en su mayoría trabajadores cuyas únicas habilidades son las que han sido reemplazadas por máquinas. Sin una renta básica se quedarían sin recursos, sin opciones laborales y por lo tanto abocados al desamparo y la pobreza extrema. En el mejor de los casos, quien pudiese permitírselo, a sobrevivir gracias a las ayudas familiares, cuando no a la beneficencia.

 

A doce años de las quince horas semanales de Keynes

La llegada hasta aquí ha sido paulatina. En la época de la revolución industrial se alcanzaron jornadas laborales tipo de catorce horas diarias, siete días a la semana. En algunos países empobrecidos el panorama no ha cambiado demasiado. El paso de las décadas fue transformando esa jornada: se pasó a descansos de un día (normalmente, el domingo) o de un día y medio (sábado por la tarde y domingo, modelo nacido en Reino Unido que dio origen al término "sábado inglés").

Con el avance industrial y tecnológico, las jornadas laborales se han ido acortando. ¿Quién nos dice que las cuarenta horas no pueden rebajarse?

Las horas de trabajo diario también fueron decreciendo: doce, diez, ocho... Y ya llegamos al estándar actual, ocho horas cinco días a la semana, un cambio que llegó en los setenta motivado en parte por la extensión de una sociedad de consumo que necesitaba tiempo para gastar su dinero en compras y ocio. Ahora se comienza a hablar de jornadas menores, de entre 30 y 35 horas semanales que repartan mejor el trabajo para reducir el desempleo y a su vez permitan mayores descansos a los trabajadores. Cada vez hemos tenido más tiempo libre.

En la hemeroteca encontramos muchas referencias a esta etapa en la que poco a poco vamos desembarcando. Jack Ma, CEO de AliBaba, para  CNBC:

"Creo que dentro de treinta años la gente sólo trabajará cuatro horas al día y quizás cuatro días a la semana. Mi abuelo trabajaba dieciséis horas al día cultivando tierras y pensaba que estaba muy ocupado. Nosotros trabajamos ocho horas, cinco días a la semana, y pensamos que estamos muy ocupados".

 

Hay más. Estamos en 2018 y dentro de doce años llegaremos al 2030, fecha para la cual el economista Keynes calculó una jornada laboral de quince horas semanales en 1929, el año de la Gran Depresión. En 1964, John F. Kennedy dijo que "la revolución cibernética crearía una nación separada de personas pobres, sin habilidades y sin trabajo, incapaz de encontrar otro trabajo o de pagar sus propias necesidades vitales". ¿Les suena? De alguna forma tendrán que salir adelante.

Según Bregman, la renta básica elimina pobreza, cuya ausencia a su vez elimina altas cotas de delincuencia o desempleo mientras la salud pública mejora.

Elon Musk: "la gente tendrá más tiempo para hacer otras actividades, más complejas y más interesantes"

Con la perspectiva de una RBU en el horizonte a la que acceda un mayor o menor porcentaje de personas, la ciudadanía tendrá muchas más horas de recreo y ocio a la semana, en algunos casos de hecho todo su tiempo será libre. Esas personas comenzarán a tener un debate interno, una búsqueda de respuestas, que acabará haciéndose extensiva al grueso de la sociedad: ¿a qué será dedicado ese tiempo? ¿Cómo nos afectará no tener una actividad vital predeterminada como lo es el trabajo?

 

No es una cuestión baladí. El propio Elon Musk habló de ello  en el marco del advenimiento de la RBU:

"Hay bastantes probabilidades de que terminemos con una Renta Básica Universal, o algo similar, debido a la automatización. No sé qué otra cosa podría haber. Creo que es lo que va a ocurrir. La gente tendrá más tiempo para hacer otras actividades, más complejas y más interesantes. Ciertamente, más tiempo libre".

Tiempo libre... ¿para hacer qué?  Peter S. Goodman, escritor y periodista económico experto en Renta Básica Universal que  estudió el caso finlandés, parte del objetivo es lograr que sus beneficiarios mejoren su bienestar y desarrollen sus inquietudes. "En muchos países, los sistemas de bienestar social están tan cargados de reglas que las personas desempleadas tienden a adquirir una sola habilidad: experiencia en el manejo de la burocracia".

"El ocio y la cultura experimentarían más demanda que nunca"

Marta García Aller, periodista y autora del libro  El fin del mundo tal y como lo conocemos, repasa en él algunas líneas maestras del futuro que nos espera tras la revolución tecnológica, y también nos da algunas claves sobre el tiempo libre que nos deje la RBU:

 

"En el mejor de los casos, una renta universal que permita a las personas vivir dignamente sin tener que trabajar nos permitiría dedicarle más tiempo a la familia, tener más hijos, y fomentaría la innovación, porque nos permitiría arriesgarnos a inventar nuevas ocupaciones que ni siquiera existen todavía. Está demostrado que la innovación y el emprendimiento crece sobre todo en entornos acomodados donde la subsistencia está garantizada, así que tener resuelta económicamente la vida empujaría a innovar mucha gente con talento que de otro modo no habría podido correr ese riesgo.

