Volatilidad implícita

La volatilidad implícita representa las expectativas del mercado sobre la futura volatilidad de un activo financiero. Permite evaluar el riesgo y las oportunidades de los inversores en sus operaciones y tomar decisiones informadas.

La volatilidad implícita se basa en las expectativas y opiniones de los participantes del mercado. Representa cómo se anticipa que los precios del activo fluctuarán en el futuro y se utiliza para evaluar el nivel de riesgo asociado con un activo en particular. Un aumento en la volatilidad implícita indica un mayor riesgo percibido.

La volatilidad implícita es especialmente relevante en el mercado de opciones ya que influye en la prima de las opciones. Las opciones más volátiles tienden a tener primas más altas.

Imagina que eres un trader interesado en comprar opciones de una empresa tecnológica que está a punto de anunciar sus resultados trimestrales. Antes del anuncio, observas la volatilidad implícita de las opciones de esta empresa y notas que es particularmente alta, lo que indica que el mercado anticipa movimientos significativos en el precio de las acciones después del anuncio.

Dado que la volatilidad implícita es alta, las primas de las opciones también son elevadas. Decides comprar opciones de compra para aprovechar cualquier posible aumento en el precio de las acciones después del anuncio, ya que las opciones de compra permiten comprar acciones a un precio fijo. Si la volatilidad implícita resulta ser precisa y las acciones suben significativamente, podrías obtener ganancias considerables.

Durante la crisis financiera de 2008, la volatilidad implícita en el mercado alcanzó niveles excepcionales. El índice VIX, conocido como el "índice del miedo", que mide la volatilidad implícita en el mercado de valores de EE. UU., alcanzó valores históricamente altos. Este aumento en la volatilidad reflejó la incertidumbre extrema en los mercados y llevó a un aumento en la demanda de opciones de protección contra caídas del mercado.