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COVID, letalidad y vitamina D

Los médicos descubren que no es el virus el que nos mata sino la respuesta inadecuada de nuestro organismo. Ello abre un rayo de esperanza no a combatir el virus sino a regular nuestro organismo con vitamina D para protegernos de sus efectos.

 

1. A quién mata la enfermedad provocada por el virus

El gobierno de Gran Bretaña inicialmente tomó la decisión de aislar a la población anciana y permitir que los demás adquirieran inmunidad de grupo. Cuando finalmente comprendieron donde se estaban metiendo y dieron un giro de 180° el tiempo perdido se ha cobrado un alto precio y ya es el país europeo con más muertos, por delante de Italia y España. Con tantísimos casos los médicos británicos han elaborado el mayor estudio disponible hasta la fecha sobre los casos de COVID hospitalarios, en el que han colaborado 166 hospitales entre el 6 de febrero y el 18 de abril.

Features of 16,749 hospitalised UK patients with COVID-19 using the ISARIC WHO Clinical Characterisation Protocol

Son nada menos que 16.479 pacientes de los que un increíble 33 % se ha muerto y un 17 % sigue ingresado. Los datos son terribles, uno de cada tres pacientes ingresados ha muerto. Indudablemente debe haber factores como que solo se ingrese a la gente que está muy mal, pero en mi opinión la sanidad británica está perdiendo a demasiados pacientes.

Lo que no dice el informe, que no se mete en ese jardín, es que las muertes son desproporcionadas por raza. Eso es algo de lo que primero alertó Noruega cuando descubrieron que el riesgo de infección entre la pequeña comunidad somalí era 10 veces más alto. En el Reino Unido los negros y minorías étnicas (BAME) son el 13 % de la población pero un tercio de los admitidos en las UCIs. En Chicago los negros son un tercio de la población, pero contribuyen el 72 % de los muertos. En el Bronx, el riesgo de contraer el COVID-19 es similar al de otros barrios de Nueva York, pero el riesgo de morir es el doble. Tres de cada cuatro sanitarios muertos por el coronavirus en el Reino Unido  son BAME.

Fig. 1. La tasa de mortalidad por coronavirus para las minorías étnicas es tres veces las de los blancos. Fuente: The Sun.

Mientras los medios de izquierdas se lanzan a proclamar que ellos saben la razón y que el virus discrimina porque la gente discrimina (peores casas, peor alimentación, peor salud, peores trabajos), los investigadores tratan de averiguar la causa. El director del Instituto Europeo de Bioinformática piensa que tras ajustar los datos por razones obvias de patologías previas (comorbilidad) y estatus socioeconómico la diferencia que queda no se debe a causas genéticas. Y sin embargo el 100 % de los 147 vagabundos de un albergue para sin techo de Boston que dieron positivo eran asintomáticos o casos muy leves. No se me ocurre peor estatus socioeconómico que ese.

Como veremos más abajo, la razón más obvia y que es conocida desde hace décadas se les está escapando.

Volviendo al estudio, la edad media de los 16.479 ingresados es de 72 años, y la edad media de los pacientes que murieron de 80 años. La edad es el mayor factor de riesgo con diferencia. El 60 % son varones. La mitad de los ingresados (47 %) no tenían patologías previas (comorbilidad). Entre los demás la media era de 2,9 patologías por paciente (lo que tiene la edad), siendo las más frecuentes enfermedad cardíaca (29 % del total), diabetes (25 %), enfermedad pulmonar (19 %) del riñón (14 %), asma (14 %), demencia (12 %), enfermedad neurológica (10 %), cáncer (8 %), enfermedad reumatoide (8 %), obesidad (8 %), y ser fumador (5 %).

Comparado con la población de 0-50 años, los que están entre 50-69 años tienen un riesgo 4 veces mayor de morir, los de 70-79 diez veces mayor, y los de más de 80 catorce veces mayor. Las comorbilidades por comparación incrementan el riesgo mucho menos, entre un 10-30 % cada una.

Fig. 2. Tasa de riesgo de muerte (cociente de probabilidades) en función de diversos factores entre 16.749 pacientes ingresados con respecto a los pacientes de todo tipo y condición menores de 50 años. La escala es logarítmica y el mayor factor de riesgo con mucha diferencia es la edad. Ayuda si se ha nacido mujer. Fuente: Docherty et al. 2020.

Vamos que si eres hombre, negro, mayor de 70, obeso, diabético, con el sistema circulatorio mal y además fumas, no te salva nadie, así que mejor que no pilles el virus.

2. Cómo mata la enfermedad

Una de las cuestiones más interesantes es por qué el virus pasa de puntillas por muchas personas, a otras les causa síntomas leves y sin embargo a otros los pone gravísimos y se lleva por delante de forma espantosa a los que encuentra en peores condiciones.

La respuesta es que no es el virus el que mata, que en sí es bastante inofensivo, sino la inadecuada respuesta inmune que presentan los que enferman gravemente, y los que consiguen superarlo es porque están en suficiente buen estado como para sobrevivir al daño que les causa su sistema inmune, y son capaces de recuperarse tras el fin de la infección.

El doctor Paul Marik, jefe de cuidados críticos y medicina pulmonar de la East Virginia Medical School lo pone blanco sobre negro (sin connotaciones raciales) revelando el grave error médico que se ha cometido:

Tres procesos patológicos centrales conducen al fallo multiorgánico y la muerte en el COVID-19:

  1. Hiperinflamación ("tormenta de citoquinas"): un sistema inmunitario desregulado cuyas células se infiltran y dañan múltiples órganos, a saber, los pulmones, los riñones y el corazón. Ahora se acepta ampliamente que el SARS-CoV-2 causa la activación aberrante de linfocitos T y macrófagos, lo que resulta en una "tormenta de citoquinas".
  2. Hipercoagulabilidad (aumento de la coagulación): el sistema inmunitario desregulado daña el endotelio y activa la coagulación sanguínea, causando la formación de coágulos sanguíneos micro y macro. Estos coágulos sanguíneos deterioran el flujo sanguíneo.
  3. Hipoxemia severa (niveles bajos de oxígeno en la sangre): inflamación pulmonar causada por la tormenta de citocinas, junto con microtrombosis en la circulación pulmonar, que afecta severamente la absorción de oxígeno, lo que resulta en un fallo de oxigenación.