También el ocio y la cultura experimentarían más demanda que nunca. Habría muchos más virtuosos del violín, filósofos dando paseos y más poetas que nunca. Pero este solo es el mejor de los casos".

Es una teoría relativamente extendida entre quienes dibujan un futuro con una RBU: más espacio que nunca para el desarrollo de artes y humanidades. Más allá del aspecto económico y de dedicación que supone un trabajo, ¿qué ocurre con el factor identitario?

"La principal resistencia a vivir sin trabajar, más que económica o tecnológica, es puramente social. El rechazo a la idea de dar dinero a cambio de nada plantea un reto mayúsculo en una sociedad en la que el empleo no es solo una actividad económica, es también una parte esencial de la identidad. No sólo falta por resolver cómo pagar esa renta universal. Es necesario tomarse en serio la necesidad de darle un sentido a la vida de quienes dejarían de sentirse útiles si no tuvieran una profesión con la que ganar dinero para sus familias.

Con la renta universal no sería la primera vez que los humanos viven sin trabajar (nobles, aristócratas y ricos llevan siglos escapando con éxito del aburrimiento que les proporciona el tiempo libre que da vivir de las rentas). Pero eso nunca ha estado al alcance de todo el mundo. Cambiar la manera en la que se organiza una sociedad es también cambiar su esquema de valores, lo que está bien visto y lo que no. Y eso no se soluciona con una simple tasa para robots".

"No preocuparse por el dinero libera a las personas para ser ellas mismas"

¿Qué dice el tiempo libre obtenido con una RBU de las consecuencias psicológicas de la misma? Ediana Balleroni es una abogada brasileña especializada en Renta Básica. Según ella, el tiempo libre obtenido sirve, ante todo, para "ser tú mismo":

 

" Los experimentos realizados muestran que una renta básica universal, incluso en pequeñas cantidades de dinero, tiene un enorme impacto en la vida cotidiana de las personas. Lo primero que se reporta es un aumento en la salud mental: saber que se tiene un ingreso estable disminuye la ansiedad y los síntomas de depresión, tiene un impacto positivo en la confianza.

Esto es lo único que motiva a los receptores de la renta básica a realizar actividades relevantes para sus vidas. Puede ser iniciar un proyecto artístico, cuidar de un familiar enfermo, o incluso buscar un trabajo a tiempo parcial sea remunerado o no. No preocuparse por el dinero libera a las personas para ser ellas mismas. En general, esto es lo más relevante que puedes hacer con tu tiempo: ser tú mismo". ƒlarguísi En Finlandia también ocurrió algo quizás inesperado tras los primeros meses con una RBU: los que la percibían comenzaron a buscar trabajo más activamente que antes, cuando no la había. Algo que se explica por el hecho de que el gobierno finlandés no elimina esta renta cuando se logra un empleo, a diferencia de la teoría habitual.

Juha Jarvinen, un desempleado que fue escogido aleatoriamente para formar parte de la prueba,  explicó para Independent que antes rechazaba empleos o los buscaba de forma pasiva porque su subsidio peligraba y podía no salirle a cuenta. Desde que tiene una renta asegurada aunque logre un empleo, la búsqueda es mucho más activa. El hecho de que su renta básica sea cinco veces menor al salario medio bruto ayuda a ello.

https://www.xataka.com/otros/en-que-gastaremos-el-tiempo-cuando-tengamos-renta-basica-y-los-robots-hagan-todo-el-trabajo

 

 

Saludos intentando entender los cambios para adaptarnos a ellos.

#71

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Que en el futuro gran parte de las tareas que actualmente son llevadas a cabo po el ser humano, serán ejecutados por robots o atumátas , no hay dudas de eso, pero así como se eliminarán tipos de empleos, surgirán otros, las necesidades de la población cambia constantemente, es necesario identificar hacia donde apuntan esos cambios y comenzar a prepararse para ello lo que sí preocupa y estoy de acuerdo con la tesis expuestas al inicio sobre la deflación que causará muchos problemas en la vida económica próxima

#72

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas, Eriklasombra.

 

Sin duda tenemos que prepararnos para un cambio de modelo laboral, social, ético,..., que va a originar el avance tecnológico; esta revolución no tendrá parangón con cualquiera de las anteriores revoluciones industriales.

Además de las politicas que favorezcan la adaptaciones debe existir una conciencia social y un esfuerzo particular de cada individuo por conocer dicho cambio y formarse para poder adaptarse a las nuevas tecnologías y tener acceso a un mercado laboral cada vez más tecnificado a través de la adquisición nuevos conocimientos y el reciclaje.

