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¿Qué información es esencial analizar antes de llevar a cabo tu inversión?

El inversor particular no debe llegar a la conclusión de que una acción está infravalorada o sobrevalorada porque lo lea en la prensa, lo griten a viva voz en el bar de la esquina o se lo haya escuchado al vecino del quinto. De hecho, Peter Lynch en “Un paso por delante de Wall Street”, apunta que “Si pudiera evitar un valor en concreto, sería el valor mas de moda en el sector de moda, el que recibe la publicación más favorable, el que todo inversor oye mencionar a sus compañeros en el coche y en el tren de cercanías, y que, sucumbiendo a la presión social, tan a menudo se termina comprando”.

Hay otra famosa cita de Rockefeller que dice “Cuando mi limpiabotas invierte en Bolsa yo lo vendo todo”. Por ello, es esencial llevar a cabo un estudio detallado de cada una de las empresas objeto de inversión y no dejarse llevar solamente por las habladurías y la intuición. El estudio de dichas empresas requiere de un análisis exhaustivo, con una base que puede resultar muy sencilla (comprar barato-vender caro), pero que necesita de un examen bastante profundo.

Lo que las bolsas de valores hagan hoy o mañana debe sernos intrascendente. “Por lo que a mi respecta, la bolsa no existe. Solo esta ahí como referencia para ver si alguien se ofrece a hacer alguna tontería” decía Warrent Buffet. Y es que a todos nos encantaría predecir que pasará mañana en los mercados y así poder anticiparnos a cualquier recesión o fenómeno que provoque una alteración en las bolsas, pero como esto es imposible, debemos de preocuparnos por buscar compañías rentables y elegir las acciones correctas para nuestra cartera.

¿Qué información debo tener en cuenta?

Cada día, miles de expertos estudian detalladamente los informes del FMI, la política monetaria de la FED, la inversión extranjera, indicadores de sobrecompra-sobreventa, tipos de interés, patrones tales como el clásico hombro-cabeza-hombro o las islas de vuelta, buscan Gaps o pullbacks y analizan ratios put-call a mansalva.

Evidentemente, un inversor particular que busca sacar una rentabilidad a sus ahorros, seguramente ni tenga tiempo, ni le apetezca pararse a analizar exhaustivamente esta retahíla de información a la llegada de su trabajo. Sin embargo, existe suficiente información fácilmente accesible como para poder predecir si un valor se encuentra sobrevalorado o infravalorado, sin necesidad de incidir en un análisis tan minucioso, detallado e innecesario para un inversor minorista.

A continuación, mencionaré brevemente, datos, información y métodos de valoración que debemos tener en cuenta y que considero pueden ser más relevantes a la hora de realizar un análisis en busca de acciones atractivas de compra;

Los factores macroeconómicos son indicadores que nos describen el estado de salud de la economía de una zona. Por ello, es importante detectar el clima económico existente en un país antes de lanzarse a invertir. En consecuencia, debemos tener en cuenta estimaciones macroeconómicas e “inputs” externos, tales como estimaciones del PIB, tipos de interés, precio de las materias primas, inflación, tipos de cambio, ventas minoristas, tasa de empleo, producción industrial, propensión al consumo o coyuntura política entre otros. En definitiva, tres escenarios como son el ciclo económico, político y de liquidez, a los que deberemos de prestar gran atención. Aquí es donde entran en juego también las estimaciones a medio plazo basadas en nuestra propia percepción.

                                             

De especial relevancia es estudiar detalladamente los datos actuales y pasados de caja, cuenta de pérdidas y ganancias, capital circulante y balance de la empresa. No entraré a explicar detalladamente cada una de estos, ya que ello requiere de un estudio conciso y no de una explicación rápida. Respecto a los números empresariales, citaré y realizare una muy breve descripción sobre algunos a los que debemos prestar gran atención tales como la situación de liquidez, el factor deuda, valor contable, el flujo de caja, porcentaje de ventas, o los dividendos entre otros.

