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¿De dónde vienen Los Niños?

El fenómeno meteorológico conocido como El Niño es la causa principal del verano y el otoño tan cálidos que hemos tenido, y de la contaminación tan alta que soportamos. El Niño no es causa ni consecuencia del calentamiento global, pero eso no impide que nos lo vendan como tal. Sea un consumidor climático precavido.

 

El fenómeno del Niño es conocido por los humanos desde muy antiguo. Los pescadores de las costas del Perú y Chile lo bautizaron con ese nombre porque algunos años sufrían la llegada de una corriente de agua muy cálida en torno a las Navidades que hacía desaparecer a la anchoveta de la que dependía su sustento. La presencia del Niño provocaba también un incremento a veces muy destructivo de las precipitaciones en toda la costa Este del Pacífico, desde Oregón hasta Chile.

El estudio moderno del fenómeno del Niño ha mostrado que afecta a gran parte del mundo, desde Asia Oriental y Australasia hasta Europa y Africa. También se ha descubierto que El Niño tiene su contrapartida en La Niña, que produce condiciones opuestas y que a menudo tiene lugar a continuación del Niño, aunque también puede presentarse independientemente.

¿Qué es El Niño?

El Niño puede ser entendido como una gigantesca masa de agua caliente que se desplaza a través del océano Pacífico. Desde los satélites se ve como una superficie de agua caliente tan grande como la mitad de los Estados Unidos (figura 1). Es como un iceberg caliente con su mayor parte sumergida hasta unos 100 m. de profundidad y cuya superficie sobresale hasta unos 150 cm. sobre el nivel del mar circundante debido a los vientos y corrientes que genera y a la menor densidad el agua caliente. Está constantemente cubierto por nubes y precipitaciones debido a la altísima evaporación que causa.

Figura 1. El Niño visto mediante termografía de satélite el 17 de Diciembre de 2015. Es la banda de agua varios grados por encima de la media en el ecuador del Pacífico. Fuente: NOAA.

La energía que contiene El Niño es casi inconcebible. Contiene más energía que la que se ha obtenido de quemar todos los combustibles fósiles en Estados Unidos durante todo el siglo XX. Serían necesarias un millón de grandes centrales energéticas de 1000 megavatios cada una funcionando todo el tiempo durante un año para calentar toda esa cantidad de agua del océano hasta ese punto.

Figura 2. El Niño de 2015 visto de perfil en el ecuador, con Sudamérica a la derecha y Nueva Guinea a la izquierda. El Niño tiene una profundidad de unos 100 m. y en su desplazamiento hacia el Este provoca la aparición de aguas inusualmente frias en el Pacífico asiático. Fuente: NOAA.

Esa energía la proporciona el Sol, calentando las aguas ecuatoriales, el principal punto de entrada de la energía solar en la Tierra. Los vientos alisios que soplan hacia el Oeste en el Pacífico ecuatorial empujan esas aguas calientes hacia las costas de Australia e Indonesia, donde se acumulan. Al hacerlo elevan el nivel del mar en el Pacífico Oriental con respecto al Occidental. En un momento dado las condiciones cambian, los alisios cesan y toda ese agua caliente se desliza cuesta abajo hacia el Pacífico Occidental. El Niño ha nacido.

¿Qué causa el Niño?

No lo sabemos. Hay quien opina que inusualmente fuertes vientos alisios están detrás de la creación del Niño, mientras que otros opinan que los fuertes alisios son una consecuencia del Niño.

Está claro que la causa no es el calentamiento global porque el Niño es un fenómeno muy antiguo. Aunque El Niño no fue frecuente durante el Óptimo Climático del Holoceno, cuando la Tierra estaba más caliente que ahora, se volvió frecuente a intervalos desde hace unos 6000 años durante el enfriamiento conocido como periodo Neoglacial del Holoceno que ha durado hasta el siglo XVIII, aunque desaparece durnte los periodos más frios, como la Pequeña Edad de Hielo.

Hay una relación muy clara entre El Niño y cambios en la velocidad de rotación de la Tierra (figura 3). Dichos cambios son del orden de milisegundos por día, y aunque se pueden medir con precisión no resultan detectables para nosotros, dado que la duración del día experimenta cambios que requieren la introducción o sustracción de un segundo cada varias décadas como se hace con los días que se introducen en los años bisiestos.

Los cambios en la velocidad de rotación de la Tierra se deben a los cambios en la velocidad del movimiento de las masas de aire en la atmósfera y de las masas de agua en los océanos por la ley de la conservación del momento angular. El ejemplo típico es la patinadora que al acercar los brazos incrementa su velocidad de giro. Las opiniones están divididas entre los que creen que los cambios en la rotación de la Tierra causan el Niño y los que creen que los cambios que provoca El Niño causan los cambios en la rotación de la Tierra. Yo estoy entre estos últimos.

