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XLI: El asentamiento como virtud del operador

Contrarian Investing - Capítulo 41: El asentamiento.

De todos los libros sobre especulación hay uno que destaca sobre el resto: Recuerdos de un operador de acciones

Sea tal vez por el relato de un simple muchacho que llegó a ser el más grande especulador. Sea tal vez por la cantidad de sabiduría y conocimiento exhaustivo del mercado o por la cantidad de anécdotas y detalles que rezuma el libro, sin duda, es una de las máximas referencias de todos los especuladores. Muy común es escuchar a los grandes y más exitosos profesionales nombrar el libro como su favorito o de obligada lectura. 

La primera vez que lo leí lo devoré. A pesar de que muchas cosas no las entendía. A día de hoy lo habré leído unas 5 o 6 veces y sin duda son necesarias pues cada relectura rescata pasajes que tal vez quedaron en el pasado. Son innumerables las lecciones de ese libro y por eso creo que si no lo ha hecho ya es hora de hacerlo. En facebook tengo una página donde fui publicando las frases más relevantes a medida que lo leí por última vez, así que si quiere una buena colección de anécdotas y comentarios de Jesse todavía están allí. (al final también puse comentarios de otros autores y algún análisis, pero quitando eso lo demás es de Jesse).

Hoy, como capítulo Contrarian Investing quiero poner un pasaje muy interesante y que aunque cada vez lo consigo más no es algo que se consiga de un día para otro: se trata del asentamiento. 

Asentamiento significa tener una visión, una operación y aguantarla sin intentar pillar cada movimiento del mercado. Intentar entrar y salir de una tendencia puede ser algo realmente caro (y que continuamente compruebo). Por eso, la diferencia entre un day-trader y un especulador es tan gigante. Los primeros hacen 2 duros como mucho. Los últimos están destinado a, cuando el mercado se lo permite, conquistar las más altas montañas. 

Sin más:

El viejo Partridge y el gran paso en la educación de Jesse Livermore

Había un viejo tipo que no era como los otros. Para empezar,
diré que era un hombre mucho mayor. Nunca ofrecía aviso voluntariamente
y nunca se jactaba de sus ganancias. Era muy bueno escuchando
atentamente a los demás. No parecía ser muy amigo de los pronósticos,
es decir, nunca preguntó a los que hablaban lo que escucharon o lo que
sabían. Pero cuando alguien le daba uno, se lo agradecía siempre muy
cortesmente al pronosticador.

A veces, daba las gracias de nuevo al pronosticador, cuando el
pronóstico resultaba ser verdadero. Pero si no era verdadero, él nunca se
quejaba, de manera que nadie pudiera decir si él lo seguía o lo dejaba de
lado. En la oficina existía la leyenda de que el viejo era rico y tenía
influencias. Pero no donaba mucho dinero a la firma a modo de comisiones,
al menos nada que nadie puediera ver. Se llamaba Partridge, pero
ellos le llamaban Pavo a sus espaldas, porque tenía un pecho muy ancho
y la manía de pasearse majestuosamente por todas las habitaciones con
la punta de la barbilla en el pecho.

Los clientes que estaban deseando verse forzados a hacer cosas
como culpar de sus fracasos a los demás, solían dirigirse al viejo
Partridge para decirle lo que un amigo de un amigo les había aconsejado
que hiciera con referencia a una determinada acción. Ellos le decían lo
que no habían hecho con el pronóstico o confidencia, para que él les
dijera qué es lo que tenían que hacer.


El viejo Pavo, inclinaría su cabeza hacia un lado, contemplaría a
su cliente con una sonrisa paternal, y finalmente le diría con asombro,
"¡Ya sabes, el mercado está al alza!".


Le oí decir una vez y otra,! "Ya sabes, esto es un mercado al alza!".
Como si te estuviera dando un valioso talismán envuelto en un seguro de
accidente de un millón de dólares. Y yo, por supuesto, no conseguí saber
lo que quería decir.