Las patologías anteriores no son nuevas, aunque la gravedad combinada en la enfermedad COVID-19 es considerable. Nuestras experiencias de hace mucho y más recientes muestran un éxito consistente en el tratamiento si se logran los principios terapéuticos tradicionales de intervención temprana y agresiva, antes del inicio del fallo orgánico avanzado. Es nuestra opinión colectiva que los niveles históricamente altos de morbilidad y mortalidad por COVID-19 se deben a un solo factor: la renuencia generalizada e inapropiada entre los intensivistas a emplear tratamientos antiinflamatorios y anticoagulantes, incluida la terapia con corticosteroides al inicio de la hospitalización del paciente. Es esencial reconocer que no es el virus lo que está matando al paciente, sino el sistema inmunitario hiperactivo del paciente. Las llamas del "incendio de citoquinas" están fuera de control y deben extinguirse. Brindar cuidados de apoyo (con ventiladores que avivan el incendio) y esperar a que se apague simplemente no funciona… este enfoque ha FALLADO y ha provocado la muerte de decenas de miles de pacientes.

El fracaso sistemático de los sistemas de cuidados críticos para adoptar la terapia con corticosteroides es el resultado de las recomendaciones publicadas contra el uso de corticosteroides por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la American Thoracic Society (ATS), entre otros. Una publicación muy reciente de la Society of Critical Care Medicine de la que es autor uno de los miembros del grupo de Front Line COVID-19 Critical Care, identificó los errores cometidos por estas organizaciones en sus análisis de estudios de corticosteroides basados ​​en el hallazgos de las pandemias de SARS y H1N1. Su recomendación errónea de evitar los corticosteroides en el tratamiento de COVID-19 ha llevado al desarrollo de innumerables fallos multi-orgánicos que han abrumado los sistemas de cuidados intensivos en todo el mundo.

Fig. 3. Las cuatro fases de la enfermedad a lo largo de las cuales el estado del paciente empeora no en función de la cantidad de virus que produce, sino de la respuesta inmunitaria que presenta. La desregulación inmunitaria comienza con la formación de trombos, continúa con el síndrome de activación de macrófagos y termina con la tormenta de citoquinas. A lo largo del proceso se producen la sepsis y el fallo multiorgánico que causan la muerte del paciente. Cada fase requiere un protocolo de medicación específico. Fuente: EVMS Critical Care COVID-19 Protocol.

Según el doctor Marik y otros muchos médicos hay que evitar intubar a los pacientes tanto como sea posible. La intubación es contraproducente y el 50 % de los intubados fallece. La falta de ventiladores que tanto nos agobiaba probablemente haya salvado algunas vidas.

Como dice bien claro el doctor Marik, la información de la importancia del tratamiento con corticosteroides se conoce desde las epidemias de SARS y H1N1 y sin embargo las recomendaciones oficiales eran las contrarias, lo que ha causado la muerte de miles de personas. Me consta que doctores españoles han aprendido a base de perder pacientes de COVID-19 a ignorar dichas recomendaciones y a poner a sus pacientes en tratamiento temprano de anticoagulantes y corticosteroides, tan pronto como aparecen los síntomas de hipoxia. Los protocolos del Dr. Marik y su grupo están en el documento enlazado, y debería ser examinado por cualquiera que trate a pacientes de COVID-19 para su comparación con lo que se hace aquí. No me cabe duda de que muchos de nuestros excelentes médicos ya están al tanto, pero puede que no todos.

3. La Vitamina D y su importancia

La importancia que tiene la vitamina D para los humanos no puede sobreestimarse. La raza blanca es consecuencia de mutaciones para favorecer la producción de vitamina D, porque la vitamina D3 (colecalciferol) se sintetiza en la piel a partir del colesterol, por la acción de los rayos UVB del sol, y la melanina reduce la producción. La vitamina D se consigue por fotosíntesis en la piel o por la ingesta de alimentos, aunque son muy pocos los alimentos que la contienen en cantidades significativas, esencialmente solo los pescados azules (salmón, atún, sardinas) y algunas setas que han crecido expuestas a rayos UV (no en oscuridad). Huevos y mantequilla tienen algo, pero no mucho.

La vitamina D es liposoluble, por lo que no se elimina por la orina y puede dar lugar a toxicidad si se alcanzan niveles demasiado altos, aunque la hipervitaminosis D es extremadamente rara y los casos más graves se dieron entre exploradores polares del siglo XIX que comían hígados de osos polares y focas que la contienen en cantidades altísimas. La cantidad de vitamina D fotosintetizada por la piel está sujeta a regulación, por lo que no da lugar a excesos, aunque hay que ser muy conscientes del riesgo de cáncer de piel por exposición al sol. La vitamina D, tanto sintetizada como ingerida, es transformada en el hígado en 25-Hydroxivitamina D [25(OH)D], que es la que se mide en sangre, pero la forma activa es la 1,25-Dihidroxivitamina D que se produce en los riñones y en menor medida en los tejidos a partir de la 25(OH)D.

Fig. 4. Esquema simplificado del metabolismo de la vitamina D. La vitamina D de la dieta o generada endógenamente se metaboliza en el hígado a 25-hidroxivitamina D y en el riñón y otros tejidos a la hormona activa 1,25-dihidroxivitamina D. Fuente: Zittermann et al. 2016.

La vitamina D tiene múltiples funciones en el cuerpo, la principal es la de regular el metabolismo y los niveles de calcio, y por ello se usaba en forma de aceite de hígado de bacalao para combatir el raquitismo en la primera mitad del siglo XX. Pero la vitamina D actúa a través de su receptor, que es un factor de transcripción que regula la expresión de cientos de genes, por lo que está implicada en multitud de procesos. Es un regulador del sistema inmune que activa la respuesta innata y regula la respuesta adaptativa (mejora la respuesta de ambos). En el artículo pan-europeo de la Sociedad Europea de Menopausa y Andropausa sobre la vitamina D del año 2012 dice lo siguiente:

Una revisión sistemática de estudios prospectivos informó un riesgo de mortalidad de dos a cinco veces mayor entre los sujetos con niveles más bajos de 25(OH)D en suero.

El tratamiento con vitamina D disminuyó la mortalidad, aunque solo la vitamina D3 disminuyó significativamente la mortalidad, mientras que otros compuestos relacionados no lo hicieron.

El efecto de la suplementación con vitamina D en adultos, con o sin calcio, sobre la fuerza muscular también se ha estudiado en una revisión sistemática y metaanálisis de 17 ensayos controlados aleatorios. Los datos agrupados mostraron un efecto considerable de la suplementación con vitamina D sobre la fuerza muscular de la cadera solo en sujetos con niveles séricos de 25(OH)D < 25 nmol/L. Por lo tanto, la vitamina D puede estar involucrada en el mantenimiento de la fuerza muscular.

La hipovitaminosis D se ha asociado con una serie de factores de riesgo, como hipertensión, metabolismo de la glucosa y los lípidos, obesidad, enfermedad de las arterias periféricas, enfermedad de las arterias coronarias, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular

La vitamina D induce la diferenciación celular e inhibe la proliferación y el potencial metastásico y, por lo tanto, puede considerarse como un agente antiapoptótico.