La situación de liquidez. Conocer si una empresa cuenta con cientos de millones en efectivo considero que es, sin lugar a duda, de especial interés. Aunque el efectivo de una compañía no es determinante en la mayoría de las ocasiones, es aconsejable que lo sometamos a examen, pues un valor con liquidez abundante nos puede estar ofreciendo una ganga, una posibilidad de compra excelente.  Peter Lynch detalla en uno de sus libros como las acciones de Boeing se vendían a poco más de 40 dólares a principios de 1987, pero al haber 27 dólares en efectivo por acción en la compañía, este valor se estaba comprando en realidad a 15 dólares. Boeing llego a cotizar, previamente a la pandemia del COVID-19, a 440$. Similar era la situación de la empresa Ford. Obviamente, esta situación de liquidez debe ir acompañada de otros datos positivos.

El componente de la deuda frente al capital. Si observamos el hemisferio derecho del balance de una compañía, encontramos la deuda de dicha compañía y su patrimonio neto. Pues bien, un balance en “situación normal” es aconsejable que no contenga más de un 30%-35% de deuda. Cuanta mas porcentaje de deuda y menos de capital, más debilitado estará el balance y con ello una mayor situación de riesgo habrá. Para analizar esto, podemos utilizar la ratio de endeudamiento (Pasivo total/Patrimonio Neto), que indicará una situación ideal cuando se sitúe entre 0,4-0,7. Un resultado cercano a 1 indicará gran riesgo de insolvencia al estar financiándose con recursos ajenos en casi su totalidad. Tampoco es bueno un resultado de la ratio de endeudamiento igual a 0, pues no se estaría explotando al máximo los recursos.

Tan importante es conocer el porcentaje de deuda de la compañía, como el tipo de deuda. Sin entrar a fondo en la cuestión, recalcar la importancia de diferenciar la deuda bancaria (de excesivo peligro) y la deuda consolidada (la “preferible” para el accionista).

                                             

El valor contable de la compañía muestra el valor neto al que un activo o pasivo figura en el balance general (en el caso de los activos, ya deducida amortización o correcciones por deterioro). Normalmente el valor contable no guarda mucha relación con el valor real de la empresa. De hecho, muchas compañías computan en la columna izquierda del balance activos sobrevaloradas o activos que nada tienen que ver con la compañía, permitiendo (con el fin de cuadrar el balance) un aumento de la partida de deuda situada en la columna derecha.  Cuando estos activos son liquidados, el valor de la compañía es nulo. De ahí la importancia de conocer a que niveles el valor contable se sitúa por encima del valor real de la compañía.

El flujo de caja o cantidad de dinero que ingresa la compañía como resultado de su actividad económica, es otro de los datos que necesita ser analizado. Más concretamente, el flujo libre de caja, que es el dinero obtenido por la empresa una vez descontados los gastos más comunes. El Free Cash Flow Yield, una de las ratios de solvencia más utilizados, compara el flujo libre de caja por acción estimado por la empresa con su valor de mercado por acción. Lo calculamos como el BPA/Precio de cotización.   Cuanto menor sea la ratio, menos atractiva resultará esa empresa para los inversores, los cuales ven como no reciben una rentabilidad suficiente en relación con el dinero que estos aportan. A mayor ratio, mas atractiva será la compañía, ya que obtener un rendimiento alto de flujo de caja es sinónimo de que la empresa genera efectivo suficiente como para hacer frente a sus deudas y obligaciones (incluyendo el pago de tus dividendos).

Conocer el porcentaje de ventas que supone para la empresa el producto en el que estoy interesado es, cuando menos importante. Esto nos lo indicará la ratio de participación de cada producto en el total de ventas, calculada dividiendo las ventas del producto en el que estoy interesado entre las ventas generales. La Ratio de rentabilidad de ventas, que indica la rentabilidad de la empresa por cada euro vendido y que se calcula como el cociente entre el Resultado Neto y Ventas, también puede ser de gran uso conocerla. No esta de más conocer otras ratios como la ratio de cuota de mercado (ventas de la compañía en comparación con el sector) o la ratio de conversión (indica cuántos clientes acaban adquiriendo el producto, del total que visita el establecimiento). Este último seria conveniente realizarlo en la mayoría de las ocasiones sobre el número de visitas que recibe la web de la compañía. Al final del artículo encontrareis la ratio que personalmente considero de mayo importancia en relación con el campo de las ventas, el PSR (Price to Sales Ratio)

En cuanto a los dividendos. El dilema existente entre los directivos, que defienden que con el no reparto de dividendos se busca la obtención de un mayor beneficio para el inversor mediante la reinversión de estos, y los accionistas, cuya mayoría busca un reparto rápido de dividendos, está presente hoy en día en muchas compañías.

