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Total, si ya no matan…

756 respuestas
Total, si ya no matan…
Total, si ya no matan…
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#346

Re: Total, si ya no matan…

que bonita palabra....VASCONGADAS

saludos

#347

Re: Total, si ya no matan…

Y askatasuna, ¿no es muy bonita?

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#348

Re: Total, si ya no matan…

Aberchándal además de bonita es divertida. ...

#349

Re: Total, si ya no matan…

ETA ya no paga a Ternera
J. M. Zuloaga. Madrid. Hace 8 horas 5

La dirección, ahora en manos de miembros de la ilegalizada EKIN, retira su asignación de unos 1.500 euros al histórico dirigente de la banda, huido desde 2002

#350

Re: Total, si ya no matan…

ESPAÑA / BILDU
La madre de un guardia civil agredido: «¿Por qué a nosotros no vienen a apoyarnos?»
10
Podemos celebró el Día de Navarra en Alsasua para demostrar que es «un pueblo tranquilo», pero para la familia de los agentes «es un acto reivindicativo en apoyo al entorno abertzale»

#351

Re: Total, si ya no matan…

Tiene razón la madre, ¿por qué no vais los PPeros a apoyarles? Mucha palabrería pero nadie mueve su "cucu".

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#352

Re: Total, si ya no matan…

«Os tenemos que matar por ser guardias civiles, cabrones, txakurras (perros)». Esta frase fue una de las proferidas por los agresores de un teniente, un sargento y sus parejas sentimentales, el pasado 15 de octubre en el interior y a la salida del bar «Koxka» de Alsasua. Por esos hechos han sido procesados y permanecen en prisión los agresores que pudieron ser reconocidos indubitadamente.
Según los datos que ha obtenido LA RAZÓN, y que obran en poder de la Audiencia Nacional, a los dos miembros de la Benemérita y a sus parejas sentimentales se les hizo, tanto en el interior del establecimiento como en el exterior, lo que comúnmente se denomina «pasillo de la muerte». Consiste en que se abre una supuesta senda de salida para las personas que quieren abandonar un lugar, pero que son agredidas con puñetazos y patadas por grupos organizados. En el caso de Alsasua, unos 20 o 25 en el interior del bar y, una cifra similar, en el exterior. «Esto os pasa por venir aquí, hijos de puta pikoletos, os tenemos que matar por ser guardias civiles, cabrones txakurras», gritaban los integrantes de dichos «pasillos», mientras se empleaban con toda la violencia posible.
Los hechos ocurridos en Alsasua están publicados, ya que han sido judicializados con el resultado antes citado, pero, conforme pasan los días, se conocen otros detalles que corroboran la gravedad de lo acaecido.
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Artes marciales
Uno de los primeros individuos que reconoció a los agentes y sus acompañantes fue Ohian Arnanz Ciordia, experto en artes marciales, en concreto en la disciplina denominada «Yoseikan Budo», que se movía con gran agilidad dada su complexión física.
Es el que le preguntó al teniente, cuando se dirigió a los servicios, si era un «madero» (término despectivo para referirse a los miembros de las Fuerzas de Seguridad), a lo que el oficial le contestó afirmativamente, al tiempo que le informó de que estaba disfrutando de su tiempo libre. «Menos tiempo libre», le replicó Arnanz Ciordia.
Los guardias y sus parejas se encontraban, tal y como se detalla en el dibujo (hecho por el sargento) que se reproduce en esta misma página, en una zona del bar en la que no dominaban la salida, cerca de las máquinas recreativas. Fue allí, al comienzo de los incidentes, donde recibieron el impacto de un vaso de los que se utilizan para servir chupitos. Por parte de los agentes, no hubo respuesta a la agresión, a la que prefirieron no dar mayor importancia.
Fue una hora después cuando entró en el local Jokin Unamuno, organizador de actos en Alsasua en los que se ataca a la Guardia Civil, acompañado de varios individuos, que se dirigió directamente al sargento en actitud desafiante.
Al observar el teniente lo que ocurría –el suboficial lleva muy poco tiempo en el puesto de Alsasua–, se acercó y pidió a Unamuno que les dejara en paz, que estaban en su tiempo libre.
Fue en este momento cuando Jokin Unamuno, conocido de sobra en toda Alsasua, preguntó al teniente cómo sabía su nombre y que su abuelo había sido guardia civil, cosa que, al parecer, le sacaba de quicio.
Llamadas previas
En el análisis que los investigadores hicieron del teléfono de este individuo se pudo observar que había realizado varias llamadas a otro de los identificados como participantes en la agresión, Adur Ramírez de Alda, en los momentos previos a que se iniciaran los incidentes. El contenido de la llamada se desconoce, pero por lo que ocurrió después se puede sospechar sobre lo que hablaron.
La frase
Mientras Unamuno se enfrentaba verbalmente con los miembros de la Guardia Civil, Arnanz Ciordia llegó corriendo desde el otro lado del bar, momento en el que se escuchó la citada frase sobre matar a los miembros del Instituto Armado.
La novia del teniente, María José, intentó mediar y le pidió a una de las acompañantes de Unamuno que se fueran de allí, a lo que le contestó que los que no tenía derecho a estar allí eran ellos y que lo que les estaba pasando (y les iba a pasar) es «por haber venido aquí». En esos momentos, el tal Arnanz le dijo a la novia del teniente que a ellas no les iban a pegar pero que a los guardias civiles sí.