La susceptibilidad a la infección se ha relacionado con el estado de la vitamina D, incluidas las infecciones virales del tracto respiratorio superior. Un análisis secundario de la Tercera Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición encontró que los niveles séricos de 25(OH)D estaban inversamente asociados con una infección reciente del tracto respiratorio superior y que la asociación puede ser más fuerte en aquellos con enfermedades del tracto respiratorio como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Un estudio prospectivo reciente en pacientes con neumonía informó que la deficiencia severa de 25(OH)D estaba relacionada con tasas de mortalidad más altas en comparación con aquellos con niveles suficientes. El aumento de la mortalidad no se relacionó con afecciones comórbidas, edad o gravedad de la enfermedad aguda.

La cantidad diaria recomendada es de 600 UI/día, aumentando a 800 UI/día en los mayores de 71 años. Los suplementos de vitamina D deben usarse cuando no se pueden implementar las recomendaciones de dieta y estilo de vida (luz solar). No se recomienda aumentar la ingesta de alimentos fortificados o la exposición a la luz solar. Parece que hasta 4000 UI de vitamina D3/día carecen de efectos adversos significativos, y aumentan efectivamente los niveles séricos de 25(OH)D a concentraciones fisiológicas normales-altas.

Examinemos algunos de estos aspectos con algo más de detalle, por su interés para el caso que nos ocupa.

3.1. Vitamina D y mortalidad

Un estudio austríaco cruzó los datos de todos los pacientes del Hospital General de Viena entre 1991 y 2011 a los que se les midieron los niveles de 25(OH)D, en total 78.581 pacientes, con el registro nacional de muertes austríaco. En esos 20 años se observaron 11.877 muertes y calcularon la tasa de riesgo de muerte. Los valores de 25(OH)D ≤ 10 nmol/L estaban asociados a un riesgo de muerte de dos a tres veces mayor en los menores de 75 años, mientras que unos valores de 25(OH)D ≥ 90 nmol/L estaban asociados a un riesgo de muerte un 40 % inferior en los menores de 75 años, con respecto al valor de referencia de 50 nmol/L. En términos de mortalidad por causas específicas, encontraron que la asociación más fuerte entre los bajos niveles de vitamina D y la causa de la muerte se daba para la diabetes, con un riesgo 4 veces mayor, y para las enfermedades infecciosas y otras enfermedades con un riesgo 2 veces mayor, aunque no para el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.

Fig. 5. Tasa de riesgo para la muerte por cualquier causa en función de los niveles en suero de vitamina D. Por debajo de 75 años unos niveles muy bajos de vitamina D son un indicador de un riesgo muy alto de muerte. Fuente: Waldhoer et al. 2018.

3.2. Vitamina D y las infecciones respiratorias

Quien quiera investigar la medicina adecuadamente debe proceder así: en primer lugar, considerar las estaciones del año… (Hipócrates, c. 400 a.J.).

R. Edgar Hope-Simpson fue un médico británico que se hizo famoso por descubrir la latencia del virus de la varicela. También fue el primero en documentar que el pico de la epidemia estacional de gripe se produce un mes después del solsticio de invierno. Sus observaciones le llevaron a desarrollar la hipótesis de que la causa del factor estacional era la radiación solar, que afectaba al virus, a su huésped humano o a la interacción entre ambos. Él veía la gripe como una cosecha de invierno que unos años se daba mejor y otros peor, pero que en verano, a pesar de que seguía presente en un 2 % de la población y no le faltaban víctimas potenciales sin anticuerpos no daba lugar a brotes epidémicos.

Cannell y colaboradores publicaron un artículo en 2006, del que procede la información anterior, en el que revisaron las investigaciones que relacionaban las epidemias de gripe con los niveles de vitamina D y en el que dicen lo siguiente:

La radiación solar desencadena una fuerte producción estacional de vitamina D en la piel; La deficiencia de vitamina D es común en el invierno, y la vitamina D activada, 1,25(OH)2D, una hormona esteroide, tiene profundos efectos sobre la inmunidad humana. 1,25(OH)2D actúa como un modulador del sistema inmune, evitando la expresión excesiva de citocinas inflamatorias y aumentando el potencial de "explosión oxidativa" de los macrófagos. Quizás lo más importante es que estimula drásticamente la expresión de péptidos antimicrobianos potentes, que existen en los neutrófilos, monocitos, células asesinas naturales y en las células epiteliales que recubren el tracto respiratorio, donde juegan un papel importante en la protección del pulmón contra la infección. Los voluntarios inoculados con el virus de influenza vivo atenuado tienen más probabilidades de desarrollar fiebre y evidencia serológica de una respuesta inmune en el invierno. La deficiencia de vitamina D predispone a los niños a infecciones respiratorias. La radiación ultravioleta (ya sea de fuentes artificiales o de la luz solar) reduce la incidencia de infecciones respiratorias virales, al igual que el aceite de hígado de bacalao (que contiene vitamina D). Un estudio intervencionista mostró que la vitamina D reduce la incidencia de infecciones respiratorias en los niños.

Por todo ello propusieron que la falta de vitamina D podía ser el "estímulo estacional" de Hope-Simpson.

Fig. 6. En negro variación estacional en los niveles de 25(OH)D en los habitantes entre 50 y 80 años en una ciudad del sur de Alemania. En rojo porcentaje de meses en los que hubo brotes epidémicos de gripe A entre 1964 y 1975 en latitudes al norte de 30 °N. En naranja (sin escala) el recorrido de la verticalidad del sol entre 23,5 °S y 23,5 °N a lo largo del año. Las epidemias de gripe son inversamente proporcionales a la radiación solar con un mes de retraso, y tienen su pico cuando los niveles de vitamina D son más bajos en la población. Fuente: Cannell et al. 2006.

En 2016 Zittermann y colaboradores realizaron un meta-estudio de 16 estudios sobre el efecto de administrar vitamina D sobre las infecciones agudas del tracto respiratorio alto (catarros y gripes). El resultado es que la administración de vitamina D reduce significativamente el riesgo de contraer una infección respiratoria. La tasa de asociación (odds ratio) era de 0,65 (0,5-0,85 al 95%), una tasa de 1 indica que la exposición no afecta al resultado mientras que una tasa menor de 1 indica que la exposición reduce el riesgo de resultado, en este caso de infección.

Fig. 7. Meta-análisis (análisis de un grupo de análisis) de la eficacia de la terapia con vitamina D para prevenir las infecciones agudas de las vías respiratorias. El resultado se presenta como tasa de asociación, y es significativo. Fuente: Zittermann et al. 2016.

