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Inversión a corto plazo

Una inversión a corto plazo es una estrategia de inversión en la que se invierte en un activo financiero o una cartera de activos financieros durante un período de tiempo breve, generalmente de algunos días a un año. El objetivo de una inversión a corto plazo es generar ganancias rápidas y aprovechar las oportunidades de inversión a corto plazo.

Una inversión a corto plazo es aquella en la que se busca obtener beneficios en un periodo de tiempo relativamente breve, generalmente de unos pocos meses hasta un par de años. Este tipo de inversión se caracteriza por su rápida rotación y su enfoque en la obtención de ganancias en el corto plazo, en lugar de esperar un rendimiento sostenido a lo largo del tiempo, como ocurre con las inversiones a largo plazo.

Las inversiones a corto plazo suelen ser más líquidas, es decir, cuentan con más liquidez, lo que significa que pueden ser vendidas o convertidas en efectivo con mayor facilidad que las inversiones a largo plazo. Esta liquidez es una característica atractiva para aquellos inversores que buscan flexibilidad y la posibilidad de retirar su dinero rápidamente si lo necesitan o si encuentran una oportunidad de inversión más atractiva.

Por otro lado, debido a que el objetivo de este tipo de inversión es obtener beneficios en un periodo de tiempo más corto, el riesgo asociado suele ser mayor. Las inversiones a corto plazo suelen estar expuestas a mayores fluctuaciones del mercado y a una mayor incertidumbre, lo que puede generar pérdidas si no se toman las decisiones adecuadas o si el inversor no está preparado para asumir ese riesgo.

Dentro del ámbito de las inversiones a corto plazo, es posible encontrar una amplia variedad de instrumentos financieros y estrategias de inversión. Algunos ejemplos incluyen la inversión en acciones de empresas con alta volatilidad, la especulación en el mercado de divisas (forex), la inversión en productos derivados como opciones y futuros, o la participación en operaciones de compraventa intradía (day trading).

Cabe destacar que, aunque las inversiones a corto plazo pueden resultar atractivas para aquellos inversores que buscan obtener beneficios rápidos, también pueden conllevar una mayor carga fiscal en comparación con las inversiones a largo plazo. En muchos países, las ganancias obtenidas en un plazo inferior a un año suelen estar sujetas a una tasa impositiva más alta que las obtenidas a largo plazo.

Para llevar a cabo inversiones a corto plazo con éxito, es importante contar con un buen conocimiento del mercado y de los instrumentos financieros en los que se va a invertir. Además, es fundamental tener una estrategia clara y estar dispuesto a asumir los riesgos asociados a este tipo de inversión. También es recomendable la diversificación, diversificando nuestra cartera de inversiones incluyendo tanto activos a corto plazo como a largo plazo, para equilibrar el riesgo y obtener un rendimiento más estable a lo largo del tiempo.

Características de una inversión a corto plazo


Continuando con el tema de las inversiones a corto plazo, es importante resaltar sus características principales para comprender mejor cómo funcionan y qué las diferencia de otras modalidades de inversión. Recordemos que este tipo de inversiones se enfoca en obtener beneficios en un plazo breve, que puede ir desde unos pocos meses hasta un par de años.

Una de las características más destacadas de las inversiones a corto plazo es la liquidez. Al ser inversiones que se pueden vender o convertir en efectivo rápidamente, ofrecen a los inversores flexibilidad y facilidad para mover su dinero de un activo a otro, según las oportunidades que se presenten en el mercado.

Otro aspecto importante es el nivel de riesgo asociado a estas inversiones. Por lo general, el riesgo en las inversiones a corto plazo es mayor que en las de largo plazo, ya que están expuestas a fluctuaciones del mercado y a situaciones de incertidumbre económica en un plazo más breve. Esto puede generar pérdidas si no se toman las decisiones adecuadas o si el inversor no está preparado para asumir dicho riesgo.

Además, las inversiones a corto plazo suelen requerir un mayor conocimiento y seguimiento del mercado por parte del inversor. Debido a las fluctuaciones y cambios constantes en el corto plazo, es fundamental estar al tanto de las noticias y eventos económicos que puedan influir en los activos en los que se ha invertido.

En cuanto a la rentabilidad, las inversiones a corto plazo pueden ofrecer ganancias rápidas, pero también pueden conllevar pérdidas si el mercado no evoluciona favorablemente. Por ello, es crucial para el inversor tener una estrategia clara y ser consciente de los riesgos antes de invertir en este tipo de activos.

Por último, cabe mencionar que las inversiones a corto plazo pueden estar sujetas a una carga fiscal más elevada que las inversiones a largo plazo. En muchos países, las ganancias generadas en un plazo inferior a un año se gravan con una tasa impositiva mayor que las obtenidas a más largo plazo.

Ejemplos de inversiones a corto plazo


Habiendo analizado las características principales de las inversiones a corto plazo, es el momento de ofrecer ejemplos concretos que ilustren cómo se aplican estas características en la práctica. A continuación, presentamos varios ejemplos de inversiones a corto plazo que permitirán al lector tener una visión más clara de este tipo de inversiones.

  • Trading diario (day trading): Esta modalidad de inversión consiste en comprar y vender acciones u otros instrumentos financieros en el mismo día, aprovechando las fluctuaciones intradía del mercado. El objetivo es obtener beneficios rápidos a partir de pequeñas variaciones en los precios. Requiere un seguimiento constante del mercado y conocimientos técnicos para identificar oportunidades y riesgos.
  • Inversiones en bonos a corto plazo: Los bonos son instrumentos de deuda emitidos por gobiernos y empresas para obtener financiación. Los bonos a corto plazo suelen tener vencimientos de menos de dos años y, por lo general, ofrecen una rentabilidad menor que los bonos a largo plazo, pero presentan un menor riesgo crediticio y de intereses.
  • Depósitos a plazo fijo de corta duración: Los depósitos a plazo fijo son productos bancarios que garantizan una rentabilidad fija durante un periodo de tiempo determinado. Los depósitos a corto plazo pueden tener plazos de entre unos meses y un año, y suelen ofrecer tasas de interés más bajas que los depósitos a largo plazo, pero con la ventaja de una menor exposición a fluctuaciones en las tasas de interés.
  • Fondos de inversión de corto plazo: Existen fondos de inversión que se enfocan en activos de corto plazo, como bonos corporativos y gubernamentales de corta duración, así como instrumentos del mercado monetario. Estos fondos suelen tener una menor rentabilidad que los fondos de inversión de largo plazo, pero también un menor riesgo y mayor liquidez.
  • Inversiones en divisas: El mercado de divisas, también conocido como Forex, permite a los inversores comprar y vender diferentes monedas con el objetivo de aprovechar las fluctuaciones en los tipos de cambio. Las inversiones en divisas pueden ser a corto plazo si se realizan operaciones rápidas, buscando beneficios en pequeñas variaciones de los tipos de cambio.

En conclusión, las inversiones a corto plazo ofrecen oportunidades para obtener beneficios en periodos breves de tiempo, aunque también implican riesgos y requieren un seguimiento más constante del mercado. 
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Inversión a corto plazo, Francisco Coll, 31 de mayo del '23, Rankia.com
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