 

En España, comomsiempre, a la cola de todo este tema.

Recordemos a D. Miguel de Unamuno:

«Inventen, pues, ellos y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones. Pues confío y espero en que estarás convencido, como yo lo estoy, de que la luz eléctrica alumbra aquí tan bien como allí donde se inventó». De su ensayo "El pórtico del templo", en 1906.

 

Buen articulo de Marc Vidal incidiendo en la necesidad de adaptarnos a los cambios venideros mediante políticas proactivas e incentivar la investigacion:

 

LA NECESIDAD DE UN MINISTERIO DEL FUTURO 

January 31, En los Emiratos Árabes hay  un ministro de Inteligencia artificial. Un cargo que ejercerá el político Omar bin Sultan Al Olama y que abarcará nueve sectores socioeconómicos: transporte, espacio, energías renovables, agua, tecnología, educación, medio ambiente y tráfico. Detrás de una noticia efectista se esconde, en mayor o menor medida, la voluntad de abordar estratégicamente todos los dilemas y retos que genera la incorporación de la tecnología futura.

Afrontar decididamente y de un modo estratégico y político los grandes desafíos que  la Cuarta Revolución Industrialla deflación del capital y  la automatización de todo suponen, no es algo opcional, debería ser absolutamente obligatorio y urgente. Los gobiernos no pueden mantenerse ajenos a la inminente llegada de los coches sin conductor, la robotización, el análisis de la renta mínima universal o, incluso, la imprescindible incorporación de la economía circular a los procesos productivos.

Probablemente, legislar con una visión futura, algo que debería de ser obligatorio por cierto, depende de una visión transversal de todo un gobierno que identifique la complejidad de los riesgos y retos que nos depara una revolución tecno-cultural como la que vivimos. Una buena solución, un primer paso, bien podría ser incorporar a cualquier ejecutivo un Ministro del Futuro. Alguien que sea capaz de aportar el conocimiento necesario y la visión política profesional que requerirá afrontar un futuro líquido, flexible y cambiante como el que nos espera.

Nos encontramos ante el precipicio de las tecnologías que alteran la vida totalmente. Mientras que la mayoría de ejecutivos empresariales se enfrentan a esa innovación que les afecta y que se encuentra en automóviles autónomos, en edición genética, en inteligencia artificial, en datos, en robótica o en impresión 3D y entienden que el éxito a medio plazo depende del aprovechamiento de estas nuevas herramientas tecnológicas, los gobiernos se llenan la boca de palabrería acerca de la importancia de emprender, innovar e invertir pero lo hacen desde muy lejos. Desde la lejanía del que ni sabe de que habla ni considera que le afecta a su ejercicio profesional y político.

Las empresas establecen unidades en sus organizaciones,  o contratan consultores externos, cuyo único trabajo es predecir lo que se avecina y como afrontarlo para obtener ventajas. No hay gobiernos que hagan algo parecido.  Un Ministerio del Futuro con secretarias de estado al más alto nivel desempeñaría lideraría la investigación basada en la evidencia, coordinaría la planificación de escenarios que afectase a cualquiera de los otros ministerios o áreas.

Futuristas, politólogos y economistas discuten sobre esto hace más de una década. Diseñar un antídoto contra la improvisación, la táctica y el corto-placismo habitual en la política se hace imprescindible.  Los políticos son reconocidos por su miopía que les inhabilita para ver más allá de las próximas elecciones, tomando importantes decisiones políticas sin tener en cuenta cómo afectarán al planeta y al país dentro de 10, 20 o 100 años. 

Sin embargo, hoy en día contamos con  herramientas que permiten diseñar políticas bajo decisiones estratégicas e inteligentes para el futuro, herramientas que permiten mapear escenarios, evaluar probabilidades y atender decisiones en base a hechos predictivos como sucede en la vida comercial por ejemplo. Un Ministerio del Futuro no es tan sólo para identificar tecnología o como nos afectan los cambios, sino también para incorporar el uso de la tecnología de última generación en el propio modo de gobernar.

Compañías como IBM, Procter & Gamble y Google han confiado en los llamados futuristas para identificar límites, trazar tendencias y construir escenarios para los próximos lustros en sus organizaciones e industrias. Gracias al pensamiento aplicado en el análisis a futuro, IBM, una compañía que se fundó antes de que hubiera computadoras, está a la vanguardia de la inteligencia artificial, modelando las formas en que nuestro trabajo se verá incrementado por las máquinas. Los futuristas de Google persiguen las fronteras de las interfaces conversacionales. Si tienes un hijo pequeño, es probable su hijo le hable con naturalidad a un chatbot o a una computadora inteligente cuando juega o cuando busca algo de un modo natural como si lo hiciera contigo. El trabajo de estos futuristas no es decir lo que definitivamente sucederá, sino más bien proporcionar una investigación equilibrada e impulsada por datos para que el liderazgo de una empresa no sea tomado por sorpresa.

