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El verano del coronavirus

España tiene el dudoso honor de ser el país de Europa que peor lo ha hecho en la primera oleada, y en la segunda oleada. Es doloroso ver que el "Spain is different" se refiere también a nuestra bajísima capacidad de respuesta frente a las crisis. ¿Cual es la causa de ello?

1. Crónica de un fracaso

Está claro que el virus es el mismo. Ni afecta más a los españoles, ni es más contagioso aquí. Tampoco puede ser la población por mucho que nuestros gobernantes pretendan compartir con nosotros la culpa. Los españoles no somos muy distintos del resto de los europeos del sur. Hay un porcentaje importante de la población que incumple sistemáticamente toda norma con la que no esté de acuerdo, y desde pequeños se nos entrena a ello. Ha tenido que venir una pandemia para que se haga algo con el problema de los botellones, que están prohibidos desde hace décadas pero se toleraban con una persecución simbólica. Sin embargo en eso tampoco nos diferenciamos de portugueses, italianos o griegos, por poner ejemplos, que tampoco muestran gran respeto por las normas. De hecho la pandemia está demostrando que en buena parte de occidente mucha gente incumple la normativa del uso de la mascarilla (véase EEUU). No es el incumplimiento de las normas lo que nos diferencia.

Descartados el virus y la gente, que son más o menos los mismos, la única explicación posible de lo mal que se enfrenta España a la crisis del coronavirus está en nuestros gobiernos. No cabe otra interpretación. Tenemos el peor gobierno de Europa y el peor sistema de gobierno. No somos absolutamente nada exigentes con quien gobierna, nos basta con que sea de nuestra misma cuerda, y nos hemos dotado de un sistema descentralizado que es carísimo y extraordinariamente ineficaz, que en vez de aportar soluciones cada vez nos da más problemas.

El gobierno, ante el fracaso clamoroso de su gestión frente a la crisis más grave que ha vivido el país en los últimos 80 años se dedica a repartir culpas entre gobiernos autonómicos (preferiblemente gobernados por la oposición) y los ciudadanos. ¿Se han relajado los españoles más que los ciudadanos de otros países que han sufrido mucho menos la pandemia, señor presidente?

El gobierno de España parece olvidar que las situaciones de pandemia son responsabilidad del Ministerio de Sanidad porque es quien tiene las atribuciones y la capacidad de coordinar una respuesta ante un problema que trasciende las fronteras autonómicas. El 20 de mayo el presidente pronunciaba en el congreso las siguientes palabras:

Lo que sí haremos, señorías, es planificar; lo que sí haremos, señorías, es empezar a analizar y a debatir con todos ustedes y negociar la modificación de distintas leyes para garantizar la correcta gobernanza, una vez hayamos levantado el estado de alarma.

Obviamente no lo hicieron. No es que sea una novedad que Sánchez mienta, lo que sería una novedad es que dijera la verdad. Lo que sí hicieron tras el confinamiento y conseguida la ayuda europea fue traspasar la gestión a las comunidades e irse de vacaciones. El resultado estaba cantado de antemano y cabe preguntarse si ha sido el que se buscaba. Sin una fuerte coordinación a nivel estatal algunas comunidades lo han hecho mal, otras fatal y muy pocas bien. El resultado ha sido que España ha recibido un segundo rejonazo en el peor momento posible.

La pandemia del coronavirus, aún siendo muy seria, tiene un efecto limitado sobre la salud de los ciudadanos. Tiene una severidad intermedia (índice de severidad de pandemia PSI 3) entre las pandemias de gripe de 1958 ó 1968 (PSI 2) y la de la gripe española de 1919 (PSI 5). El objetivo primordial que deberíamos tener frente a esta pandemia ha ido cambiando con el tiempo:

15 de Enero a 15 de Febrero de 2020
El objetivo era mantener el país libre de la pandemia. En esta época había información suficiente sobre la gravedad de la pandemia para adoptar medidas tendentes a mantener el país esencialmente libre del virus. La mayoría de los gobiernos ignoraron la amenaza hasta que fue demasiado tarde, pero los que no lo hicieron tuvieron como recompensa países muy poco afectados. Como ejemplo de éxito está Taiwan donde, a pesar de su fuerte conexión con China, la adopción de medidas desde el 31 de Diciembre consiguió evitar la transmisión comunitaria. El gobierno de España fracasó absolutamente en este objetivo. El virus entró en España múltiples veces sin que se hubiera adoptado ni una sola medida.

15 de Febrero a 15 de Marzo de 2020
El objetivo era cortar cuanto antes la transmisión exponencial de la pandemia para evitar el colapso de la sanidad y la necesidad del confinamiento. En una epidemia que se duplicaba cada tres días, cada día era crucial. Cortar la transmisión un día antes supone reducir el número de gente infectada en un 20 %, una semana antes en un 80 %. Aquí es donde el gobierno de España demostró ser el peor de Europa. Dejó pasar día tras día y semana tras semana sin buscar la presencia del virus en España y sin tomar ninguna medida que pudiera reducir su velocidad de propagación. El fracaso fue absoluto.

15 de Marzo a 15 de Junio de 2020
El objetivo era recuperar el sistema sanitario y reducir la incidencia de la epidemia a cifras manejables mediante el confinamiento. Los fracasos anteriores hicieron el confinamiento inevitable. Se intercambia recuperación del sistema sanitario y reducción de la incidencia por daño económico. Las medidas que tomó nuestro gobierno no fueron muy distintas a las de otros gobiernos de nuestro ámbito (índice de rigurosidad de Oxford), pero según indica el informe de movilidad de Google, nuestro confinamiento fue de los más estrictos del mundo, lo que significa que sufrimos económicamente más que la mayoría de los países, más que cualquier país de nuestro entorno (sur de Europa, fig. 1). Nuestro descenso del PIB es también el mayor de Europa en términos porcentuales. El resultado no puede calificarse de fracaso puesto que se consiguió el objetivo, pero el alto coste pagado hace que no pueda considerarse un éxito. Nos salió muy caro.

Fig. 1. Movilidad de los ciudadanos. Datos diarios del descenso porcentual de la movilidad promedio de comercio minorista, recreación, comestibles, farmacia, estaciones de tránsito y lugares de trabajo, con una media móvil de 7 días, entre el 15 de febrero y el 28 de agosto. España es el único país de su entorno que bajó del 75 % de reducción de la movilidad y que permanece por debajo del 20 %. Fuente: Google COVID-19 Community Mobility Report.

15 de Junio a 31 de Agosto de 2020
El objetivo era salvar la temporada turística que es extraordinariamente importante en España. Todo lo que había que hacer era poner los medios y el conocimiento para evitar el crecimiento exponencial de la epidemia durante dos meses y medio y evitar una segunda ola durante el verano. No solo hay países que lo consiguieron durante la primera ola, sino que todos los países europeos han sido capaces de hacerlo sin muchos problemas durante el verano. El fracaso ha sido una vez más absoluto. España rápidamente se ha convertido en el país con más incidencia de Europa y los españoles en apestados mundiales, a los que fuera de 8 países europeos solo se admite sin restricciones en Méjico, Lesotho, Chad, Costa de Marfil, Afganistán, Siria, Yemen, Mongolia y Corea del Norte.

Fig. 2. Nuevos casos de COVID-19 confirmados a 4 de Septiembre en casos por millón de habitantes (media móvil de 7 días). España ha sido el peor país de Europa y de los peores del mundo en ambas olas. Fuente: Financial Times.

Las consecuencias de este triple fracaso dan como resultado no solo la peor crisis sanitaria en un siglo, sino también la peor crisis económica desde los años de la posguerra civil.