Un día, un muchacho llamado Elmer Harwood, entró apresuradamente
en la oficina, escribió una orden y se la dio al conserje. Después
se apresuró hacia el lugar en el que se encontraba Mr. Partridge,
escuchando atentamente el relato de John Fanning, sobre cierta ocasión
en la que oyó a Keene dar una orden a uno de sus corredores y todo lo que
John consiguió fueron tres miserables puntos en cien acciones y, por
supuesto, ese mismo valor subió venticuatro puntos en tres días, justo
después de que John lo vendiera.

Era, al menos, la cuarta vez que John le contaba la historia de su
infortunio, pero el viejo Pavo sonreía comprensivamente como si fuera
la primera vez que lo oía.

Bien, pues Elmer se dirigió al viejo, y sin disculparse ante John
Fanning, le dijo; "Mr. Partridge, acabo de vender mi "Climax Motors".
Mi gente dice que el mercado va a reaccionar y que podré comprarlo de
nuevo más barato. Así que lo mejor sería que usted hiciera lo mismo,
bueno, si es que todavía lo tiene. "

Elmer miró, sospechosamente, al hombre al que había dado el
consejo de compra inicial. El pronosticador aficionado, piensa siempre
que posee al receptor de su pronóstico en cuerpo y alma, incluso antes de
saber cual va a ser el resultado de su pronóstico.

"¡Sí, Mr. Harwood, todavía lo tengo. Por supuesto!" dijo el Pavo
agradecidamente. Era un buen detalle por parte de Elmer pensar en el
viejo.

"Bien, este es el momento de tomar beneficios e introducirse en la
siguiente recuperación", dijo Elmer, como si acabara de hacer la papeleta
de depósito para el viejo. Como no percibía ningún tipo de agradecimiento
entusiasta en la cara del beneficiario, continuó diciendo: "¡Acabo de
vender todas y cada una de las participaciones que tenía!"

Por su voz y sus gestos, se podía haber hecho una estimación de
unas diez mil participaciones.

Pero Mr. Partridge, movió la cabeza negativamente y dijo, "No!
No! No! No puedo hacer eso!"
"¿Qué?" gritó Elmer.


" ¡Simplemente no puedo!" dijo Mr. Partridge. Se encontraba ante
un gran problema.

"¿No le aconsejé que comprara?"

"En efecto, Mr. Harwood, y le estoy muy agradecido, de verdad,
señor. Pero..."

"¡Un momento! ¡Déjeme hablar!¿Y no experimentó ese valor
una subida de siete puntos en siete días? ¿Si o no?.

"Sí lo hizo, y le estoy muy agradecido querido muchacho, pero no
puedo ni siquiera pensar en vender esos valores. "

"¿No puede?" preguntó Elmer, comenzando a dudar. Es bastante
frecuente que los que dan consejos los reciban.

"No, no podría."

"¿Por qué no?", insistió Elmer.

¡Porque éste es un mercado al alza!"El viejo lo dijo como si
hubiera dado una larga y detallada explicación.

"De acuerdo", dijo Elmer, con aspecto furioso por la desilusión.

"Yo sé que este mercado es alcista tan bien como usted. Pero lo mejor
que puede hacer es deshacerse de esos valores y volver a comprarlos en
la reacción. Podría perfectamente reducir el coste."

"Mi querido muchacho,"dijo el viejo Partridge, con gran desconcierto,
"mi querido muchacho, si vendiera esos valores ahora, perdería
mi posición; y ¿dónde me encontraría después?"



Elmer Harwood elevó sus manos, agito la cabeza y caminó hacia
mí en busca de comprensión: "¿Usted lo entiende?" me preguntó en una
especia de susurro. "¡Le estoy preguntando!".