Figura 3. Comparación entre el fenómeno del Niño y los cambios en la rotación de la Tierra. En rojo la temperatura de la superficie del mar en la región 1.2 que mide la intensidad del fenómeno del Niño, curva retrasada 7 meses. En azul el indicador MEI (Multivariate ENSO Index) que mide seis parámetros (entre ellos temperatura, presión y nubosidad) para dar una mejor medida de la intensidad del Niño (ENSO: El Niño Southern Oscillation), curva retrasada 7 meses. En verde la aceleración angular de la Tierra medida a partir de los cambios en la longitud del día (LOD). Nótese la fuerte correlación durante los extraordinariamente fuertes El Niño de 1982-83 y 1997-98.

Efecto neto del Niño sobre el clima de la Tierra

Desde el punto de vista planetario El Niño constituye una descarga de calor, similar a la liberación de presión de la válvula de una olla a presión. El planeta se enfría poniendo la mayor parte de ese calor primero en la atmósfera y después radiándolo al espacio. Sin El Niño ese calor tendría que ser transportado hacia los polos durante años o décadas por las corrientes marinas antes de sacarse del planeta.

Solo desde el limitado punto de vista de criaturas de superficie asustadas por los niveles de CO2 puede entenderse que El Niño sea visto como un peligroso calentamiento. Simplemente estamos en el camino de todo ese calor que se dirige hacia fuera del planeta.

Se puede ver claramente en los registros que El Niño calienta principalmente la atmósfera, y solo de forma secundaria la superficie. Es por ello que las medidas de temperatura de los satélites, que incluyen la temperatura de los niveles bajos de la atmósfera, registran muchísimo más calentamiento durante los fenómenos del Niño que las medidas de temperatura en superficie.

Cuando El Niño es especialmente fuerte, como el de este año, es tal la cantidad de energía que se libera al espacio, que prácticamente garantiza que el planeta no se va a calentar durante los siguientes 5 años. Todo El Niño fuerte suele venir seguido por una La Niña también fuerte que dura unos dos años durante los cuales la temperatura media baja, y unos tres años más de recuperación.

Mi impresión, aunque no está apoyada en la literatura, porque no he leído a nadie proponerlo, es que el fenómeno del Niño puede estar causado por un incremento del gradiente de temperaturas entre el ecuador y los polos. Buena parte de la energía que entra en el planeta lo hace por la zona tropical y sale de él por las zonas polares, lo cual crea un gradiente de temperaturas. Este gradiente de temperaturas es el motor térmico del planeta, que mueve las corrientes oceánicas, especialmente la circulación termohalina global (el cinturón de transmisión global) y las circulaciones atmosféricas, como las células de Hadley, Ferrer y Polar. Pero cuando el gradiente es excesivo para la cantidad de calor que puede mover el sistema, se acumula calor en el ecuador, y El Niño puede ser la válvula de escape que lo libera. Es por tanto un mecanismo regulador, no tanto de temperatura como de diferencial de temperatura. Un ejemplo de los muchos sistemas homeostáticos que permiten que el planeta haya mantenido condiciones compatibles con la vida durante tanto tiempo a pesar de todas las variaciones que ha sufrido.

El Presente Niño

A pesar del habitual alarmismo de los medios de comunicación, el presente Niño no es el mayor hasta la fecha, es el tercero (figura 4) por detrás de los Niños de 1982-83 y 1997-98. La temperatura de la superficie es tan alta como en ambos, pero ello se debe a que en 2014 las condiciones fueron de un El Niño débil, y al comienzo del Niño de 2015 la superficie del agua estaba ya más caliente de lo habitual. En el resto de los parámetros reflejados en el índice MEI (Multivariate ENSO Index), El Niño de 2015 está por detrás (figura 5).

Figura 4. El índice MEI muestra que el presente Niño es inferior a los de 1982-83 y 1997-98. También muestra como hasta 1975 el fenómeno ENSO (El Niño Southern Oscillation) estuvo dominado por Las Niñas, y desde entonces ha estado dominado por Los Niños. Fuente: NOAA.

Figura 5. Comparación del Niño de 2015 con los 7 mayores El Niño de los últimos 65 años. El Niño de 2015 es el tercero, pero también el que empezó con temperaturas más altas. Fuente: NOAA.

Previsiones

El Niño va a hacer que 2015 sea el año más caliente de la historia en todos los registros de temperaturas. Pero El Niño no es clima, es meteorología, algo que sin duda olvidarán mencionar. A pesar de que El Niño ha alcanzado su máximo oceánico, su desarrollo atmosférico será muy intenso hasta el mes de Marzo y podría contribuir a que 2016 fuera un año incluso más caliente que 2015, aunque esto no es seguro. El verano de 2016 probablemente no sea muy bueno para lo que estamos acostumbrados. Después 2017 y 2018 serán años más frescos que la media de los últimos 10 años por la muy probable Niña que le siga.

Figura 6. Previsiones oficiales sobre la evolución de la Oscilación Meridional del Niño (ENSO). Se espera que para el verano de 2016 el océano Pacífico vuelva a su situación neutral, con la probabilidad de La Niña creciendo hacia finales de 2016. La atmósfera suele llevar un retraso de unos dos meses con respecto al océano en cuanto a temperaturas del fenómeno del Niño. Fuente: IRI.

