A mi la verdad es que ya casi nada me sorprende, aunque algunas cosas sinceramente rozan ya el límite de lo absurdo.
Ante cuestiones técnicas, como por ejemplo el valor de los sellos, cualquiera se siente legitimado para afirmar una cosa u otra, cuando la realidad es que después de cientos de comentarios sobre el valor de los sellos, nadie, pero nadie, nadie (de los autores de esos comentarios), conoce realmente el stock real inventariado de Afinsa, salvo aquellos que han peritado la muestra estadístico-matemática que sirvió de base para la valoración del informe concursal. Pero pese a ese desconocimiento, aquí nadie se ha cortado un pelo en afirmar incluso hasta el valor real de cientos de millones de sellos que jamás han visto. Pase.
Esto ocurre con otros asuntos técnicos, como la calificación de la actividad de Afinsa, de la que la CNMV sigue calificando como mercantil (pese al pacto de recompra y el precio cierto de la revalorización pactada). También aquí hay comentarios rotundos que no dejan ni un resquicio de duda para algunos, pese a que no creo que ni los que defiendan por aquí la calificación mercantil o financiera sean/seamos expertos para llegar a esas conclusiones. Pase.
Y luego hay otros asuntos menos técnicos, más mundanos, que por supuesto también hemos comentado hasta la saciedad. Que si los sellos estaban junto a fuentes de agua, que si los imputados vivían a cuerpo de rey y se reían mientras comían chuletones, que si se utilizaban locales de Afinsa para actividades de asociaciones afines a los imputados, etc. Y éstos asuntos han sido blanco de las iras de quienes tienen ya clara la sentencia, utilizando éstos temas tan "graves" para argumentar sus más que nocivos discursos.
Y ahora llega un asunto, que pese a ni favorecer ni perjudicar la situación de los imputados, no parece que resulte tan grave para esas personas a las que la cercanía de los sellos con una fuente de agua les resultase una prueba irrefutable del escaso valor de la filatelia que tenía Afinsa en sus cámaras acorazadas. Es tremendo y ésto no puede pasar.
Dice Corsario, que tiene muchas dudas sobre la autenticidad de la noticia, "que habrá que averiguar si ésto es cierto". Resulta que el antiguo propietario de la colección, que según cuenta forogratis le costó a Afinsa 100 millones de pesetas" afirma que es cierto y la defensa de Afinsa presenta un escrito al Juez Pedraz denunciando ésta situación, pero para Corsario hay que averiguar si es cierto. Curiosamente Corsario no tuvo las mismas dudas ni se planteó la necesidad de averiguar si era cierto cuando Concha Rubio afirmaba que los sellos venían en palets, que se almacenaban junto a fuentes de agua, como tampoco se plantea si las medidas de seguridad de los sellos ahora son las mismas, mejores o peores que cuando estaban almacenados en las cámaras acorazadas de Afinsa, esas que al parecer estaban rodeadas de fuentes de agua. Y es que resulta curioso que en su intervención en éste asunto no dedique ni una línea a plantearse la posibilidad real de que le estén robando su dinero, que se haya permitido (o no) que cierto patrimonio (suyo y nuestro) haya salido sin autorización y esté siendo expoliado a plena luz del día. Para Corsario primero hay que demostrar que el ex-propietario de la colección (un prestigioso comerciante filatélico) no miente y que la defensa de los gestores no estén cometiendo un delito al presentar una denuncia falsa.
Justiciero, que además de experto filatélico es adivino, incluso afirma que esa colección es de Central de Compras. Aunque no es de extrañar porque precisamente Justiciero es uno de esos videntes que ha tenido a bien peritar el stock de Afinsa sin haberlo visto jamás. Nos cuenta empleada que esa colección se trasladó a Logista con firma del administrador concursal incluída, aunque quizá ésto no convenza a quienes tienen tantas dudas sobre la veracidad de ésta noticia.
Otros, como Furioso, prefieren dedicar sus iras a quienes d