No dije nada. Por lo tanto él continuó: "Le doy un pronóstico
sobre Climax Motors. Compra quinientas participaciones. Consigue un
beneficio de siete puntos y yo le aconsejo que salga y los vuelva a
comprar en la reacción, la reacción sucederá, eso está claro desde ahora.
¿Yqué responde cuando se lo digo? Dice que si lo vende perderá su
trabajo. ¿Qué piensas de eso?"


"Perdone Mr. Harwood; yo no dije que perdería mi trabajo", interrumpió
el viejo. " Dije que perdería mi posición. Y cuando sea tan
viejo como yo, y haya sufrido tanto estampido y pánico como yo, sabrá
que la posición es algo que nadie puede permitirse el lujo de perder, ni
siquiera John D. Rockefeller. Yo espero que los valores reaccionen y
que pueda usted volver a comprar a una concesión sustanciosa. Pero yo

sólo puedo operar de acuerdo con la experiencia de los años. Pagué por
ella un alto precio y no estoy dispuesto a desperdiciarla. Pero le estoy tan
agradecido como si tuviera el dinero en el banco. "Ya sabe, es un
mercado alcista". Y se fué, dejando a Elmer totalmente asombrado por
la expresión oida.


Lo que el viejo Mr. Partridge dijo no tuvo mucho significado para
mí hasta que comencé a pensar en mis numerosos fracasos a la hora de
hacer dinero en el mercado, cuando estaba en el lado correcto del
mercado en general. Cuanto más estudiaba, más me daba cuenta de lo
sabio que era el viejo. Evidentemente, él había sufrido el mismo defecto
en su juventud y conocía su debilidad humana. No caería en una
tentación que según le había enseñado la experiencia, era difícil de
resistir y que había demostrado ser demasiado cara para él, al igual que
para mí.

Creo que fue un gran paso en mi educación, el hecho de descubrir,
por fin, lo que el viejo quería decir a sus clientes con la frase, "¡Bien, ya
sabe, es un mercado alcista!", lo que quería decir es que el gran dinero
no estaba en las fluctuaciones individuales, sino en los movimientos
principales, o sea, no en la lectura de la cinta , sino en el tamaño de todo
el mercado y de su tendencia.



Y ahora, déjenme decir una cosa: Después de pasar muchos años
en Wall Street y después de ganar y perder millones de dólares quiero
decirles esto: Nunca fue mi pensamiento lo que hizo que consiguiera
mucho dinero. Era siempre mi asentamiento. ¿Lo han cojido?¡Sentarse!

No hay ningún truco en el hecho de encontrarse bien situado en el
mercado. Hay siempre muchas alzas tempranas en los mercados al alza
y muchas bajas tempranas en los mercados a la baja. He conocido
muchos hombres que estaban en el lugar adecuado y en el momento
adecuado , y comenzaban a comprar o a vender valores en el nivel exacto
de máximo beneficio. Y sus experiencias eran exactamente iguales que
las mías, o sea, no consiguieron ningún beneficio importante. Los
hombres que estén en la situación adecuada, y que sean capaces de
sentarse, son muy escasos. Creo que es una de las cosas más difíciles de
aprender. Pero un operador solo puede hacer dinero, si es plenamente
consciente de esto. Es literalmente cierto que los millones vienen con
más facilidad cuando el operador sabe cómo operar, que en los días de
ignorancia.



La razón es que un hombre puede ver las cosas claras y directas
y a pesar de ello tener dudas y volverse impaciente cuando el mercado
tarda en hacer lo que él piensa que debe hacer. Esa es la razón por la que
muchos hombres de Wall Street, que no son en absoluto tontos, ni
siquiera de tercer grado, siguen perdiendo dinero. No los derrota el
mercado. Se derrotan ellos mismos, porque a pesar de que tienen
inteligencia, no se saben sentar. El viejo pavo tenía mucha razón cuando
hacía lo que hacía. No sólo tenía el coraje de sus convicciones, sino
paciencia e inteligencia para sentarse.