2. Las causas del fracaso

¿Por qué hemos sufrido tres fracasos rotundos consecutivos al enfrentarnos a la pandemia? ¿Cual es la anomalía que hace que "Spain is different"?

A mi entender la principal peculiaridad de España está en su desunión. Pocos países muestran unas divisiones internas políticas y territoriales tan profundas como el nuestro. A la división territorial, configurada históricamente a partir de la invasión parcial del territorio por los musulmanes y la fragmentación posterior en pequeños reinos y taifas, se añadió la división ideológica resultante de las dificultades para pasar del antiguo régimen, anterior a la Revolución Francesa, al nuevo régimen y del retraso en transicionar de un modelo agrícola a uno industrial. Estas profundas y latentes divisiones internas dan como resultado dos factores que hacen extraordinariamente difícil que afrontemos las crisis con la unidad necesaria:

La calidad de nuestros líderes es en líneas generales ínfima. Apenas hay trasvase de votos entre las grandes líneas divisorias, lo que hace que el principal requerimiento a nuestros líderes no sea la calidad o el mérito, sino su fidelidad al ideario. Recordemos el "No es no" de rechazo a un apoyo de estado que aupó a Sánchez, o que el principal mérito de Torra es haber sido puesto a dedo por Puigdemont y no salirse del guión. El bajo nivel de liderazgo se paga cuando vienen mal dadas.

Nos hemos dotado de un sistema de gobierno extraordinariamente caro e ineficaz. El sistema de autonomías tiene un coste muy alto debido a las multiplicidades, desvertebra el país creando divisiones que no existían (educación, sanidad, justicia), provoca una creciente desigualdad entre ciudadanos, y sitúa al gobierno central en una situación de chantaje permanente abocando al país en una dirección que inevitablemente conduce al conflicto y la ruptura cuando lo único que queda por pedir es la independencia.

La ineficiencia del sistema de autonomías y la ínfima calidad de nuestros líderes son características distintivas que explican mucho mejor que otros factores que España sea el país de Europa que peor ha respondido a la pandemia en la primera ola y en la segunda ola, y el que peor revés económico está sufriendo como consecuencia de ello. Llama la atención que la pésima respuesta a la crisis que tan gravísimas consecuencias nos va a traer no provoque un fuerte rechazo en la ciudadanía. Está claro que tenemos los gobernantes que nos merecemos.

3. El papel de los medios

A los medios se les llena la boca con su responsabilidad como cuarto poder de garantizar la información y la libertad de expresión, pero su actuación a lo largo de la crisis ha sido y continúa siendo absolutamente vergonzosa. Su responsabilidad en febrero y marzo era dar la alerta a los ciudadanos ante lo que se nos venía encima, sin alarmismo pero con rigurosidad (como hice yo), y no actuar de tapa-vergüenzas del gobierno y de la OMS con falsas noticias de que esto era como una gripe con baja mortalidad. A sus lectores, oyentes y televidentes no les sirvieron de nada entonces. No hubo recomendaciones que debieron ser obvias de usar mascarillas aunque fueran caseras, cuando la OMS y el gobierno decían que solo eran necesarias para los que tuvieran síntomas, antes de que hicieran su giro de 180° para decir tardíamente lo que yo llevaba diciendo desde el principio. Las mascarillas y la higiene son las dos únicas medidas junto con el distanciamiento social que tiene la población para protegerse del contagio, y le fueron negadas por los medios, que fallaron en su debida diligencia de informarse e informar.

Desde el fin del confinamiento a los medios se les ha desatado un alarmismo tardío e injustificado por cada nuevo contagio contribuyendo a que la situación parezca mucho peor de lo que realmente es. Nadie debería acercarse a un micrófono o una cámara sin un cursillo básico de estadística que les enseñara que no tiene sentido hablar de récords en una tendencia creciente. ¿Acaso es apropiado decir que un niño bate su récord de estatura cada vez que se le mide? Y también deberían saber que las desviaciones estadísticas sobre datos diarios que dependen del número de tests realizados no pueden interpretarse como que la tendencia empeora o mejora. Resulta patético oírles decir que la tendencia se ha estabilizado en las últimas 24 horas. ¡Qué nivel, Maribel!

Aunque el resto de países no necesita que los medios españoles les digan cual es la situación para imponer restricciones, puesto que se guían por las cifras oficiales, está claro que los medios extranjeros sí se hacen eco de la situación a través de ellos. Por ello el alarmismo de nuestros medios ha contribuido sin duda a que vengan menos turistas este año a España, y a que menos españoles viajaran. Todo ello a pesar de que el riesgo de contagio era bastante más bajo que a principios de Marzo, y la gente ahora sabe como protegerse si quiere hacerlo.

Tras el fracaso de su misión a principios de la pandemia, los medios se han dedicado a tirar piedras contra la economía desde el fin del confinamiento, exagerando indebidamente la situación epidemiológica. Ya tendrán ocasión de pagarlo, porque durante una grave crisis la gente está menos dispuesta a gastar dinero en mantenerse informada de lo que pasa en otras partes.

4. Nuestra situación actual

La segunda ola es muy distinta de la primera. Ya no se detecta solo a los que aparecen por un hospital con síntomas, sino que se hacen tests a gran cantidad de personas asintomáticas. La edad media de los detectados ha caído drásticamente. El índice de mortalidad por casos es muchísimo menor. El índice de asintomáticos es muchísimo mayor. Aunque es imperdonable que el virus siga causando brotes en residencias de mayores, es obvio que la población mayor se está protegiendo mucho mejor durante la segunda ola. El ritmo de crecimiento también es más lento. La enfermedad se duplica cada 1-2 semanas en vez de cada 3 días, como resultado del esfuerzo. No estamos lejos de su estabilización, pero la tarea se vuelve más complicada cuanto más dejamos crecer el número de casos activos.

Fig 3. Nuevos casos y nuevas muertes diarias de coronavirus en España. La segunda ola no tiene nada que ver con la primera. índice de propagación mucho más bajo, población más joven, número de muertes muy inferior. Fuente: Worldometers.

A estas alturas hay que asumir que estamos abandonado el segundo escenario de la pandemia del que yo hablaba allá por Enero de 2020: "Escenarios y consecuencias de la pandemia del coronavirus de Wuhan". Afortunadamente la mortalidad ha resultado menor de la que nos temíamos en las primeras semanas. En España el exceso de muertes en la primera ola fue de 55.000, y de acuerdo al estudio de seroprevalencia el 5,2 % de los participantes mostraba anticuerpos en Abril. Eso nos da un indice de mortalidad por infección máximo del 2,25 %. Es altísimo, pero probablemente sobrestimado. La alta incidencia en España en centros de mayores, y el hecho de que parte de los que han pasado la infección no presenten anticuerpos o los pierdan pronto (además de los falsos negativos), hacen que probablemente la mortalidad de la COVID-19 esté entre el 0,5 y el 1 %.

Fig 4. Exceso de mortalidad en España. El número de muertess en exceso en España entre el 2 de marzo y el 19 de julio es de 57.344. Este exceso de muertes es debido en su práctica totalidad a la pandemia de coronavirus. Fuente: The Human Mortality Database.

La infección no va a ser controlada. Ni siquiera reduciendo el nivel de infección mediante tres meses de un confinamiento que ha constituido un auténtico harakiri económico hemos sido capaces de mantenerla bajo control. Un segundo confinamiento generalizado durante meses es impensable. El SARS-CoV-2 se ha hecho residente permanente en la población humana. Solo unos pocos países van a ser capaces de mantenerse libres de virus, y España claramente no está entre ellos.