Hace años, EE. UU. tenía una pequeña oficina, la Office of Technology Assessment, integrada por científicos, economistas, tecnólogos y otros expertos que se encargaban de investigar, prever y asesorar al Congreso sobre el futuro. Se ganó una amplia credibilidad en todo el gobierno y la comunidad científica porque su trabajo era preciso, equilibrado y procesable. Durante su existencia lanzó más de 750 estudios proféticos que van desde robots en el lugar de trabajo hasta bioterrorismo, lluvia ácida y cambio climático. Despolitizó la tecnología y la ciencia, y al igual que esos futuristas corporativos, se aseguró de que los líderes electos americanos no fueran sorprendidos.

Otros países se inspiraron estableciendo agencias similares. Hoy en día funcionan algunas de ellas. En el Reino Unido (la Oficina Parlamentaria de Ciencia y Tecnología), en Alemania ( Büro für Technikfolgen-Abschätzung beim Deutschen Bundestag), en Suiza (el Centro suizo de evaluación de tecnología) o en Francia se destinan  23 veces más inversiones que en Españaa la Industria 4.0. 

En Suecia tenemos lo más parecido a un Ministerio del Futuro. Se trata del  Ministerio para el Desarrollo Estratégico y la Cooperación Nórdica, en manos de Kristina Persson, denominada la ministra ‘del futuro’. A su cargo está el diseño de las respuestas estratégicas a las tensiones económicas y sociales vinculadas a los avances tecnológicos, la globalización, la irrupción de una sociedad que no necesita trabajar para vivir, de la automatización de todo o, entre muchas más, como integrar la ética del desarrollo en la forma de vida escandinava.

No sé si se necesita la nomenclatura en el cartapacio de un gobierno como el español, de otros países europeos o de cualquier estado latinoamericano. Tal vez no tenga que ver con que ese cargo exista. Probablemente, y de ahí deriva este artículo, esta idea en definitiva, es que  los gobiernos que no se apresuren a identificar los retos, desafíos y riesgos notables de la sociedad futura inminente y a medio plazo, pueden estar hipotecando como nunca antes había pasado la vida de nuestros hijos y nietos. Estoy seguro que la de los que ahora mismo vivimos con la sensación de que aun queda un buen trecho hasta la jubilación.

Llegados a este punto pueden pasar tres cosas. Una, que esta idea quede en la lista de las idioteces supinas que de vez en cuando leemos. Otra, que en el futuro se establezca de un modo cosmético y artificial estos asuntos. Algo así como  la concesión de ciudadanía a un robot hace unos meses en Arabia Saudí. Derechos a una máquina superiores a los que tienen las propias mujeres por cierto.

Y cabe una tercera opción. La ideal. Que en lugar de pasarnos días, semanas, meses y legislaturas, mareando con luchas políticas y politiqueras, donde el resultado es el propio proceso, donde interesa mantener una pseudoguerra intelectual sobre lo inservible, donde la prensa y las tertulias del ‘todo lo sé’ hablan y hablan utilizando los mismos verbos una y otra vez, pasáramos a un debate profesional, serio y tecnológico.  Un análisis político con herramientas políticas y tecnológicas, un debate sobre como vamos a afrontar social y políticamente un mundo sin empleo, o con un nuevo empleo, como vamos a legislar las innovaciones que vienen, como vamos afrontar el futuro en sí.

No sé si es necesario un Ministerio del Futuro, pero lo que está claro que hay que erradicar los Ministerios del Pasado que nos pueden estar apartando del futuro inmejorable que algunos tendrán por preverlo y prepararlo mientras que otros seguimos discutiendo sobre banderas y meriendas.

https://www.marcvidal.net/blog/2018/1/31/la-necesidad-de-un-ministerio-del-futuro

 

 

Saludos adelantándonos al futuro presente.

#73

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Buen art6iculo para reflexionar sobre el futuro del empleo y la creciente desigualdad que posiblemente se produzca con la desaparición de gran parte de los empleos.

 

Robotización, envejecimiento y desigualdad, ¿Una tormenta perfecta para 2020?

 

La combinación del envejecimiento de la población, la adopción de  nuevas tecnologías de automatización y el aumento de la desigualdad son olas que podrían colisionar y desencadenar una tormenta perfecta que supondría la mayor perturbación económica que ha experimentado el mundo en los últimos 60 años. Por lo menos, así lo prevé el nuevo informe de  Bain & Company Labor 2030: The Collision of Demographics, Automation and Inequality , el cual  señala que el impacto de estas fuerzas a principios de los 2020 podría desencadenar una gran transformación que se desarrollará durante varias décadas. Ante este panorama, caben dos opciones: prepararse para sobrevivir en él o intentar cambiarlo. 