Dejar de lado la oscilación principal, y tratar de saltar hacia dentro
y hacia fuera, me resultó fatal. Nadie puede registrar todas las fluctuaciones.
En un mercado al alza el juego consiste en comprar y mantener
hasta que el mercado al alza esté cerca del fin. Para hacer esto debe
estudiar las condiciones generales del mercado sin que las predicciones
o los factores especiales afecten a los valores individuales. Después
deshágase de todos los valores; ¡deshágase de ellos permanentemente!
Espere hasta que vea, o si lo prefiere, hasta que crea ver, el giro del
mercado ; el comienzo de la vuelta de las condiciones generales. Para
hacer esto tiene que utilizar su visión y su cerebro; de otro modo mi
consejo sería tan idiota como decirle que compre barato y venda más
caro. Una de las cosas más provechosas que uno puede aprender es
dejar de intentar alcanzar el último octavo, o el primero. Estas dos son
las dos octavas más caras del mundo. Les han costado a los operadores
de acciones millones suficientes como para construir una autopista a
través del continente.


Otra cosa que comencé a notar cuando estudiaba mis planes en la
oficina de Fullerton, tras empezar a operar más inteligentemente, fue que
mis operaciones iniciales casi nunca me mostraban una pérdida. Naturalmente,
esto me decidió a comenzar a lo grande. Me dio confianza en mi
propio juicio antes de permitir que éste se viciara por los consejos de los
demás o por mi propia impaciencia. En este juego, nadie llega muy lejos si
no tiene confianza en su propio criterio. Esto es todo lo que he aprendido,
para estudiar las condiciones generales, tomar una posición y aferrar me a
ella. Sé esperar sin impacientarme. Puedo enfrentarme con tranquilidad
a un contratiempo, sabiendo que es solo temporal. He estado a corto
con cien mil participaciones y he visto que se acercaba una gran recuperación.
Pensé, y pensé correctamente, que tal recuperación era inevita
ble, y que de forma global, representaría una diferencia de un millón de
dólares en mi hoja de beneficios. Y sin embargo, me he mantenido firme
y he visto evaporarse la mitad de los beneficios, sin tener nunca en consideración
el consejo de cubrir los cortos para volver a sacarlos en la
recuperación. Sabía que si lo hacía podía perder mi posición y con ello
la certeza de un gran beneficio.

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  1. en respuesta a Fernan2
    -
    Top 25
    #11
    13/12/10 02:57

    Por cierto, muy relacionado con este post, una frase de mi artículo A veces pierdo, pero... si gano, gano (o lo bueno de estar largo) decía:

    en mi cartera (de preferentes, que bolsa no llevo) llevo un beneficio muy bueno (más del 60% en dos años) gracias exclusivamente a dos emisiones (especialmente las Bancaja, compradas a 14 y cotizando a 60), las otras tres que tengo están a más o menos como las compré; y si de las cinco me hubiera quebrado una, pues bueno, aún sería asumible y quedaría una rentabilidad, no ya muy buena, pero aún decente... ahora bien, si cuando subían un 10% hubiera vendido, la rentabilidad sería una mierda, porque con tres emisiones al 0% dos años, y de las otras un 10% y a otra cosa, la media me queda a menos de lo que podría haber sacado con depósitos!! Así que, por raro que parezca, habría sido más dañino cortar las ganancias que asumir una quiebra; y no lo digo yo, lo dicen los números...
    Pues eso, que hay que dejar correr las ganancias y estarse quietecito mientras la corriente a favor te arrastra... s2
  2. Top 100
    #10
    12/12/10 16:33

    Libros para especuladores, hay muchos. También libros de especuladores, también he podido leer. Los verdaderos especuladores, siempre lo diré, si no son broKers, tendrán que estudiar un poquitín para saber analizar no un solo valor, a veces más de mil.
    Saludos

  3. en respuesta a Fernan2
    -
    #9
    Deferrer
    11/12/10 22:52

    ah amigo. Yo pierdo la mitad de mis beneficios siempre haciendo el idiota y no siendo lo suficientemente paciente para esperar a esas grandes oportunidades. Y eso que he mejorado con el tiempo.... esperemos que llegue un dia y haga como Jesse que aguantaba años jejeje.

    s2

  4. en respuesta a Sintrampanicarton
    -
    #8
    Deferrer
    11/12/10 22:51

    Pues nada hombre, muchas gracias. Espero que así sea y llegue muy lejos ;-)

    s2!