El teniente recuerda que las primeras agresiones las recibió por la espalda mientras tres o cuatro individuos zarandeaban a su novia. Ninguno de los dos conseguía avanzar para ganar la puerta porque estaban rodeados por unas siete u ocho personas que les agredían en todo momento.
Patadas y puñetazos
Recibían, al igual que el sargento y su pareja, empujones, patadas y puñetazos. Además, justo antes de la salida, en un estrechamiento, se formó un pasillo en el que, entre 20-25 personas, les daban todo tipo de golpes conforme lo cruzaban. Entre los agresores se encontraba un individuo de más de treinta años, de mediana altura, complexión fuerte con el pelo rapado, que pegaba puñetazos con mucha fuerza en la espalda del teniente.
Ya en el exterior del bar, nadie acudió a auxiliar a los guardias civiles; algunos grababan la escena con sus móviles (ninguna de las grabaciones ha sido entregada a las Fuerzas de Seguridad) en medio de grandes carcajadas.
Entre los «espectadores», fumando tranquilamente en la puerta de un bar próximo, estaba el presunto iniciador de los incidentes, Jokin Unamuno.
En los informes que obran en poder de la Audiencia Nacional se señala a Jon Ander Cob como el individuo que propinaba puñetazos, especialmente en la cabeza, a los dos guardias civiles en la puerta antes de que los separaran y que posteriormente se quedó agrediendo al teniente.
Durante estos hechos, algunas personas gritaban: «Al sargento torturador hay que detenerlo» (pese a los pocos días que llevaba en Alsasua), lo que enardecía aún más a los agresores del suboficial.
Trato correcto
Los trabajadores del bar «Koxka» declararon que los guardias civiles y sus parejas tomaron dos consumiciones, que no iban ebrios y que el trato hacia ellos fue en todo momento correcto. Desde el mundo proetarra se dijo que los guardias iban borrachos.
Añadieron que el teniente es un cliente habitual del bar mientras que los que atacaron a los guardias civiles suelen reunirse en un establecimiento de la izquierda abertzale.
Lo que dice el auto de la jueza Lamela
-Adur Ramírez de Alda: «Golpeó a los cuatro con puñetazos y patadas»
Fue reconocido fotográficamente y en una posterior rueda de identificación por el teniente como «una de las personas más activas que golpeó a los cuatro con puñetazos y patadas», según el auto de procesamiento de la jueza Lamela. La esposa de uno de los agentes le señaló como la persona «que pegó en la calle al sargento en la cabeza» cuando estaba en el suelo.
-Ainara Urquijo: Amenazó a la novia de uno de los agentes
El teniente reconoció a Ainara Urquijo, que está en libertad, como una de las personas que les rodeó y el sargento aseguró que increpó a su novia diciéndole: «Esto es lo que vais a tener cada vez que bajéis», algo que corroboró su pareja. Además, los dos agentes de la Policía Foral que acudieron al bar declararon que fue «una de las personas que más les increpaban al llegar al lugar».
-Aratz Urrizola: «Intentó darle un puñetazo al levantarse»
La novia del teniente lo identificó en foto y en rueda de reconocimiento como uno de los que estaban en el bar «golpeando con puñetazos y patadas» a los dos agentes, «y a ella también por la espalda». La novia del sargento contó en su declaración que «intentó propinar un puñetazo al sargento en la cabeza cuando logró levantarse del suelo en la calle».
-Iñaki Abab: Golpeó al sargento y le empujó hasta la calzada
Fue, según el sargento, una de las personas que le golpeó y le alejó del teniente «agarrándole por la espalda y empujándole hasta la mitad de la calzada». La novia del agente le identificó en foto y en rueda y la del teniente declaró que fue uno de los que participó en la agresión, «aunque no recordaba lo que hizo en concreto».
-Jokin Unamuno: «Se encaró en el bar con el teniente y el sargento»
La pareja del sargento dijo que fue quien se «encaró con el teniente y el sargento» en el bar. Los dos agentes le reconocieron y el teniente dijo que fue uno de los «que le golpeó mediante puñetazos y patadas», «muy conocido» en Alsasua por su vinculación con el «Ospa Mugimendua», impulsor del movimiento «Alde Hemendik!» (fuera de aquí) contra la presencia de la Guardia Civil.
-Jon Ander Cob: Golpeó a los agentes, sobre todo «en la cabeza»
Fue, según la novia de uno de los agentes, «una de las primeras personas que los rodearon» y participó «de forma activa en la agresión». Le conocía, dijo, porque iba al mismo instituto que ella. «Fue la persona que le dijo que no tenían derecho a nada». La pareja del teniente aseguró que fue uno de los que dio puñetazos a los agentes, «especialmente en la cabeza».
-Julem Goicoechea: «En la calle golpeaba con brutalidad»
Reconocido en foto y en rueda de identificación por el teniente y las dos mujeres. Fue uno de los que «los rodeó y golpeó dentro del bar», dijo la novia de uno de los agentes, golpeándoles cuando trataban de abandonar el local. La otra mujer aseguró que «en la calle también golpeaba con brutalidad al teniente y al sargento antes de que les separasen».
-Oihan Arnanz: «Se ensañó cuando estaba en el suelo el sargento»
La novia del teniente dijo que fue uno de los que «iniciaron el ataque, poniéndose muy agresivo» y diciéndole que «iban a reventar al teniente», golpeando a éste y al sargento, incluso cuando ya estaban en el suelo, y a ella. La otra mujer explicó que antes de la agresión intimidó a los agentes y que se «ensañó» con el sargento «dándole patadas y pisándole» con «gran destreza en sus movimientos».

