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Repasando las crisis sucedidas en los últimos 100 años, se puede constatar un factor común en todas ellas. La existencia de alguna burbuja especulativa en algún mercado. Una vez que explota, arrastra al resto de los mercados, ocasionando una crisis , que en función de la magnitud de los desequilibrios anteriores, produce una crisis proporcional al tamaño de la causa original.

Probablemente la peor crisis de la historia sea la inducida por el crak de 1929. Aquí la burbuja estaba causada por una especulación masiva en la bolsa. Quizás el tratamiento  posterior no fue el adecuado y la falta de liquidez bancaria contribuyó a empeorar la recuperación.

A pesar de no tener los intercambios con el resto del mundo que existen hoy, la crisis se propagó a todo el mundo en mayor o menor medida.

Si obviamos la crisis de 1937, por tener todavía reminiscencias de la anterior, la siguiente grave crisis fue la de 1973. Fue conocida como la crisis energética o crisis del petróleo. Aquí la causa fue el shock que supuso la fortísima e instantánea subida de los precios del petróleo de 3$ a 12$ impuesta por las potencias petroleras de Oriente Medio.

Pero no podemos olvidar que también existía una gran especulación en el mercado bursátil. Una combinación de ambos dio lugar a una crisis inflacionaria que se sintió más en algunos paises como España. La continuación de la subida de los precios del petróleo (pasó de 3$ en 1972 a 40$ en 1980), llevó a disparar la inflación, consiguiendo elevar los tipos de interés a máximos del siglo XX.

La siguiente crisis, aunque no fue tan grande en el resto del mundo, vino de la mano de Japón. La especulación inmobiliaria alcanzó límites nunca vistos y tras la explosión en 1990, Japón no se ha conseguido recuperar todavía. Los bancos quebraron pero no cerraron, porque el banco central de Japón,  decidió sostenerlos a costa de convertirlos en zombis. Treinta años después, el Nikkei sigue muy por debajo de sus cifras de 1989.

A finales del milenio, la especulación se desató en el sector TMT. Todo lo relacionado con internet se puso de moda y era común, para todas las empresas, crear una filial .com, para aumentar la cotización inmediatamente. El Nasdaq americano fue la mejor representación de la burbuja, que también arrastró la economía mundial a una recesión no muy grande. Lo relevante de esta crisis, fueron las medidas adoptadas, que dieron inicio a una gran tendencia a la baja en los tipos de interés.

La mejor solución para recuperarse de la crisis fue una rápida y profunda bajada de los tipos de interés. El sector tecnológico sufrió en sus carnes la crisis, pero no llegó a afectar gravemente al resto de la economía. Aun asi tuvo una gran importancia al generar el germen de la próxima  crisis .

En 2008, la especulación inmobiliaria como consecuencia de los bajísimos  tipos de interés, se trasladó con fuerza a EE.UU., dando lugar a la famosa crisis sub-prime.

Aquí en realidad, al ser dos crisis tan seguidas, se acumuló potencial para ser una crisis de un tamaño considerable y amenazar la supervivencia del sistema financiero, a la manera japonesa.

No quedó más remedio que involucrar a los bancos centrales y hacerlos garantes de último recurso para salvar un sistema financiero quebrado. La solución fue la misma que la adoptada en la crisis anterior de las tecnológicas. Bajar los tipos de interés agresivamente e inyectar dinero en  las famosas QE´s, para evitar la quiebra del sector bancario.

En 2010-2011, el BCE se vió obligado a intervenir para rescatar sistemas bancarios enteros y también puso en marcha su propia QE.

En todo el mundo (sobre todo China y Japón) los bancos centrales tomaron el control e inyectaron grandes cantidades de dinero con la esperanza de dar un empujón  a la economía  y ganar tiempo para que la economía se recuperara y poder revertir sus agresivas medidas.

Pero no fue asi. El crecimiento económico no terminaba de  volver a las cifras de antaño y en un esfuerzo supremo (y arriesgado) el BCE y el banco de Japón entraron en territorio desconocido cuando sus compras de bonos estatales condujeron a  los tipos negativos.

Llegamos a 2019 con una acumulación  de 11 años de intervención. El resultado es la formación de la mayor burbuja de la historia.   17 billones de dólares de renta fija o bonos estatales tienen tipos negativos.

Ya no hay vuelta atrás y los BC lo saben. No puede existir una inflación alta porque obligaría a subir los tipos de interés, que es algo imposible. La situación es similar a la que sucede cuando en un recinto cerrado se acumula una gran cantidad de gente y solo existe una pequeñísima salida. Mientras no ocurre nada, la gente no es consciente del peligro que corre y no pasa nada. pero si alguien grita fuego, el desastre es inmediato, porque la única salida se colapsa rapidísimamente.

Eso es lo que va a suceder esta vez. Tenemos la mayor burbuja de la historia y el resultado final será acorde con el tamaño de la burbuja. La FED con sus subidas de tipos  ha intentado pinchar levemente la burbuja para quitar presión y no ha podido. El BCE y el Banco de Japón, ni siquiera lo han intentado.Pueden seguir engordando la burbuja pero el final es conocido. Solo es cuestión de tiempo.

Pero lo peor no es eso. Es la ceguera que tiene todo el mundo con la confianza en la omnipotencia de los bancos centrales. Ante cualquier señal de crisis, los BC intervienen con rapidez, dando la sensación de control. Incluso las bolsas están en máximos históricos,  constituyendo en si mismas una potente pócima contra las dudas recurrentes de algunos gestores.

Esta historia ya la conocemos. "El rey está desnudo".

Disfrutemos mientras dure, porque en un triple salto mortal sin red, viene la próxima burbuja, sin explotar  la anterior. La burbuja de las renovables y la "emergencia climática". Ya están preparando el "Green New Deal" y la TMM, para salvar el planeta. Por supuesto se necesitarán masivas inyecciones de dinero para sufragar los ingentes gastos asociados a rescatar la Tierra.

Maravilloso.

Lo malo de "Alicia en el país de las maravillas" es que existe un detonante que puede reventar el control de los bancos centrales.

En la segunda parte .



Saludos.              

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