Y aquí está el quid de la cuestión. Mantener a la gran mayoría de la población libre de infección mientras está presente un virus altamente infeccioso y con un alto porcentaje de asintomáticos, constituye lo que en dinámica de sistemas se denomina una situación altamente inestable. Tiene un alto coste en medidas con impacto económico, requiere de una gobernanza eficaz y de un alto grado de cooperación por parte de la ciudadanía y a la larga está abocado al fracaso. Los gobernantes deben asumirlo y adoptar políticas racionales a nivel internacional.

Esperar a que una hipotética vacuna nos resuelva el problema se mostrará tan eficaz como cuando se esperaba que nos lo resolviera el calor del verano. Como escribía en mayo en el artículo "Segunda ola de COVID-19", no se podía contar con el factor estacional y una segunda ola en verano era perfectamente posible. Como odio tener razón cuando lo que veo es tan negativo. Ahora escribo que no habrá vacuna que resuelva el problema. Las expectativas ya eran malas debido a todo lo que sabíamos de los coronavirus de los catarros humanos o de enfermedades animales, contra los que no hay vacunas y no se produce inmunidad duradera tras pasar la infección. Ahora tenemos confirmación con la aparición de los primeros reinfectados tras pasar tan solo 5 meses. En el caso del ciudadano de Hong-Kong que se reinfectó en España se han secuenciado los virus de ambas infecciones y se ha visto que son cepas distintas, por lo que la seguridad de que se trata de una nueva infección y no un caso de latencia muy prolongada con recidiva es muy alta.

Si pasar la enfermedad solo produce inmunidad durante unos pocos meses, es muy improbable que se consiga una vacuna que produzca inmunidad duradera. No podemos contar con la vacuna. Como pasa con la vacuna de la gripe habrá que vacunar contra la COVID a la gente más susceptible y al personal sanitario todos los años. Aún así parte de ellos se infectará, esperemos que de forma más leve. Vacunar a toda la población en el espacio de unos pocos meses para tratar de erradicar la enfermedad es factible, pero tampoco hay garantías de que funcione. Yo tengo serias dudas. El coste sería alto, especialmente en tiempos de grave crisis, pero no inasumible. Un problema adicional es que la vacunación obligatoria será rechazada por parte de la población, y probablemente infringe derechos constitucionales.

5. Qué hacemos ahora: Recomendación poblacional

El principal objetivo vuelve a cambiar tras la pérdida de la temporada turística. Sé que nuevamente voy a expresar una opinión disonante con respecto a la oficial, pero hay que cambiar nuestra forma de pensar frente a la enfermedad. Tenemos que avanzar hacia convivir con el virus sin depender de vacunas hipotéticas. Hay que progresar hacia la inmunidad de grupo que requiere que un alto porcentaje de la población pase la enfermedad. Que la gente joven se contagie y pase la enfermedad sin síntomas o con síntomas leves no es una tragedia, es fantástico. En algún lugar entre el 40 y el 60 % de gente con resistencia el virus pierde la capacidad de generar brotes de crecimiento exponencial y pasa simplemente a estar presente como los catarros o la gripe, excepto que sin estacionalidad de momento. España es ya uno de los países con inmunidad de grupo más alta del mundo. La recuperación de la economía debe tomar absoluta precedencia sobre la lucha contra el virus, con la salvedad de evitar el colapso de la sanidad.

En vez de la tragedia que se nos presenta en los medios porque los jóvenes sigan conductas de riesgo, a mí me parece fenomenal. Los datos muestran que la gran mayoría pasa la enfermedad sin problemas. Lo único que hay que hacer es evitar que se nos vaya de las manos y el virus se cuele en las residencias de mayores y nos llene las UCIs. Los jóvenes que conviven con personas mayores deberán mostrar responsabilidad y evitar contagiarse. A lo mejor esto hace que la gente eche a los hijos de casa a los 18 años como en los países civilizados. Al fin y al cabo el precio del alquiler no puede ser una excusa en un país donde la okupación es una actividad sancionada por la ley (manda cojones).

El inicio del curso escolar que tanta angustia está causando no es ningún problema. Como ya escribí en un comentario a finales de Mayo, los niños deben ir al colegio. Aportaba la publicación:
Munro, A.P. and Faust, S.N., 2020. Children are not COVID-19 super spreaders: time to go back to school. Archives of disease in childhood. Los niños no son super-contagiadores: Es hora de que vuelvan al colegio.
Estudios más recientes lo confirman.

Los niños pasan una forma muy leve de la enfermedad y presentan una respuesta inmunológica distinta frente al virus. Ello hace que aunque sean contagiosos, lo son poco. De media contagian a menos de una persona, por lo que no sostienen brotes. En los inicios de la pandemia hubo brotes asociados a reuniones, iglesias, gimnasios, conciertos, manifestaciones, pero no colegios. De hecho ni siquiera deberían llevar mascarilla en el colegio para favorecer el contagio entre ellos, aunque esta medida sería difícil de aceptar por los padres. Cuanto antes pasen la enfermedad mejor. Su sistema inmunitario en desarrollo presenta una memoria distinta que el de los adultos, y los estudios con gripe muestran que la gente presenta una mayor resistencia contra el tipo de gripe que les infectó por primera vez. Ello explica que la pandemia de gripe de 1919 fuera tan letal para los jóvenes y mucho menos en adultos y niños. Era un tipo de gripe que había estado ausente durante un par de décadas, y los adultos que la habían pasado de niños tenían mayor resistencia. El que los niños se infecten ahora les protegerá de adultos más eficazmente que ser vacunados. El alarmismo respecto a los colegios es contraproducente. Hay que educar a la población al respecto.

Los únicos que deberían recibir educación a distancia son los niños que conviven con personas mayores o con patologías que los predisponen a complicaciones, y también deben protegerse los maestros que estén en esa situación. Resulta mucho más efectivo poner a los maestros en riesgo a dar clase en peceras, que tener a los niños machacados horas y horas con mascarilla y normas de distanciamiento que les perturban y requieren supervisión constante. Es absolutamente inaceptable que en la presente situación en la que muchísima gente se ha jugado la vida para garantizar la sanidad y los servicios esenciales durante la pandemia y el confinamiento, los maestros que han estado en casa cobrando sin falta cuando tanta gente ha perdido su trabajo nos vengan ahora con huelgas. El que quiera despedirse que lo haga. Hay interinos de sobra y tenemos una población de licenciados en paro altísima que puede sustituirles. Total para el nivel de educación que dan a nuestros estudiantes que obtienen unos resultados penosos en las pruebas de evaluación internacionales (PISA) no creo que se notara mucho.

6. Qué hacemos ahora: Recomendación individual

Este es un caso claro en el que el interés general y el particular son divergentes. La recomendación a cualquiera es que no se contagie, particularmente a los mayores de 45 años y a los que presenten patologías de riesgo. Esta enfermedad dista de ser una gripe. Las últimas investigaciones muestran que incluso después de pasar la enfermedad hay secuelas significativas.

En un estudio con 100 pacientes alemanes recuperados de COVID de todas las edades (edad media 49 años), de media 70 días después de ser diagnosticados, con dos tercios habiendose recuperado en casa y un tercio en el hospital, el 78 % tenía anormalidades cardíacas y el 60 % presentaba inflamación del miocardio.
Puntmann, V O., et al. "Outcomes of cardiovascular magnetic resonance imaging in patients recently recovered from coronavirus disease 2019 (COVID-19)." JAMA cardiology (2020).

