Para que nos aclaremos todos, de entrada llamar cliente en general a los que tenemos cuentas en un banco es técnicamente erróneo, o errónea a medias como demostraré seguidamente.
A efectos contables un “cliente” que deposita dinero en un banco en realidad no es un cliente, es un proveedor porque suministra “materia prima” al banco, al igual que la carnicería de la esquina quien les suministra los terneros o los corderos, recordemos que un banco no es otra cosa que una tienda (muy grande) donde compran y venden dinero, compran el dinero a un precio y lo venden a otro superior, su beneficio es el margen entre una cosa y la otra, después de aplicar sus gastos de gestión, de estructura, o como queramos llamarlos.
En realidad el cliente es el “comprador de dinero”, vamos el que tiene un crédito, préstamo o cualquier otra operación que suponga que el banco le entregue dinero, en el ejemplo de antes seria el que compra las terneras, si compra bistecs en bandeja de a 4, podría ser un cliente particular, si compra media ternera seria un cliente de empresa (un restaurante por ejemplo).
Sentado lo anterior, el banco lleva la contabilidad de todo ello, de los depósitos de los créditos, préstamos, etc.
Contablemente las deudas de una empresa van al pasivo y el saldo tiene el signo haber, con lo cual cuando nos entregan nuestra libreta, que no es más que una copia literal de la contabilidad del banco aparece con saldo haber, a no ser que estemos al descubierto que aparecería en el debe, ya que en este caso nos habríamos convertido en “cliente” al ser unos “compradores” de dinero, aunque sea por un solo día de descubierto.
De hecho es muy habitual que para un banco seamos las cosas a la vez, clientes por hipoteca (deudores del banco, saldo debe/deudor), y al mismo tiempo proveedores por el saldo de la cuenta corriente vinculada a la hipoteca (acreedores del banco, saldo haber/acreedor).
En fin ….. no he escrito nada que no se haya indicado de alguna forma similar por parte de otros foreros.