Dado que la Oscilación Atlántica Multidecadal (AMO) se está tornando negativa, y que los últimos ciclos solares muestran una reducción significativa de irradiación solar, mi previsión es que 2015-2016 constituirá el pico de calor global, y que al menos hasta 2030 las temperaturas medias del planeta irán descendiendo para desazón de los climatólogos cuyos modelos son incapaces de reflejar la realidad climática del planeta.

Estamos sin lugar a dudas en la década de los picos. Pico de Petróleo, Pico de Calor, y en no tardando Pico de Deuda. Muy interesante para un blog que analiza el impacto de las crisis energética, climática y de deuda.

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  1. en respuesta a Raul74
    -
    Top 100
    #35
    02/02/16 15:59
    La verdad Raul es que todos estos factores que afectan al clima y que mencionas, variabilidad del Sol, variaciones orbitales de la Tierra, grandes erupciones volcánicas, y que en general no sabemos con certeza como responde el clima a ellas, sabemos que son tan significativas o más que los cambios en las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, para la determinación del clima a largo plazo. A corto plazo nos enfrentamos a la postura del IPCC que defiende que entre 1950 y 2010 la suma de todos los factores climáticos naturales y de la variabilidad interna natural del clima ha tenido cero influencia en el cambio de temperatura. Figura SPM3, página 6 del informe de 2014 (AR5 Resumen para responsables de políticas) En su resumen para responsables de políticas el IPCC defiende que "La mejor estimación de la contribución humana al calentamiento es similar al calentamiento observado en este periodo." IPCC Informe de 2014 Obviamente esta postura tan extrema del IPCC de que la humanidad es responsable de todo el calentamiento entre 1950 y 2010 sin que la naturaleza haya contribuido nada, no es compartida por la mayoría de los científicos, que piensan que el calentamiento tiene parte natural y parte antropogénica.
  2. en respuesta a Knownuthing
    -
    #34
    31/01/16 10:43

    Incidiendo en la relevancia del agua sobre la temperatura global, relacionado con el Niño y esperando no apartarme mucho del tema principal, deberíamos tener en cuenta que desde 1977 se miden por medios astronáuticos los niveles de radiancia, es decir, de radiación de todo tipo recibida del Sol.

    Aparte de la diferencia de radiación recibida por nuestro planeta en función de su posición en la órbita elíptica:1395w/m2 en el perihelio a 1308 w/m2 en el afelio, que se traducen en una diferencia de temperatura de cerca de cinco grados, la diferencia de radiancia entre los máximos y mínimos de actividad solar son de alrededor de 10,5 watios (cerca de 0,5 grados de temperatura media), concretamente desde los inicios de la investigación espacial, con tres ciclos completos de 11 años o sea 33, se observa una variación que va desde 1376 watios/m2 en los máximos hasta 1365,5/m2 en los mínimos, con cierto decrecimiento en los ciclos del orden de 0,7 watios/m2 por ciclo., estos valores se traducirían en una diferencia del orden de  0,03 grado por ciclo.

    En los últimos años se ha observado uno de los mínimos más prolongados de los últimos siglos con números de Wolf muy bajos y porcentajes de días sin manchas superiores al 70 por ciento.
    Durante cuatro años (2008-2012), nuestro planeta redujo en medio grado por año la aportación de energía solar que tiene durante los máximos. En concreto podríamos valorar en un déficit diferencial de 0,2 grados durante dos años sobre un mínimo estándar.

    LA ASIMETRIA CONTINENTAL CAUSA INTENSA DE CAMBIOS CLIMATICOS
    Los océanos absorben cerca del 80 por ciento de la radiación del Sol no reflejada por el albedo. Por otra parte, la capacidad y tiempo de retención de la energía del Sol por los mares es muy superior que la superficie continental.
    Como hemos dicho antes, la Tierra durante su perihelio de cada año a primeros de enero recibe cerca de 90 w/m2 más de energía que durante su afelio de primeros de julio.
    Con el perihelio austral a primeros de enero dentro de un ciclo de 22.000 años, los océanos de la Tierra reciben una dosis de 20 w/m2 de radiación más que hace 11.000 años, cuando el perihelio coincidía con el verano boreal y, por tanto, los mares absorbían menos calor solar. En la actualidad,  los océanos acumulan un mínimo de un grado más de temperatura que hace 11.000 años, ya que si bien el invierno austral es también más frío, el balance de radiación es claramente favorable al hemisferio sur.
     
