Para que exista donación, tienen que darse varios signos, señales o indicios:
.- El primero es el animus donandi, la voluntad cierta y manifiesta de donar o beneficiar con algo a alguien. En correspondencia, debe exitir la debida aceptación del beneficio o cosa donada por parte del donatario.
.- Lo segundo es que la cosa requiere una cierta solemnidad, siquiera rastro documental donde se deje claro que es lo que se pretende hacer. En ausencia de esas solemnidades, las presunciones legales siempre consideran que lo que se está produciendo es lo menos oneroso o gravoso posible.
.- Lo tercero, que debe existir de manera simultanea y en unidad de acto, un enriquecimiento por parte del donatario, acompañado por un empobrecimiento equivalente por parte del donante. En ausencia de estos juegos de balances, las presunciones apuntan a que la cosa corresponde a pagos, no a regalos o donaciones.
En el caso que expones, advierto que la devolución de ese capital a una cuenta conjunta quizás es solo el retorno de la deuda contraida inicialmente contra esos mismos caudales conjuntos.
Obviamente, si así era la intención de los partícipes, podría tratarse de un intercambio de donaciones. Pero si no era esa la intención, la cosa parece una simple devolución de un dinero que se dispuso a título de mero préstamo.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!