2020, UN PUNTO Y APARTE EN LA ERA DEL TRABAJO ABUNDANTE

La abundancia de trabajo que ha impulsado el crecimiento económico desde la década de 1970 -impulsada por la incorporación de las mujeres al mercado laboral, la apertura de China e India y la generación de los baby boomers– se está reduciendo. La mayoría de la población activa mundial está envejeciendo rápidamente, lo que está desacelerando el crecimiento de la fuerza de trabajo. La desaceleración en el crecimiento de la fuerza de trabajo en los países de la OCDE, por ejemplo, podría resultar en un déficit del PIB de 5,4 billones de dólares para 2030.

A medida que el tamaño total de la fuerza de trabajo se estanca o disminuye en muchos mercados, el impulso del crecimiento económico debería disminuir. Si lo hace, los gobiernos se enfrentarán a grandes desafíos, incluidos los crecientes costes de la atención médica, las pensiones de jubilación y los altos niveles de deuda. Por buscar algo positivo, los bajos salarios de los trabajadores de mediana o baja cualificación en las economías avanzadas deberían beneficiarse de una mayor demanda y menor oferta.

ROBOTIZACIÓN Y DESIGUALDAD

Ante la creciente escasez de mano de obra, es probable que las empresas y los inversores recurran cada vez más a las  tecnologías de automatización, lo que a su vez aumentaría la productividad laboral en un promedio del 30 por ciento, en comparación con 2015, con un impacto creciente a lo largo del tiempo.

Pero para crecer, las economías necesitan que la demanda coincida con el aumento de la producción. El análisis de Bain muestra que es probable que la automatización impulse el potencial de producción muy por encima del potencial de demanda. En el escenario base, la rápida difusión de la automatización puede eliminar entre un 20 y un 25 por ciento de los empleos actuales -lo que equivale a 40 millones de trabajadores desplazados- y afectar al crecimiento salarial de muchos más trabajadores.

Es probable que los beneficios de la automatización correspondan solo a aproximadamente el 20 por ciento de los trabajadores, principalmente trabajadores altamente cualificados y remunerados, así como también a los propietarios de capital. La creciente escasez de trabajadores altamente cualificados puede aumentar sus ingresos aún más en relación con los trabajadores menos preparados. Como resultado, la automatización tiene el potencial de aumentar significativamente la desigualdad de ingresos y, por extensión, la desigualdad de la riqueza.

ROBOTS Y SINGULARIDAD TECNOLÓGICA

José Manuel Velasco, Presidente electo de la Global Alliance for Public Relations and Communication Management, incluso considera que “el trabajo, tal y como lo entendemos ahora, puede desaparecer en apenas unos decenios. La singularidad tecnológica jubilará al verbo trabajar”. Se entiende por “singularidad” el momento en que la inteligencia artificial supere en capacidades al cerebro humano. Aunque el término fue acuñado por un escritor de ciencia ficción (también matemático e informático), Vernor Vinge, el concepto ha sido ya adoptado por los miembros de la comunidad científica de la inteligencia artificial. Tanto es así que Google y la NASA crearon en 2009 la Universidad de la Singularidad.

AMENAZA AL CRECIMIENTO

La desigualdad tiene muchas causas posibles. Por un lado, en las poblaciones que envejecen generalmente aumenta la desigualdad de la riqueza porque los hogares más antiguos tienden a tener niveles más altos de riqueza acumulada en comparación con un hogar más joven en un nivel socioeconómico similar.

El impacto de la automatización en los ingresos varía. El escenario base del informe de Bain & Company, en el que la automatización desplaza del 20 al 25 por ciento de los trabajadores en EE. UU., afectará de forma más acusada al segmento más bajo. El análisis de Bain & Company muestra que es probable que los trabajadores que actualmente ganan entre 30.000 y 60.000 dólares anuales experimenten la mayor disrupción de la automatización: hasta un 30 por ciento podría ser desplazado. Se espera que la automatización tenga un impacto más reducido en aquellos con ingresos entre 60.000 y 120.000 dólares al año y el menor impacto negativo se registrará en aquellos que ganan más de 120.000 dólares.

Este estudio confirma las palabras de Adrian Wooldridge,  editor y redactor de la columna ‘Schumpeter’ en The Economist, “uno de los procesos más deprimentes de los últimos años es que la megatecnología ha reforzado la megadesigualdad: la mayoría de los beneficios del progreso económico han repercutido únicamente en el 1% que puede utilizar las nuevas tecnologías para ser más productivo y luego vender los frutos de sus esfuerzos a un mercado global”.