#354

Re: Total, si ya no matan…

"Al sargento torturador hay que matarlo": la agresión de Alsasua minuto a minuto
Informe de la Guardia Civil: entre las personas que atacaron a los agentes y sus parejas había un experto en artes marciales y los presentes grabaron la paliza con móviles, obstaculizando el arresto.

#355

Re: Total, si ya no matan…

La novia del agente agredido: «He abandonado Alsasua porque me siento atemorizada»
J. M. Zuloaga. Hace 4 horas 18

Las declaraciones de María José, de 19 años, novia del teniente de Alsasua, describen la saña de los proetarras.

#356

Re: Total, si ya no matan…

Goioaga, del Senado al banquillo
El aforado de Bildu, Iñaki Goioaga, que ha sido procesado por pertenencia a ETA, dejará de serlo sin apenas pisar el pleno

#357

Re: Total, si ya no matan…

La causa judicial contra el senador de Bildu Iñaki Goioaga, procesado por un presunto delito de pertenencia en ETA, volverá a la Audiencia Nacional en las próximas fechas. El abogado de presos etarras, investigado desde abril por el Tribunal Supremo, perderá su condición de aforado probablemente la próxima semana, cuando el Parlamento vasco, que fue quien le designó senador en enero de 2013, haga los nuevos nombramientos para la Cámara Alta por cuota territorial. La pérdida del aforamiento provocará que su caso retorne al despacho del juez Eloy Velasco, que es quien investiga el llamado «frente de cárceles» de ETA. Goioaga y otros abogados encabezados por Arantza Zulueta, en prisión desde su detención en enero de 2014, están acusados principalmente de ser la correa de transmisión de la dirección de la banda a los presos.