Con el tiempo probablemente se recuperen cuando el músculo cardíaco se repare y desaparezca la inflamación, pero mientras están en esa situación el riesgo de infarto es mucho más alto, incluso en gente relativamente joven. Hay casos de gente en la treintena que ha muerto de infarto tras recuperarse de la COVID. Yo desaconsejaría hacer deporte intensivo tras pasar la COVID sin hacerse pruebas en profundidad que incluyan niveles de Troponinas cardíacas.

Es cierto que la gripe también produce daño cardíaco, pero lo hace en mucha menor medida y la inflamación del miocardio es rara.
Greaves, K, et al. "The prevalence of myocarditis and skeletal muscle injury during acute viral infection in adults: measurement of cardiac troponins I and T in 152 patients with acute influenza infection." Archives of internal medicine 163.2 (2003): 165-168.

Y algo similar pasa con el riesgo de ictus, que se incrementa entre gente relativamente joven por haber estado infectados de COVID, incluso con pocos síntomas. Es obvio que la mejor estrategia personal es no infectarse, mientras se infectan los demás. La sociedad tiene que aprender a convivir con el virus, las personas en situación de riesgo no. Al igual que la gripe, el coronavirus tiene pinta de ser una enfermedad que se pasará varias veces en la vida hasta que se lleve su porción como nuevo factor de mortalidad. Al igual que con la gripe las vacunas y los tratamientos deberían hacer la situación más tolerable.

7. Sobre mascarillas

Yo me cansé de decir que las mascarillas debían ser obligatorias al inicio de la pandemia. La postura de nuestras autoridades ha sido la que ha cambiado radicalmente en mudo reconocimiento de lo equivocados que estaban. El último episodio son las denominadas "mascarillas egoístas", termino que no comparto en absoluto. El neolenguaje tiene una intencionalidad política de la que nos advertía George Orwell en 1984. Las mascarillas son objetos por lo que el neolenguaje dirige indisimuladamente el término hacia quienes las usan, que sin embargo pueden estar completamente desinformados del producto que utilizan, porque nadie se molesta en informar sobre las mascarillas.

Las mascarillas con válvula no son adecuadas y su utilización debería estar fuertemente desaconsejada, pero tampoco son adecuados los escudos faciales cuando se usan sin mascarilla, y la eficacia de las mascarillas de tela es muy baja. El uso de bufandas y pañuelos tampoco es adecuado. Debemos aumentar la distancia frente a las personas que usan estos métodos alternativos tanto como frente a quienes no usan mascarilla.

En un artículo reciente en Science Advances:
Fischer, EP., et al. "Low-cost measurement of facemask efficacy for filtering expelled droplets during speech." Science Advances (2020): eabd3083.
Se ponen a prueba 14 tipos de mascarillas baratas, y la conclusión es que la mejor es la FFP2 (N95), seguida de la quirúrgica de triple capa que también es adecuada. Bastante por detrás están las de polipropileno con doble capa o con algodón. Todas las demás deben rechazarse, porque un 10 % de transmisión de gotículas con respecto a no llevar nada no es aceptable. Esa mascarilla está dejando pasar una de cada 10 gotículas.

Fig. 5. Efectividad de distintos tipos de mascarillas de bajo coste. Color de fondo y comentarios añadidos por mi. Fuente: Fischer et al. 2020.

Con respecto a las mascarillas con válvula o a los escudos faciales el dictamen es claro, permiten la diseminación de gotículas y aerosoles y por lo tanto no deben ser utilizadas. Las imágenes obtenidas por Verma y colaboradores no dejan lugar a dudas.
Verma, S. et al. (2020). Visualizing droplet dispersal for face shields and masks with exhalation valves. arXiv preprint arXiv:2008.00125.

Fig. 6. Filmación de la simulación de una tos con láseres polarizados para detectar la presencia de aerosoles y microgotas. Como podemos ver las mascarillas con válvula y los escudos faciales sin mascarilla deben rechazarse. Fuente: Verma et al., 2020.

Otro tema que vale la pena comentar es que las mascarillas falsas reinan supremas, particularmente entre las FFP2 (N95, KN95) que tienen un mayor precio, pero algunas quirúrgicas también son falsas. Supongo que las autoridades andan demasiado ocupadas para atender este asunto, pero las mascarillas que se venden en muchas farmacias y grandes superficies son falsas y no proporcionan el nivel de protección que deberían. La mayoría de las falsas tienen origen chino.

La impresión debe estar también en la mascarilla, no solo en el envase. Debemos rechazar las mascarillas sin impresión.

En las europeas FFP2 debe poner la norma EN 149:2001+A1:2009 y debe poner el organismo certificador CE 2163 o CE 2834.

En las estadounidenses N95 debe poner el código NIOSH y el número de certificación: TC-84A-XXXX (las X son dígitos).

En las chinas KN95 debe poner el fabricante y la normativa GB2626-2006 o GB2626-2019 (más estricta).

Eso no nos garantiza que la mascarilla sea auténtica, pero elimina las falsificaciones más obvias. Con respecto a las quirúrgicas lo mejor es ir con marcas reconocidas antes de la pandemia como Aposán, aunque sean más caras.

Debemos ser conscientes que las mascarillas no evitan el contagio, tan solo reducen su probabilidad en un 70 - 90 % cuando se usan correctamente. El resto depende de nuestro comportamiento en evitar en la medida de lo posible las situaciones de riesgo. Hay que evitar los espacios cerrados con mucha gente como la peste, literalmente.

Recordad que aunque no sean reutilizables las mascarillas se pueden reutilizar varias veces con una pérdida aceptable de propiedades por el sencillo método de calentarlas en el horno a 70 °C durante 30 min - 1 hora, lo cual mata el coronavirus, pero no a muchos hongos y bacterias, por lo que conviene descartarlas tras varios usos antes de que se conviertan en un objeto insalubre fuente de otras infecciones. Las fabricadas con fibra de papel (FFP2 y quirúrgicas) no pueden lavarse ni esterilizarse con líquidos porque afecta a las cargas negativas de la celulosa que contribuyen a sus propiedades filtrantes. Entre usos hay que guardarlas en sobres de papel o cajas de cartón para que no acumulen polvo, lo que las perjudica gravemente, y se mantengan secas.

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  • Coronavirus (COVID-19)
  1. en respuesta a Knownuthing
    -
    Top 25
    #20
    09/09/20 17:52
    Cuando la necesidad apremia se consiguen maravillas.... si comparas el progreso tecnológico que hubo en la 2ª guerra mundial con lo que se había visto antes, no es muy diferente a reducir un proceso de 10 años a 10 meses. Ojo! que no digo que vaya a pasar... pero sí que digo que "lo que ha pasado antes" no necesariamente es una referencia válida.
  2. en respuesta a Alfon1974
    -
    Top 100
    #19
    09/09/20 17:50
    Ya te he explicado por qué esta vacuna va a ser más segura que ninguna otra
    Y seguro que si no lo es le encuentras una explicación también. A mí las explicaciones no me valen, nunca me han valido. A mí me vale la evidencia, los datos. Además es impropio hablar de vacuna puesto que son vacunas. ¿Son todas más seguras que ninguna otra? Ya nos has dado a entender que la china y la rusa no son tan seguras porque se callarían los defectos según tu parecer. Una postura muy científica la de apoyar vacunas por nacionalidad. Digo yo que lo mejor será esperar a tener datos de su efectividad, y para eso habrá que esperar a que se vacunen millones y pasen meses.

    No solo está el riesgo, probablemente muy pequeño de vacunarse, también está el riesgo no tan pequeño de infectarse por pensarse uno que está debidamente inmunizado cuando no lo está.

