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Programa de Podemos.

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Programa de Podemos.
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Programa de Podemos.
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#601

Re: Programa de Podemos.

Con la llegada de 2015, parece que las expectativas electorales del PP vuelven a crecer. Según un sondeo de Celeste-TEL encargado por eldiario.es, el partido de Gobierno sube 1,2 puntos con respecto a diciembre y se sitúa en un 31,1% tras meses de caída en su intención de voto.
Este aumento del PP lleva aparejado un leve descenso de un 0,8% en la intención de voto de Podemos, lo que según este estudio le relegaría a la tercera posición con un 20,9%, justo por detrás de un PSOE que con un 23,8% se mantiene en los parámetros de los últimos meses.
De este modo, la horquilla de diputados en el Congreso quedaría entre 128 y 135 para el PP, entre 89 y 92 para el PSOE y entre 62 y 65 para Podemos, lo que, a priori, obligaría a los partidos a alcanzar diferentes pactos que permitan la gobernabilidad.
En cualquier caso, estas cifras siguen consolidando la caída de los dos grandes partidos desde las elecciones generales de 2011. Desde aquellos comicios el PP se deja un 14% de votos y casi 60 escaños, mientras que el PSOE, pese a no haber acusado el desgaste de gobernar, pierde algo menos de un 6% y casi 20 diputados.

#602

Re: Programa de Podemos.

No es por nada, pero ese "sindicato" no tiene nada que ver con los funcionarios. No sé a qué viene ese empeño.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#603

Re: Programa de Podemos.

Egiak ez ditu bi bide

#604

Re: Programa de Podemos.

Los cucos son pájaros parasitadores. Dejan su huevo en un nido ajeno y así otros, como una pequeña hembra de carricero común, se encargan de criarlos.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#605

Re: Programa de Podemos.

El cuco y el sacristán, juntos de juerga se van.

#606

Re: Programa de Podemos.

Si el cuco no canta para el veinte de abril, es qie se ha muerto o quiere morir

#607

Re: Programa de Podemos.

monedero monedero....

El domicilio social de Caja de Resistencia Motiva 2, la empresa con la que Juan Carlos Monedero cobró 425.000 euros por «asesorías» a países latinoamericanos sobre la implantación de una moneda única, está embargado. Se trata de un piso de cien metros cuadrados en la calle Calvo Asensio, en el cotizado barrio madrileño de Argüelles.

De hecho, el inmueble es la vivienda del secretario del Proceso Constituyente y de Programa de Podemos y en él no se registra ninguna actividad económica. «Monedero suele aparecer por aquí a la hora de comer», dice un vecino a ABC.

Barrio de Argüelles (Madrid)
La vivienda y sede de Caja de Resistencia Motiva 2 no está a nombre de Juan Carlos Monedero, sino al de su hermano Salvador. Según consta en el Registro de la Propiedad de Madrid número cinco, el inmueble está embargado por el impago de una deuda de 4.050,58 euros con la empresa SW Communications S.A., dedicada a prestar servicios relacionados con la telefonía. El piso fue embargado por orden del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Madrid.

La anotación de embargo lleva fecha del 30 de septiembre de 1991 y se traduce en que el propietario del inmueble deja de tener libre disposición sobre el mismo. Por ejemplo, si quisiera venderlo, antes tendría que liquidar la deuda y levantar esa carga en el Registro de la Propiedad. Cabría la posibilidad de haber saldado la deuda pero no haberlo acreditado ante el registro. ABC intentó ayer sin éxito aclarar esta información con Juan Carlos Monedero.

El número tres de Podemos registró su empresa Caja de Resistencia Motiva 2 en esta dirección el 23 de octubre de 2013. Entre esa fecha y el 31 de diciembre, la sociedad recibió pagos por un total 425.150 euros por, según manifestó Monedero, haber asesorado en años anteriores a Bolivia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua para la posible creación de una moneda única latinoamericana.

Inspección de Hacienda
La Agencia Tributaria le ha abierto una inspección fiscal de oficio porque, según varios expertos consultados, el profesor de Ciencias Políticas de la Complutense debió tributar esos ingresos como persona física, vía IRPF, en lugar de a través de una sociedad, con lo que dejó de pagar 68.000 euros a Hacienda.

Por otro lado, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió ayer al dirigente de Podemos de que «la única batalla que tiene el Ministerio de Hacienda es lograr que todos los ciudadanos cumplan con sus obligaciones tributarias» y que «no hay ninguno que está por encima de la ley».

