Gracias por tu detallada y personalizada respuesta.
Si me atengo escrupulosamente a los datos que has presentado, no cabe duda de que son excelentes.
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El problema fundamental de la Bolsa es la corrupción y manipulación.
Los gráficos aleatorios pueden ser muy complejos, por ejemplo:
C(k+1)=C(k)*(1+POISSON(2;ALEATORIO();0)-0,15).
Utilizar la distribución uniforme ( =ALEATORIO() ) es sólo ilustrativo.
La complejidad de la función aleatoria no altera el resultado. Una exponencial de una distribución de Poisson tampoco te va a dar una buena imitación de la bolsa más allá de un parecido superficial. La lambda o media esperada es igual a la varianza y por tanto te limita la variabilidad, y para lambdas muy grandes, la distribución de Poisson se convierte en una distribución normal con lo que vuelves a estar en el mismo caso. Un vistazo a los datos históricos de la bolsa muestran que de distribución normal no tienen nada.
Para modelizar la bolsa hay que apartarse de los gráficos aleatorios e irse más bien a sistemas complejos con retroalimentación positiva capaces de mostrar la catalización en las subidas y caídas que provoca el pánico y la avaricia. No digo que no pueda hacerse, y seguro que las grandes instituciones tienen modelos cada vez más sofisticados, pero de azar, rien de rien.
Blog: Game over?
Entiendo tu discrepancia pero tu afirmación
La complejidad de la función aleatoria no altera el resultado.Parece más una asunción muy razonable que una evidencia. Otros expertos como Burton G. Maikel en su obra A Random Walk Down Wall Street opinan de forma diferente. Personalmente, yo sí creo que el entorno económico y la gestión de la empresa influye sobre su cotización más que el azar pero también es cierto que el NYSE tira de los mercados europeos. Eso lo vemos cada tarde.
Por mi parte de acuerdo que es una asunción, puesto que yo no soy capaz de demostrarlo, pero pocas veces se da la posibilidad de contestar a un argumento de autoridad con otro tan apropiado como el de Andrew Lo y Craig McKinlay en su obra A Non-Random Walk Down Wall Street
La teoría de los mercados eficientes basada en la aleatoriedad de los movimientos de precio propuesta por Maikel en "A Random Walk Down Wall Street" se topa de bruces con las realidades de la rentabilidad de las estrategias contrarian, la sobre-reacción de los mercados y la memoria de los mercados, por no hablar de que no deja mucho sitio para gente como Warren Buffet reduciéndolos a una mera anomalía estadística.
Personalmente pienso que gente con la cabeza tan bien amueblada como Maikel tienen que sufrir de una fuerte dosis de autoengaño para pensar que los mercados actúan al azar, cuando todos los días nos ofrecen pruebas de lo contrario.
También hay que decir que la teoría de los mercados eficientes, tan popular a finales de los 90, donde cualquier cosa que comprabas subía, ha visto erosionada considerablemente su credibilidad ante los palos que lleva propinando el mercado en los últimos 10 años. Creo que es una teoría hija de su tiempo bastante desprestigiada hoy en día.
Blog: Game over?
Encuentro estupenda tu exposición y muy interesante tu enlace. En realidad, yo tambié creo en las tendencias pero los gráficos aleatorios me hacen pensar.
En cualquier caso, si miramos carteras como las del concurso de Expansión debemos inclinarnos a pensar como tú.
¿Está traducido al castellano A Non-Random Walk Down Wall Street?
Pues es muy importante que te haga pensar. Más importante que estar acertado o equivocado que son estados temporales.
No creo que ese libro esté traducido. Es de muy alto nivel, no para el público en general, y con un montón de matemáticas que a mí me superan. Yo me he limitado a echarle un vistazo a los planteamientos y conclusiones. Es un conjunto de artículos en el primero de los cuales demuestran matemáticamente que la variación de precios en los stocks no es al azar.
Te lo puedes bajar gratis por capítulos de aquí:
http://press.princeton.edu/books/lo/
Blog: Game over?
Hay personas que nunca se equivocan, o al menos, eso creen ellas. No me interesan sus opiniones: todos nos equivocamos y si sigues ciegamente a alguien que no lo reconoce acabas estrellándote.