    Además el riesgo de contraer la enfermedad se reduce, si mucha gente se vacuna y la vacuna es efectiva, incluso para los que no se vacunan. Esa disminución de riesgo va sin efectos secundarios.
  3. en respuesta a Knownuthing
    -
    #18
    09/09/20 17:20
    Ya te he explicado por qué esta vacuna va a ser más segura que ninguna otra, y su obtención más rápida. Básicamente porque hay mucho más dinero invertido y los Estados garantizan la investigación en caso de ser fallida, por lo que se pueden hacer varias fases a la vez, aún a riesgo de perder mucho más dinero que si se hiciera de manera secuencial. 
    Si tras ser probada en 30.000 voluntarios no hay ningun efecto secundario grave (lo que hasta ahora no ha sucedido, a la espera de que se aclare el incidente de la vacuna de Oxford), yo estaría bastante tranquilo, y desde luego no esperaría años a recibir la vacuna, teniendo en cuenta que en ese tiempo puedes morir o sufrir graves secuelas, y pasado ese tiempo quizá la vacuna ya no sea necesaria. Hay que valorar, como siempre en medicina, la relación beneficio/ riesgo. La decisión es de cada uno, pero conviene tener la información adecuada.

     Hay fármacos que mucha gente toma con demasiada frecuencia por problemas leves, como el ibuprofeno, que tienen tasas de efectos secundarios grave mucho más importantes que 1 de cada 30.000.  https://www.redaccionmedica.com/la-revista/historias/se-acumulan-los-efectos-nocivos-del-ibuprofeno-8524
  4. en respuesta a Alfon1974
    -
    Top 100
    #17
    09/09/20 17:10
    La vacuna que se ha desarrollado y aprobado más rápido en la historia fue la de las paperas que tardó cinco años (1963-1967). La vacuna contra el ébola Ervebo se desarrolló en 2003 y se aprobó en 2019 (15 años). Aquí se habla de tener lista la vacuna del SARS-CoV-2 en diciembre (10 meses). Todo ello con el antecedente de que hay muchos coronavirus contra los que no se han podido desarrollar vacunas, y en otros que sí la tienen como el coronavirus aviar de la bronquitis infecciosa (IBV), descubierto en 1933, la vacuna funciona regular.

    Si bien es cierto que las cosas se pueden hacer mucho más deprisa cuando hay necesidad, no veo como recortar los tiempos en un 80-90% va a hacer que se obtenga un producto mejor. Se están desarrollando decenas de vacunas y hay 9 con mucha más prisa que las demás. Yo estoy seguro de que en un par de años de esas 9 quizá tres sean de amplio uso mundial, pero podrían serlo algunas de las que van más despacio. A mí no me gusta ser de eso que llaman "early adopter". Yo prefiero esperar a que los defectos se corrijan y si eso me apunto a la versión 2.0.
  5. en respuesta a Knownuthing
    -
    #16
    09/09/20 16:34
    Con respecto a la detención temporal del ensayo de la vacuna de Oxford, nos permite estar tranquilos al saber que se está atendiendo a la seguridad. Posiblemente en la vacuna rusa o china no hubieran detenido el ensayo por esa reacción adversa grave, sino que hubieran ocultado ese fenómeno.  Es completamente normal que se suspenda temporalmente un ensayo clínico para estudiar qué ha pasado, lo sospechoso sería que no se hiciera nunca. 

    En los ensayos clínicos de las diferentes vacunas que se hacen en la Unión Europea y en Estados Unidos no se está saltando ninguna fase de los ensayos clínicos, simplemente se están haciendo varias fases a la vez para ahorrar tiempo. La diferencia entre estos ensayos y cualquier otro ensayo clínico habitual de un medicamento o vacuna, es el elevado número de participantes, lo que da una seguridad especialmente elevada. No es para nada habitual probar un medicamento o vacuna en 30.000 voluntarios, lo normal es hacerlo en unos 1000 si acaso. En esta ocasión se hace así porque hay mucho dinero y voluntarios disponibles. Por eso, si hay algún efecto secundario grave (lo que aún no se sabe) se sabrá ANTES de comercializarlo, de otra manera quizá se sabría DESPUÉS, en la fase 4 del ensayo clínico, que es cuando se comercializa y lo toman millones de personas que no saben que están siendo voluntarios de un ensayo clínico. Cuando hay que suspender un fármaco o vacuna en la fase 4, suelen ser muchos los afectados, no uno como podría ser en este caso, si finalmente se confirma.

    Así pues, yo me pondría esta vacuna si finalmente supera el ensayo clínico sin dudarlo, puesto que vamos a tener unas garantías de seguridad mucho más elevadas de lo normal. 
  6. Nuevo
    #15
    09/09/20 16:23
    Mi mejor experiencia es cuando estoy en mi trabajo y estoy haciendo mi trabajo como me explica mi jefe para que me pague bien 
  7. Top 100
    #14
    09/09/20 14:40
    El ECDC nos muestra gráficamente el número de casos notificados por 100.000 habitantes en las dos últimas semanas de Agosto.

    Casos por 100.000 habitantes semanas 34-35
    Casos por 100.000 habitantes semanas 34-35

    Observese la anomalía española, y dentro de España la no-anomalía asturiana.
  8. en respuesta a Alfon1974
    -
    #13
    09/09/20 13:23
    Antes de nada debo agradecer sus precisiones a mi comentario. No se trata de que nos enzarcemos en un combate para ver quien de los dos tiene más razón. Después de todo, en lo que creo que estamos de acuerdo es en la idea de que la inmunidad es un tema endiablado cuyo dominio no está a nuestro alcance. Al menos no en el mío.
    Pero aprovechando la ocasión que me ha brindado al responderme, sí que me gustaría matizar que en ningún momento he afirmado que la respuesta inmune se apoye sólo en la producción de anticuerpos. La respuesta inmune humoral es sólo uno de los dos brazos de la inmunidad adaptativa. La vacunación activa a ámbos. Lo que ocurre, a mi entender, es que la generación de anticuerpos neutralizantes es posiblemente el mecanismo inicial más eficaz  para bloquear la entrada del virus a las células y, en consecuencia, la infección. Ni que decir tiene que cuando el virus ha penetrado, la mejor solución pasa a recaer en los linfocitos T CD8 o citotóxicos. Como también estoy de acuerdo en que la vacunación induce memoria inmunitaria que, llegado el momento, acelera y potencia la respuesta de anticuerpos y células frente a una infección futura por el mismo virus.
    Y  esto me lleva al tema de la inmunidad cruzada. No la he negado en ningún momento. Tan sólo he tratado de matizar que tiene limitaciones derivadas de que algunos virus se parecen pero no son idénticos. Parece comprobado que, por ejemplo, el virus gripal H1N1 de 1918 siguió circulando hasta 1957. Eso podría ayudar a explicar la aparente mayor resistencia de la personas mayores frente a la pandemia gripal H1N1 de 2009. Pero no podemos esperar que la inmunidad cruzada haga mucho más. De hecho, si algún virus aviar, pongamos un H5N1, salta y se afianza en la especie humana yo no confiaría mucho en ella.
    El fenómeno de la inmunosenescencia, o progresiva debilitación de la respuesta inmunitaria con los años, está muy bien establecido. Seguramente tiene usted razón al afirmar que los ancianos tienden a tener menos infecciones sintomáticas por coronavirus estacionales por haber adquirido inmunidad tras repetidas exposiciones a esta familia vírica, pero plantea la paradoja de que eso mismo no sea suficiente para protejerles del Sars CoV 2 de forma cruzada. Y la cosa podría ser aun peor. Cabe la posiblidad de que, por la misma razón de tener un sistema inmune debilitado por la edad, la futura vacuna no les defienda bien. Todo esto está por verse, por supuesto. 
    Y para ir terminando quiero señalar que estamos hablando de respuesta inmune a virus en general, y a coronavirus en particular. Pero ya se sabe que cada patógeno tiende a estimular un tipo  de inmunidad diferente. Por ejemplo, el microorganismo intracelular Coxiella burnetii provoca una fuerte respuesta tanto humoral como celular, pero es ésta última la que puede ser efectiva para erradicarlo. Y no siempre, dado que la esterilización completa es más bien excepcional. Parece que este gérmen tiene tendencia a acantonarse en los macrófagos y persistir de forma silente por años, tal vez de por vida. La presencia de anticuerpos específicos en suero y la positividad de los test cutáneos, muchas décadas después de la primoinfección, así parecen atestiguarlo.
    Un placer debatir con usted y hasta cuando quiera.