A pesar de que la vitamina D ingerida se acumula en el tejido adiposo, los estudios muestran que es más eficaz para prevenir las infecciones agudas del tracto respiratorio tomarla en dosis diarias, que en dosis semanales o mensuales, y que el nivel en sangre debe ser para este fin de al menos 50 nmol/L. Por ello Zittermann et al., 2016 recomiendan que las personas con riesgo de deficiencia de vitamina D tomen todo el año una dosis diaria de 1000 UI, y que el resto de la población lo haga desde principios del otoño hasta mediados de primavera.

4. En Europa y otras partes del mundo hay una pandemia de hipovitaminosis D

A latitudes de 40° N (Boston, Madrid) no hay producción de vitamina D por la piel desde octubre hasta marzo y a latitudes de 50° N entre septiembre y abril. Salvo que se tome en la dieta, buena parte de la población adquiere niveles de deficiencia subclínica. Desde hace décadas se sabe que esto es un problema en Europa, donde a diferencia de en Estados Unidos no es común tomar leche y cereales fortificados con vitamina D. En Europa el 13 % de la población tiene niveles medios anuales por debajo de 30 nmol/L y el 40 % tiene deficiencia subclínica de vitamina D durante el invierno, porcentaje que sube al 80 % de los ancianos ingresados en residencias.

En los años 90 una serie de estudios en Europa mostraron el curioso resultado de que aunque los niveles de vitamina D en cada país solían ser mayores cuanto menor la latitud, las diferencias entre países mostraban el efecto inverso y los países del sur de Europa tienen mayor deficiencia en vitamina D que los países del norte.

Fig. 8. En Europa los niveles de vitamina D muestran un gradiente inverso al que cabría esperar con la latitud y los países del sur de Europa tienen unos niveles más bajos que los del norte. Fuente: van Schoor & Lips, 2011.

Esto se puede explicar por diferencias dietéticas, de color de piel y de costumbres. En los países escandinavos se toma más pescado azul, y se suplementan algunos alimentos con vitamina D, y en los países del sur la gente tiene la piel más oscura y a menudo evita el sol debido al calor. En España además no solo tenemos la hora más desplazada con respecto al horario solar, sino que nuestras costumbres la desplazan aún más con un horario de comidas y actividades que sorprende a toda Europa.

Con una prevalencia de niveles de vitamina D en suero inferiores a 50 nmol/L del 40 % de la población europea en invierno, la situación ha sido descrita como pandémica. El problema es aún mayor para la población anciana (la capacidad de producir vitamina D por la piel disminuye con la edad), y para la población inmigrante de piel oscura. Ambos grupos tienen unos niveles de vitamina D bajos durante todo el año y bajísimos durante el invierno. Para colmo de males muchos medicamentos que toman las personas mayores con regularidad para otras patologías afectan adversamente a los niveles de vitamina D.

"La deficiencia de vitamina D es evidente en toda la población europea con tasas de prevalencia preocupantes y que requieren acciones desde una perspectiva de salud pública." Cashman et al., 2016.

La situación de la vitamina D en el resto del mundo ha sido estudiada por Mithal et al., 2009 y por van Schoor & Lips, 2011. Además del sur de Europa, los niveles de vitamina D son preocupantemente bajos en Oriente Medio y Asia.

5. Vitamina D y coronavirus

Como hemos visto se sabe desde hace tiempo que la vitamina D protege de las infecciones respiratorias y activa la respuesta inmune innata mientras que regula la respuesta adaptativa. La respuesta innata es la que protege en la infancia y frente a nuevas amenazas, mientras que la adaptativa, también importante para la defensa frente a amenazas conocidas por su memoria, es responsable de los problemas inflamatorios y de coagulación asociados a un exceso de respuesta.

También hemos visto que los bajos niveles de vitamina D están asociados a muchas de las patologías previas que predisponen a un peor curso de la enfermedad COVID-19, como hipertensión, obesidad, enfermedades circulatorias y accidentes cerebrovasculares. Más aún están directamente asociados a un mayor riesgo de muerte por múltiples causas, incluidas las causadas por infecciones respiratorias.

Por ello no es sorprendente que los investigadores estén encontrando una asociación entre la mortalidad del COVID-19 y la vitamina D, lo sorprendente es que la asociación sea tan fuerte.

El informe de Mark Alipio sobre 212 casos del sur de Asia encontró una asociación entre los niveles de suero de 25(OH)D y el resultado de la infección. Los niveles eran más bajos entre los casos críticos, y más altos entre los casos suaves. Tener unos niveles de una desviación estándar por encima de la media hacían que las posibilidades de tener una forma suave de la enfermedad fueran 8 veces más altas que una severa y 20 veces más altas que una crítica.

Fig. 9. Los resultados del informe de Alipio 2020 en forma gráfica. Los niveles altos de vitamina D (verde) están asociados a formas suaves de la enfermedad, mientras que los niveles bajos (rojo) y medios (amarillo) están asociados a formas más graves.

El estudio en Indonesia de Raharusuna et al., 2020 de 780 casos el 98,8 % de los pacientes con niveles deficientes de vitamina D (< 20 ng/mL) murieron, el 87,8 % de los que tenían niveles insuficientes (20-30 ng/mL), y tan solo el 4,1 % de los que tenían niveles normales (>30 ng/mL). Corrigiendo por edad, sexo y comorbilidad encontraron que las posibilidades de morir eran 10 veces más altas en los pacientes con niveles deficientes que en los pacientes con niveles normales.

El estudio de Lau et al., 2020 es con una muestra más pequeña (20 pacientes), pero es más detallado. De los 20 pacientes 15 tenían niveles bajos de vitamina D (< 30 ng/mL), pero de los 13 que ingresaron en la UCI, 11 los tenían bajos por 4 de los 7 que no ingresaron en UCI. Además todos los pacientes menores de 75 años que ingresaron en la UCI tenían los niveles bajos. Como vimos en el estudio de mortalidad austríaco la relación entre niveles de vitamina D y mortalidad se desvanece en gran medida entre los mayores de 75, probablemente por el fuerte incremento de las otras causas de fallecimiento.

Investigadores de East Anglia han puesto en la red una correlación entre los niveles medios de vitamina D en los distintos países europeos y la incidencia de casos y muertes por coronavirus que muestra una relación positiva.

Fig. 10. Correlación entre los niveles de vitamina D (nm/L) y el número de casos de COVID-19 por millón de habitantes en 20 países europeos. Fuente: Ilie et al 2020.

Lejos de ser concluyente y sin corregir para factores como diferente progresión de la enfermedad, es sin embargo un dato más de que no solo la severidad de la enfermedad en los pacientes sino también en los países muestra correlación con los niveles de vitamina D.