    Hace 11.000 años, los mares acumulaban del orden de 20 w/m2 menos de energía del Sol,  Por tanto, en aquella época cualquier reducción importante de la radiación, ya fuera por grandes erupciones o los menos frecuentes impactos de meteoritos, pudiendo sumar además un mínimo solar prolongado de 0,5 grados, podía hacer descender de forma prolongada más de tres grados la temperatura media de los mares y con ello anular la formación de corrientes oceánicas meridianas portadoras de calor sobretodo al más marítimamente aislado norte.
    Aunque aparentemente parezca lo contrario, durante los perihelios boreales, como el de hace 11.000 años, la reducción de más de un grado de la temperatura media de los océanos, hace mucho más probable las glaciaciones boreales.
    Las variaciones de unos pocos grados de la oblicuidad de la eclíptica propuesta por Milánkovitch no incrementa sensiblemente la acumulación de energía en los océanos, en todo caso en el orden de 0,1 grados.
     Como hemos dicho, entre la máxima y la mínima actividad solar la diferencia es de 10 w/m2, o sea cerca de medio grado, es decir cerca del incremento de las temperaturas medias del pasado siglo XX. Los ciclos solares se suceden con un periodo de 11 años. Al igual que las variaciones intensas de radiancia entre el afelio y perihelio que deberían ser del orden de cinco grados en cada polo no se perciben por el efecto moderador de los océanos, tampoco se perciben las oscilaciones aparentes de los ciclos de actividad, salvo por su acumulación probable en la corriente del “Gran Niño” que de media debería suceder cada 11 años. 

    LAS GRANDES ERUPCIONES LAS PRINCIPALES CAUSANTES DE CAMBIOS CLIMÁTICOS RECIENTES
    Las grandes erupciones suman déficits de radiancia muy intensos: un diez por ciento de pérdida momentánea de radiancia equivale a 140 w/m2 y cerca de 7 grados de temperatura, a su vez moderada por los océanos. Pero un déficit teórico de siete grados durante un año significa una acumulado negativa de calorías en los océanos de 0,7 grado sobre los diez años siguientes. Lo que indica que las grandes erupciones son los reductores de radiancia más intensos en los periodos actuales.
    Si se correlaciona los volúmenes de materiales expulsados en las grandes erupciones registradas en los depósitos sulfurosos de los hielos de Groenlandia y la Antártida, los eventos de 1815 (Tambora) y otras erupciones menores del siglo XIX, suman una perdida global de radiancia media durante dicho siglo de 14w/m2 (0,7 grados), mientras durante el siglo XX  las erupciones apenas reducen 0,2 grados la temperatura media secular, diferencia que justifica sobradamente el incremento de algo más de medio grado durante el siglo XX. Durante el siglo XXI, no se aprecia, por ahora, ningún incremento significativo de la temperatura media de la Tierra, siendo probable que nos encontremos ya en la temperatura estándar de nuestro planeta.
    Otras erupciones todavía mayores redujeron cerca de un grado la temperatura media del siglo XV y, sobretodo, más de 1,5 grados por el misterioso suceso del siglo XIV.
    Para que tenga lugar una glaciación intensa debe reducirse la temperatura por lo menos tres grados, lo que sucede más fácilmente, como hemos dicho, durante los perihelios boreales. No obstante reducciones superiores a 1,5 grados producen ya efectos globales intensos o miniglaciaciones.

  3. en respuesta a Raul74
    -
    Top 100
    #33
    29/01/16 10:24

    Yo también estoy muy de acuerdo Raul,

    El agua, esa extraordinaria molécula tan abundante en la biosfera y tan escasa en el resto de los planetas conocidos ha de ser la responsable de la asombrosa homeostasis térmica de nuesto planeta. Los océanos tienen miles de veces la capacidad térmica de la atmósfera, con lo que suavizan tanto los enfriamientos como los calentamientos además de su importante regulación en la distribución del calor por todo el planeta. Pero además el agua es con mucho el principal gas de efecto invernadero. Por si fuera poco los calores latentes de fusión y evaporación del agua son muy altos, y permiten una regulación muy grande de los cambios energéticos. Pero además tanto en forma de hielo como en forma líquida en las nubes, el agua regula el albedo de la Tierra, actuando como una persiana. Y por último las tormentas absorben una cantidad de energía tremenda de la superficie, enfriándola, y la depositan en lo alto de la atmósfera. La historia climática del planeta demuestra que el CO2 tiene un papel muy secundario, minúsculo comparado con el del agua, pero es que aún no somos capaces de comprender a nivel físico el efecto de las nubes o las tormentas, y en vez de reconocer que nuestros modelos no reflejan la realidad, hacemos predicciones estúpidas para beneficio de algunos.

    No sé si conoces la hipótesis de la ola de estadio (stadium wave hypothesis) desarrollada por Marcia Wyatt. Es una explicación interesante a los ciclos de unos 60 años que presentan los océanos y que transmiten a la atmósfera. Esencialmente es una onda térmica o climática que se transmite a través del sistema océano-hielo marino-atmósfera de manera análoga a como se transmite una ola de público que se levanta en un estadio deportivo.
    The Stadium Wave. Climate Etc. Blog
    Role for Eurasian Arctic shelf sea ice in a secularly varying hemispheric climate signal during the 20th century. M.G. Wyatt and J.A. Curry. Climate Dynamics, 2013.

    Aún está por demostrar, pero algo así tiene mucho sentido para explicar en buena parte la variabilidad natural que estamos confundiendo con calentamiento antropogénico.

    Un saludo.