El propio  Stephen Hawking alertó en un artículo sobre la gran desigualdad económica que está produciendo el progreso tecnológico. La automatización de las fábricas ya redujo los puestos de trabajo en la manufactura tradicional y ”la inteligencia artificial va a seguir con la destrucción del empleo en la clase media. Solo quedarán algunos cargos para los más creativos o para supervisar”. Además, siempre según Hawking, internet ha permitido que unos pocos hagan mucho dinero empleando a poca gente. Esto es inevitable, pero también es ”socialmente destructivo”.

https://www.nobbot.com/futuro/envejecimiento-automatizacion-desigualdad/

 

Esperemos que la desigualdad no vaya paralela a la evolucionnde la revolución digital, pero...

 

Saludos adaptándose ¡ya! al futuro presente.

#74

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

Excelente artículo (para variar) de Marc Vidal:

 

AUTOMATIZAR, DIGITALIZAR O HUMANIZAR? ¿Depende la Renta Mínima Universal de la combinación de estos conceptos?

En una de las reuniones que la pasada semana tuve en Madrid con un cliente surgieron unas dudas que se están haciendo recurrentes en los últimos tiempos cuando iniciamos un  proceso de transformación digital en cualquier tipología de empresa.  ¿Digitalización o Automatización? ¿En que se diferencian?  ¿Es la automatización una mejora de la propia digitalización?

Si partimos del hecho de que la transformación de un negocio a digital es generar nuevos diseños de negocio mediante el uso de las tecnologías digitales, podemos establecer que la implementación de cualquier proceso de este tipo sirve para hacerlo todo más simple, rentable y reducir las fases de una cadena de valor. Sin embargo cuando esa digitalización entra en el campo de las herramientas que se deben utilizar aparece el segundo concepto, la automatización.

No estoy hablando de que la automatización sea sólo la robotización con máquinas o software de cualquier proceso, sino que lo ideal es la combinación entre ambas. No se trata de sustituir personas por procesos automáticos, por lo menos no exclusivamente eso. De hecho hay momentos en que  la automatización es una extensión de la propia digitalización o al contrario, la digitalización deriva del grado de automatización que hemos establecido en un modelo de negocio.

En este blog he hablado innumerables veces de que se acerca  un mundo sin empleo, dónde las máquinas sustituirán todo lo que puedan hacer más rápido y más eficientemente que un humano. Serán programas o brazos armados, coches autónomos o algoritmos inteligentes, pero lo que siempre sucederá es que la ‘digitalización’ tendrá como objetivo el ofrecer un nuevo valor a los clientes, mientras que la ‘automatización’ procurará mejorar lo que se esta haciendo y el cómo se está haciendo.

Un ejemplo práctico: una gestoría. Si uno de los trabajadores de un despacho profesional utiliza la monitorización de todos sus clientes de manera cotidiana, a la vez revisa sus fechas de pago, sus obligaciones, sus excepciones fiscales y otros aspectos relevantes que cada día debe tener actualizado. La sustitución de formularios tradicionales por un software no es en gran medida ‘digitalización’ pero se acerca. Obviamente en ese cambio hay un enorme beneficio dónde la entrada de datos y la actualización de necesidades se produce casi a tiempo real y vemos rápidamente los beneficios de esa digitalización básica.

Sin embargo, lo que cambia el proceso comercial y de gestión del gestor en cuestión es cuando se ‘automatiza’ la supervisión y recopilación de datos, notificando incidentes o advirtiendo en el cruce de situaciones algo destacado. De este modo  el gestor ‘humano’ puede ocuparse de cosas humanas. Puede conversar, tratar y empatizar con sus clientes mientras las máquinas hacen otros trabajos. El software puede controlar el estado de una empresa, dar su conclusión e indicar que se debe hacer y cómo. El gestor actúa en base a eso y lo transmite a tiempo, adelantándose a la situación que pudiera detectarse.  El resultado final es una mejor relación entre empresa y cliente.

La idea es que utilicemos la tecnología para valorar mucho más el factor humano.  La tecnología nos hace más humanos y nos acerca a un estado natural dónde la creatividad, la empatía y la intuición tiene un valor exponencial. En términos metafóricos y muy básicos podríamos decir que un auricular bluetooth no es más que un automatismo que permite el uso de las manos mientras atendemos una llamada. La importancia no reside en si es digital o no, pues es mecánica, pero cuando los datos de esa conversación son examinados, entra la digitalización.  La suma de ambos, es transformación digital y automatización de procesos.

Defiendo la  automatización y la  digitalización al extremo. Y lo hago no porque sea un signo de nuestros tiempos, un irremediable curso hacia el futuro inmediato, un modelo de competencia que quien no cubra estará arriesgándolo todo. Lo hago porque tengo claro que, bajo un punto de vista humanista, esta  revolución industrial y tecnológica que vivimos  no trata de sacar a las personas de los procesos, sino de que los humanos hagamos aquello en lo que somos la única especie capaz de hacerlo.