La prensa se hizo eco de esta relación hace una semana. "Un estudio sugiere que las personas con bajos niveles de vitamina D es más probable que se contagien de coronavirus y mueran de COVID-19".

6. Conclusiones y recomendaciones

La hipótesis de que la vitamina D es fundamental para luchar contra el coronavirus, o más bien para evitar que nuestro cuerpo nos mate en la lucha, cuenta con un montón de soporte anecdótico a falta de estudios más conclusivos, está además apoyada por estudios de las últimas décadas sobre su función en la respuesta inmunológica y su papel en prevenir las infecciones de las vías respiratorias, y explica muy bien por qué la gente de color oscuro muere desproporcionadamente en los países del norte, pero parece llevarlo bien en los trópicos y por qué los sin techo de cualquier raza, que se pasan todo el día en la calle, pasan la enfermedad como campeones a pesar de tener una salud bastante precaria y una alimentación deficiente.

La vitamina D no es cara, la dosis mensual cuesta entre 6 y 10 €, aunque es posible que desaparezca de las farmacias y tiendas on-line en un santiamén como hicieron las mascarillas y el gel hidroalcohólico. El coste de la estancia de una persona una noche en una UCI puede pagar las dosis para un mes de vitamina D de 3.000 personas. De hecho los gobiernos europeos, particularmente los del sur, deberían haber tomado medidas para paliar la epidemia de hipovitaminosis D que nos aflige hace tiempo. Si por una vez hacen bien las cosas deberían hacer acopio de vitamina D para tratar a toda la población con 1000 UI cada día desde el 15 de septiembre hasta el 15 de marzo y todo el año a la población mayor. Quizá sea nuestra mejor opción frente a la segunda oleada. Unos niveles altos de vitamina D durante el invierno podrían resultar más útiles que una vacuna. La de la gripe hay años que falla más que una escopeta de feria. La ventaja de los suplementos de vitamina D es que no tienen prácticamente efectos negativos.

De momento nuestra mejor opción es tomar el sol, que finalmente ya lo tenemos aquí. 15 minutos de exposición solar en bañador sin protección tres veces a la semana proporcionan toda la vitamina D que necesitamos a 40° N en esta época del año para la gente que no tiene la piel muy oscura. Hay que corregir para el tipo de piel, la inclinación del sol (dependiente de la hora y mes), y la superficie expuesta (15 % vestido en manga corta). Serrano et al. 2017 hicieron un estudio en Valencia para la cantidad de sol que hay que tomar para el tipo de piel III (se pone moreno con facilidad y raramente se quema), el más común en España. Yo soy tipo II, me cuesta ponerme moreno y me quemo con facilidad, así que me basta con menos sol. En el artículo (disponible entero aquí) tienen una tabla de tiempos para cada estación, de la que os pongo una figura.

Fig. 11. Tiempo (mediana (percentiles 25-75)) para inducir eritema (tE, rojo, malo) y para producir 1000 UI (tUVD, azul, bueno) alrededor del mediodía solar (11:30-12:30 UTC), para pieles de tipo III a 39,5 °N a nivel del mar en España. Para calcular tUVD se considera una exposición corporal del 10 % (cara, cuello y manos) en invierno (enero). En primavera (abril) y verano (julio) se considera un 25 % (cuello, manos y brazos), y en otoño (octubre) un 15 % (cara, cuello, manos y mitad de brazos). Fuente: Serrano et al. 2017.

De cara al otoño haced acopio de vitamina D, preferiblemente D3 en pastillas de 1000 UI (0,025 mg, o 25 µg) para tomar una al día hasta la siguiente primavera. Una alternativa aún mejor (en mi opinión) si podéis conseguirlo es el aceite de hígado de bacalao, que además es rico en vitamina A. Cuidado de no exceder la dosis recomendada. Hasta 4.000 UI diarias es seguro según los expertos.

7. Actualización 14 de mayo 2020

Dada la polémica generada por el tema de la disparidad racial en la letalidad por coronavirus y mi opinión de que aunque el nivel socioeconómico pueda influir en la enfermedad, al igual que en cualquier otra patología no puede explicar un diferencia tan grande, actualizo con un estudio al respecto que he encontrado (el único hasta la fecha) que trata el tema de la influencia de la raza en la enfermedad COVID-19.

El estudio está realizado por especialistas en medicina estadística catalanes que trabajan en Oxford y en Cataluña. Trabajan con datos estadísticos de 415.582 personas, de las cuales 1.416 han sido testadas por PCR y 651 han dado positivo para COVID-19. El estudio no analiza la letalidad, que sería lo deseable, sino la probabilidad de infectarse, aunque casi seguro que ambas están relacioadas porque en el Reino Unido, al igual que en España se testa por PCR a la gente que desarrolla la enfermedad y en alta proporción va a un hospital.

"Etnia, comorbilidad, estado socioeconómico y sus asociaciones con la infección por COVID-19 en Inglaterra: un análisis de cohorte de datos del Biobanco del Reino Unido"

Los resultados son muy claros:

Las diferencias observadas no se atenuaron después del ajuste multivariable por edad, sexo, IMC, tabaquismo, consumo de alcohol, estado socioeconómico y comorbilidad (Figura 1). En comparación con los participantes blancos, los participantes negros tenían un riesgo relativo ajustado (IC 95%) para la infección por COVID-19 de 3.30 (2.39-4.55), otros grupos étnicos un riesgo de 1.93 (1.08-3.45), los participantes asiáticos un riesgo de 2.04 (1.36-3.07), y los participantes chinos un riesgo de 3.00 (1.11-8.06). Los participantes con etnia mixta (1.07 (0.40-2.86)) no difirieron de los participantes blancos.

Y apoyan la hipótesis que adelantaba a partir de los datos de letalidad. Después de ajustar por nivel socioeconómico y comorbilidades la raza tiene un papel fundamental triplicando el riesgo de desarrollar la enfermedad en el caso de los negros. La raza en el Reino Unido es un factor mucho más importante que el nivel socioeconómico o que las comorbilidades.

Por supuesto la explicación de que pueda deberse a los niveles de Vitamina D sigue siendo una hipótesis no demostrada, pero es la más razonable de las expuestas y es congruente con nuestro conocimiento de su papel en el sistema inmune y en otras infecciones respiratorias.