     

  9. Top 100
    #12
    09/09/20 12:48
    Gracias por los comentarios.

    Puesto que varios de ellos inciden sobre los mismos asuntos voy a tratar de responder las cuestiones conjuntamente.

    1. Con respecto a la vitamina D cuya insuficiencia va asociada a un peor pronóstico en muchas enfermedades infecciosas, es ciertamente un factor de riesgo a tener en cuenta. La respuesta de muchas residencias de encerrar a los ancianos es contraproducente y lo mejor es que pasen más tiempo al aire libre, no menos.

    En un país con abundante sol, que sin embargo presenta un nivel de insuficiencia de vitamina D bastante alto, las autoridades sanitarias deberían incidir en la importancia de que la población tenga niveles adecuados, particularmente la de riesgo. Ya hay mucha gente (sobre todo mujeres a partir de cierta edad) tomando suplementos de vit D, y hay que tener en cuenta que por lo que cuesta un día en la UCI (entre 750-1200 €) se proporciona una dosis diaria de vit D a 5.000 personas. No se entiende que Sanidad no invierta en asegurarse de que toda persona de riesgo recibe su dosis gratis entre el 1 de Octubre y el 31 de Mayo. El ahorro potencial es de millones de euros.

    2. Con respecto a la estacionalidad. Los otros coronavirus humanos son muy estacionales, lo que indica que el invierno favorece su incidencia. Entiendo que con las medidas y el aumento de gente resistente la situación debería tender a la estabilización pero no espero una gran mejoría de cara al invierno, y si acaso el número de fallecidos podría aumentar, dado que es lo normal en cada invierno.

    3. Mi visión de la inmunidad de grupo es algo que no he aclarado suficientemente. Para el coronavirus no existía porque es una enfermedad nueva, pero para toda enfermedad existe una cierta inmunidad de grupo que a menudo varía a lo largo del año. Así para la gripe al comienzo del invierno la inmunidad de grupo es lo suficientemente baja para sostener un brote epidémico estacional, pero al comienzo de la primavera es lo suficientemente alta para que ello no ocurra. A ello hay que añadir la heterogeneidad de la población. Por su comportamiento o modo de vida hay personas que están más inaccesibles a un virus que otras (piénsese en las ETS por ejemplo). Cuando juntamos los dos factores es perfectamente posible alcanzar un nivel de inmunidad de grupo frente al coronavirus que no sostenga un brote epidémico, aunque está claro que sería una situación temporal puesto que la inmunidad al coronavirus no parece ser de larga duración. Si esto sucede lo que notaríamos sería una mejora muy grande de la situación que sucede espontáneamente por lo que tendríamos una tregua de bastantes meses.

    4. Con respecto a la memoria inmunológica, efectivamente es un tema muy complejo en el que no vale la pena entrar en profundidad. Lo que le interesa a la gente a nivel básico se puede extrapolar de lo que ocurre con la gripe, aunque con algunas diferencias importantes. De media la gente pasa la gripe (enfermedad con síntomas) una vez cada 4-5 años. Es sin embargo posible pasarla de nuevo a los dos años, y en algunos casos más raros al año. Al ser una enfermedad nueva la recurrencia del coronavirus debería ser más alta, pasándose de media cada 2-3 años en ausencia de medidas de protección y vacuna. En ausencia de sorpresas y vacunas no cabe esperar más de la memoria inmunológica. Las vacunas de la gripe protegen durante una estación. Aunque la cepa no cambie, el protocolo es vacunarse de nuevo cada año. En ausencia de sorpresas eso es también lo que hay que esperar de la vacuna contra el coronavirus.

    Con respecto a las diferencias con la gripe, el coronavirus es muy grande y tiene una polimerasa que comete menos errores por lo que muta mucho más despacio. Eso quiere decir que la protección inmunológica de la población sería algo mayor, y que una vez conseguida una vacuna eficaz probablemente no hubiera que cambiarla en años, lo que facilitaría enormemente la logística abaratando el coste.

    5. Con respecto a la vacuna. Parece que la carrera por conseguir la vacuna y los atajos que se están tomando tienen un precio. El ensayo de una de las 9 vacunas que están en fase 3, la de Astra-Zeneca y la Universidad de Oxford, ha tenido que ser temporalmente detenido por haber tenido uno de los participantes una reacción grave a la vacuna. Esta vacuna es por la que había apostado el gobierno español y de la que el ministro Illa dijo que íbamos a recibir 3 millones de dosis en diciembre. Esta vacuna utiliza un adenovirus de chimpancé como vector, algo con lo que se ha experimentado pero no comercializado anteriormente, y según el artículo de The Lancet, el 60 % de los participantes en el ensayo ha experimentado reacciones leves que incluyen dolor, fiebre, escalofríos, dolores musculares, dolor de cabeza y malestar.

    Yo apoyo fervientemente la gran mayoría de las vacunas, aunque pienso que la varicela es mejor pasarla de pequeño, porque si la pillas de mayor cuando la vacuna pierde efectividad ya te puedes preparar. Sin embargo no me voy a poner el primero en la cola para una vacuna que se está sacando deprisa y corriendo usando técnicas que no se han usado antes. ¿Qué podría salir mal?