Si podemos utilizar las máquinas, la inteligencia artificial, la impresión 3d, la automatización de todo, la Internet de las Cosas o las plataformas que eliminan intermediarios a partir de una aplicación para estimular, apoyar y complementar el potencial de los seres humanos en la empresa y en la vida personal, está claro que es un avance. Hacerlo de otro modo pone en riesgo el papel evolutivo de cualquier Revolución.

No es lógico que una persona gaste una jornada laboral introduciendo datos. Eso se puede automatizar a partir de aplicativos o de herramientas que lo permiten. La digitalización luego extrae el valor de esos datos. La ‘humanización’ finalmente permite que esa persona actúe desde una perspectiva y un tiempo que no podría si esas tareas las tuviera que hacer él o ella.

Cuando hablamos de futuro, de un mundo sin empleo,  deberíamos matizar que el mundo que viene es un mundo ‘sin el empleo actual’ y dónde vamos a tener que reconquistar nuestro sentido en este escenario identificando un ‘trabajo a la carta’ adecuado para cada persona. La  Renta Mínima Universal irá de eso, de asegurar el sustento de vida a todos y a la vez el espacio laboral más estimulante dónde la rentabilidad humana pasará a segundo plano pues ese análisis estará reservado para máquinas y software.

Con cada cliente  analizo el mismo punto. Si el negocio digitalizado representa una gran oportunidad en términos de innovación y de ventaja competitiva, la creación de ese valor parte de un planteamiento inicial completo dónde el papel de todos es clave, el de las máquinas y el de las personas.  Automatizar y digitalizar es el modo más innovador de humanizar

https://www.marcvidal.net/blog/automatizar-digitalizar-o-humanizar-depende-la-renta-mnima-universal-de-la-combinacin-de-estos-conceptos

 

Voy a incidir en algo que aporta Marc y que todos debemos intentar maximizar y comprender:

-" Automatizar y digitalizar es el modo más innovador de humanizar".

La digitalización y automatización de muchos procesos nos da la oportunidad a los humanos de tener más tiempo para aportar aquello en lo que las máquinas (aún) no son capaces de hacer, humanizar la atención, mimar al cliente, aportar emociones,... y hasta de tener más tiempo para nosotros mismos y los nuestros.

 

 

Saludos innovando, aprendiendo, humanizando, evolucionando, adaptándose,...

 

 

#75

Re: El futuro automatizado. Jubilación, renta basica y paro

Buenas a todos.

 

Nueva reflexión sobre el tema:

 

¿La 'Renta Mínima Universal' cómo respuesta a un mundo automático?

 

En el último  Foro de Davos se planteó la creación de un  salario mínimo garantizado para que la gente viva, porque el trabajo lo van a hacer las máquinas, y nosotros podremos dedicarnos a actividades creativas e innovadoras, o a viajar.  José Luis Cordeiro, ingeniero mecánico por el MIT y profesor de la  Singularity University de Silicon Valley asegura que ‘vamos a vivir un cambio mucho más trascendental que el que vivimos al transformarnos de simios en hombres, porque aquel salto fue de un 1% en nuestro genoma, y ahora va a ser muchísimo más grande. La relación entre los posthumanos y los humanos actuales será como la que nosotros tenemos con las hormigas’.

Muchas de las decisiones políticas provienen de la  táctica, pocas con la estrategia. Es más fácil dar solución inmediata a problemas que se interpretan cercanos a procurar acciones que atiendan a problemas de un futuro aún lejano. Pero en muchas de esas predisposiciones de carácter táctico, casi sin saberlo, responden a algo mucho más sofisticado y complejo.

Como decía, a medida que esta década avance y nos adentremos en la siguiente, la fuerza laboral como la entendemos irá cambiando de manera rápida y radical. No habrá trabajo para todos, o por lo menos no lo habrá para ocupar tantas horas de tantas personas. Socialmente se irá instalando una necesidad de ocupar el tiempo y de compensar económicamente ese vacío. Algunas decisiones que de manera fugaz y anecdótica se van tomando y algunas ideas que se plantean en términos generales en organismos internacionales indican que, o bien por interpretación del futuro o bien por administración del problema que ya se vislumbra, se está abordando el asunto.

En Ontario, Canadá,  se ha anunciado un plan de renta básica universal para todos sus ciudadanos. Se trata de un proyecto piloto en el que el gobierno de esta provincia canadiense ha implicado a sociólogos, investigadores, asociaciones, economistas y políticos. El objetivo es permitir que mientras que la economía de Ontario crece, las administraciones se comprometan a abordar un escenario donde la automatización y la tecnología va apartando a cada vez más personas de sus puestos laborales y, por derivación, de acceso a un salario. Uno de los planteamientos más interesantes del proyecto es el previsible aumento de impuestos directos y el crecimiento de servicios aportados por la administración. Esto mismo  lo ha previsto Nueva Zelanda.