Existen inversores que prefieren recibir un ingreso extra vía dividendos. Por ejemplo, Benjamin Graham enumeraba como criterio esencial para la selección de un valor que la compañía hubiese llevado a cabo repartos de dividendos de manera ininterrumpida por lo menos durante los 20 últimos ejercicios. Los hay también otros partidarios de que se lleve a cabo una reinversión del beneficio empresarial.  Mas allá de si se prefieren las acciones que pagan o no dividendos, lo importante es saber cómo afecta al valor de la compañía y a su cotización que una empresa reparta o no dividendos.  

“Do you know the only thing that gives me pleasure?  It´s to see my dividends coming in” , John D. Rockefeller.

“La historia se repite”. Por ello considero que es importante saber que históricamente, las empresas que no pagan dividendos han acabado despilfarrando este dinero sin sacarle provecho ninguno. Además, en situaciones excepcionales, el pago de dividendos puede prevenir de una caída de la cotización de las acciones a niveles que lo haría en caso de que no se efectuase el reparto. Un ejemplo de ello lo observamos en el crack del 87, que demostró cómo los valores que pagaban dividendos altos tuvieron un mejor comportamiento que los que no llevaban a cabo un reparto. Por ello, en situaciones de incertidumbre o crisis es preferible optar por empresas con amplio historial de dividendos. Sin embargo, hay inversores que prefieren optar por empresas pequeñas que no llevan a cabo reparto de dividendos, sino que los reinvierten con la finalidad de conseguir un crecimiento mas acelerado.

En definitiva, no hay una regla única, los hay inversores que ven el atractivo en empresas pequeñas que buscan un crecimiento rápido a tarves de la reinversión de sus beneficios y otros partidarios de empresas ya consolidadas que repartan dividendos. Si eres de estos últimos, asegúrese que la compañía será capaz de realizar el reparto aun en momentos de recesión.

                                     

 

Algunas ratios de valoración de empresas.

Antes de finalizar esta breve descripción sobre parte de la información que considero indispensable analizar para tomar decisiones óptimas al realizar tu inversión, enumeraré, no por orden de importancia, una serie de métodos de valoración que pienso que son de especial relevancia tener en cuenta y que no han sido citados hasta ahora.

El Price to Earnings Ratio, generalmente conocido como PER, es uno de los más populares entre analistas e inversores particulares. Esta ratio bursátil pone en relación el precio de la acción con el BPA. O lo que es lo mismo, la capitalización bursátil con el beneficio neto.  Es decir, el PER, nos indica el número de años que a la compañía le va a costar generar los beneficios equivalentes al precio que el inversor paga por la acción. Los hay quienes conciben un elevado PER como algo positivo, ya que ello prevé grandes crecimientos de los benéficos futuros (Growth Investor) y quienes defienden que es preferible un PER bajo, pues esto indicará que el valor está infravalorado y su cotización puede subir considerablemente. (Value Investor)

Sin adentrarnos demasiado en el análisis de la ratio PER, mencionaré algunas claves a las que pienso que más debemos atender;

  •  Por lo general, un PER más bajo que el de referencia señala una infravaloración. Un PER más elevado indica que los inversores están pagando más por cada unidad monetaria de beneficio generada por la empresa. De ahí la importancia de evitar los valores con un PER exageradamente elevado. Una ratio PER excesivamente alta puede suponer un gran inconveniente para el valor, pues la compañía deberá de generar unos asombrosos beneficios para así poder justificar el alto precio que el inversor esta pagando por la acción.

 

  • Compara la ratio PER de la compañía con el PER del mercado, con el PER medio del sector y su media histórica es clave. Esto nos dará una idea sobre si la acción esta infravalorada o sobrevalorada.

 

  •  Compara el PER con la tasa de crecimiento de la compañía. Supuestamente, la ratio PER de toda compañía bien valorada será igual a su tasa de crecimiento de los beneficios. Sin embargo, podemos encontrar gangas cuando la PER de una compañía se sitúa por debajo de la tasa de crecimiento. Si Bank of America tiene un PER de 12 veces, se supone que crecerá a una tasa del 12% anual. Si su PER está por debajo de la tasa de crecimiento, posiblemente estemos ante una gran oportunidad de compra.