    Un saludo a todos.
  10. en respuesta a Paaskinnen
    -
    #11
    09/09/20 06:56
    "Parece claro que la inmunidad sí puede prevenir una reinfección. Los anticuerpos neutralizantes precisamente bloquean los sitios de unión del virus a su receptor específico y de ese modo le impiden la entrada al interior celular y,  por tanto, la infección. Esta idea está en la la base misma del concepto de vacunación.". Es bastante más complejo que eso. Los anticuerpos que persisten tras una infección o vacunación no son suficientes para evitar una reinfección, su objetivo no es ése, sino desencadenar la respuesta inmune en unas horas, para dar lugar a elevados niveles de anticuerpos y la activación de la inmunidad celular para así controlar rápidamente la reinfección. Todo esto dicho muy resumidamente, porque el establecimiento de la respuesta inmune es un proceso complejísimo con numerosas etapas y en el que intervienen muchos tipos de células, asímismo los anticuerpos, que son sólo una parte del sistema, tienen muchas más funciones que la que menciona. 
    Persiste en el error de considerar que la inmunidad reside exclusivamente en los anticuerpos, y en considerar que la inmunidad es absoluta, así como en obviar la inmunidad cruzada. 
    "Respecto de la comparación que se hace con las distintas pandemias de virus gripales, aduciendo que haber superado en la infancia la de 1918 protegería de alguna manera de las acaecidas posteriormente, hay que considerar que en todos los casos se trató de virus antigénicamente diferentes." La inmunidad cruzada da cierta protección, al menos evita las formas más graves, para virus parecidos. Toda la población ha pasado la gripe en algún momento, por eso tiene cierta protección a cualquier cepa de gripe, y los casos graves son raros y suceden sobre todo en gente mayor con el sistema inmunitario débil. Sin embargo, cuando los europeos llevaron el virus de la gripe a América, donde no había ningún tipo de inmunidad, la mortalidad fue elevadísima en gente joven. Eso es lo que pasa ahora con la covid, que la mayor parte de la población no tiene inmunidad y por eso se ven casos graves en gente inmunocompetente. Los coronavirus estacionales sí dejan algún tipo de inmunidad y esto determina pasar la infección asintomáticamente. Las personas a medida que envejecen tienen menos catarros, porque persiste cierta inmunidad por coronavirus, no obstante esta inmunidad cruzada para el SARS-CoV-2, puede no ser suficiente para compensar el deterioro del sistema inmunológico propio de la edad. 
  11. en respuesta a Alfon1974
    -
    #10
    08/09/20 23:52
    Sin pretender meterme donde no me llaman no me he podido resistir a participar con ocasión de su  extenso y un tanto prepotente comentario al artículo principal. No soy inmunólogo, el editor de este blog posiblemente tampoco y apostaría algo a que usted está en una situación no muy diferente. Sin ser ninguno de nosotros experto en una disciplina tan compleja como la inmunología  -ésta sería la única afirmación que comparto plenamente con usted- creo que no es exigible al artículo que analizamos un rigor extremo en el manejo de algunos de los conceptos que el autor va desarrollando para sustentar sus arriesgadas pero interesantes especulaciones. Como no hay espacio ni tengo el tiempo necesario para discutir todas sus críticas, me limitaré a dar algunas pinceladas.
    Parece claro que la inmunidad sí puede prevenir una reinfección. Los anticuerpos neutralizantes precisamente bloquean los sitios de unión del virus a su receptor específico y de ese modo le impiden la entrada al interior celular y,  por tanto, la infección. Esta idea está en la la base misma del concepto de vacunación. 
    Creo que la duración de la inmunidad depende de muchos factores, entre los que la propia naturaleza del patógeno implicado es muy relevante. Hay inmunidades transitorias  y relativamente breves, como en el caso de los coronavirus estacionales, y otras prácticamente vitalicias, como pasa con la varicela, por poner un ejemplo. En el caso del Sars CoV 2 este aspecto es un tema que está pendiente de ser estudiado. Pero tengo noticias de que en personas que pasaron el SARS en 2003, a día de hoy todavía retienen anticuerpos específicos en su suero. Quizá con el actual coronavirus suceda otro tanto. 
    Respecto de la comparación que se hace con las distintas pandemias de virus gripales, aduciendo que haber superado en la infancia la de 1918 protegería de alguna manera de las acaecidas posteriormente, hay que considerar que en todos los casos se trató de virus antigénicamente diferentes. El virus de 1918 fue H1N1, el de 1957 H2N2 y el  de1968 H3N2. En esta última ocasión el mayor número de muertes se dio en personas mayores de 65 años. El hecho de que eventualmente pudieran haber sobrevido a la primera pandemia no parece que les sirviera de protección para la tercera.
    La memoria inmunitaria reside en los linfocitos, no en las células plasmáticas, que son formas evolutivas de lnfocitos B activados por antígenos específicos.
    Es correcto pensar que  este coronavirus se muestra bastante estable en sus secuencias de consenso y parece tener una tasa de mutaciones bastante baja, pero no hay que olvidar que los virus RNA tienen un comportamiento de cuasi-especie. En la nube o espectro de mutantes pueden estar ocultos virus con determinadas deleciones en su proteína de superficie que eventualmente les llevaría a perder virulencia. Si una de estas cepas fuera seleccionada en base a su menor letalidad, podría llegar a hacerse predominante y convertir este virus en un problema mucho más llevadero.
    Por último decir que no creo que los coronavirus estacionales generen una inmunidad relevante frente al actual coronavirus. Su proteína superficial es completamente diferente. Si la anterior aseveración fuera correcta, los más beneficiados deberían de ser los ancianos, puesto que en su larga vida han sido expuestos y reexpuestos innumerables veces a dichos virus. Pero ese no parece ser el caso precisamente.
    Un cordial saludo.
     
  12. Top 100
    #9
    08/09/20 17:34
    Eso de "nuestro fracaso" a veces tiene matices.
    Yo más bien veo los números y veo que la infección fue masiva del 5 de julio al 1 de setiembre.
    La mitigación es una combinación de buena política pública, y ciudadanos colaborando.

    Países como Costa Rica que tuvieron una primera ola exitosa, y ahora va fatal en la segunda.
    Está como España el 14 de marzo, pero con 1/8 de la población.
    En la primera ola, los enfermos eran los ricos viajeros, que entendieron bien el mensaje y la mitigación fue exitosa.
    En la segunda fue por entrada de extranjeros en condición irregular, que antes no hacían caso y hoy tampoco. Se fueron a meter a lugares donde hay pobreza y los pobres no tienen a veces ni siquiera un recinto aparte para tener un enfermo.  Y por años las autoridades se hicieron de la vista gorda sobre cuarterías ilegales donde viven muchos en espacios pequeños, y eso amplificó la crisis.
    A eso se suma el narcotráfico y el crimen, pues los criminales y traficantes no se quedan quietos, y ya se están enfermando, y enfermando a otros.
    Desde el inicio de la segunda ola, la mitigación es mínima. 
    Y se viene una apertura porque ya la economía no da para más.
    ¿Cómo pasa un país exitoso a ser un absoluto fracaso?
    Los periodistas hicieron bien su trabajo de informar y educar. El ministro de salud también.
    Lo que estuvo fatal fue el equipo económico del gobierno, que antes del COVID no arregló el 12% de desempleo, y hoy sigue siendo reactivo, reacciona mucho después de los problemas. Y los extranjeros enfermos que no hacían caso, sumado a la incompetencia municipal que no  arregló problemas nacionales que derivan en mayor propagación.  ¿Y la ley?  Esa siempre estuvo como decoración.

  13. en respuesta a Karlo 1
    -
    #8
    08/09/20 00:58
    Creo que tus apreciaciones son acertadas. Actualmente se están diagnosticando más contagios asintomáticos por PCR en muestras faringeas de personas que no tienen siquiera una clínica sistémica banal, que casos auténticos que precisan atención sanitaria e incluso ingreso hospitalario. Eso podría explicar que la tasa de mortalidad en España haya pasado del 12.2% en mayo a un exiguo 5.5% actual. Tu comentario sobre la vitamina D es pertinente y merece ser estudiado. Pero también es posible que la propia deriva del virus, tras varios meses de innumerables saltos entre las personas, esté sufriendo un fenómeno de atenuación en su virulencia. Los posibles mecanismos de esta aparente menor patogenicidad del virus son sólo hipotéticos y, en todo caso, están pendientes de ser estudiados. Si acaso, ya habrá tiempo de profundizar en este interesante asunto. Un cordial saludo.
  14. #7
    07/09/20 19:18
    Te fallan conceptos básicos de inmunología, por lo que hay evidentes incongruencias e inexactitudes en tu  artículo. Sobre el tema de las reinfecciones, ningún tipo de inmunidad previene, nunca, de una reinfección. La inmunidad lo que hace es que cuando llegue la reinfección el sistema inmunitario tenga una respuesta potente y precoz, de manera que en un día puede tener controlada la infección, y no se desarrolla la enfermedad o sólo de manera leve. Cuando se da la primera infección sin haber inmunidad, el sistema inmunitario necesita de media una semana en empezar a controlar la infección, si es que lo consigue y el paciente no muere, o le cuesta mucho y sufre una enfermedad grave.

