OHLA obtuvo unas pérdidas de 29 millones de euros en los seis primeros meses de 2025, frente a los 'números rojos' de 34,2 millones del mismo periodo del año anterior, debido a los gastos financieros vinculados a su recapitalización y a las diferencias de cambio.
Más allá de estos elementos extraordinarios, la constructora disparó un 46% su resultado bruto de explotación (Ebitda) en este periodo, hasta los 84 millones de euros, según figura en su última cuenta de resultados.
Las ventas fueron de 1.680 millones de euros, un 2,4% inferiores a las de hace un año, lo que supone un margen de rentabilidad del 5% en el Ebitda, es decir, 1,7 puntos porcentuales más que en junio de 2024.
"Tomando como referencia el desempeño del grupo durante los últimos doce meses, OHLA ya cumpliría con los objetivos establecidos en sus previsiones para 2025, tanto en ventas como en Ebitda", defiende la compañía controlada por los hermanos mexicanos Amodio.
En concreto, los objetivos apuntaban a unos 160 millones de euros de Ebitda (excluyendo la actividad de servicios, que se encuentra descontinuada) y las ventas a 3.700 millones de euros, por lo que, extrapolado a los 12 meses del año, ya superaría o estaría cerca de superarlos.
La evolución operativa de la empresa estuvo impulsada, en gran medida, por la división de Construcción, que continúa siendo el principal motor del grupo, con unas ventas en esta actividad de 1.590 millones de euros, un 4,3% superiores, con un 76% de la actividad realizada en el exterior.
El Ebitda de este negocio alcanzó los 108 millones de euros, un 68% más que en el primer semestre del año anterior, situando el margen en el 6,8%, frente al 4,2% registrado en 2024.
En total, la cartera de pedidos de Construcción se situaba en 7.572 millones de euros, por encima del nivel de diciembre de 2024, y representando una cobertura de 26 meses de ventas, más de dos años de actividad.
MEJORA LA VISIÓN DEL AUDITOR
La compañía destaca la resolución favorable de dos procedimientos arbitrales internacionales en los últimos meses, relativos a los proyectos del metro de Doha y el hospital de Sidra, ambos en Catar, que considera que "eliminan cualquier incertidumbre significativa que pudiera afectar en un futuro a su situación financiera".
En este sentido, su auditor ha eliminado los dos párrafos de énfasis de sus cuentas sobre la "incertidumbre material de empresa en funcionamiento" (Going Concern) y sobre los potenciales efectos derivados del arbitraje del hospital de Sidra, que era el riesgo más importante del grupo durante cerca de una década.
Las provisiones realizadas en el pasado por los litigios todavía no han sido revertidas, a la espera de la conclusión definitiva del proceso el próximo mes de octubre, aunque por ahora la compañía se anotará un impacto positivo de 15 millones de euros. En cualquier caso, las previsiones de la empresa apuntan a la vuelta al beneficio en el conjunto del año, incluso sin tener en cuenta esa reversión