
BME y CNMV son pastores cómplices. El conflicto de intereses permite a empresas como SAI ocultar datos clave (préstamo dilutivo del 40%) por dos meses. La supervisión se desmorona mientras el inversor, el cordero, es llevado al matadero.
Inversor de alto riesgo. Todas las posiciones en los valores que compro, implican una posición de riesgo alto, o muy alto.