    Por una parte hablas de la inmunidad de grupo pero que esa inmunidad no durará más que meses, aunque también mencionas que los que pasaron las gripes más fuertes del pasado de niños no la han vuelto a pasar en su vida, o de manera leve. Una cosa contradice la otra.
    En realidad, se dice que la inmunidad del covid dura meses de manera incorrecta, lo que dura meses son los títulos de anticuerpos elevados en plasma. Pero la memoria inmunológica al coronavirus podría perdurar un largo periodo. Así sucede con la gripe dependiendo de cada cepa, por eso quien pasó la gripe de 1918 de niño no sufrió gravemente las de 1957 y 1968, a diferencia de los que nacieron después de 1918. 

    La memoria inmunológica persiste en células plasmáticas, que son linfocitos B evolucionados, hipermaduros, y enormes, que en cuestión de horas liberan grandes cantidades de anticuerpos a la sangre, si tienen esa memoria. No es necesario mantener continuamente títulos elevados de anticuerpos porque el sistema inmunitario es capaz de hacerlo en horas cuando venga la reinfección.

    Por otra parte, la inmunidad es un tema complejísimo, va mucho más allá de los anticuerpos, los linfocitos B y las células plasmáticas: están los linfocitos T, que incluyen los T helper y los T citotóxitos, las células Natural Killer.. todos tienen su propia memoria que parece que dura largos periodos, si no toda la vida al menos en algún grado. La inmunidad nunca es absoluta, sino relativa, es más o menos potente, esto puede determinar que la reinfección sea leve o asintomática. 

    La gripe es un caso diferente, el influenzavirus muta continuamente, por eso hay que revacunar cada año intentado adivinar cuál va a ser la cepa más prevalente, lo que a veces se consigue, a veces no, de ahí la eficacia moderada y variable de la vacuna de la gripe. Con el SARS-CoV-2 no se han demostrado de momento mutaciones relevantes. Los coronavirus no tienen demasiada tendencia a mutar, esto facilitará mucho las cosas. 

    Se sospecha que ya antes de la actual epidemia un 30 % de la población mundial podría tener cierta inmunidad a este virus, debido a inmunidad cruzada con los varios coronavirus que producen el catarro común. Esta inmunidad es débil ya que el virus no es exactamente igual, y se da si has pasado un catarro por coronavirus en el último año (hay catarros producidos por otros virus, adenovirus y rhinovirus básicamente). Pero sería suficiente para que pasaras la covid de manera leve o asintomática, pero no grave, aunque seas persona de riesgo. Es por esto que si sumamos ese 30 % al porcentaje que ya ha pasado la covid en las zonas de mayor prevalencia, como Madrid, quizá ya se estaría cerca de la inmunidad de grupo, y a poco eficaz que sea la vacuna se conseguirá fácilmente esa inmunidad. Los datos de los ensayos clínicos hasta fase 2 de las vacunas más evolucionadas muestran que la vacuna es eficaz, produce anticuerpos e inmunidad celular, y no tiene efectos secundarios relevantes. 
  15. #6
    07/09/20 12:52
    Buen post como de costumbre, Know. Sin embargo, yo no termino de ver algunas cosas:
    Por ejemplo, ¿hasta qué punto tiene sentido hablar de inmunidad de grupo si ya sabemos que el riesgo de reinfección existe? Supongo que sería cuestión de hacer números y también de afianzar algunos datos más como por ejemplo el tiempo que dura la inmunidad tras la primera infección en función del grupo de edad, pero mi impresión es que si la inmunidad dura sólo entre 3 y 5 meses va a ser difícil alcanzar el umbral de personas inmunes necesarias para frenar la transmisión comunitaria.
  16. #5
    07/09/20 09:59
    Muy intersante y bien documentado como siempre. Estoy de acuerdo con mucho pero hay algunas cosas con las que no. La principal es ese flirteo con la teoria de la inmunidad de grupo que tan nefasta ha resultado. Esa teoria ira bien cuando tengamos la vacuna que aunque sea de eficacia temporal si nos dara una vez vacunados los grupos de riesgo una ventana de oportunidad para que se utilice en la poblacion joven. Aun asi plantea problemas morales y legales porque algun caso de mortalidad en esa poblacion tambien se puede dar.
  17. #4
    06/09/20 11:57
    Gracias por tu artículo, esperábamos tu análisis tras el agosto.
    No podemos estar eternamente en la situación que estamos, pero la recomendación de buscar la inmunidad de grupo por el contagio, ¿no era esto lo que provocaba el colapso del sistema sanitario?, además está en contradicción con la recomendación a nivel personal de protegerse.
    Otra cosa que me preguntaba estos días es sobre la figura 3 de tu artículo. Se detecta mucho más ahora pero el desequilibrio entre casos diarios y muertes de la 1a ola y la 2a ola es enorme en cuanto a muertos, imagino que también respecto ingresos hospitalarios. ¿Esto se podrá mantener así durante el invierno cuando la gente tenga niveles de vitamina D más bajos?
  18. #3
    Adolfo Contreras
    06/09/20 10:00
    Hola, muy bueno, muchas gracias. Pregunta, sabiendo que has escrito en el pasado sobre la vitamina D, y lo que yo voy leyendo por ahí, lo que yo aprendo es que las evidencias siguen siendo altas de que es de gran ayuda en miminizar las consecuencias del COVID, por lo que quería preguntarte, diferenciarías también en población de riesgo entre aquella que vaya "bien servida" de vitamina D y aquella que no?

    Gracias otra vez
  19. #2
    06/09/20 09:00
    Know, gracias por el resumen que, copiándole el título a García Márquez, podría llamarse Crónica de Una Muerte Anunciada.
    Plasmas lo que cualquier persona con dos dedos de frente y sin intereses personales piensa de lo que ha pasado, y pasará, con esta pandemia y de dónde está el origen del mal.
    Me entristece en cualquier caso ver que mis pensamientos los comparten otros y que no estoy tan equivocado ya que nos dibuja un futuro bastante negro. Seguiremos siendo “different” gracias a una clase política clientelar que se realimenta a sí misma apoyándose en una de sus estrategias de perpetuación más exitosas, la de  avivar el fuego en el que nos inmolamos perpetuamente las dos, como poco, Españas. Divide y vencerás.
    No hay demasiados librepensadores entre los españoles, la política es para la mayoría de la población como el fútbol, se es de un equipo por generaciones y se le defiende haga lo que haga, aprovechando de paso para dirigir odios sarracenos a los rivales, algo que puede ayudar a aliviar presiones sociales y frustraciones varias y que siendo venial e incluso positivo en el deporte se convierte en mortal en política.
  20. #1
    05/09/20 22:18
    Buen análisis en líneas generales, alguna variable pasada por alto y que juega un papel fundamental: la ratio enfermera/paciente española es de las más altas de Europa. Está más que demostrado que cq número por encima de 1:8 aumenta exponencialmente la morbimortalidad. Añádasele el % de temporalidad/eventualidad en la misma profesión así como el sistema de selección (no hay semanas de adaptación ni figura de preceptor ni nada que se le parezca, otra peculiaridad a nivel mundial). Otras variables que están a estudio, y que por desgracia no sabremos hasta un año mínimo después de la pandemia, así cómo que España e Italia fue donde se aprendió a tratar la enfermedad. Por lo demás, aún precipitado, pero buen análisis en general. Gracias.