El otro día hablaba sobre la diferencia entre el sentimiento teórico y el sentimiento real y decía esto:
"Es el sentimiento verdadero que no recoge ninguna estadística ni encuesta de sentimiento, y que solo la podemos captar a través de nuestros sentidos. Es escuchar lo que se dice en la calle (o twitter). Es silenciar nuestra propia opinión para escuchar bien que es lo que la mayoría opina. Es abrir el oído a aquéllos opinadores que casi siempre se equivocan (para hacer lo contrario). Es observar quienes son los invitados en los programas y periódicos económicos. Es leer con detenimiento los comentarios de los lectores en las noticias. Captar el estres de los agentes inversores para detectar cuando el miedo llega a un punto extremo...y en ese momento, apostar a la contra."
El post de hoy simplemente es para continuar en esa línea de reflexión, pero ofreciendo ejemplos prácticos de como hallar el "verdadero sentimiento" aparte de toda encuesta o método conocido. En su día, en los capítulos contrarian investing ya hablamos de las portadas o de los comentarios de los lectores, pero hay muchas más cosas que podemos observar.
Un ejemplo que colgué en mi twitter el 25 de marzo, fue cuando ví este anuncio:
Ese 25 de marzo, los mercados ya habían rebotado desde el pánico creado por el "apocalipsis" japonés. Sin embargo, la mayoría de comentarios eran del tipo "¡pero como es posible que suba la bolsa con la que está cayendo!". Quienes dicen esto, no conocen el concepto de "Wall of worry" o muro de preocupación. Las bolsas tienden a subir muy rápido en medio del mayor miedo o preocupación.
Cuando no estemos seguros de cual es el verdadero sentimiento, o las encuestas de sentimiento no sean muy claras, siempre es mejor confiar en uno mismo y en lo que ve en todo aquéllo que le rodea. El verdadero sentimiento no está oculto, de hecho, a veces hasta alguien se gastará dinero mediante anuncios publicitarios en hacérnoslo saber. Fijese si no en la imagen, el recuadro de la derecha es un anuncio que dice "El crash de 2011 está llegando". Un anuncio siempre intenta vender. Siempre intenta conectar con las emociones de las masas con la idea de llegar al máximo número de personas a las que poder venderles algo. Por eso, el publicista siempre estará pensando que es lo que más preocupa a muchas personas con la idea de ofrecerles un producto a la medida de sus prejuicios. Y por eso, los anuncios en determinados momentos, pueden ser una forma de "obtener" el verdadero sentimiento del mercado.
"Un hombre debe de creer en sí mismo y en su juicio si piensa ganarse la vida en este juego. Sé, por experiencia, que nadie puede darme un pronóstico, o una serie de ellos, que me hagan ganar más dinero que el que ganaría con mi propia opinión. Tardé cinco años en aprender a jugar de forma lo bastante inteligente como para ganar mucho cuando yo tenía razón."
(Jesse Livermore - Legendario especulador bursátil)
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