Si yo te contase una experiencia bastante desagradable vivida hace relativamente poco tiempo por alguna intervención foril desacertadísima a la que tuve que contestar profesionalmente y al final, amenazando que si pleitos que si leches en vinagreta y como no estoy para malos rollos, y me importa un pimiento las burradas que se puedan llegar a afirmar por parte de pseudocientíficos, pseudolistillos y pseudointrusistas, que tienen la bocaza muy grande para hablar de lo que no saben, si es que de algo saben, llega un momento que ni discuto. Digo amén Jesús y alegría al cuerpo.
Quien quiera saber mi opinión de verdad al respecto, privados y punto.
En abierto me gusta mucho jugar al despiste, recurrir a la filosofía del absurdo o absurdismo. "Absurdo es un concepto que identifica al pensamiento ilógico (lo contrario al pensamiento lógico, que se aparta de la razón) y a la conducta extravagante (lo contrario de la conducta considerada como normal o convencional)."
Negando la evidencia, el interlocutor se desvive por razonarla y al final, llega a la conclusión de que ambos piensan lo mismo, porque el camino planteado no lleva al raciocinio, sino a la locura y los caminos convergen en la única verdad.
Las hipótesis se van perdiendo por el camino y se resume la discusión en la tesis demostrable y demostrada.
Conclusión: Llegar al mismo sitio pero yendo uno directamente y el otro metiéndose primero en un laberinto de planteamientos ilógicos.
No me tomes muy en serio. Probablemente sea tan de ciencias puras como tú, en cuanto a la mentalidad, pero no me cierro a la filosofía del saber, razonar es muy bueno, también en ciencia es necesario.
Un saludo cordial
No me apetece nada la comida tan sana que tengo hoy preparada, buf, ¡qué lata!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.