  4. #32
    28/01/16 23:00

    Estoy de acuerdo.
    El mar es el principal reservorio y regulador del clima. La atmósfera terrestre la podríamos denominar como el “debil aliento” del mar. Aunque quizas obvias el tema volcanico, más del 80 por ciento de las calorías del Sol que no llegan a la Tierra por el aumento del albedo tras las erupciones volcánicas o los impactos de meteoritos, se acumulan en el mar que regula pero prolonga dichos efectos. Erupciones como la del Pinatubo, cuyos efectos sobre la superficie no se prolongaron por mas de tres años, la temperatura del mar ha descendido durante más de diez años, lo que se tradujo en una moderación del aumento de las temperaturas o incluso en una moderada recesión del calor de la atmósfera de la Tierra.
    Debido a la corriente de “el niño”, o tambien debido a erupciones importantes de algún volcán en la zona, los cambios térmicos más importantes, no ocasionados por las espaciadas catástrofes de meteoritos, se producen generalmente desde el Pacífico, ya que las corrientes siempre se desplazan por la superficie del mar, desde las zonas más calidas a las mas frías y el lugar de nuestro planeta donde se alcanza más acumulación de calorías es en el ecuador del Pacífico, además es donde se localiza el área con mayor energía orogénica del planeta, causante de mas del 90 por ciento de erupciones y de actividad sísmica y el área del arco de Insulindia es la más activa de la zona.

    Por tanto, las corrientes que nacen en el ecuador del Pacífico transportan buena parte del calor acumulado hacia los otros océanos de la Tierra, de ahí que las erupciones volcánicas de la zona tengan mucha más influencia por su dispersión climática global que otras que tienen lugar en áreas más próximas a los polos o en zonas con menor masa de agua.

    Cuando una erupción reduce el flujo de radiación del Sol sobre el Pacífico inhibe el tradicional aporte de calorías al resto de los mares y a la atmósfera global.

    La masa fluida de la superficie terrestre, la que es susceptible de entrar principalmente en la termodinámica del clima, está compuesta en más del 99 por ciento por el agua del mar, mientras que bastante menos del uno por ciento restante lo componen las moléculas de los gases que integran nuestra atmósfera. Por otra parte, más del 80 por ciento de las calorías que diariamente nos envía el Sol inciden sobre la superficie marina de nuestro planeta. El volumen de calorías que acumula la atmósfera con relación al mar es casi insignificante. El balance del intercambio de calorías entre el océano y la atmósfera, que determina la dinámica del clima, es extremadamente favorable al mar.

  5. en respuesta a Raul74
    -
    Top 100
    #31
    28/01/16 11:32
    Raul, Muchas gracias por el aporte. Con respecto a las causas del Niño, éstas deben tener en cuenta lo que sabemos del Niño en el pasado. Moy et al., estudiaron El Niño durante el Holoceno utilizando la sedimentación en la laguna Pallcacocha de Ecuador en su artículo Variability of El Niño/Southern Oscillation activity at millennial timescales during the Holocene epoch. Lo que los datos indican es que El Niño es un fenómeno que empieza a manifestarse de forma importante hace 7000 años, y que apenas tuvo relevancia durante el Óptimo Climático del Holoceno anterior. Esto automáticamente descarta varias causas, como el Sol, el calentamiento o el efecto antropogénico. Además los autores dicen: "Observamos que los acontecimientos Bond tienden a ocurrir durante periodos de baja actividad ENSO, imediatamente a continuación de un periodo de alta actividad ENSO, lo que sugiere que debe existir alguna conexión entre los dos sistemas". Los acontecimientos Bond (Bond events) son enfriamientos semi-periódicos descubiertos por Gerald Bond en 1997 en sedimentos oceánicos del Atlántico Norte y que forman lo que se conoce como el ciclo Bond. La relación entre los acontecimientos Bond y El Niño es la siguiente: Así que El Niño empieza a producirse cuando la Tierra empieza a enfriarse tras el Óptimo Climático del Holoceno, y su frecuencia aumenta en general antes de producirse un fuerte enfriamiento (acontecimiento Bond), momento en el que su frecuencia disminuye drásticamente. En resumen, son un subproducto de una Tierra que se enfría pero su frecuencia e intensidad disminuyen cuando la Tierra se enfría mucho. Mi hipótesis es que se trata de un fenómeno debido al gradiente térmico entre la zona ecuatorial y las zonas polares. Al enfriarse progresivamente la Tierra, lo hace más en las altas latitudes que en la zona ecuatorial, incrementando el gradiente térmico y produciendo más y más fuertes Niños como válvula de escape para reducir dicho gradiente. Un enfriamiento rápido de toda la Tierra reduce el gradiente térmico reduciendo la frecuencia de Niños. Puede no ser cierta, pero cualquier explicación de las causas del Niño tiene que ser capaz de responder a su frecuencia durante los últimos 7000 años. Un saludo
  6. #30
    27/01/16 23:39

    La corriente anómala de “el niño” era conocida de siempre por los pescadores del Pacifico americano, de ahí su nombre. Aparecía cerca de las Navidades en determinados años y era por ese motivo denominada corriente del Niño Jesús. A principios de los años 80, la revista “Nature” publicó varios informes sobre el análisis y descubrimiento del fenómeno ENSO, (anomalía en las corrientes oceánicas del Pacífico ecuatorial.). También, se puso de manifiesto en esos mismos tiempos el informe elaborado por Niremberg sobre la acumulación progresiva de CO2 en la atmósfera de la Tierra. Ambos fenómenos fueron correlacionados, si bien era evidente que “el niño” era conocido desde siempre, incluso por los abuelos de los pescadores y, por tanto, era anterior a la revolución industrial y la probable alteración del clima de origen antrópico o humano.