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  • Coronavirus (COVID-19)
  1. #60
    15/05/20 15:20
  2. en respuesta a Knownuthing
    -
    #59
    15/05/20 07:08
    Si quieres aportar algún dato científico, recurre a artículos científicos, no a blogs donde sólo se expresan opiniones. Por otra parte, la ciencia no es algo monolítico, si buscas bien encontrarás artículos de todos los gustos y contradictorios entre sí. Se trata de ver lo que dicen LA MAYORÍA de los artículos, no lo que dice un individuo que guste de polemizar y llevar la contraria a la mayoría. 
    En medicina, y algo sé de esto después de 30 años, se intenta aplicar las medidas progresivamente, recurriendo a medidas agresivas sólo cuando el posible beneficio supera al riesgo y cuando las medidas no agresivas han fracasado, y la muerte sería inevitable en caso de no aplicar las medidas agresivas. Créeme que los intensivistas no gustan de intubar alegremente a cualquier enfermo, se lo piensan muy bien antes de hacerlo, y a muchos no les intubarían en ningún caso porque debido a su mal estado general no se iban a beneficiar, es lo que pasa con pacientes ancianos deteriorados, y por cierto se les ha criticado mucho a los médicos por no intubar a estos pacientes. 
    Cualquier hospital español decente aplica técnicas de ventilación no invasivas de manera habitual, y cuando fracasan y SÓLO ENTONCES, es cuando se intuba, porque si no se hiciera el enfermo moriría con total seguridad. 
    Los enfermos COVID son tratados con antiinflamatorios SIEMPRE, ¿no sabes que la cloroquina e hidroxicloroquina se utilizan por su efecto antiinflamatorio? También son heparinizados de manera habitual, como cualquier paciente hospitalizado encamado. La corticoterapia tiene mayor poder antiinflamatorio pero es controvertida porque favorece la diseminación de la enfermedad,. Hay estudios que demuestran que mejora la evolución de la enfermedad y otros que demuestran lo contrario, no parece haber un consenso, y por eso no se aplica de manera habitual. 
    Y con respecto a tu artículo sobre la pobreza, ya te he explicado que si buscas bien puedes encontrar artículos que defiendan cualquier teoría, y que lo que cuenta es lo que dicen la mayoría de los artículos. Si buscas y dejas tu ideario político a un lado, encontrarás miles de artículos que demuestran la relación entre la pobreza y la salud. 
  3. en respuesta a Alfon1971
    -
    Top 100
    #58
    15/05/20 00:59
    Alfon1971,
    Una opinión que muy pocos intensivistas compartirán. Además, bastante incorrecta
    Ya, pues será que yo me invento las cosas, excepto que yo no me invento nada.
    La ventilación no invasiva y la cánula nasal de alto flujo son tratamientos para la insuficiencia respiratoria aguda, incluso en casos graves de neumonía viral como COVID-19. Tienen fama de ser técnicas de riesgo que transmiten el virus, y están prohibidas en muchos hospitales para el tratamiento de COVID-19.
    Contagion Risk from Non-Invasive Ventilation
    Lees bien, prohibidas en muchos hospitales. Se intuba a la gente y punto. Y si se mueren pues se mueren. En ese artículo tienes la bibliografía.
    El curso natural de los pacientes graves de COVID-19 no es la muerte, es la curación. La tasa de mortalidad es del 1 %, y de la gente que desarrolla la enfermedad es el 4 %. Obviamente si no les tratas con anti-inflamatorios siguiendo las recomendaciones de la OMS o no les tratas con anticoagulantes y no sigues los protocolos anti-sepsis los casos graves se te mueren e intubarlos no hace diferencia.
    Lo de insultar a un jefe de medicina crítica de un hospital universitario de EEUU llamándole anti-vacunas y pro-homeopatía porque no piensa como tú es todo un detalle que te retrata a la perfección.
    Visto que no tienes razón respecto al riesgo de contagio con la ventilación no-invasiva, yo seguiré confiando en lo que dice el doctor Marik más que en lo que dices tú.

    No es la raza, ni el color de la piel, sino la pobreza.
    Porque tú lo digas. Ese estudio de Oxford que he puesto dice lo contrario. Tienes derecho a tu opinión como todo el mundo, pero las opiniones sin datos son solo opiniones.
    "Etnia, comorbilidad, estado socioeconómico y sus asociaciones con la infección por COVID-19 en Inglaterra: un análisis de cohorte de datos del Biobanco del Reino Unido"
  4. en respuesta a Knownuthing
    -
    #57
    14/05/20 22:35
    No es la raza, ni el color de la piel, sino la pobreza. La pobreza es uno de los principales factores que disminuyen la esperanza de vida. Y da la casualidad de que los de piel oscura suelen ser más pobres en todas partes. 
  5. en respuesta a Knownuthing
    -
    #56
    14/05/20 22:33
    Una opinión que muy pocos intensivistas compartirán. Además, bastante incorrecta porque lo que realmente aumenta el riesgo de contagio mediante aerosolizaciones es la propia maniobra de intubación y extubación, ya que requiere un contacto estrecho con el paciente; mientras que ningun tipo de oxigenoterapia no invasiva supone riesgo alguno, ya que no implica manipulación del paciente, que está aislado y los sanitarios fuera de la zona de aislamiento. También, la práctica común es dejar la intubación para casos límite, antes se hacen, de manera habitual,  diversas técnicas poco invasivas de oxigenoterapia que no requieren intubación, sería algo largo de explicar porque son varias las situaciones y las posibilidades.
    Que estos pacientes toleren bien la hipoxia no significa que no sea muy peligrosa para su vida, es común ingresar pacientes con saturaciones de oxígeno del 50 % bien toleradas, lo que no sucede en ningún otro caso  (por ejemplo, los años que trabajé en urgencias pocas veces vi saturaciones inferiores al 80 %, por EPOC o insuficiencia cardica, y siempre con una grave disnea): pero estos pacientes de COVID-19 con saturaciones de oxígeno bien toleradas, lo normal es que fallezcan a las pocas horas de estar en esta situación, y si hubieran sido intubados antes, podrían haber salvado la vida. 
    " Natural course seems to be the best. " El curso natural de la COVID-19 en pacientes graves es la muerte. Me parece que ya sé de qué pie cojea el que ha escrito esas falacias. A lo mejor también es de los que están en contra de las vacunas y a favor de la homeopatía. 
  6. Top 100
    #55
    14/05/20 22:13
    He actualizado el artículo para añadir el primer estudio que he encontrado sobre el efecto de la raza en la enfermedad COVID-19, que tanta polémica ha generado. A veces me sorprende la parte de mis artículos que resulta polémica, supongo que porque la gente ve las cosas teñidas por sus ideas políticas, cuando la ciencia solo responde a la evidencia. Los datos del Reino Unido y de EEUU gritan que la raza es un factor fundamental por sí mismo. En mi opinión es improbable que sea la genética y es mucho más plausible que sea el color de la piel a través de la vitamina D, aunque esté por demostrar.
  7. en respuesta a Pelayoderrotoalkamao
    -
    Top 100
    #54
    14/05/20 22:05
    Pelayo, lo de las fake news es una vergüenza, un modo de tratar de controlar la información por parte de los gobiernos, que se les estaba escapando. Siempre ha habido noticias falsas, pero los más interesados en engañar a la gente siempre han sido y siempre serán los gobiernos. Prácticamente todo lo que yo digo, a pesar de estar apoyado por evidencia demostrable, sería calificado de fake news si este blog fuera lo suficientemente seguido.

