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El dólar estadounidense se mantuvo el miércoles por encima de un mínimo de dos meses y medio frente a las principales divisas, ya que los operadores se aferraron a las apuestas de que la Reserva Federal se mantendría firme en sus ajustes de política monetaria antes de los datos que se espera que muestren un fuerte aumento de la inflación anual en Estados Unidos.
Los analistas prevén que las cifras que se publicarán a las 1230 GMT muestren un aumento del 3,6% en los precios interanuales, impulsado por la baja base del pasado abril. La previsión intermensual es de una modesta subida del 0,2%.
El martes, el dólar tocó su nivel más bajo en más de dos meses frente al euro, tras una sólida encuesta sobre el crecimiento en Europa, y cotizó justo por debajo de ese nivel, a 1,2133 dólares, en las operaciones matinales de Londres. El yen cayó un 0,2%, hasta 108,79 por dólar.
La aversión al riesgo contribuyó a que el indicador del dólar como refugio subiera un poco, hasta 90,269, ya que la presión de las ventas persistió en los mercados de valores, pero eso dejó al índice del dólar justo por encima del soporte clave de 89,677 y 89,206.
Las monedas de las materias primas se quedaron cerca de los máximos históricos, y el Aussie y el Kiwi cayeron un 0,5% para situarse justo por debajo de los máximos de las últimas diez semanas, mientras que el dólar canadiense sufrió pocos cambios, justo por debajo del máximo de casi cuatro años alcanzado el martes.
La libra esterlina se aferró a las recientes ganancias y cotizó a 1,4130 dólares.
«Mientras el mercado de valores no experimente una corrección más drástica, es poco probable que el dólar reciba una oferta de refugio», dijo Rodrigo Catril, estratega de divisas del National Australia Bank en Sydney.
«Ahora sabemos que la Reserva Federal está firmemente comprometida con una política fácil», dijo, una opinión respaldada por los recientes comentarios de los miembros de la Reserva Federal que han hecho que la mención del presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, sobre el apoyo al tapering el mes pasado parezca una excepción.
El presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, dijo el martes que espera que la inflación se mantenga en el 2,5% el próximo año, mientras que la gobernadora de la Fed, Lael Brainard, dijo que los débiles datos laborales de la semana pasada muestran que la recuperación tiene un largo camino por recorrer.
Los rendimientos nominales de Estados Unidos subieron con la atención puesta en la inflación, pero los rendimientos reales siguen siendo negativos y están bajo presión.
La moneda estadounidense también se ve lastrada por la mejora de las perspectivas de crecimiento mundial, que tiende a atraer el efectivo de los inversores hacia los mercados emergentes, y por los grandes y crecientes déficits comerciales y de cuenta corriente de Estados Unidos, que también envían dólares al extranjero.
El índice del dólar está «encontrando cierta estabilidad relacionada con la aversión al riesgo justo por encima de 90» en medio de la venta de acciones, «pero es poco probable que se transforme en un alza significativa», escribieron los estrategas de Westpac en un informe.
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