No es más que un primer esbozo de lo que pudiera ser el futuro. Un mundo donde trabajar sea un hecho puntual y creativo y dónde mucha gente no tendrá acceso a un trabajo remunerado por no ser eficiente o competitivo frente a la tecnología que le sustituyó. A cambio las empresas que utilicen estos mecanismos deberán pagar mucho más debido al ahorro en personal y esos réditos se derivarán a servicios que, con el tiempo, puedan convertirse en una especie de ‘derechos fundamentales’ de los humanos del futuro.

Otras ‘ideas’ que nuestros dirigentes han lanzado últimamente puede que respondan a la voluntad de ocupar titulares y columnas en los periódicos que van llenos de temas que no les agradan. Sin embargo muchas de ellas tienen el tono de una sociedad futura. Interpreto que ni lo saben, pero están hablando de soluciones a problemas que probablemente no tienen claro que vamos a tener. Hablan de propuestas que llegan del futuro aunque lo empaqueten con asuntos del presente.

La Generalitat de Catalunya  prepara una reforma horaria. Se trata de imponer por ley que los trabajadores no salgan de su trabajo después de las seis de la tarde. Se busca una especie de jornada labora semi intensiva muy parecida a la que vivimos en países como Irlanda, Reino Unido u otros. Probablemente sea uno de los pasos invisibles para la reducción de la jornada laboral y la ampliación del tiempo ‘libre’. En los países escandinavos, especialmente Finlandia,  se empezó así. El resultado técnico es una jornada que puede establecerse en menos de seis horas diarias. El modelo de la jornada intensiva se suele modificar por la jornada por resultados. Entras a la hora que quieres y sales cuando has finalizado lo que tenías que hacer ese día o adelantas el de otro. De facto, esta es la mayor revolución laboral que podemos esperar. Los más eficientes trabajarán menos horas pero serán más productivos. El resto dará paso a un software o a un robot.

En el caso de Catalunya ahora vendrán las discusiones entre agentes políticos, entre intereses de patronales y sindicatos. Si no lo hacen bien el tiempo les pasará por encima. Al final es cuestión de lógica. Las leyes pueden aprobarse en el momento que estimen sus señorías pero la historia y la sociedad que la va conformando tienen su propio ritmo que, en ocasiones, es mucho más rápido que el ‘tempo legislativo’. 

Y por si fuera poco, se especula sobre  la opción de que el BCE regale 1.300 euros a cada ciudadano de la UE a fin de reactivar la inflación. Obviamente esta es una idea que va directamente a la política económica y, en principio, no tiene nada que ver con lo que hemos comentado antes. Sin embargo tiene puntos de coincidencia: dar dinero por nada. Ofrecer una renta, una subvención, una ayuda, cash o lo que sea a todos los ciudadanos sin que por ello hayan hecho nada previamente. Sólo existir y vivir en una zona determinada.

Esta idea surge de los expertos del banco sueco Nordea Bank. No es casualidad que sea escandinavo. Ahora bien, esto se debe tomar con pinzas. El BCE ya dijo hace un par de semanas que esto de regalar dinero no va con ellos. ¡Faltaría más! No obstante  Peter Praet, el economista jefe del Banco Central Europeo dijo que esta era una opción factible en política monetaria ya que, de hecho, ya se han gastado miles de millones en programas de compra y no han tenido efecto pues el dinero no ha llegado a las personas. Hay quien asegura que esto va a pasar. J an Von Gerich del Nordea Bank dijo que ‘si retrocedemos un par de años veremos que el programa de compra de bonos soberanos parecía imposible para el BCE y se hizo’.

Por calcular el dispendio hablamos de 444.000 millones de euros. Esa sería a la larga  la capacidad económica de Europa para una ‘renta mínima universal puntual’. Un ejercicio que de momento está en las hojas de cálculo de algunos, que se empieza a debatir y que, con matices en cada caso, todas van en una dirección: un mundo sin empleo, con renta mínima y dependiente de Estados, servicios públicos, con altos impuestos y la automatización y robotización de todo.

No obstante no puedo dejar de pensar en el hecho de que cuando hablamos de todo esto nos olvidamos de  medio planeta. No se debe olvidar que todavía coexisten dos mundos: uno que piensa en rentas mínimas y otro que celebra seguir vivo cada mañana a pesar de ser un infierno cotidiano su propia existencia. 

https://www.marcvidal.net/blog/2016/4/12/la-renta-mnima-universal-cmo-tema-de-debate-poltico-y-sociolgico-a-corto-plazo

 

Mucho tiempo libre para dedicarlo...¿a sobrevivir si no hay trabajo?.

Una RBU para sobrevivir... ¡a costa de obdeecer a los poderes políticos y económicos que las gestionan?.

 

 

Saludos subvencionados... ¿y humillados?.