Mujeres en los pueblos
Mujeres en pueblos
Es un colectivo de muchas personas, quizá 4 o 5 millones, quizá incluso más, que no trabajan porque no encuentran donde.
Si para que pudiera trabajar este colectivo resolviéndoles su problema encontráramos alguna solución podríamos salir, como nación, muy beneficiados.
Propuesta
Permitamos industrias en estos pueblos con salarios de 300 €. Con pago por SS del 20%
Aconsejamos, en cuanto sea posible, una subvención de 100 € más. Con esto les quedarían libres 340 € y esto, aunque poco, representa un 30 o 40% de incremento en los ingresos familiares, que es mucho para estas familias, muchísimo. Más aún en familias con una hermana, madre o hija, muy corriente.
Muy bueno para estas mujeres y sus familias.
Muy bueno para los pueblos, habrá mucho más consumo y ahorro
Muy bueno para la Seguridad Social. Son 60 €/mes con nuestro ejemplo que con 4 o 5 millones de mujeres son más de 3.000 millones de €. Y esto sin aumento de costes, pues estas mujeres ya están en la SS por sus maridos o padres. ¿Solo esto salvará nuestra SS?. Muy posible.
Muy bueno para la Nación, es un importante incremento en el producto interior bruto (PIB).
Con estos sueldos reducidos se podrán fabricar cosas hoy imposibles. Además serían industrias de confección, montaje u otras actividades, incluso trabajos por ordenador que se hacen a distancia, por ejemplo contestadores de teléfonos, todos ellos con una necesidad de capital muy reducida.
Al vivir mejor en tu pueblo no emigras. Con la ventaja de que no precisas nueva casa, ya la tienes. 8 horas de trabajo en tu pueblo es mucho menos que 8 horas en ciudades grandes, con desplazamientos de 1 a 2 horas, de ida y de vuelta. Si con esto frenamos mucho la emigración a las ciudades, se consigue que estas no se conviertan en las megápolis propias del tercer mundo.
Para proteger a las mujeres actualmente trabajando, con mejores sueldos, en servicio doméstico, comercios o industrias, este permiso de sueldos de 300 € sería solo para nuevas industrias.
Al ser rentables estas nuevas industrias, incluso muy rentables, cada vez habrá más empresarios que decidan montar una de estas empresas y en su día los sueldos, por competencia, subirán, mejorando aún más todo lo dicho.
Historia de los pueblos en España
Es ilustrativo ver el próximo pasado de nuestros pueblos.
Hace algún tiempo eran bastante estables en población, aunque levemente decrecientes. Sus mejores hombres emigraban a las ciudades, aunque estas aún no podían dar trabajo a muchas personas, lo que perjudicaba al pueblo. Era una selección negativa.
Mejoraron la industria y comercio en nuestra Nación y el éxodo de los pueblos creció de forma alarmante. Algunos se quedaron deshabitados. En otros quedaron multitud de casas abandonadas con valor nulo o muy reducido. Casas que al no tener valor ni verles futuro, se abandonaban, no se reparaban y empezaron a hundirse. Recuerdo casas muy buenas a precios ridículos.
Estos emigrantes, ya con sueldos satisfactorios, se iban de vacaciones a las playas. Se hartaron de arena en pocos años y empezaron a volver en las vacaciones a sus pueblos de origen. Conocían a los que quedaron, también a otros compañeros que volvían como ellos y allí, en su pueblo se sentían a gusto. Interesante la mejora de estos pueblos que frenaron su declive. Las casas se repararon, ya eran útiles, no solo para las vacaciones, también apetecían para fines de semana. Volvieron a tener valor y el pueblo dejó de presentar el estado de ruina anterior. También estas personas consumían y el pueblo tuvo nuevos ingresos, mejorando.
Todos estos pueblos tienen un grave problema añadido. Los hombres trabajan principalmente en el campo, de peones, tractoristas o pequeños agricultores. Las mujeres, en su mayoría, no tienen trabajo.
Gracias a los mejores sueldos actuales, la penuria más antigua con sueldos peores obligaba a las mujeres a trabajos necesariamente poco remunerados y muy duros, como arrancar leguminosas.
En muchos pueblos había pequeñas industrias que compensaban ligeramente este panorama.
Posteriormente hubo un tiempo en que se instalaron talleres artesanales de confección para surtir el comercio de las ciudades o incluso exportar. Eran unas industrias sencillas, de poca necesidad de capital y colocó a muchísimas mujeres. Recuerdo un pueblo mediano, de unos 1.800 habitantes, mal situado (a casi 300 Km de Madrid y a casi 100 del ferrocarril) que tuvo 3 talleres de cortar y coser ropa con más de 100 mujeres cada uno y además mucho trabajo a domicilio. Esto si fue una gran riqueza para el pueblo. Más de 300 nuevos sueldos, aunque reducidos, era un ingreso extra que hizo subir mucho el nivel de vida.
De golpe se acabó esta industria. ¿Les exigieron el salario mínimo?. ¿Pagar Seguridad Social?. Lo desconozco, pero lo triste es que esta riqueza duró muy pocos años. Esta historia demuestra el interés de este colectivo por trabajar y que la solución propuesta es seguro que tendrá éxito.
Interesante también que la vida en núcleos reducidos es más tranquila, más humana. Si encuentras trabajo allí muchas personas volverán a los pueblos. Muy positivo para los pueblos que elevan su nivel de vida y para las grandes ciudades que frenan su crecimiento.