Similar al citado anteriormente es la ratio EV/EBIT. Sin embargo, a diferencia del PER, este si que tendrá en cuenta la deuda y los intereses minoristas. El EV (Enterprise Value) computa el importe de los compromisos asumidos por el inversor al adquirir una acción, o visto de otra manera, el precio que deberías pagar si quieres recibir los beneficios de una empresa. El EBIT (Earning Before Interest and Tax) es el resultado operativo de la compañía, es decir, ingresos y gastos directamente relacionados con el negocio de la empresa eliminando los intereses e impuestos. De este modo, el EV/EBIT salva los problemas del PER en cuanto a la deuda. Su interpretación en cuanto a comparativa histórica o con el sector, es similar a la del PER.

El PSR (Price to sales ratio) calculado como Precio acción/Ventas acción, nos indica cuánto paga el inversor por acción en comparación con las ventas por acción generadas por la empresa. De este modo, PSR bajo será sinónimo de acción barata, considerando bueno una PSR entre 1 y 2. Por debajo de 1 más que mejor.

El PEG (Price Earning Growth) relaciona PER con BPA. Sin entrar a fondo en esta ratio, tan solo decir que un PEG alto es sinónimo de acción sobrevalorada.

El CFROI (Cash Flow Return on Investment) es otro indicador de rentabilidad. Esta ratio indica la tasa de rendimiento de los flujos de caja, ajustados por inflación, que reportan las inversiones/proyectos de la compañía.

El ROE (Return on Equity) y el ROA (Return os Assets), son ratios de rentabilidad en los que siempre será preferible un valor cuanto mayor mejor. Es importante realizar una comparativa histórica o comparativa con el sector. Ojo, siempre teniendo en cuenta el nivel de endeudamiento. Es indispensable hacer énfasis en la relación ROA-nivel endeudamiento. No menos importante es la relación ROE-ROA, que mide el efecto apalancamiento y que considero esencial de ser analizado.

El ROCE (Return On Capital Employed) mide el rendimiento del capital empleado. A diferencia del ROE, el ROCE si que incluye el endeudamiento. Relacionar el ROCE-ROE, es mas que útil, pues el ROCE nos dirá como de eficiente es la empresa con todo el capital y el ROE nos proporcionará el rendimiento generado por sus accionistas.

El WACC (Weight Average Cost of Capital) mide el coste medio ponderado del capital. Para darle mayor sentido a esta ratio, será preciso hacer una comparativa (personalmente la considero de las más importantes) entre ROCE-WACC. Buena señal si el rendimiento del capital crece cada vez más por encima del coste de financiación. (ROCE>WACC). También es de gran relevancia la comparativa WACC-CFROI, que nos indicará que la empresa esta creando valor para el accionista siempre y cuando el CFROI>WACC.

Son muchos más las ratios existentes y que pueden servirle de gran utilidad, pues tan solo me he parado a mencionar algunas de estas. De hecho, no siempre es necesario el análisis de todos estos ni mucho menos. Joel Greenblatt en “The litte book that beats the market” apunta una "formula mágica" para poder evaluar empresas teniendo en cuenta tan solo dos factores: return on capital and earnings yield.  

Enumeraré a continúan algunas webs donde podemos acceder de manera gratuita a los estados/datos financieros de las empresas y que, personalmente, considero que nos pueden ser muy útiles a la hora de buscar información tratada en este artículo;

  1. https://www.fintors.es/base-de-datos
  2. https://www.refinitiv.com/es
  3. https://www.koyfin.com/ (Análisis técnico)
  4. https://www.unhedged.com/
  5. https://tikr.com/
  6. https://atom.finance/
  7. https://finbox.com/
  8. https://www.morningstar.es/es/
  9. https://es.investing.com/
  10. https://finviz.com/
  11. https://quickfs.net/

También le pueden ser útiles algunos screeners a los que podrás acceder de forma gratuita como Finviz, Wallmine, Stockrow, Rocketfinancial y Otcmarkets.

En definitiva, he intentado plasmar de manera sencilla algunos de los datos que necesitan ser tratados antes de llevar a cabo tu inversión, aportando una idea muy general sin entrar a fondo en ninguno de los temas que han sido nombrados. Obviamente, es mucha más la información que necesita ser analizada, pero la citada en el artículo es la que considero, personalmente, esencial.

 

 

 

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  1. Top 100
    #1
    30/10/20 09:55
    Muy buen recopilatorio Jesús, este post debería ser de lectura obligatoria para todo aquel que quiera comenzar a invertir (bien).