  5. Top 25
    #7
    11/12/10 21:01

    Totalmente de acuerdo con este artículo!! El dinero se gana más veces esperando que haciendo; y desde luego, yo he sido culpable muchas veces de no saber esperar... ¡la de buenas acciones a magníficos precios que han pasado por mis manos, y que salieron de ellas antes de hora!! Pero la verdad es que es bastante difícil, en un mercado tan líquido como el de las acciones, el saber estarse quietecito... yo, para eso, he encontrado muy útil el haber invertido en preferentes: estuve comprando desde julio de 2008 hasta marzo de 2009, y hasta octubre de 2010 que hice un reajuste ya no he vuelto a operar... ¿el secreto para conseguirlo? El saber que, para cada operación, me tengo que dejar un 5%-10% en la horquilla!! Y espero que, después del buen resultado obtenido, la experiencia me servirá para no volver a ser "de gatillo fácil" cuando invierta en acciones...

    s2

  6. #6
    11/12/10 18:56

    Deferrer en serio y eso que no te gustan que te alaben pero es que eres insuperable, no hay ningún blog a nivel nacional (y extranjero) que se te pueda comparar. Ya voy con mis 32 años para los 15 años de especulador y he de decir que jamás encontré a nadie con tanta calidad en sus artículos como los tuyos, a la vista esta la cantidad de opiniones que tienen.

    Solo me queda darte mil gracias por todo y decirte de nuevo que llegarás muy lejos, pero muuuuucho!

  7. en respuesta a Antonio0001
    -
    #5
    Deferrer
    11/12/10 17:36

    Di mi contestación ayer, mira el hilo que publiqué.

    Yo estoy prácticamente de vacaciones. Si sigue subiendo felicidades para todos, y espero que así sea porque estamos en un mercado alcista.

  8. en respuesta a Wenomeno
    -
    #4
    Deferrer
    11/12/10 17:35

    Exacto. Hay que aplicarlo al marco temporal de cada uno. Asi el intradía que se salga cuando gane 10 ticks es lo mismo que el que opera a 3 años y se sale a los 3 meses.

  9. #3
    11/12/10 16:44

    Yo también leí el libro y es excelente.

    Este consejo es muy bueno, pero hay que saber entenderlo. Yo lo interpreto así: si operas la oscilación principal debes permanecer dentro hasta que ésta cambie de dirección, pero si operas una oscilación menor hay que salir cuando se agote, no puedes pretender entrar en una oscilación menor y aguantar hasta que termine la principal. Eso sí, sea cual sea el plazo al que estas operando no se puede entrar y salir en cada rebote, se puede añadir a la posición, pero no entrar y salir.

  10. #2
    11/12/10 15:49

    bonito pasaje.Lo que pasa es que a veces en la realidad no somos capaces de actuar de una inteligente y nos degamos llevar por los impulsos.decimos que estamos en largo en una accion y cuando vemos que vamos ganando las vendemos,luego hechadonos las manos a la cabeza, ya que vemos que todavia esa accion no ha hecho mas que subir.
    que opinas, Deferrer, que piensas que haran los mercado en un futuro?Tal y como estan parece que la tendencia a largo es que vayan a subir, no? pero hasta donde?

    s2

  11. #1
    11/12/10 15:07

    Magnífica recopilación sobre Livermore en Facebook.

    Saludos.

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