Todas las discusiones que leo sobre que "tal mes es bueno" o "tal día es malo", sobre si los viernes no sé qué, que si el verano no sé cuál, etc... no resisten un análisis sistemático.
Primero, en un análisis estadístico a largo plazo, NO se detectan variaciones significativas. Pero es que aunque existieran, si se produjeran desviaciones repetidas, yo qué sé, a lo largo de siete u ocho veranos seguidos, o a lo largo de siete u ocho navidades seguidas (o de siete u ocho viernes, o lo que sea), el mercado se pondría alerta y desactivaría la siguiente ocasión.
Bastaría con operar en el sentido adecuado, conforme a la tendencia detectada, dos días antes de que se inicie, para ganar con ello. Al hacerlo muchos operadores a la vez... sencillamente, disolverán la tendencia.
La verdad es que no hay patrones. No hay impulsos repetidos. No hay varitas mágicas que, "técnicamente" te permitan superar al mercado.
Y la verdad es que esto, que es evidente, va en contra del espíritu humano. Porque los seres humanos tenemos una tendencia innata a creer en patrones, en regularidades, y a verlos en todas partes, existan o no en realidad. Así que da igual la cantidad de pruebas que haya en contra, la gente va a seguir creyendo que "viene el verano y entonces el mercado hará..." patatas, o "viene la navidad y entonces el mercado hará..." espárragos.
No hay forma de evitarlo. Somos así.