Cuando una persona invierte en una empresa puede esperar dos retornos: uno por plusvalía cuando vende las acciones y el otro por una remuneración temporal a la propiedad.
A ninguna empresa le da igual lo que valen sus acciones. La valoración de sus acciones es lo que vale la compañía.
Vamos a poner un ejemplo de la ESO. Imagina que tienes una tienda de ropa para la que has puesto un capital de 10.000€ y quieres ampliar capital en 5.000€ para lo que sales a bolsa. Vas a darle a otra persona un 33% de tu empresa que una vez hecha la ampliación tiene un capital de 15.000€.
Los 5.000€ es lo que se conoce como free float, lo que cotiza en bolsa, y que tu socio puede vender cuando le de la gana a otra persona.
La valoración de la empresa es 15.000€ y la valoración de lo que cotiza en bolsa son 5.000€. Si mañana tu socio vende su parte por 1.000€ significa que a precios de mercado tu empresa ya no vale 15.000€, sino 3.000€ y tu participación ya no vale 10.000€, sino 2.000€. Por eso no te resulta indiferente el precio al que cotizan tus acciones en bolsa.
La empresa paga dividendos a los socios porque es la forma de retribuir al capital. Tu socio tiene un 33% de las acciones de la empresa, pero tu sigues teniendo un 67%. Si la empresa a final de año da 10.000€ de beneficios a ti como socio mayoritario te interesa también que se repartan beneficios. Si la empresa reparte 6.000€ a cuenta de sus beneficios, a ti como mayoritario te tocan 4.000€ y al socio minoritario 2.000€.
Una empresa paga dividendos porque es la forma de retribuir al capital. A la hora de financiarse puede optar por acudir al crédito bancario o buscar accionistas. Tanto un préstamo como los accionistas tienen un coste para la empresa, el coste de la deuda o el coste de los fondos propios. En ambos casos la empresa debe utilizar una parte de sus recursos para asignarlos a esa retribución.
La empresa paga dividendos cuando sus socios estiman que les interesa recibir ese flujo de caja a título particular antes que reinvertirlo en la empresa. En nuestro ejemplo si ganamos 10.000€ los socios pueden decidir que en lugar de pagar el dividendo de 6.000 euros van a reinvertir todo en ampliar la tienda. No tiene sentido no repartir el dividendo para tener ese dinero en la caja de la empresa, cualquier accionista de una empresa va a preferir que el dinero este en su caja a que esté en la caja de su empresa.
Una política atractiva de dividendos por un lado muestra que la empresa es capaz de obtener beneficios. Solo las empresas con beneficios pueden repartir dividendos.
A los inversores nos interesan las empresas que reparten dividendos de forma constante en el tiempo porque muestran la viabilidad de su negocio y porque remuneran nuestro capital.
Las empresas no quieren como socios a especuladores que solo buscan la rentabilidad a través de la plusvalía, sino a inversores que se convierten en socios capitalistas.
Saludos.