    En España, la primera publicación sobre el cambio climático del siglo XX y de su posible influencia atrópica, probablemente fue la de un suplemento monográfico del dominical del periódico La Vanguardia. Coincidió la publicación con una intensa ola de frío del invierno de 1983-1984. El tema era tan reciente que, ante las circunstancias climáticas, el subdirector de la edición, por cierto docto en temas de ciencia, estuvo apunto de titular el suplemento como: “La Tierra se enfría”… Por suerte, se llegó a tiempo y los incrédulos lectores pudieron leer el titular: “La Tierra se calienta”, mientras media Barcelona reponía las tuberías reventadas por el hielo... ¿Podía haber correlación entre el poco común frío que afectaba a Barcelona y el aumento de la temperatura en esas fechas por la formación de la corriente de “El niño”...? ¿Puede ser que más calor origine frío en zonas donde no es común?, probablemente, así es.

    La formación de “el niño” crea una corriente convectiva en forma de bucle en la zona ecuatorial del Pacífico que desplaza y acelera las otras corrientes oceánicas. La irrupción de agua más caliente, incluso hasta el Atlántico, hace que las circulaciones de masas de agua mas cálidas alcancen zonas próximas a los polos, lo que origina que las corrientes polares desciendan a su vez más al sur de lo tradicional, creando lo que se conoce como circulaciones meridianas intensas, cuando en otros años sin la presencia de “el niño” son más paralelas. Es decir, a mayor intensidad de las corrientes, cuando se forma “el niño” mayor intercambio térmico entre zonas: si hace más calor cerca de los polos, también hace más frío en las zonas más templadas.

    CUANDO SE FORMA “EL NIÑO” Y PORQUÉ

    Erupciones submarinas, efecto antrópico, mayor actividad solar... Muchas son las razones que se argumentan para la formación de “el niño”, Pero lo cierto, es que se trata de un cambio climático de siempre que ofrece cierta periodicidad, patente en las medidas de las temperaturas de siglos pasados. La respuesta más aceptada, es que en el Pacífico se produce una acumulación progresiva de calor que, cuando rebasa un umbral de temperatura determinado, obtiene la suficiente energía como para forma la nueva corriente y con ello la dispersión del calor acumulado hacia el resto de los océanos; hasta que más de una década después vuelven a acumularse de nuevo las calorías necesarias para su nueva formación.

    El fenómeno es retrasado principalmente por la perdida de radiación consecuente a las erupciones y aun más por infrecuentes impactos meteoríticos. La periodicidad de la actividad solar de once años no coincide con el ENSO, pero puede tener resonancia por el aporte suplementario de radiación. No obstante, sin causas externas, el ENSO seguiría acumulando calor en el Pacifico y se seguiría produciendo de forma, eso sí, más regular.

  7. en respuesta a Knownuthing
    -
    #29
    26/12/15 09:59

    Ah, ya veo.
    Pues espero que esa tendencia a años ligeramente más frescos, o al menos no más calidos se cumpla. Otro verano como éste en Almeria y me declaro refugiado climatico, jeje.
    Gracias.

  8. en respuesta a Alsaen
    -
    Top 100
    #28
    25/12/15 23:51
    Alsaen, La predicción a unos pocos años vista se basa en que Los Niños, especilmente los más fuertes que calientan más la atmósfera del planeta, vienen seguidos de un enfriamiento que dura unos dos años. Te lo aclarará mejor la figura siguiente, que compara la Oscilación Meridional del Niño (ENSO) con la temperatura. Los principales Niños, juzgados por su intensidad y efecto sobre las temperaturas, están marcados con flechas negras, y el posterior enfriamiento con círculos negros. La muestra es pequeña, pero la predicción de que 2017 y 2018 sean más frescos que la media no parece muy arriesgada. Con respecto a mi opinión de que hasta 2030 el planeta no se va a calentar e incluso podría enfriarse algo no se basa en el fenómeno ENSO, sino en los ciclos oceánicos, en concreto la oscilación multidecadal del Atlántico (AMO), que mide también las temperaturas superficiales del Atlántico Norte y se está volviendo negativa, y los ciclos solares, porque los dos últimos ciclos de 11 años han mostrado una menor irradiación solar que el ciclo anterior. Las previsiones son de otros dos ciclos de baja irradiación. Lo puedes ver en El Sol se dirige a una Mini Edad del Hielo en 15 años (el título es sarcástico). En resumen, nos encontramos en una mal llamada pausa del calentamiento, en la que el planeta se calienta a una velocidad muy baja, prácticamente cero, y están apareciendo dos factores que tienden a enfriar el planeta, un sol menos activo y una AMO negativa. El resultado más probable es que hasta 2030 el planeta no se caliente. Por supuesto los climatólogos y sus modelos predicen mucho calentamiento, pero eso es porque para ellos los gases de invernadero superan a todos los demás factores. La naturaleza lleva década y media diciéndoles que se equivocan, pero no están por la labor de reconocerlo. Un saludo
  9. #27
    25/12/15 19:29