Así lo manifestó la portavoz del Gobierno durante la rueda de prensa posterior al Consejo Ministros, al ser preguntada sobre la situación que rodea a Monedero y las acusaciones que éste lanzó el jueves contra el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al asegurar que se ha «declarado una guerra» contra su formación.

«Además, dado que algunos ponen determinados listones éticos, son los menos indicados para aplicarse deducciones o desgravaciones éticas a esos listones éticos», apostilló la vicepresidenta, para insistir en que «todo el mundo tiene que cumplir sus obligaciones tributarias», informa Europa Press.

#608

Re: Programa de Podemos.

De todos los conceptos habitualmente manejados por los parlantes del podemés (y, en general, por los progres biempensantes), el más peligroso es, de lejos, el de mayoría social. Su exaltación por Ada Colau me llevó en su día a escribir un glosario progre. Pero hoy, aún renqueante tras el ametrallamiento de la expresión perpetrado por el representante de Podemos el pasado sábado en La Sexta Noche (si no la usó veinte veces, no la usó ninguna), me gustaría ir más allá de la simple traducción al castellano.

Empecemos por lo más obvio: una mayoría social no es una mayoría. De hecho, es su contrario. El adjetivo social vicia el sentido natural del sustantivo mayoría. Igual que la expresión paz social significa una amenaza de violencia (es decir, lo contrario de la paz), la expresión mayoría social describe a una minoría. Ésta es, ciertamente, una minoría cuya superioridad moral le hace creerse digna de ser mayoría. Pero es una minoría. La expresión, en suma, describe más atinadamente los delirios de grandeza de quienes la usan que su número.

La diferencia entre una mayoría y una minoría en democracia es abismal. Implica, ante todo, la posibilidad de imponer decisiones al conjunto de la población. Todos sabemos que, en democracia, se hace lo que decide la mayoría. Pero esto es así con, por lo menos, tres grandes condiciones que los hablantes de podemés nunca recuerdan: 1) que exista un sistema fiable para conocer la opinión de la mayoría, 2) que los intereses de las minorías estén salvaguardados y 3) que ciertos valores consagrados en la Constitución –los derechos fundamentales– no estén sujetos a votación (el derecho a la propiedad privada implica, por ejemplo, que una mayoría de tres votos no legitime el reparto del bocadillo de un cuarto chaval en un recreo).

Cuando una minoría se disfraza de mayoría cubriéndose con un velo social, lo que está haciendo, en el fondo, es intentar imponer su voluntad. Sus integrantes están diciendo:

Mi voto vale más que el de los demás porque mis intenciones son más puras, más generosas y más sociales. Soy altruista. Pienso en el bien de todos, no en el mío propio. Me merezco ser mayoría para que se haga lo que yo digo que se debe hacer.

Esto supone, en la práctica, la destrucción del principio "una persona, un voto". Según esta lógica, los votos de unos deben valer más que los de otros en función de sus intenciones. Es la vuelta a la concepción censitaria del voto, si bien sustituyendo el patrimonio por las intenciones como requisito para el ejercicio del voto. Nada nuevo bajo el sol socialista. Clara Campoamor lo sufrió en sus carnes durante el debate de la concesión del voto a la mujer en 1931: las mujeres, para una parte importante de la izquierda, no debían votar porque no harían un buen (hoy se diría social) uso del voto.

El peligro de esta mentalidad se multiplica cuando sabemos que la actual izquierda social, una vez alcanzado el poder, destruye todo sistema de contrapesos institucionales que impida que se haga su voluntad. Esto es el significado de la expresión "romper el candado de la Constitución". No es ninguna coincidencia que todos los regímenes que financiaron tan generosamente el aún desconocido estudio de Monedero sobre una moneda común cambiaran la Constitución de sus países nada más llegar al poder.

La expresión mayoría social es, en suma, una amenaza. Una amenaza del tenor de: "Si no piensas como nosotros, estás en la minoría y tu opinión es marginal. Más te vale cambiar de opinión pronto y apoyarnos". Este fue el mensaje implícito de la manifestación de Podemos del sábado pasado. Sus participantes no se manifestaron para defender sus propias ideas. Lo hicieron para intentar deslegitimar las ideas y la propia existencia de los demás. Nadie lo expresó mejor que una activa defensora de Podemos en Twitter:

Quienes no han ido a la mani están a favor de los desahucios, no quieren educación pública y les gusta que la gente se muera de hepatitis C.