    Los expertos recomiendan desde 1.000 hasta 4.000 UI al día aunque se sospecha que no tiene efectos negativos hasta al menos 10.000 UI al día. Las recomendaciones de organismos oficiales están más abajo, en unas 600 UI al día, probablemente porque no están al día.

    La gente es reacia en ir al médico en medio de un confinamiento, y la mayor parte de la gente en España tiene unos niveles muy bajos en primavera antes de empezar a tomar el sol. pero desde luego el análisis es lo mejor para saber si uno necesita suplementos o no. Yo defiendo que es mejor tomar el sol que pastillas, por lo menos hasta octubre.

    Un saludo.
  8. en respuesta a Nitrato
    -
    Top 100
    #53
    14/05/20 21:58
    Nitrato, coincido con Gail en que la vacuna se hará esperar, y esperemos que no nos vendan a precio de oro vacunas que no funcionan.

    Con respecto a las oleadas, no es posible predecir las mutaciones del virus, pero la medicina moderna es muy eficiente y con el tiempo se pierden menos pacientes.

    En EEUU los liberales son contrarios al confinamiento por el daño económico que causa. Yo no estoy de acuerdo si te has dormido en los laureles y el virus se te ha metido hasta la cocina, porque o confinas o se te hunde el sistema sanitario y las consecuencias son terribles. Los países con respuesta temprana y efectiva se pueden permitir el lujo de no confinar y es la respuesta más inteligente, pero para eso había que haber tenido un gobierno más espabilado, como Portugal.

    En cuanto a las consecuencias económicas nadie te va a librar del hundimiento de la economía global, o sea que bien no le va a ir a nadie. a unos mal y a otros peor.
  9. en respuesta a Alfon1971
    -
    Top 100
    #52
    14/05/20 21:51
    Alfon1971,
    Un paciente que reuna criterios de intubación (hipoxemia grave que no responde a oxigenoterapia no invasiva) va a fallecer con toda probabilidad a corto plazo. Si lo intubamos, reducimos en riesgo a la mitad, aproximadamente. Que el 50 % de los intubados fallezca es un logro
    Como puedes comprender no es mi opinión, sino la de expertos como el Dr. Marik, que en su protocolo dice bien clarito:
    “We have zero success for patients who were intubated. Our thinking is changing to postpone intubation to as long as possible, to prevent mechanical injury from the ventilator. These patients tolerate arterial hypoxia surprisingly well. Natural course seems to be the best.”
    Try to avoid intubation if at all possible
    EVMS Critical Care COVID-19 Protocol
    El problema es que en muchos hospitales se resisten a dar a los pacientes ventilación de alto flujo por cánula (60-80 L/min) porque temen que incremente la producción de aerosoles y aumente el contagio al personal del hospital, prefiriendo intubarles directamente aunque aumente el riesgo para el paciente.
    Es la triste realidad.
  10. en respuesta a Codingh
    -
    Top 100
    #51
    14/05/20 21:44
    Codingh,

    Para aumentar la absorción de la vitamina D, se recomienda tomarla con grasa más allá de la que trae la cápsula. Lo mejor es tomarla con la comida donde se ingiera más grasa o si no tomarla con una cucharada de aceite.

    Un saludo.
  11. en respuesta a Pooka
    -
    Top 100
    #50
    14/05/20 21:41
    Pooka, ya te ha respondido Codingh. Solo añadir que si tienes sospecha de que tus niveles sean particularmente bajos y no puedes o quieres hacerte un análisis no hay problema en que empieces por una dosis más alta siempre que no la subas demasiado. En las farmacias venden Hidroferol que tiene unas dosis más altas y se receta a muchas mujeres para combatir la osteoporosis, y puedes tomar una pastilla las dos primeras semanas y luego pasar a una pastilla cada dos semanas si no estás tomando el sol. Eso debería subir tus niveles más deprisa que dosis más bajas diarias.

    Un saludo.
  12. en respuesta a Joseluis M
    -
    Top 100
    #49
    14/05/20 21:34
    Joseluis M,

    Gracias por una contribución con tanta información. Está claro que el efecto beneficioso de los suplementos de vitamina D es mayor cuanto menores son los niveles. Lo importante es que no te pille el virus con los niveles bajos, lo cual con solo un 5 % de la población que ha adquirido inmunidad (10 % en las grandes ciudades), sigue siendo muy importante. El sol sigue siendo la mejor fuente cuando luce.

    Un saludo.
  13. en respuesta a Nitrato
    -
    Top 100
    #48
    14/05/20 10:10
    Según Gail Tvberg ya deberíamos estar todos muertos hace años, así que no te creas sus previsiones al pie de la letra... ;)

    Aunque en este caso coincido con ella en que no debemos confiar en tener la vacuna en unos meses, como nos venden por la tele. Y, menos, para miles de millones de personas de golpe.
  14. en respuesta a Pelayoderrotoalkamao
    -
    Top 100
    #47
    14/05/20 10:07
    Ya está saliendo en la prensa generalista:

    https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2020-05-14/vitamina-d-mortalidad-coronavirus-covid-19_2593175/

    Aquí sí que aclaran que no es un medicamento (no sirve tomarla cuando ya tienes la infección) sino que (de confirmarse) previene.

    Lo de la dosis, comentan suplementar "al menos 400 UI al día", lo que no es decir mucho...

    Lo que más gracia me ha hecho es esto:

    En España, los especialistas no se muestran tan a favor: "Es mejor que nos demos unos paseos por el sol, en las horas permitidas, a tomar suplementos sin prescripción médica", resalta el doctor López Hoyos.

    Así que ya saben, a tomar el sol de 7 a 10 de la mañana (si no están trabajando) o de 8 a 11 de la noche... :P


  15. #46
    14/05/20 00:39
    Ya he comprado mis suplementos D3, ya tenía prescrita la toma de vitamida d (que siempre se me olvida) por tener los niveles bajos...
    Sea fake o no, cubre patologías, bajo riesgo y cuesta poco... quien no tira una moneda en la fontana de trevi para ver si se vuelve?