    Según explicas, entiendo la influencia del niño y la niñq en las temperaturas medias de cada año en el planeta. Pero lo que no acabo de ver claro es como pueden utilizarse el conocimiento de la evolución de cada niño para predecir las temperaturas medias en los proximos años. Viendo la grafica 4 no parecen poder extraerse conclusiones sobre el futuro de las temperaturas, ya que no parece haber ningún modelo de secuencia de niños y niñas...
    Qué te lleva a pensar que hasta 2030 las temperaturas del planeta irán descendiendo? Lo digo porque según se ve en la grafica 4 a niños fuertes también pueden seguir niños fuertes, o niñas debiles y posteriores niños fuertes...

  10. en respuesta a Comstar
    -
    Top 100
    #26
    23/12/15 02:22

    Comstar,

    Ganancia local
    Luego tengo razón y nos mienten sobre la pérdida de hielo de la Antártida.
    Sea Level. Suena a que algo va aumentando.
    Algo va aumentando, pero ¿cuanto? Pues resulta que la velocidad aumenta 1 mm cada 50 años, o sea que para 2100 de seguir creciendo el nivel del mar (puede que no siga subiendo), habrá subido la friolera de 33 cm. Nada que ver con las cifras de metros con las que nos asustan.
    Sequía de 2014-2015 es la más intensa desde 1930 en Costa Rica
    Y qué. ¿Vas a deducir un cambio climático de una sequía?
    Hace 30 años en Costa Rica llovía 12 meses al año. Los 4 de octubre eran legendarios por ser diluvios. Hoy escasamente llueve
    Hmm. No es eso lo que dicen los estudios. En esta tesis sobre los índices de sequía en Costa Rica para el periodo 1973-2003, aunque encuentran una pequeña tendencia a mayor sequía en las zona de Pacífico Central, hay una tendencia hacia menor sequía en la zona del Caribe, por lo que Costa Rica en su conjunto no presenta una tendencia a mayor sequía. Si has leído mi comentario anterior, ya decía que algunas regiones experimentan más sequía y otras menos. Es lo lógico con los cambios climáticos, antropogénicos o no, y no tiene nada que ver con la amenaza de terribles sequías a nivel mundial con la que nos castigan los medios.
    ¿Que tipo de estadísticas? ¿frecuencia? ¿duración? ¿intensidad? ¿damnificados?
    Léete el testimonio del Dr. Roger Pielke Jr. especialista en fenómenos meteorológicos extremos ante el comité del congreso en 2013. Ahí tienes todas las estadísticas referidas a USA y algunas globales, como por ejemplo que a nivel global las pérdidas relacionadas con los desastres causados por fenómenos meteorológicos en proporción al PIB global, no solo no se han incrementado desde 1990, sino que han caído un 25%. Mira, de hecho solo tienes que ir al último informe del IPCC, AR5. Allí desmantelan muchas de las falacias que nos cuentan los medios. Nada de peligro con el metano, nada de subidas de metros del nivel del mar, nada de más huracanes. Sencillamente no hay ninguna evidencia de que el clima a nivel global esté empeorando. Ninguna.
  11. en respuesta a Knownuthing
    -
    Top 100
    #25
    22/12/15 22:51

    "- Nos dicen que la Antártida se está deshelando y podría causar inundaciones de metros. La realidad es que la Antártida está enfriándose y ganando hielo."

    NASA Study Shows Global Sea Ice Diminishing, Despite Antarctic Gains
    https://www.nasa.gov/content/goddard/nasa-study-shows-global-sea-ice-diminishing-despite-antarctic-gains

    Ganancia local, pero pérdida global. Una golondrina no hace verano.

    "- Nos dicen que el nivel del mar podría subir metros en unas pocas décadas. La realidad es que está subiendo unos 2 mm al año."

    Sea Level
    http://climate.nasa.gov/vital-signs/sea-level/

    Subida de 85.12 mm desde 1993. Son 3.87 mm por año. Mediciones por satélite de NASA. ¿La subida en décadas será lineal o exponencial? Desde 1870 a 1990 subió 1.67 por año. Suena a que algo va aumentando.

    "Nos dicen que los fenómenos meteorológicos extremos van a ser más abundantes. La estadística lo desmiente."

    Sequía de 2014-2015 es la más intensa desde 1930 en Costa Rica
    http://latino.foxnews.com/latino/espanol/2015/12/14/sequia-de-2014-2015-es-la-mas-intensa-desde-130-en-costa-rica/

    Hace 30 años en Costa Rica llovía 12 meses al año. Los 4 de octubre eran legendarios por ser diluvios. Hoy escasamente llueve y cuando llueve caen cantidades industriales de agua que inundan la ciudad diseñada para otros niveles de agua. Ahora si te pilla la lluvia es como si te sacaras la lotería. Los ciclos se rompieron, y hace 30 años eran muy predecibles para la población.

