El vino que tiene Asunciónnn...

... no es blanco ni es tinto ni tiene coloooooooor... ¡Asunción! ¡Asunciónnnnn! ¡Échale más vino al porrón!...

Los cánticos elevados a los dioses en forma de puya desde la tienda de los españoles resultaban atronadores en la silenciosa noche del Valle del Zasca. El Desafío Ibex parecía no apto para humanos. Los sherpas habían perdido el sentido en mitad del "Asturias patria querida". Los últimos y erráticos movimientos no presagiaban nada bueno, y el alcohol era el aliado de los intrépidos en horas inciertas.

Desde el resto de tiendas que se refugiaban en el campo 5, sobre la cota de los 9.000 puntos, llegaban noticias inquietantes. Llevábamos días sin escuchar eructos procedentes de la tienda alemana. Los franceses se echaban mano a la cartera cada vez que nos cruzábamos con ellos. Los americanos ya resultaban pesados ofreciéndonos trabajo con un tal "Coronel Sanders". Y lo más preocupante, la tienda de los griegos había desaparecido. Ya habían sido advertidos por todos de lo inadecuado de sujetarse a una pared de granito con siete chinchetas y una argamasa elaborada con yogur.

Amanece pero el cielo sigue sin despejarse. Hace unos meses que nos acechan osos polares ocultos en la bruma de las sendas bajistas. No solían aventurarse a llegar hasta estas alturas, sin duda deben estar hambrientos y tienen que adaptarse para sobrevivir. El Campo 5 amenaza deshielo. Se están formando pequeños torrentes de forma aleatoria. Ignoro cuanto tiempo aguantaremos así.

No vemos el final a esta montaña rusa... Si al menos dispusiéramos de vino auténtico y no este líquido infecto producto de mezclar agua oxigenada con leche de yak.