Acceder
Blog Teoría Financiera
Blog Teoría Financiera
Blog Teoría Financiera

Complejidad en los mercados financieros

Antes que nada, pedir disculpas por escribir un post cada lustro, pero como se suele decir, “la obligación es antes que la devoción”. Estos meses son cruciales para las empresas que cierran sus cuentas anuales y liquidan sus deudas con la Administración. Por tanto, como parte de ellas, toca “pringar” y dejar los placeres para más adelante. Hoy, sin embargo, es un buen día para seguir con este sano entretenimiento.

Tratar de poner de acuerdo a profesionales y académicos financieros puede resultar tan imposible como mezclar agua y aceite: al final, uno de ellos querrá quedarse por encima, o sea, llevar (y quedarse con) la razón. Así y todo, las posturas están cada vez más cercanas, aunque todavía queda mucho tiempo para un solapamiento entre unos y otros. Habrá quien se encargue de que las diferencias nunca se limen del todo, y que el conocimiento compartido nunca se produzca, o lo haga mal y tarde. ¿Quién podría estar interesado en eso? (Pregunta retórica, por supuesto). Quizá esté un poco conspiranoico…



En fin, a lo que importa. Hablé en el anterior post de Análisis Técnico desde un punto de vista econométrico, que no es más que la estadística aplicada a materias económicas. Hoy voy a tratarlo desde un punto de vista matemático-estadístico. Los precios de los activos (y cuando digo activos me refiero a acciones, bonos, tipos de interés, divisas, commodities…), como vimos, no siguen un camino recto, definido y/o predecible, sino que se mueven siguiendo pautas aleatorias para unos (los partidarios de los Mercados Eficientes), y pseudo-aleatorias para el resto.

Que las cotizaciones son fruto de los “designios” de la ley de la oferta y la demanda, no es un secreto. Lo interesante es conocer cómo se conforman cada una de esas fuerzas, qué es lo que lleva a unos a comprar y a otros a vender, cuáles son las motivaciones para ceder a las presiones y vender o comprar a un precio más bajo, o más alto, del que se pretendía, y aún más, cómo es posible que, agregando individualmente el efecto de todos los inversores, no podríamos predecir el efecto final de sus acciones.

Lo voy a decir más sencillo. En los mercados financieros, uno más uno puede ser dos, pero no es lo usual. Lo normal es que sea alrededor de dos, o incluso alejarse aún más. Imaginemos un pequeño mercado con un solo valor, en el que existen solamente diez compradores y diez vendedores. Aunque conozcamos las posiciones e intenciones de todos ellos, nunca podríamos acertar la evolución de los precios de ese valor, no ya sólo por no conocer las motivaciones y factores psicológicos de esos veinte inversores, sino porque el efecto agregado de sus acciones diferirá de lo que, por lógica, debería ser.

Descartes fue el padre del “reduccionismo”, afirmando que, para conocer un todo, es suficiente con conocer cada una de sus partes. Es evidente que fue un gran pilar para el avance científico y filosófico del siglo XVIII, pero supone un flaco favor seguir manteniéndolo como premisa, en una época en que la complejidad inunda nuestras vidas. Complexity is in the air, parafraseando la canción de John Paul Young.



Así, enlazo con lo que quería contar: la complejidad de los sistemas financieros hace que sea muy difícil modelizarlos. Ni pueden simplificarse hasta el punto del “causa-efecto”, ni aún conociendo todos los factores, podremos definir hacia dónde se moverán los precios. “Si el PER está muy bajo, hay que comprar”, o “el presidente Obama va a realizar tal o cual declaración, así que los precios van a bajar en los próximos días”, son frases que continuamente se leen y se oyen por todos sitios, y no son sino simplificaciones de una realidad mucho más difícil de captar.

Si tuviéramos el tiempo y las ganas de comprobar, una por una, todas las predicciones que haya hecho cualquier columnista, bloguero o gurú de las finanzas, basándose en determinados hechos pasados o futuros, veremos que su porcentaje de acierto apenas se acercará con suerte al 60%. Es la ventaja de los analistas técnicos, que no necesitan saber el por qué de los movimientos, sólo el cómo.

Las nuevas tecnologías y los avances en otras disciplinas están facilitando la comprensión, en cierta medida, de la complejidad de los mercados financieros. A nivel agregado, la encargada es la Econofísica, que es la disciplina que aglutina todas aquellas líneas de investigación centradas en el estudio del comportamiento colectivo y sus efectos en los mercados económicos y financieros. Su nombre deriva de que todas esas líneas están basadas en prototipos físicos pero aplicados a los mercados, como es el caso de la Hipótesis del Mercado Fractal, la auto-organización de los sistemas financieros, y los juegos de minoría. Intentaré explicar cada uno de ellos en próximos posts, que cada uno tiene su “miga”.

¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
Accede a Rankia
¡Sé el primero en comentar!
Sitios que sigo
Citas
"Saber que se sabe lo que se sabe, y que no se sabe lo que no se sabe, he aquí el verdadero saber" (Confucio)


"Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas" (Bertrand Russell)


"Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida" (Arthur Schnitzler)


Te puede interesar...
  1. Deudas y burros. Metáforas y datos sobre la crisis en España
  2. Crisis históricas en Bolsa: el Viernes Negro de 1869 (I)
  3. Solamente el necio confunde valor con precio (I): noción intuitiva de valor
  4. Crisis históricas en Bolsa. El Viernes Negro de 1869 (y II)
  5. Éste es un pequeño paso para un hombre... (Críticas hacia un investigador)
  1. Solamente el necio confunde valor con precio (I): noción intuitiva de valor
  2. Parecidos razonables. Finanzas, fractales y Análisis Técnico.
  3. Previsión de quiebra y el poder predictivo de los ratios financieros
  4. Crisis históricas en Bolsa: el Viernes Negro de 1869 (I)
  5. Deudas y burros. Metáforas y datos sobre la crisis en España