    Las inundaciones en Chennai han dado un golpe cuyo impacto puede traer serias consecuencias económicas y políticas a India. Esto sin contar con el potencial de salida de empleos y refugiados climáticos. Por supuesto, con los medios viendo a unos pocos locos en Francia, parece que el problema no existe. Conozco personas que viven allí y la cosa pinta color de hormiga.

    ¿Que tipo de estadísticas? ¿frecuencia? ¿duración? ¿intensidad? ¿damnificados?

  12. en respuesta a Comstar
    -
    Top 100
    #24
    22/12/15 22:32

    Ya lo creo que nos asustan, Comstar,

    - Nos dicen que el Ártico se derrite; en 2007 dijeron que para el 2014, ahora que para 2020 o 2030. La realidad es que desde 2012 el Ártico está ganando hielo y ya tiene más que en 2005.

    - Nos dicen que los osos polares van a extinguirse. La realidad es que los osos polares nunca han estado mejor que ahora desde que se tienen estadísticas. Hay muchos más que en cualquier momento de los últimos 70 años.

    - Nos dicen que la Antártida se está deshelando y podría causar inundaciones de metros. La realidad es que la Antártida está enfriándose y ganando hielo.

    - Nos dicen que el nivel del mar podría subir metros en unas pocas décadas. La realidad es que está subiendo unos 2 mm al año.

    - Nos dicen que los fenómenos meteorológicos extremos van a ser más abundantes. La estadística lo desmiente.

    - Nos dicen que las sequías e inundaciones van a ser más abundantes. La estadística lo desmiente.

    - Nos dicen que los refugiados climáticos nos van a desbordar. La realidad es que la gente huye de la pobreza y la guerra.

    Y luego todo lo malo que ocurre se le achaca al cambio climático, y se financian estudios que concluyen que el cambio climático va a reducir la líbido.

    La disonancia entre lo que nos cuentan y lo que pasa es total, y en mi experiencia, cada vez que tratan de asustarte es que quieren quitarte algo, sea dinero, derechos o libertades, o una mezcla de ellos.

    Un saludo

  13. en respuesta a Knownuthing
    -
    Top 100
    #23
    22/12/15 21:26

    Yo no veo del todo mal que eso suceda.
    Al final tal vez no nos muramos de calor, pero es innegable que el monóxido de carbono de los coches no le hace bien a los que lo respiran en la ciudad. Salvarás muchas vidas humanas.
    No veo tan malo que restauremos los bosques.
    No veo tan malo que ahorremos energía para no sucumbir cuando la burbuja energética reviente.
    No veo tan malo que usen modelos, siempre que estén tratando de perfeccionarlos. Y ni siquiera siento que asusten. Más bien concientizan.

    En Sudamérica hay una tribu indígena que ven el terremoto como un llamado de los dioses. Cuando tiembla salen de sus casas y saludan al cielo, como diciendo "aquí estamos". ¿Acaso es un engaño? No importa, el efecto real es que salen y evitan que se desplome la construcción sobre ellos, y mantienen la calma durante el evento.

    ¿Acaso es bueno que algunos crean que los bosques son patrimonio de los dioses? En realidad es bueno, porque ayuda al uso racional de recursos.

    Recuerdo la anécdota de un misionero que conversaba con unos caníbales que se comían a sus muertos. Les hablaron de la segunda guerra mundial y vieron aquello con horror, porque decían que en esa guerra mataron muchos más de los que se podían comer.

    Al final puede decirse que es o no cierto, pero al resultado no lo veo tan malo.
    En lo personal me encanta que siga habiendo modelos, y es cierto también que aciertan bastante bien en pronósticos de corto plazo, lo cual es muy útil para la humanidad.

    Lo que si me parece absurdo es que se diga que "como ellos asustan, entonces la Tierra se está enfriando" que es como decir que al no saber a ciencia cierta si dejaste la cocina encendida, entonces está apagada. Y por eso los seguidores del climategate me parece que están un poco perdidos en el despropósito de una batalla intelectual sin sentido. Tampoco los climategates pueden decir ser poseedores de la verdad.

  14. en respuesta a Knownuthing
    -
    #22
    22/12/15 19:54

    "Es curioso ver los extraños compañeros de cama que crea el cambio climático. El último que faltaba a la fiesta era el Papa, jajaja. Para una vez que se meten en ciencia después de lo de Galileo y se vuelven a equivocar."

    Jajaja... ay Dios... esto cada vez se parece más a un manicomio... jaja.

  15. en respuesta a Comstar
    -
    Top 100
    #21
    22/12/15 19:01

    Por supuesto Comstar,

    El problema es que están utilizando modelos rudimentarios e incompletos para asustar a la humanidad y decidir las políticas económicas de las próximas décadas. Y luego resulta que los irresponsables son los que se oponen.

    Un saludo