Bildu ha anunciado que relevará en el Senado a Goioaga, quien no ha tenido apenas actividad en la Cámara Alta desde que arrancó la XII Legislatura. Miembro del Grupo Mixto, prometió su cargo de senador el 19 de julio en el pleno de constitución de la Cámara tras las elecciones de junio. Desde entonces, el senador de Bildu procesado por el Supremo no ha participado en ninguna otra de las sesiones del Senado. Tampoco ha acudido a las reuniones internas del Grupo Mixto. «En los últimos meses no ha aparecido», según corroboran a este diario desde otros partidos minoritarios.

Preguntará por los presos
Su intención es despedirse de la Cámara con una pregunta al Gobierno el próximo martes sobre si «piensa replantearse» la actual política penitenciaria sobre los presos de ETA, a los que él denomina «presos independentistas vascos». Registrada el pasado lunes, es la única iniciativa parlamentaria en su hoja de servicios. La actividad del senador de Bildu en las dos anteriores legislaturas se resume en otra pregunta sobre la tortura y el haber participado como ponente del Grupo Mixto en la Comisión de Justicia de dos proyectos de modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

En lo que va de legislatura se han celebrado media docena de plenos, incluidas dos sesiones de control al Gobierno, a las que no ha asistido, o siendo más rigurosos, no ha cumplido con su obligación de participar en las votaciones. El senador de Bildu es portavoz del Grupo Mixto en la comisión de Interior, en la que tampoco se ha estrenado. Lo mismo ocurre con la comisión de Asuntos Iberoamericanos. El Senado ofrece un complemento extra a quien ostenta la portavocía en comisión, 1.046 euros al mes. Goioaga recibe además de la asignación básica de 2.813, 91 euros al mes una indemnización por ser de una circunscripción exterior a Madrid, que supone 1.822, 38 euros mensuales libre de impuestos, para gastos de desplazamiento, etc. Todos los conceptos se multiplican por 14 pagas.

Doble vara de medir
Se da la circunstancia de que hace un mes ERC planteó la polémica sobre la actividad de los senadores. ERC exigió al Senado que recortara el sueldo a Rita Barberá porque «no va y cobra las dietas». Otro senador del Grupo Mixto denuncia la «hipocresía» ante la doble vara de medir de ERC.

También fue muy criticada la decisión de designar a Goioaga como miembro de la Diputación Permanente para garantizarle el blindaje del aforamiento. El Senado concedió en primavera el suplicatorio para que el Supremo le investigara por terrorismo.

Por otra parte, la Cámara le dio autorización para ejercer la abogacía como actividad privada en la anterior legislatura, algo que había solicitado otra vez para la actual. No le hará falta porque dejará su escaño este mes. El exdiputado de Amaiur Jon Iñarritu, que procede de Aralar, le sustituirá como senador por designación autonómica del Parlamento vasco. A falta de que se produzca la votación en la Cámara de Vitoria, repetirán en el puesto el senador del PNV Jokin Bildarratz y el del PSE Tontxu Rodríguez.

Cuando pierda el aforamiento y su causa vuelva a la Audiencia Nacional, Goioaga se unirá a los 46 procesados por colaboración o pertenencia a banda terrorista que esperan que el juez Velasco abra juicio oral. Este paso pendiente llegará después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional presente su escrito de acusación, en el que cifrará las penas de cárcel solicitadas para cada uno. Las defensas también tendrán su turno para aportar los escritos con su versión sobre lo sucedido. Velasco cerró la investigación y procesó a 47 personas, entre ellas la siniestra abogada de etarras Arantza Zulueta, por formar el llamado frente de cárceles de ETA, encargado de mantener la fidelidad de los presos de la banda. El magistrado aseguró que su función era «dirigir y dar directrices al conjunto del frente de cárceles garantizando la cohesión de sus miembros».