    Me llama la atención lo que ya lei o vi... casi siempre clasificado como fake. Algunos medios dicen que se hace porque los ultravioletas matan el virus si tomas el sol - estudio de universidad americana? (verás, matarlo lo matan cuando el ultravioleta le da al virus, pero... sobre la piel?). Algunos medios dicen que es fake porque la vitamina D no mata al virus... Tal vez no diferencien entre que previene o mate?

    https://www.youtube.com/watch?v=sA9vWn2V1XQ

    https://es.noticias.yahoo.com/indonesios-toman-sol-protegerse-coronavirus-091201738.html?guccounter=1&guce_referrer=aHR0cHM6Ly93d3cuZ29vZ2xlLmNvbS9zZWFyY2g_cT1pbmRvbmVzaW9zK2Nvcm9uYXZpcnVzK3RvbWFuZG8rc29sJmNsaWVudD1maXJlZm94LWItZCZlaT1nSFM4WHV1QklvR1lqTHNQdE9DdzJBNCZzdGFydD0xMCZzYT1OJnZlZD0yYWhVS0V3anJ3YnJGOGJIcEFoVUJER01CSFRRd0RPc1E4Tk1EZWdRSUN4Qk4mYml3PTEwOTMmYmloPTQ0NQ&guce_referrer_sig=AQAAAEj3MH5HggQvb0Vr-wo7MPIlnpyd_z5l1gTTcZRgCFZoye1zZo_sPPLxjGoXSlulHinjnyQKzkmGQ6e7WXlG-U8lgEvijjE55xyjE8g6mGFHM1w9xEtpN2emyRSSBsU67n_fZna-xfxubsNEeHnhHize35wYyNevKDnxM02qL-ZJ

    clasificado como fake news: http://www.rfi.fr/es/asia-pacifico/20200501-fake-news-los-indonesios-toman-el-sol-para-protegerse-del-coronavirus

    https://www.niusdiario.es/ciencia-y-tecnologia/ciencia/estudio-asegura-ayudar-ralentizar-coronavirus_18_2941845012.html

    Por cierto, lo de la dosis es todo un desafío... 1000 al dia? 4000 al dia?

    http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1889-836X2014000500001

    https://neolifeclinic.com/blog/por-que-hay-que-tomar-altas-dosis-de-vitamina-d/

    y que tal preguntar al médico y unos análisis de sangre?

  16. #45
    13/05/20 23:55
    Interesante artículo. Aunque ya tenía un multivitamínico en casa, he seguido tu recomendación y he adquirido suplementos específicos de vitamina d3, en Amazon se venden botes con cápsulas para un año entero. 
    Ayer estuve leyendo que la gripe del 18 tuvo tres oleadas, y que la segunda y la tercera fueron mucho más letales que la primera, no sé si crees que algo similar podría pasar con el covid-19. 
    Por otra parte acabo de leer la última entrada de Gail Tvberg y ella considera poco probable que esté disponible una vacuna a medio plazo. También me resulta curioso su enfoque sobre el modo de combatir la enfermedad: rechaza el confinamiento por considerarlo poco efectivo para evitar los contagios y porque las consecuencias del parón económico sobre el sistema financiero son exageradas y pueden producir más daño del que se pretende prevenir. 
  17. en respuesta a Karlo 1
    -
    #44
    13/05/20 16:22
    Estimado Karlo, adecuadas preguntas las tuyas. Los menores de 60 años y sin riesgos tienen menos chance de morirse por la infección, pero quizás las mismas de infectarse. Servirá la Vit D para evitar infección, o sólo servirá para que la misma sea leve??? No sé. Si alguien está blanquito, alejado del Sol, yo le daría vit D independientemente de edad, de si tiene otros factores de riesgo, y de todo.
    Siguen escribiendo del Sol. Eso sirve sólo en verano. No es sólo mi opinión personal, yo le mido la Vit D a casi todos mis pacientes.
  18. #43
    13/05/20 14:11
    Esto ya es de traca "hay que evitar intubar a los pacientes tanto como sea posible. La intubación es contraproducente y el 50 % de los intubados fallece. La falta de ventiladores que tanto nos agobiaba probablemente haya salvado algunas vidas".
    Un paciente que reuna criterios de intubación (hipoxemia grave que no responde a oxigenoterapia no invasiva) va a fallecer con toda probabilidad a corto plazo. Si lo intubamos, reducimos en riesgo a la mitad, aproximadamente. Que el 50 % de los intubados fallezca es un logro, realmente. 
    Y todo lo referente a la terapia de la COVID-19 se basa, igual que el resto del artículo, en meras hipótesis que están muy lejos de ser probadas.
  19. #42
    13/05/20 04:33
    Consumir menos de 10, 000 IU en auplemento no va a ayudar en mucho, la absorción es menor que si fuera en el sol y solo con 20 min o menos de sol se producen 20,000 IU y de mejor absorción. Si tienen obesidad es un factor de riesgo precisamente porque la vit D se diluye fácilmente en la grasa y por eso es menor en personas obesas. Ignoren eso de que produce toxicidad, no hay estudios conforme a eso y realmene se sospecha que tendría que ser hasta 100,000 IU por un largo periodo.

    La vit K es esencial también para llevar la vit D a donde debe y no exista mucha calcificación debido a la mayor absorción de calcio.

    Todo lo que viene en el artículo lo tenía bajo sospecha hace 3 meses pues llevo más de medio año investigando bastante de la Vit D.


    También sirve para controlar enfermedades autoinmunes: asma, artritis, arterosclerosis, diabetes 1, lu´pus, psoriasis nerviosa,etc.

    También para desinflamar entonces parala hipertensión... y no es que la hipertensión sea causa o factor de riesgo del covid sino que normalmente quienes tienen deficiencia de Vit D tienen hipertensión.

    Si quieren aprenden mucho más sigan al Dr Berg en youtube o la doctora rhonda patrick en found my fitness.
  20. en respuesta a Pooka
    -
    #41
    13/05/20 04:27
    La verdad arriba de 10,000. La que es ingerida no tiene la misma capacidad de ser absorbida que la de la piel. Además, puedes llegar a producir mínimo 20,000 IU por unos 10-20 min de exposición solar.

    Olvídate e ignora a los que digan que causa toxicidad, no hay estudios reales con eos y e silógico que si en la evolución nos la pasabamos en el sol creando vit D significa que haya toxicidad... es ilógico.

    Además, otro gran problema es que sí tienes mucha grasa no vas a absorber mucho proque se diluye. Se necesita además Vitamina K.


    todo esto que dice el ar´tículo le venía siguiendo la pista hace meses, incluso antes de comenzar el año y hace como 3 m3ses supuse que el problema siempre fue la vit D. Desde que comenzó el año me volví fan de la vit D y había investigado mucho.

    También es elemental para controlar enfermedades autoinmunes precisamente por el mismo mecanismo de la Vt D respecto al sistema inmune y para ayudar a mantener al cáncer a raya.