Esta labor de fidelización era realizada bajo un paraguas de organizaciones subordinadas a la banda terrorista, como el colectivo de abogados BL, la organización de apoyo a presos Herrira, la asociación de asistencia sanitaria Jaiki Hadi o la de familiares de reclusos Etxerat. El magistrado relata que los procesados eran «plenamente conocedores de su dependencia orgánica de ETA y que su actividad contribuye a los fines» de la organización terrorista. A Zulueta, la abogada de etarras al frente de este colectivo desde los años ochenta, ETA le pidió que elaborara un plano de la Audiencia Nacional, para cometer un atentado en 2006.

#358

Re: Total, si ya no matan…

Hace 19 años, Miguel Ángel Blanco, con 28, iba a vivir sus últimas navidades. Él no lo sabía, claro. Ni podía imaginarse que, después de ese año, no volvería a comerse el turrón. Fue en un pleno celebrado el 21 de diciembre de 1995 en el ayuntamiento de Ermua (Vizcaya) cuando el concejal del PP escuchó por primera vez desde que era concejal el alegato del edil de HB Jon Cano (ahora, concejal de Bildu en esa misma localidad) en defensa de los presos de ETA y sus sufridos, indefensos y desamparados familiares.

Cano era un empleado de Correos del reino de España, destinado entonces en Ermua y después director de la oficina de Éibar –localidad donde el 10 de julio de 1997 un comando de ETA secuestraría a Blanco-. En aquel pleno, el concejal de HB exigió el respeto de los derechos de “los ciudadanos y ciudadanas, empezando por los 600 presos y presas políticos vascos secuestrados por el Estado español y francés”. Habló de oscurantismo del sistema español, de injusticia social, “de ilegalidad encubierta y descubierta de un sistema judicial dependiente de los políticos, de amparo de toda clase de tortura”, etcétera, etcétera. Dijo "Gora Euskal Herría Askatuta" y se marchó del pleno.

En esa reunión plenaria fue aprobada una moción solicitando la puesta en libertad de un vecino de Ermua, Peio Iriondo, en prisión por haberse encontrado en su poder armas utilizadas por ETA en varios atentados. Iriondo, al parecer, se limitó a esconder una metralleta y varias pistolas que le había entregado una prima suya, con delitos de sangre.

Miguel Ángel Blanco votó a favor de la liberación de Peio Iriondo, quien en 2015 firmaría una petición de amnistía para todos los presos de ETA, entre ellos, Txapote y Amaia, asesinos del concejal popular el 12 de julio de 1997.

Veinte años después, puede ser discutible si el concejal Cano y las autoridades del Gobierno navarro y del parlamento foral tienen memoria negativa o positiva. Pero lo que está fuera de toda discusión es que Miguel Ángel Blanco perdió toda su memoria cuando, inopinadamente, el etarra García Gaztelu, alias Txapote, le pegó un tiro detrás de la oreja derecha y otro en la zona occipital, en un monte próximo a Lasarte. Blanco, según la memoria independentista, estaba en el lado de la pareja de Guardias Civiles apaleados en Alsasua, y no con los pobres detenidos, ni con sus familiares “indefensos y desamparados”.

Veinte años después, los unos siguen siendo las víctimas y los agredidos, los verdugos, si nos atenemos al relato independentista. Miguel Ángel Blanco vivió en 1996 su última Navidad. Precisamente para evitar la injusticia de la desmemoria, o de la memoria del revés, he escrito y publicado El hijo de todos, en memoria de quien fue asesinado a los 29 años, simplemente por defender su libertad y, a la vez, la libertad de todos. Conviene recordarlo esta Navidad.

#360

Re: Total, si ya no matan…

Los padres de una de las novias de los agredidos en Alsasua piden protección
Consideran que «la situación en el pueblo es insoportable debido a la presión de numerosas personas» sobre la Guardia Civil

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